?Es la mesa de comedor una especie en peligro de extinci¨®n?
Hay quienes ven en ella un vestigio de un pasado en el que no hab¨ªa televisiones y otros piensan que es un lujo exc¨¦ntrico propio de ricos. ?Tiene futuro la mesa de comedor para toda la familia?
?D¨®nde comes cuando comes en casa? La respuesta m¨¢s extendida ser¨¢ que en la mesa -respuesta v¨¢lida tambi¨¦n para cuando comes fuera, en realidad-, pero ?en qu¨¦ mesa? ?La de la cocina, la del caf¨¦, la del sal¨®n o la del comedor? En marzo, la web estadounidense Vox.com public¨® un largo reportaje en el que cuestionaban para qu¨¦ serv¨ªa en realidad la mesa del comedor. M¨¢s de 3.500 palabras dedicadas a una pregunta con respuesta obvia... s¨®lo aparentemente.
La mesa del comedor sirve para comer, claro. Pero es posible que tenerla te suene a lujo exc¨¦ntrico que solo has visto en las cenas de Downton Abbey. O que, si tienes ese extra?o mueble, quiz¨¢ no lo uses para comer, sino para trabajar. ?Tiene futuro esta mesa o es simplemente un vestigio de un pasado en el que las familias (y las casas) eran grandes, no hab¨ªa televisi¨®n ni m¨®vil y ten¨ªamos que comer todos juntos manteniendo una conversaci¨®n?
Para tener una mesa de comedor hace falta, en primer lugar, un comedor, algo que ya exige una vivienda de cierto tama?o. F. Xavier Medina, catedr¨¢tico de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y director de la C¨¢tedra UNESCO de Alimentaci¨®n, Cultura y Desarrollo, explica que lo m¨¢s habitual, especialmente en hogares de clase media o media-baja, es tener comedor y el sal¨®n integrados en un ¨²nico espacio. ¡°Conforme va avanzando el final del siglo XX y sobre todo desde principios del XXI hay tambi¨¦n m¨¢s situaciones que nos acercan a la televisi¨®n y nos cambian de espacio, como son las mesas delante de la tele, sobre todo cuando las familias se hacen m¨¢s peque?as¡±, explica el experto. Porque no es lo mismo ser cinco personas que dos para comer o cenar.
Mesa, ?para cu¨¢ntos?
Cada vez vivimos con menos personas: seg¨²n la Encuesta continua de hogares del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), en 2020 las viviendas espa?olas ten¨ªan una media de 2,5 habitantes. La mesa del comedor, si hay espacio para ella, muchas veces no se utiliza.¡°Yo conozco alg¨²n caso de casa con comedor que no se usa nunca, comen siempre en el saloncito o en la cocina, y el comedor solo en los d¨ªas de fiesta¡±, explica Medina.
No se trata solo de familias y espacios m¨¢s peque?os. Tambi¨¦n le hemos perdido un poco el respeto a las comidas en casa y por lo general nos dejamos de ceremonias. ¡°El espacio para reunirse en torno a una mesa est¨¢ cambiando de la mano de nuestros h¨¢bitos¡±, explica la dise?adora de interiores Ana Utrilla. A lo que tend¨ªamos -antes de que la pandemia se cargara nuestras ambiciones de ser tan buenos anfitriones como Isabel Preysler- era a ¡°organizar reuniones aprovechando las zonas exteriores de nuestro hogar como extensi¨®n de nuestra zona de estar o sal¨®n¡±, asegura. Otra opci¨®n era ¡°abrir la zona de cocina a la zona de estar-comedor, para ampliar el espacio y socializar mejor¡±. Porque, seg¨²n confirma la experta, la zona del comedor se ha desplazado a la cocina, especialmente en las casas m¨¢s modestas.
Cecilia D¨ªaz M¨¦ndez, directora del Grupo de Investigaci¨®n en Sociolog¨ªa de la Alimentaci¨®n de la Universidad de Oviedo, a?ade otro escenario en el que la mesa del comedor se hace innecesaria, ¡°el aumento de las comidas frente al televisor y la individualizaci¨®n de la alimentaci¨®n¡±. Es decir, esas bandejas individuales de comida que podemos llevar, por ejemplo, al sof¨¢.
Pese a todo esto, las mesas de comedor sobreviven. Son necesarias en las familias m¨¢s grandes, especialmente en las comidas en las que coincide todo el mundo. En los hogares en los que vive menos gente y se podr¨ªa pasar sin ellas, cuando hay espacio contin¨²an existiendo porque lo habitual es que no las usemos solo para comer. ¡°Lo hemos comprobado este ¨²ltimo a?o de encierro, que muchas veces a lo mejor esa mesa del comedor se se ha usado un rato de mesa de despacho¡±, explica Medina. Pero no es solo una circunstancia pand¨¦mica. ¡°En las casas m¨¢s peque?as, con comedor y sal¨®n integrados, hay una sola mesa que suele ser multifuncional. En su d¨ªa fue donde los ni?os hac¨ªan los deberes o donde se hac¨ªan cosas como la declaraci¨®n de la renta. Luego se retiraban los papeles y se com¨ªa¡±, asegura.
?Desde cu¨¢ndo tenemos ese mueble?
Quiz¨¢ para entender por qu¨¦ la mesa del comedor se usa cada vez menos para comer y si esto supone o no un drama, haya que viajar en el tiempo y ver cu¨¢ndo y c¨®mo se empez¨® a popularizar. ¡°Los espacios exclusivos para comedor surgen sobre todo en el siglo XVIII, cuando hay una voluntad clara de establecer en el ¨¢mbito dom¨¦stico por una parte orden y racionalidad y por otra comodidad¡±, asegura la catedr¨¢tica em¨¦rita de Historia Moderna de la Universidad de Barcelona Mar¨ªa ?ngeles Perez Samper. Sin embargo, eran un lujo que solo se pod¨ªan permitir las clases altas.
Poco a poco esta idea de tener un espacio diferenciado para comer se extiende a la gente m¨¢s humilde ¡°por emulaci¨®n¡±, llegando "al extremo de que muchas familias, aunque puedan permitirse tener una pieza de la casa destinada a comedor, siguen comiendo en la cocina¡±. El comedor ¡°queda reservado a los d¨ªas de fiesta o de celebraciones especiales¡±.
El historiador Pablo Jos¨¦ Alcover propone un origen mucho m¨¢s antiguo y rastrea los primeros comedores hasta los griegos, entre los siglos VI y III a. C. ¡°El andron era el comedor de las casas m¨¢s ricas de las colonias griegas que hab¨ªa a lo largo de la costa de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica¡±, cuenta. Eran, una vez m¨¢s, algo t¨ªpico de clases altas, que se fue extendiendo m¨¢s durante la ¨¦poca medieval.
Sin embargo, ya entonces muchas veces se com¨ªa fuera, y no precisamente manjares que se fueran a llevar muchas estrellas en TripAdvisor. ¡°En la Corona de Arag¨®n, las clases bajas com¨ªan diariamente una apestosa sopa a base de las peores partes de los animales sacrificados en mataderos. Era el malcuynat, literalmente el ¡®mal cocinado¡¯, llamado as¨ª por el hedor que desprend¨ªa el caldero que paseaba el vendedor ambulante de este plato humilde¡±, relata Alcover.
En cuanto a la mesa en s¨ª, era muchas veces tambi¨¦n un s¨ªmbolo de estatus, ya que no todo el mundo ten¨ªa una. ¡°Generalmente las mesas estaban formadas por tableros de madera sostenidos por caballetes. As¨ª se pod¨ªan colocar en diferentes lugares, hacerlas m¨¢s grandes o m¨¢s reducidas, seg¨²n las necesidades, y luego retirarlas, lo que dejaba libre el espacio. De esta costumbre queda la expresi¨®n actual de poner y quitar la mesa, porque las mesas se montaban y desmontaban¡±, asegura P¨¦rez Samper. Poder tener una mesa fija ¨²nicamente destinada a comer era un lujo que naci¨® paralelo al comedor como habitaci¨®n. ¡°Los espacios especializados crean un mobiliario especializado y, a la inversa, al surgir muebles nuevos y difundirse aparecen y se extienden los espacios correspondientes¡±, explica la historiadora.
La mesa contempor¨¢nea
El estatus de esa mesa llega hasta la actualidad de nuestros abuelos, m¨¢s o menos hasta la llegada de los muebles funcionales a partir de la segunda mitad y finales del siglo XX. Estos muebles funcionales son, en el caso que nos ocupa, ¡°esas mesas extensibles para espacios peque?os¡±, explica F. Xavier Medina. Cuando viene familia o invitados se extienden y pueden acoger a m¨¢s gente. La mesa cl¨¢sica, la buena, la ¡°de ense?ar¡±, esa que se lega y hereda como mueble valioso, suele ser la que queda relegada a un comedor que se usa solo en ocasiones especiales. Si no hay sitio para ese comedor, la mesa muchas veces tampoco cabe, y poco a poco va desapareciendo de las casas y apareciendo en Wallapop.
?Nos estamos perdiendo como sociedad al hacer comidas desde el sof¨¢? Mir¨¦moslo con cierta perspectiva hist¨®rica. Mar¨ªa ?ngeles P¨¦rez Samper recuerda que comer era y es un acto que se pod¨ªa hacer en muchos lugares de la casa. Hace algunos siglos, la cama era uno de esos lugares, y no solo cuando estabas enfermo; desayunar o cenar all¨ª era algo que se hac¨ªa a veces simplemente ¡°por comodidad¡±. Como ventaja extra, una cama es algo que tenemos casi todos, incluso aunque nuestro piso sea candidato de aparecer en un tuit de elzulista. Claro que, si tienes alguna mesa por casa, quiz¨¢ sea m¨¢s pr¨¢ctico seguir comiendo ah¨ª y no pringar las s¨¢banas de grasa de pollo.
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