Las quejas de los lectores: una coca de tomate que se convirti¨® en piscina
Dudas sobre plantas cucurbit¨¢ceas, una tarta con m¨¢s humedad que una cueva y una cebolla traicionera que acaba calcinada: qu¨¦ complicado ha sido este mes para la Defensora del Cocinero.
Mar¨ªa Jes¨²s cocin¨® la coca valenciana de tomate y le gust¨®, a pesar de que en su centro se podr¨ªan haber organizado unas regatas: ¡°Hice su receta y estaba realmente muy buena. El sabor de la masa me record¨® a las empanadillas que hac¨ªa mi madre. Pero creo que por el centro me qued¨® un poco cruda. No s¨¦ si le falt¨® harina a la masa ¨Cpuse los 300 g y algo m¨¢s para amasar en la encimera¨C o le sobr¨® humedad al tomate.¡± Querida Mar¨ªa Jes¨²s. Veo la imagen de la coca que me env¨ªas, la contrasto con tu sospecha sobre si le sobr¨® humedad al tomate y no s¨¦ si suspenderte los parciales del curso de detective privado del CCC o jubilarme definitivamente.
La harina de la masa no tuvo ninguna culpa en este desastre h¨²medo, pero deb¨ªas de estar pensando en las avutardas al leer el punto cinco de la receta, en el que Miriam Garc¨ªa indica ¡°a?adir el tomate y sofre¨ªr un m¨ªnimo de 10 minutos para reducir el l¨ªquido pero sin que se quede seco del todo para que no se queme en el horno.¡± Entre que no quede seco del todo y el Aquapark de Guangzhou hay un t¨¦rmino medio.
Se trata de que el tomate est¨¦ jugoso y no se seque por completo, pero si al extenderlo en la masa, o al removerlo en la sart¨¦n, se ve que a¨²n hay l¨ªquido que se desprende con facilidad ¨Ccomo se observa en la parte inferior y central de tu coca¨C ese l¨ªquido se va a dedicar a hacer de las suyas, convirtiendo una coca deliciosa en un fistro con el centro h¨²medo y sin cocinar.
?Calabaza o calabac¨ªn?
Rosendo se plantea cosas mientras sujeta con una mano una calabaza y con la otra un calabac¨ªn: ¡°Hoy aparecen en El Comidista tres recetas con casta?as. Una de ellas es una crema, donde entre los ingredientes aparece la calabaza, pero no se indica qu¨¦ tipo. Agradecer¨ªa aclarase si se refiere a calabaza tipo calabac¨ªn o a las de color naranja, creo que es importante.¡± Tras leer esta consulta he corrido a teclear en Google ¡°calabaza tipo calabac¨ªn¡± con la esperanza de arrojar un poco de luz sobre este asunto detectivesco. Y me he llevado una sorpresa, porque parece que es una duda mucho m¨¢s com¨²n de lo que pensaba.
Ambas son primas hermanas, pero tienen caracter¨ªsticas que las hacen muy distintas. Los calabacines que llegan a los mercados son verdes o blancos, de piel fina, pulpa blanquecina y de peque?o tama?o. Las calabazas pueden tener distintos colores ¨Cverde, blanco, marr¨®n, viol¨¢ceo o anaranjado¨C, pero el m¨¢s caracter¨ªstico y por el que se las reconoce, es el color naranja. Su piel es dura y su pulpa tambi¨¦n es de color naranja con un coraz¨®n cuajado de pepitas y filamentos. Tienen un abanico de tama?os muy variado, pero las calabazas de consumo suelen tener un tama?o tirando a grande.
Atendiendo a estas caracter¨ªsticas no deber¨ªa haber duda entre una y otra, pero, al parecer, al calabac¨ªn se le conoce en algunos pa¨ªses como calabacita o calabaza de verano. Los lectores deben comprender que, aunque el Comidista se lee desde muchos lugares, se edita desde Espa?a, y los ingredientes de las recetas tienen las denominaciones propias de los mercados espa?oles. No es posible para nuestros redactores buscar y a?adir los nombres alternativos de cada ingrediente. Siempre que hablemos de calabaza nos estaremos refiriendo a las variedades de c¨¢scara dura como la Cucurbita m¨¢xima, C. moschata o C. argyrosperma. Cuando hablemos de calabac¨ªn, nos estaremos refiriendo sin duda alguna a Cucurbita pepo.
Una tarta terror¨ªfica¡ y h¨²meda
Amira, piedeletrista de manual y conformista de nacimiento, escribe a este consultorio sumida en la confunci¨®n. ¡°Me hallo un poco confusa tras haber estado un buen rato preparando la tarta de calabaza de Halloween y seguir todos los pasos al pie de la letra, y no s¨¦ por qu¨¦ ha salido como muy h¨²meda. No sabr¨ªa c¨®mo explicarlo, no s¨¦ si es que es muy aceitosa o h¨²meda o no lo s¨¦. Todav¨ªa no la he probado, que seguro que est¨¢ riqu¨ªsima de sabor, pero es para una fiesta para ma?ana y bueno, prefiero arriesgarme y quedar mal, que cambiar de plan a las horas que son. Bueno, nada, pues simplemente pues informar de que me ha salido mal con la pintaza que tiene.¡±
Estamos buenas, Amira. Si ni siquiera t¨² tienes claro si el bizcocho est¨¢ aceitoso o h¨²medo y tampoco lo has probado, no s¨¦ cu¨¢les de mis asombrosos poderes voy a tener que sacar de mi ba¨²l de superhero¨ªna de los fogones para adivinar qu¨¦ le ha pasado a tu bizcocho.
Amira reflexionando sobre la tarta de calabaza. GIPHY
Los bizcochos elaborados con hortalizas como la calabaza, la batata o el calabac¨ªn, suelen resultar muy jugosos y h¨²medos, algo que ya se anuncia en el texto previo a la receta. S¨ª, ese que nunca le¨¦is, que me and¨¢is ocupadillas. Esa jugosidad puede resultar desconcertante si se espera obtener un bizcocho can¨®nico, con su miga tirando a sequilla y su canes¨². En la parte final del v¨ªdeo ya se ve que es una tarta jugosa con un porcentaje alto de humedad, algo que anuncia Mikel Myers Iturriaga al mezclar el buttermilk, otro de los elementos que le aportan humedad y jugosidad.
Me puse al aparato con Iturriaga para que pudiera explicarse sobre esta tarta tan l¨²brica y estas son sus palabras: ¡°En efecto, es un bizcocho h¨²medo, m¨¢s ¡®pastel cremos¨®n¡¯ que ¡®masa esponjosa que puedes mojar en el ColaCao¡¯. Es as¨ª porque est¨¢ pensado para tomarlo solo tal cual, como postre o en una merienda; no tanto para desayunar. En cualquier caso, si tanta lubricaci¨®n te molesta, reduce ligeramente la cantidad de calabaza (250 g), la de leche (100 ml) y la de aceite (100 ml), y te saldr¨¢ m¨¢s abizcochado.¡±
Una cebolla traicionera
Ana nunca sospech¨® que el arroz con pollo digno para los que van al gimnasio le pudiera traer tanta desesperanza: ¡°En esta casa se le rinde pleites¨ªa al arroz con pollo en todas sus variantes. Si hay algo que veneramos por encima de todas las cosas es este plato sencillo. Lo del gimnasio nos va menos, es algo as¨ª como un castigo autoimpuesto, pero a¨²n as¨ª, nos cre¨ªmos poder estar a la altura de este arroz con pollo. Todo iba bien: el adobo en la nevera desde la noche antes, el aceite caliente, la cebolla del sofrito. Pero cuando toc¨® a?adir el pollo supimos que no ¨¦ramos dignos. El fuego vivo necesario para dorar el pollo acab¨® churruscando la cebolla, como si hubiera querido quitarle el protagonismo al socarrat, pero sin el mismo glamour. As¨ª que, antes de a?adir el arroz, tuvimos que rescatar los trozos de cebolla carbonizada como si fueran n¨¢ufragos de un Titanic culinario.¡±
Revisando la receta, pronto me di cuenta de que algo no funcionaba en uno de los pasos. En el punto cuatro se mima la cebolla poch¨¢ndola hasta que est¨¢ transparente, pero en el punto cinco se la maltrata a?adiendo el pollo para saltearlo a toda m¨¢quina. Por fuerza la cebolla ten¨ªa que salir calcinada, que una cosa es ser una cebolla y otra ser Daenerys Targaryen. Llamada a cap¨ªtulo, Miriam Garc¨ªa dio cuenta del error, que solucionamos a?adiendo a la elaboraci¨®n el detalle de retirar la cebolla de la sart¨¦n y reservarla para poder saltear el pollo sin reducir a cenizas ning¨²n ingrediente.
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