Alimentos "para beb¨¦s¡±: justo lo que no se debe dar a un ni?o
Yogures, galletas, pur¨¦s y zumos de frutas... el mercado ofrece un amplio cat¨¢logo de productos para cr¨ªos peque?os de dudosa calidad nutricional. Hay un truco infalible: si est¨¢ dise?ado para estas edades, no lo compres.
Hoy os damos un truco casi, casi infalible: si un alimento est¨¢ dise?ado para beb¨¦s, probablemente es mejor que no lo metas en la cesta de la compra. En el momento en que los adultos nos demos cuenta de que la alimentaci¨®n complementaria no implica dar alimentos especiales a los beb¨¦s, sino mantener la leche ¡ªmaterna o de f¨®rmula¡ª como alimento principal e ir incorporando alimentos convencionales que ayuden a cubrir sus necesidades a medida que estas aumentan, todo el castillo de naipes de los ¡°alimentos perpetrados para beb¨¦s¡± caer¨¢ por su propio peso.
?Sabes lo que le interesa a la industria? Fidelizar a los consumidores para que sean devotos clientes toda la vida. Las preferencias alimentarias que adquirimos en los primeros a?os de vida suelen mantenerse, as¨ª que, si desde peque?os nos acostumbramos a sabores dulces, texturas crujientes y aromas intensos, estar¨¢n en nuestra dieta a lo largo de los a?os, y eso significa que el que los pone en el mercado va a hacer caja durante mucho, mucho tiempo.
Mi primer no-yogur
La caracter¨ªstica com¨²n de todos ellos es que son como los alimentos normales... en una versi¨®n nutricionalmente peor. Si el alimento original es insano, estos lo son un poco m¨¢s; si era sano, se convierte en insano. Es el caso de los yogures ¡°nutricionalmente adaptados para beb¨¦s¡±, recomendados a partir de seis y ocho meses: para empezar, la mayor parte de esos productos que jurar¨ªas que son yogur, no lo son.
A pesar de que su presentaci¨®n es igual y de que se llaman "yogurines", "yogolinos" o cualquier otro nombre que te remite al yogur, legalmente son leches fermentadas porque las bacterias que se han usado para fermentar no son las que exige la norma de calidad del yogur (lo explico con detalle aqu¨ª). Si te la intentan colar hasta con el nombre, ya vamos mal.
Entrando en el jard¨ªn de su calidad nutricional, la cosa no mejora. Mientras en un yogur natural normal vamos a encontrar leche, fermentos l¨¢cticos y quiz¨¢ prote¨ªnas de la leche, en los adaptados para beb¨¦s incluyen distintos tipos de almid¨®n (de ma¨ªz, de arroz, de tapioca, almid¨®n modificado, harinas varias). No es az¨²car, pero en nuestro cuerpo se comportan como tal, digiri¨¦ndose ya desde que los metemos en la boca para transformarse en az¨²car simple que se absorbe a toda velocidad.
Puedes tener la duda de si, a pesar de todo, puede ser de ayuda para que empiece a adaptarse a la leche (duda que se encargan de implantar en tu cabeza, poniendo en la etiqueta lo genial que es para que se vaya habituando a la leche de vaca). No, es totalmente innecesario: el Comit¨¦ de Lactancia Materna y Comit¨¦ de Nutrici¨®n de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa recoge que ¡°la leche materna sigue siendo el l¨¢cteo de primera elecci¨®n y se recomienda por encima de cualquier otra leche, siempre que madre e hijo lo deseen, hasta los dos a?os o m¨¢s. En el caso de lactantes no amamantados, la f¨®rmula indicada por encima de los seis meses de edad es la f¨®rmula de continuaci¨®n¡±.
El documento de recomendaciones para la alimentaci¨®n en la primera infancia de la Generalitat de Catalu?a especifica que estos no-yogures son totalmente innecesarios, ya que los ni?os menores de un a?o no necesitan comer yogures. Se especifica que ¡°a partir de los ocho o nueve meses pueden empezar a comer peque?as cantidades ¡ªunas cuantas cucharadas¡ª de yogur natural (sin az¨²car)¡±. Algo en lo que est¨¢ de acuerdo la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa que indica que ¡°se puede ofrecer yogur natural o queso desde los nueve meses¡±. Innecesario, nutricionalmente poco recomendable y, para rematar, un 150% m¨¢s caro que los yogures naturales.
Galletas y 'snacks', tan recomendables como para los mayores
Otro producto popular son las primeras galletas y los peque snacks. A ver, si ya hemos dicho que no hay galleta saludable y que con los snacks que supuestamente lo son te la est¨¢n colando, esperar que sus versiones para beb¨¦s sean sanas no es m¨¢s que un acto de fe desesperado. Son un puro ox¨ªmoron.
Da igual que las galletas sean sin gluten y sin aceite de palma, que lleven tropecientas vitaminas o que su az¨²car sea de ca?a integral. Son b¨¢sicamente harina, grasas de diverso pelaje y az¨²car por un tubo. S¨¦ que es poco menos que una herej¨ªa decir a cualquiera pre-generaci¨®n Z que las galletas, el alimento b¨¢sico de nuestra infancia que ten¨ªamos que comer aunque las aborreci¨¦ramos son superfluas y que, cuantas menos, mejor, pero tenemos que superarlo de una vez.
En cuanto a los snacks de cereales, legumbres, frutas o cualquier ingrediente que te parezca adecuado: son snacks. El ingrediente destacado se usa como reclamo para que creas que es ¡°m¨¢s o menos¡± como dar a tu beb¨¦ un plato de esos guisantes o el pl¨¢tano a trozos: no lo es.
Por cierto, que la creatividad de la fracci¨®n malvada de la industria alimentaria no tiene l¨ªmites y puedes haberte encontrado incluso con algunos aperitivos que ponen frases como ¡°estimula al beb¨¦ a comer solito¡±. Tenlo claro: es un mensaje perverso, porque se aprovecha impl¨ªcitamente del impulso del baby led weaning (BLW) ¡ªque es una buena pauta basada precisamente en que el beb¨¦ se alimenta por s¨ª mismo con comida saludable, mastica, toca las diferentes texturas de alimentos frescos o cocinados¡ª para colar un alimento que precisamente el BLW buscar evitar.
El gran engendro: las bolsitas listas para tomar
F¨¢ciles de transportar, sin necesidad de conservar en fr¨ªo, solo tienes que quitar el tap¨®n e insertarlo en la boca del peque?ajo en un acoplamiento que ni el del Apollo-Soyuz. Y hala, con sus manitas ya se encarga de apretarlo hasta exprimir la ¨²ltima gota de lo que quiera que contenga la bolsa: un dise?o perfecto, lo reconozco. Nada que objetar formalmente a este prodigio; el problema ¡ªcomo la belleza¡ª est¨¢ en el interior. Porque estos Maseratis del packaging contienen el equivalente alimentario al motor del dos caballos de mi abuela: az¨²cares libres, harinas y almidones varios, aceites reguleros o nata. Y, para rematar, m¨¢s az¨²car, no se quede el peque?ajo con ganas de dulce.
?Los que son 100 % fruta tambi¨¦n son tan infames? S¨ª, querido lector harto ya de que te tomen el pelo. Los que son 100 % fruta, tambi¨¦n: como ya te hemos contado, a diferencia de lo que ocurre con la fruta entera ¡ªcon az¨²cares intr¨ªnsecos que no suponen ning¨²n problema para la salud y sobre los que no se establecen l¨ªmites¡ª la fruta triturada, en pur¨¦ o el zumo de fruta contienen az¨²cares libres. Az¨²cares que s¨ª debemos limitar en la alimentaci¨®n en general y que, en el caso de los ni?os, deben introducirse en la alimentaci¨®n ¡°cuanto m¨¢s tarde mejor y siempre a partir de los 12 meses¡±, como recogen las recomendaciones para la alimentaci¨®n en la primera infancia de la Generalitat de Catalu?a.
De la bolsita no salen el pl¨¢tano y las manzanas enteros, as¨ª que cuando le das la vuelta y ves en la tabla nutricional que tiene 15 gramos de az¨²car, es tan malo como parece: son 15 g de az¨²car libre, el 60 % del m¨¢ximo diario recomendado por la OMS, listo para tomar de una sentada y sin enterarse. Con la agravante de que respiras aliviado, convencido de que acaba de tomar sin rechistar su buena raci¨®n de fruta y piensas que est¨¢s haciendo lo mejor por su salud: un caballo de Troya nutricional.
?Pero si pone ¡°sin az¨²cares a?adidos¡±! Claro, porque esta declaraci¨®n puede hacerse siempre que no incorporen monosac¨¢ridos ni disac¨¢ridos (es decir, az¨²cares simples) ni tampoco ingredientes usados por sus propiedades edulcorantes. Se cumple la legislaci¨®n porque no le a?aden az¨²cares ¡ª?para qu¨¦?¡ª y, aunque la fruta tiene propiedades edulcorantes, en un pur¨¦ de fruta se puede razonar que no es que esta se use para endulzar, es que es el ¨²nico ingrediente. As¨ª que lucen su flamante ¡°sin az¨²cares a?adidos¡± con su diminuto ¡°contiene az¨²cares naturalmente presentes¡± y p?alante.
?Ser¨¢n mejor los de yogur con fruta? Pues se parecen al yogur con trozos de fruta que preparas en casa como un huevo a una casta?a. Para empezar, suelen tener m¨¢s pur¨¦ y zumo de frutas que yogur (solo tienes que sumar los porcentajes de cada ingrediente para comprobarlo): punto negativo por lo que ya hemos visto de las frutas machacadas. Para la OMS esto es un reclamo enga?oso y deber¨ªan indicar que son ¡°fruta y yogur¡±. El milagro de que llevando yogur pueden mantenerse fuera del frigo tampoco es gratis, porque el poco yogur que tiene no es como el que tienes en tu frigo, sino pasteurizado: le han dado un tratamiento t¨¦rmico despu¨¦s de la fermentaci¨®n y todas esas bacterias que tanto nos llaman la atenci¨®n est¨¢n caput. No queda ni una.
Las versiones con yogur griego, cookies o galleta solo pueden empeorar el panorama, ya que te garantizan una buena dosis de nata, harina, almid¨®n y aceites refinados. Pero lo han hecho tan, tan bien, que est¨¢n en cada recreo, parque infantil y guarder¨ªa. Al punto de que la OMS les dedica un apartado especial en este documento de malas pr¨¢cticas, en el que identifica varios problemas asociados al consumo de alimentos con este formato de bolsita:
- Exposici¨®n a alimentos muy suaves y lisos, cuando los ni?os desarrollan la habilidad para masticar.
- Alimentos con baja densidad nutricional (aportan pocos nutrientes por cada kilocalor¨ªa).
- Exposici¨®n a altas cantidades de az¨²cares libres que pueden absorberse r¨¢pidamente.
- Problemas al chupar directamente de las bolsas. Y son unos cuantos:
-No ayuda a aprender a masticar ni a usar esta capacidad.
-Los ni?os no distinguen qu¨¦ es lo que est¨¢n comiendo y no pueden ver ni oler los alimentos f¨¢cilmente.
-Los ni?os que comen este tipo de alimentos durante periodos de tiempo largo pueden volverse m¨¢s quisquillosos con las comidas.
-Desarrollan habilidades motoras finas cuando cogen la comida o juegan con ella (algo que no es posible con estos formatos).
-Las frutas y verduras machacadas y en bolsas son altas en az¨²cares libres y chupar estos alimentos puede contribuir a la caries dental.
-Si la comida se toma desde la bolsa no hay forma de controlar el tama?o de las raciones y puede haber un desperdicio alimentario considerable.
As¨ª que, si lo que te ha convencido es la comodidad de la infausta bolsa te voy a contar un secretillo, entre nosotros, ?sabes qu¨¦ se transporta fenomenal, no necesita fr¨ªo, es dulce y, encima, es m¨¢s que recomendable? Un pl¨¢tano, una manzana o una zanahoria. Ya sabes por d¨®nde voy.
Zumos infantiles, az¨²car con buena fama
En El Comidista ya te hemos contado que los zumos no son recomendables para adultos por su alto contenido en az¨²cares libres, y tenemos que decir que los infantiles no son peores que sus hom¨®logos ¡°normales¡±: son lo mismo, salvo que los de beb¨¦s cuestan casi cuatro euros el litro, mientras que el corriente y moliente lo encuentras por uno y medio. ¡°Pero el de beb¨¦s no tiene az¨²cares a?adidos¡±. A vuelta con el reclamo; en contra de lo que pensamos, ning¨²n zumo lleva az¨²cares a?adidos simplemente porque la legislaci¨®n no lo permite. S¨ª que los pueden llevar los n¨¦ctares, que a veces son dif¨ªciles de distinguir (para asegurarte, dale la vuelta al envase y busca la denominaci¨®n de venta).
Para dejar claro que no son un alimento adecuado para beb¨¦s, te remito a las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatr¨ªa, que indica que los zumos no deben darse a ni?os menores de 12 meses y que deben limitarse a aproximadamente 120 ml (medio vaso) para ni?os de uno a tres a?os, de 120 a 180 ml para ni?os de cuatro a seis a?os y 240 ml (un vaso) para la chavalada de siete a 18 a?os. Para rematar, tambi¨¦n est¨¢n en contra de que se puedan llevar en botellitas monodosis, como la OMS con las bolsitas de fruta.
Si no le doy ¡°comida para beb¨¦s¡±, ?qu¨¦ le doy? Comida. Eso s¨ª, respetando el calendario de incorporaci¨®n de alimentos que te haya dado el pediatra, adaptando los tama?os y las texturas para que no haya problemas de atragantamiento y evitando los alimentos que suponen un riesgo microbiol¨®gico para los ni?os peque?os como la miel o las infusiones. Ya est¨¢.
Beatriz Robles es tecn¨®loga de alimentos, dietista-nutricionista y obsesionada por batallar contra la desinformaci¨®n. Docente en el Grado de Nutrici¨®n Humana y Diet¨¦tica de la Universidad Isabel I y divulgadora cient¨ªfica, ha publicado el libro Come seguro comiendo de todo, para ayudarte a no meter la pata en la cocina y comer sin riesgos.
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