?Son los turrones sin az¨²car una alternativa saludable?
Es innegable que con los turrones edulcorados vas a comer menos az¨²cares libres. Pero eso no quiere decir que sean san¨ªsimos y que puedas atiborrarte. Analizamos los pros y contras de esta versi¨®n del cl¨¢sico navide?o.
Metidos sin conocimiento en los excesos navide?os y azuzados por una situaci¨®n geopol¨ªtica y sanitaria que George Orwell descart¨® por demasiado dist¨®pica, todo nos empuja a aferrarnos a la tableta de turr¨®n y no soltarla hasta que desaparezca el ¨²ltimo dulce navide?o de los supermercados. Pero en medio del lineal aparece la soluci¨®n para que no nos provoquemos un s¨ªndrome metab¨®lico expr¨¦s: los turrones y dem¨¢s dulces ¡°sin az¨²cares a?adidos¡±.
?Alegr¨ªa! Ya podemos sentarnos durante tres semanas a comer esta aparente versi¨®n saludable mientras vemos llegar el fin del mundo, ?verdad? Me temo que no. Vamos con cinco preguntas existenciales que te perseguir¨¢n cada vez que haya una bandeja de dulces ¡°de r¨¦gimen¡± (como los llama tu t¨ªo cachonde¨¢ndose y al que entiendes a duras penas porque tiene tres polvorones en la boca). F¨ªjate que, en esto, tu t¨ªo va a tener raz¨®n con el recochineo.
?Qu¨¦ quiere decir ¡°sin az¨²cares a?adidos¡±?
Es una declaraci¨®n regulada, es decir, que tiene que cumplir con lo que la normativa nos dice que significa la expresi¨®n ¡°sin az¨²cares a?adidos¡±. ?Y qu¨¦ se exige? Pues solo puede utilizarse esta menci¨®n -?ojo!, o cualquiera que tenga un significado similar para el consumidor- si ¡°no se ha a?adido al producto ning¨²n monosac¨¢rido o disac¨¢rido, ni ning¨²n alimento utilizado por sus propiedades edulcorantes¡±. Es decir, si no se han a?adido az¨²cares simples como glucosa o sacarosa, ni alimentos dulces per se.
El fabricante puede patalear y mesarse los cabellos por tama?a injusticia porque para endulzar no utiliza az¨²car blanco, sino que le a?ade d¨¢tiles en forma de pasta, miel o zumo de manzana (que a estas alturas ya tienes claro que son az¨²cares tan libres como los del azucarero). Pero, aunque bajo su criterio -que no el de las entidades de referencia como el departamento de salud p¨²blica de Reino Unido, encontrar¨¦is m¨¢s informaci¨®n al respecto en castellano aqu¨ª- estas alternativas sean el culmen de la salud hecha dulce, la legislaci¨®n lo tiene claro y no puede exhibir orgulloso este reclamo.
Pero hecha la ley hecha la trampa, y hay un resquicio por el que podr¨ªa colarse (y se cuela) la picaresca de la industria: como la norma indica que esos ingredientes no pueden usarse si se hace ¡°por sus propiedades edulcorantes¡±, basta con que argumente que los utiliza para dar textura o sabor, y santas pascuas. Aunque t¨², yo y hasta la mula del Bel¨¦n sabemos que no lo ha usado por eso, ya est¨¢ cumpliendo con la legislaci¨®n.
?Es lo mismo que ¡°sin az¨²cares¡±?
No: esa es una declaraci¨®n distinta, tambi¨¦n reglada, que implica que el producto contiene como m¨¢ximo 0,5 g de az¨²cares simples por cada 100 g. Se hace la distinci¨®n ¡°sin az¨²cares¡± y ¡°sin az¨²cares a?adidos¡± porque algunos alimentos contienen az¨²cares de manera natural -no podr¨ªan llevar el primer reclamo-, pero no se les a?aden (lo que les permite llevar el segundo). Eso s¨ª, en estos casos tienen que poner ¡°contiene az¨²cares naturalmente presentes¡±. ?Un caso t¨ªpico? El yogur natural. Cualquier yogur contiene m¨¢s o menos 4,5 gramos de lactosa, que es el az¨²car simple de la leche. No es ¡°sin az¨²cares¡±, pero s¨ª es ¡°sin az¨²cares a?adidos¡±.
En el mismo caso nos encontramos los turrones. En los cl¨¢sicos, uno de sus ingredientes b¨¢sicos son las almendras, y estas contienen cierta cantidad de az¨²cares simples (m¨¢s o menos cuatro gramos de az¨²cares por cada 100). En los turrones diversos puede haber otros ingredientes que tambi¨¦n aportan sus az¨²cares naturales, como avellanas, leche o cacao. Por eso, si miras la tabla de valores nutricionales del turr¨®n ¡°sin az¨²cares a?adidos¡± te vas a encontrar con que tiene dos o tres gramos de az¨²cares: no te est¨¢n enga?ando, son los que estaban es los ingredientes.
Los que s¨ª son un poquito m¨¢s traicioneros y juegan con tu percepci¨®n son los turrones que presumen de haber reducido el az¨²car con frases como ¡°un 40 % menos de az¨²car¡±. Que parece una reducci¨®n que mejora mucho el producto, hasta que te das cuenta de que el az¨²car en sus diversas formas es el segundo ingrediente en peso y tiene un 20 % en total. Porque el original, al que se le ha aplicado el descuento ¡°azucaril¡±, ten¨ªa casi 35 gramos de az¨²car por cada 100 g. Si partimos de algo claramente insano la mejora solo lo va a hacer menos malo, no mejor (esto sirve para todos los alimentos del s¨²per).
?De verdad un consumo excesivo puede provocarte diarrea?
S¨ª. La coletilla que ves en la etiqueta sobre sus efectos laxantes es completamente cierta, y no se debe a que le echen ingredientes misteriosos ni a que te pilles un empacho. Es porque la mayor¨ªa de estos turrones siguen sabiendo dulces o muy, muy dulces gracias a que llevan polialcoholes como edulcorantes. Y los llevan a cascoporro. Tanto, que en algunos casos son el ingrediente principal, por delante de las almendras, y llegan a suponer m¨¢s del 40 % del producto.
Generalmente se usa maltitol y no solo por su poder edulcorante, casi igual que el del del az¨²car, sino porque tiene unas propiedades tecnol¨®gicas tambi¨¦n muy parecidas -por ejemplo, aporta volumen y viscosidad- que hacen que el turr¨®n edulcorado se parezca mucho en textura y sabor al turr¨®n de toda la vida.
Los polialcoholes pertenecen qu¨ªmicamente a los hidratos de carbono, la misma familia en la que est¨¢n los az¨²cares y son muy similares a estos, pero con una peque?a modificaci¨®n al incluir un grupo alcohol (que no es que lleven pegada una cerveza, sino que en lugar de un hidr¨®geno tienen un ox¨ªgeno y un hidr¨®geno).
Este cambio hace que no los digiramos bien y parte de ellos lleguen intactos al intestino grueso. All¨ª atraen agua; lo que explica la diarrea, y las bacterias los aprovechan para su fermentaci¨®n (ah¨ª van los gases). Por eso, en cualquier alimento que lleve m¨¢s de un 10 % de polialcoholes se debe hacer menci¨®n en la etiqueta a esa capacidad para enviarte corriendo al ba?o. Tambi¨¦n es la raz¨®n por la que aportan menos calor¨ªas que el az¨²car, unas 2,4 kcal por cada gramo (en contraste con las 4 kcal/g del resto de hidratos de carbono).
El abuelo y mi t¨ªa padecen diabetes: ?pueden tomarlos?
Qu¨¦ lejos quedan aquellas etiquetas de boller¨ªa y dulces varios cargaditos de az¨²cares distintos de la sacarosa -az¨²car de mesa- o de edulcorantes que pon¨ªan con todo su rostro m¨¢s duro que el hormig¨®n armado ¡°apto para diab¨¦ticos¡±. La cosa ¡°colaba¡± cuando ten¨ªamos la idea de que el problema para las personas con diabetes era exclusivamente el az¨²car: si tomas az¨²car, te sube el az¨²car.
Ya sabemos que no es as¨ª, y que las recomendaciones diet¨¦ticas generales para las personas con diabetes son las mismas que las de la poblaci¨®n general, ajustando en determinados casos. Eso mismo recogi¨® la Comisi¨®n Europea en 2008, rematando que ¡°los diab¨¦ticos deber¨ªan poder cubrir sus necesidades alimenticias con una adecuada selecci¨®n de alimentos normales. No hay base cient¨ªfica para imponer criterios de composici¨®n particulares a los alimentos espec¨ªficamente destinados a las personas con diabetes¡±.
Los alimentos destinados a reg¨ªmenes diet¨¦ticos especiales est¨¢n regulados, y en base al informe de la Comisi¨®n Europea, los ¡°alimentos para diab¨¦ticos¡± no son una categor¨ªa de alimentos, por lo que se les aplica la legislaci¨®n general. Una que establece que la informaci¨®n alimentaria no inducir¨¢ a error al consumidor, en particular ¡°al atribuir al alimento efectos o propiedades que no posee¡± ni ¡°al insinuar que el alimento posee caracter¨ªsticas especiales cuando, en realidad, todos los alimentos similares poseen esas mismas caracter¨ªsticas¡±.
Puede ser enga?osa para los consumidores, que pueden interpretar que hay alimentos espec¨ªficamente dise?ados para diab¨¦ticos cuando no es as¨ª, por lo que el Comit¨¦ Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos de la Uni¨®n Europea considera que ¡°estas declaraciones son dif¨ªcilmente compatibles con la legislaci¨®n europea¡±. Si te asalta la duda de ¡°?esto es ¡°apto para diab¨¦ticos¡±?¡±, transforma la pregunta en ¡°?Es esto saludable?¡± y tendr¨¢s la respuesta. Si todav¨ªa no lo tienes claro, lo resolvemos en el siguiente punto.
?Mejor ¡°sin az¨²cares a?adidos¡±?
Indudablemente vas a comer menos az¨²cares libres con los turrones edulcorados, eso es innegable. En una porci¨®n de 20 g del turr¨®n de siempre, cinco son az¨²car. Por otra parte, en el ¡°sin az¨²cares a?adidos¡± la cantidad va a ser m¨ªnima y son los que aportan los ingredientes. Pero no nos podemos quedar ah¨ª.
Estamos hablando de un producto altamente palatable, dulce, muy, muy energ¨¦tico, que en el mejor de los casos solo lleva almendras, clara de huevo y un endulzante -caso del turr¨®n cl¨¢sico-, pero puede llegar a ser tan extremo como lo permita la mal¨¦vola imaginaci¨®n de la industria (s¨ª, hay turrones de natillas con galleta mar¨ªa, turrones de Lacasitos y, mi preferido, de donuts).
En definitiva, un alimento que est¨¢ muy bien para rematar una comida de Navidad o empezar el A?o Nuevo, pero que no deber¨ªamos picotear cada dos por tres de esa bandeja que permanece a la vista desde octubre hasta febrero. ¡°?Pero si no tiene az¨²cares, tiene que ser mejor!¡± Menos malo, s¨ª. Mejor, no. Aqu¨ª tomo prestada la met¨¢fora de mi compa?ero Juan Revenga cuando pregunta qu¨¦ es mejor, caer al vac¨ªo desde un 10? piso o desde un 8?. Y a?ado: pues mira, si te gustan las emociones fuertes igual disfrutas m¨¢s cayendo desde m¨¢s arriba. Lo que traducido al lenguaje alimentario significa que la diferencia en cuanto al impacto que uno y otro tienen sobre tu salud es m¨ªnima, y que, si vas a comerlo una vez al a?o como parte de un ritual, c¨®mete el que m¨¢s te guste.
Le veo otro perjuicio al ¡°sin az¨²cares a?adidos¡±: es un reclamo perfecto para que pensemos que son la versi¨®n ¡°buena¡± y los comamos sin medida (algo que generalmente no pasa cuando eres consciente de que est¨¢s comiendo un alimento que no es saludable, pero que tomas por disfrute -algo s¨²per leg¨ªtimo y mentalmente sano-). Estas navidades, si en la cena alguien achucha a los comensales pasando la bandeja de dulces por cuarta vez al grito de ¡°Venga, que son sin az¨²car¡± ser¨¢s muy consciente de lo que ha pasado: el mensaje se ha implantado, y la parte malvada de la industria alimentaria ha triunfado (otra vez).
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