C¨®mo cocer legumbres sin que te queden como perdigones

Si no comes legumbres, eres tonto. Un tonto alimentario, quiero decir, porque te est¨¢s perdiendo una de las comidas con m¨¢s virtudes del planeta. Las lentejas, garbanzos, jud¨ªas y dem¨¢s parientes son buenas desde todos los puntos de vista: para tu cuerpo por sus hidratos, prote¨ªnas, vitaminas, minerales y fibra; para tu bolsillo por su bajo precio, y para el medio ambiente por lo poco que cuesta producirlas. Y no me vengas con mo?adas del estilo "ay, a m¨ª es que me sientan mal" o "es que me tiro cuescos": si las consumes con frecuencia y, sobre todo, no las acompa?as con un kilo de chorizo, tocino y morcilla, ver¨¢s c¨®mo esos efectos secundarios se esfuman.

El v¨ªdeo de hoy no s¨®lo es una reivindicaci¨®n del legumbrismo, sino una gu¨ªa para enfrentarte con ¨¦xito a las legumbres secas. En ¨¦l encontrar¨¢s unos cu¨¢ntos consejos y trucos para cocinarlas sin que te salgan duras y acabes comiendo balines. Adem¨¢s salgo vestido de romano, y como sab¨¦is el travestismo potencia mucho mi atractivo sexual.