Pesti?os de Semana Santa
Este dulce es tan t¨ªpico de Semana Santa que en muchos lugares es casi es imposible encontrarlo en otra ¨¦poca del a?o. Su tama?o va a gusto del consumidor: os ense?amos a hacerlo m¨¢s peque?o o grande.
Ya en la antigua Roma, los frictilia ¨Cunos dulces fritos en manteca de cerdo y ba?ados con miel, parecidos a los pesti?os¨C se consum¨ªan durante las Saturnalias y se ofrec¨ªan al dios Sileno. A partir de entonces, estos bocaditos de variados tama?os han ido evolucionando y acostumbr¨¢ndose a las tradiciones de cada pueblo. Hasta nosotros han llegado desde la versi¨®n musulmana con ajonjol¨ª, canela y s¨¦samo (la shebak¨ªa) hasta la sefard¨ª, que consiste en esas fijuelas de masa de harina fritas en aceite y ba?adas en alm¨ªbar, que ahora se conocen como hojuelas manchegas.
Sea como sea, el pesti?o es un dulce tan t¨ªpico de Semana Santa que casi es imposible encontrarlo en otra ¨¦poca del a?o. Aunque nuestras abuelas lo sol¨ªan preparar en casa, ahora se hace harto complicado ver a alguien rodillo en mano. En La lozana andaluza (1528), Francisco Delicado se refer¨ªa a estos pastelillos fritos igual que luego lo hizo Miguel de Cervantes en El Quijote y tambi¨¦n en otras de sus novelas. La historia, como ver¨¦is, da para mucho, igual que da para largo toda la lista de los formatos que ahora conocemos relacionados con ellos: prestinos de miajadas (C¨¢ceres), fiocchetti (italianos de la Romagna), galani (venecianos), diples (griegos), filhoses de Portugal, orellas de carnaval en Galicia o los borrachuelos de C¨®rdoba, entre muchos otros.
La receta base, que es lo que nos concierne, cuenta con ingredientes b¨¢sicos que todos deber¨ªamos tener si comemos alguna vez en casa, y lo m¨¢s complicado ser¨¢ estirar bien la masa y fre¨ªrla sin empantanar la cocina de grasa. Si os soy sincera, cuando me he comido estos pesti?os, su sabor me ha recordado a una mezcla de churro y de tortas de aceite con an¨ªs y lo que m¨¢s me gusta de ellos es que a pesar de su cobertura con az¨²car, o con un alm¨ªbar a base de miel, no resultan excesivamente cansinos porque en la masa no llevan nada de dulce. El tama?o va a gusto del consumidor: pod¨¦is hacerlos chiquititos o m¨¢s grandes, aqu¨ª os ense?o ambos. La ¨²nica diferencia entre ellos es que los de tama?o grande no llevan impulsor qu¨ªmico (levadura de bizcochos, para que nos entendamos) y los peque?itos un poco.
Dificultad: La de estirar la masa.
Ingredientes
Para unas 4 raciones (depende del hambre)
- 350 g de harina de trigo, mejor si es de reposter¨ªa
- 95 g de agua
- 140 g de vino blanco semidulce
- 30 g de manteca de cerdo
- Una pizca de sal
- Aceite de oliva para fre¨ªr
- ? de cucharadita de levadura (para los pesti?os peque?os)
- C¨¢scara de naranja
- C¨¢scara de lim¨®n
- An¨ªs estrellado
- Una cucharada de ajonjol¨ª
- Az¨²car para ba?ar o 100 g de miel con dos cucharadas de agua
Instrucciones
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