Ast¨¦rix, Ob¨¦lix y Uderzo: millones, Ferraris y una guerra familiar
El creador de los famosos personajes, fallecido el 24 de marzo a los 92 a?os, fue un hombre discreto de or¨ªgenes humildes que deja un enorme legado por el que ya pele¨® con su ¨²nica hija, Sylvie
Si en los a?os cuarenta, en el Par¨ªs industrial de la posguerra, alguien le hubiera dicho al ni?o Albert Uderzo que se iba a hacer famoso y rico pintando c¨®mics, probablemente se habr¨ªa partido de la risa. M¨¢s cuando el chaval, el mediano de tres hermanos, hijo de un par de inmigrantes italianos, hab¨ªa nacido con 12 dedos y era dalt¨®nico. Cuadra entonces que, hace unos a?os, ¨¦l mismo contara en una entrevista su gran secreto para convertirse en el padre de Ast¨¦rix y en uno de los grandes nombres del c¨®mic en el mundo entero...
Si en los a?os cuarenta, en el Par¨ªs industrial de la posguerra, alguien le hubiera dicho al ni?o Albert Uderzo que se iba a hacer famoso y rico pintando c¨®mics, probablemente se habr¨ªa partido de la risa. M¨¢s cuando el chaval, el mediano de tres hermanos, hijo de un par de inmigrantes italianos, hab¨ªa nacido con 12 dedos y era dalt¨®nico. Cuadra entonces que, hace unos a?os, ¨¦l mismo contara en una entrevista su gran secreto para convertirse en el padre de Ast¨¦rix y en uno de los grandes nombres del c¨®mic en el mundo entero: "El ¨¦xito es, ante todo, horas y horas de trabajo¡±. Un trabajo que deja, seg¨²n c¨¢lculos del diario Le Parisien, 15 millones de euros de beneficios al a?o.
Alberto Aleandro Uderzo Crestiny mor¨ªa el pasado martes, 24 de marzo, en Neuilly, al noroeste de Par¨ªs, a causa de una crisis card¨ªaca. Ten¨ªa 92 a?os. Dejaba tras de s¨ª uno de los m¨¢s importantes legados culturales de su pa¨ªs, y uno de los fen¨®menos populares m¨¢s potentes de la ¨²ltima d¨¦cada: el de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix. Unos personajes de los que dibuj¨® miles de vi?etas que vendieron m¨¢s de 380 millones de ejemplares en 111 idiomas, con 15 pel¨ªculas, un parque de atracciones, millones de objetos de merchandising y hasta adaptaciones radiof¨®nicas. Sin embargo, pocos le ponen cara a los padres de esos emblemas de la cultura francesa. ¡°Paso desapercibido. Los personajes pueden convertirse en mitos; nosotros, no¡±, dec¨ªa el vi?etista a Paris Match.
El gran golpe de suerte de Uderzo fueron dos encuentros fortuitos y que se transformaron en eternos. En lo personal, el que tuvo con Ada Milani en 1952. Se convertir¨ªa en el amor de su vida al instante, en su esposa un a?o m¨¢s tarde y en la madre de su ¨²nica hija, Sylvie, tres a?os despu¨¦s. En lo profesional, el que tuvo con Ren¨¦ Goscinny en los a?os cincuenta. De trasfondos similares, encajaron al instante. Uderzo, hijo de un ebanista toscano; Goscinny, de familia de jud¨ªos asquenaz¨ªes de Polonia. Su padre era ingeniero qu¨ªmico y trabajaba para una empresa qu¨ªmica en Argentina; ¨¦l creci¨® en Buenos Aires. Para el ni?o Ren¨¦, Francia significaba vacaciones, por lo que ten¨ªa una imagen rom¨¢ntica de su pa¨ªs. Ya de adultos conectaron r¨¢pidamente: supieron jugar con los estereotipos, con el concepto de patria, y tener la mente abierta a la hora de criticar unos lugares y amar otros. Un d¨ªa, en el sal¨®n de casa, ¡°entre past¨ªs y cigarros¡±, como reza la leyenda, se pusieron a hablar de los grandes per¨ªodos de la historia de Francia y en pocas horas dieron forma a todos los personajes de la que ser¨ªa su serie m¨¢s famosa.
Fue en 1959 cuando, tras muchas vi?etas muy mal pagadas en muchos diarios, Uderzo se lanz¨® con su compa?ero a fundar la revista Pilote y a publicar all¨ª esas nuevas creaciones. Su sue?o de dedicarse al cine ¡ªdespu¨¦s de la guerra trabaj¨® como asistente de animaci¨®n¡ª y su pasi¨®n por el trabajo de Walt Disney quedaron atr¨¢s. Le inspiraron las aventuras de su hermano mayor, Bruno, de sus ansias de huir de Breta?a en la guerra. Pilote fue un ¨¦xito, pero lo fueron m¨¢s Ast¨¦rix y Ob¨¦lix, un bombazo inesperado. Al a?o siguiente, Uderzo cre¨® Las aventuras de Tanguy y Laverdure, una historia b¨¦lica que tambi¨¦n arras¨®. Su hermano peque?o, Marcel, le ayud¨® a pintarlos.
Su mejor momento fue entre aquel 1959 y 1977. Goscinny y Uderzo se dedicaron en exclusiva a sus c¨¦lebres personajes y lanzaron 24 ¨¢lbumes. Llegaron la fama y la fortuna. Amante de los coches, Uderzo tuvo una veintena de Ferraris. Se le calcula una fortuna de m¨¢s de 35 millones de euros.
Pero la desgracia lleg¨® en 1977: el guionista Goscinny se someti¨® a una prueba de resistencia en un reconocimiento m¨¦dico y muri¨®. Ten¨ªa 51 a?os. Para Uderzo fue un golpe que hizo tambalear sus cimientos. Tom¨® una decisi¨®n: en 1979 cre¨® una editorial, Albert-Ren¨¦, junto a Anne, la hija de Goscinny. Dibujaba, s¨ª, pero tambi¨¦n era su gerente. Fue un gran batallador, de los primeros que en Francia exigi¨® derechos sociales para los autores de la bande desin¨¦e, el c¨®mic. Lanz¨® ocho ¨¢lbumes m¨¢s de sus famosos antih¨¦roes.
El dinero, como siempre, fue su mayor fuente de conflictos. El dinero mezclado con la familia. En principio, Uderzo hab¨ªa afirmado que no quer¨ªa que el rubio de bigotes y el gordinfl¨®n de trenzas le sobrevivieran. Pero en 2008 se filtr¨® que le iba a vender el 60% de su editorial al gigante Hachette por millones de euros, que podr¨ªa entonces continuar con Ast¨¦rix tras su muerte. Cuando su hija Sylvie, apartada de la editorial pero propietaria del otro 40%, se enter¨®, se puso furiosa y se neg¨®. Acus¨® a consejeros y abogados de manipular ¡°como oscuras sombras¡± a su padre y obligarle a traicionar la promesa que le hizo d¨¦cadas atr¨¢s a su difunto amigo.
Sylvie Uderzo arranc¨® la guerra. Consider¨® que deb¨ªa ¡°iniciar una activa resistencia contra los peores enemigos que ha tenido Ast¨¦rix, los ejecutivos y la industria, los invasores romanos de Hachette¡±, como declar¨® a Le Monde. Su padre, en otra entrevista a RTL, replicaba: ¡°No tengo derecho a suprimir estos personajes si los lectores los siguen pidiendo¡±. Efectivamente, desde 2011, Didier Conrad y Jean-Yves Ferri son los autores de Ast¨¦rix y de sus cuatro ¨²ltimos ¨¢lbumes.
La sangre lleg¨® al r¨ªo. La hija accedi¨® a la venta a Hachette, pero present¨® una demanda en 2011 por ¡°abuso de confianza¡± en el entorno de su padre. El matrimonio Uderzo replic¨® demandando a Sylvie y su marido, Bernard de Choisy, por ¡°violencia psicol¨®gica¡±: ¡°Nuestra vida se ha transformado en un infierno¡±, contaban. Francia termin¨® de conmocionarse con la rueda de prensa que el dibujante y su esposa dieron en el sal¨®n de su casa en diciembre de 2013, donde contaron c¨®mo hab¨ªan celebrado sus bodas de oro tres meses antes sin su hija ni sus dos nietos, a los que apenas hab¨ªan visto tres veces en cinco a?os.
En septiembre de 2015 lleg¨® la poci¨®n m¨¢gica. La familia se reconcilia. Los Uderzo comunican que har¨¢n ¡°tabula rasa de forma rec¨ªproca". Todo vuelve a su cauce. Tanto que, al final de sus d¨ªas, la muerte de Uderzo la confirm¨® su yerno, Bernard, ese al que lleg¨® a denominar Iznogoud, tomando el nombre de un malvado visir creado por su querido Ren¨¦ Goscinny. Como ya dijo ¨¦l mismo una vez: ¡°Creo que en mi tumba grabar¨¦ lo siguiente: ¡®Bueno y tonto a la vez¡±.