Clint Eastwood, 90 a?os turbulentos en lo personal y de ¨¦xito en lo art¨ªstico

"Como actor es limitado y ha buscado trabajar con directores que no le han llevado al l¨ªmite. Como realizador es extremadamente competente y tiene visi¨®n. Sin embargo, nunca ha escrito nada y rueda con lo que le cae en las manos, jam¨¢s revisa un guion. No gu¨ªa a los actores, le suele valer la primera toma y todo lo rodado suele estar en pantalla. No me parece que esos sean los mimbres de un genio del cine. Me interesa m¨¢s como actor-auteur que como director, pero en esa faceta crece d¨ªa a d¨ªa¡±. Palabras de Patrick McGilligan, experto bi¨®grafo de creadores de Hollywood, y escritor de la soberbia Clint Eastwood. La biograf¨ªa (Editorial Lumen), redactada en 1999, revisada a?os despu¨¦s y que sigue siendo la mejor aproximaci¨®n a un cineasta complejo, curioso, contradictorio y fundamental. Un hombre que este domingo cumple 90 a?os y que, muy a su pesar, tendr¨¢ tarta tras la comida de celebraci¨®n.

Hoy, en su casa en Carmel (California), ciudad de la que fue alcalde de 1986 a 1988, se juntar¨¢n algunos de sus hijos ¨Ctiene al menos ocho, nunca se ha sabido cu¨¢ntos- para una sencilla celebraci¨®n. Uno de sus v¨¢stagos, Scott, el que lleva mejor carrera en el cine, contaba hace unos d¨ªas en televisi¨®n: ¡°Vamos a hacer algo familiar. Muy, muy tranquilo. Realmente no le gustan los cumplea?os¡±. A pesar de su oposici¨®n, habr¨¢ fiesta y tarta. ¡°Por supuesto que apareceremos con un pastel. Probablemente no le gustar¨¢, pero le llevaremos uno¡±, aseguraba. Y quedar¨¢n m¨¢s fiestas: la madre de Clint vivi¨® hasta los 97 a?os.

Clint Eastwood tiene detalles de las antiguas estrellas de Hollywood. Como, por ejemplo, su capacidad para haber reescrito su pasado, sin que se sepa mucho en realidad de sus primeras tres d¨¦cadas de vida, o de maquillar su vida personal. Curioso, porque en realidad el origen profesional de Eastwood tiene m¨¢s que ver con los nuevos tiempos. Fue un actor desechado por el cine por su f¨ªsico peculiar ¨Cnuez prominente incluida-, y su carrera germin¨® en la tele con la serie Rawhide, que empez¨® a emitirse cuando ¨¦l ya ten¨ªa 29 a?os, antes de convertirse en una leyenda en su traves¨ªa europea: Sergio Leone le engrandeci¨® como su hombre sin nombre en la Trilog¨ªa del d¨®lar: Por un pu?ado de d¨®lares, La muerte ten¨ªa un precio y El bueno, el feo y el malo. La huella del vaquero con poncho es indeleble en el alma audiovisual: no hay m¨¢s que ver la serie The Mandalorian, cuyo protagonista se mueve y comporta con la misma sequedad y elegancia que el protagonista de los spaguetti westerns. Leone y Don Siegel (con el que hizo cuatro filmes, entre ellos Harry el sucio) son, adem¨¢s, los padres cinematogr¨¢ficos del Eastwood director. Hace tres a?os, en una entrevista con p¨²blico en el festival de Cannes ¨Clo m¨¢s lejos que viaja para promocionar su trabajo-, el cineasta contaba: ¡°Me gustan las primeras tomas porque nunca lograr¨¢s igualar la sorpresa de o¨ªr por primera vez un di¨¢logo. Algunos de mis maestros, como Siegel, lo hac¨ªan as¨ª. Por eso tampoco me gustan los ensayos, porque si repites muchos los di¨¢logos se vuelven mon¨®tonos. ¡®El an¨¢lisis lleva a la par¨¢lisis¡¯, dec¨ªa Don. ?l era muy eficiente¡­, claro que siempre se quejaba de los productores. Rodaba r¨¢pido porque pensaba r¨¢pido. En realidad, yo estuve durante los a?os cincuenta haciendo papeles de cualquier tama?o tanto en cine como en televisi¨®n, y ah¨ª aprend¨ª mucho¡±.

Porque Eastwood nunca ha acabado bien sus relaciones sentimentales ni profesionales, ha logrado silenciar cualquier opini¨®n contraria a su figura, hace que el estudio Warner coma de su mano¡­, pero tiene un olfato descomunal para los buenos guiones y contratar a grandes colaboradores. Nunca ha escrito nada, aunque acumula un pu?ado de obras maestras: Medianoche en el jard¨ªn del bien y del mal, Sin perd¨®n, Cartas desde Iwo Jima, Mystic River, Bird, Million dollar baby, El jinete p¨¢lido o Cazador blanco, coraz¨®n negro. No ha sido un cineasta brutalmente taquillero, aunque como Woody Allen ¨Ccuriosamente, otro cineasta que reniega de cualquier aire intelectual- ha sabido fidelizar a los espectadores europeos. ¡°Las pel¨ªculas tienen que ser emocionantes, porque no es un arte intelectual¡±, dec¨ªa en Cannes.

En aquella charla en el certamen franc¨¦s, Eastwood cont¨® por qu¨¦ le gustaban los westerns: ¡°Porque te transporta a otra ¨¦poca en la que un individuo pod¨ªa valerse solo por s¨ª mismo, una fantas¨ªa hoy casi imposible¡±. Y esa respuesta, en realidad, explica sus ¨²ltimos trabajos como director, basados en hechos reales protagonizados por tipos aparentemente normales devenidos en h¨¦roes: El francotirador, Sully, 15:17 Tren a Par¨ªs, Mula y Richard Jewell. Como dice McGilligan: ¡°Eastwood ha batallado duro por controlar su imagen. Es falso eso de que no da entrevistas: hay centenares, pero poqu¨ªsimas veces con un periodista esc¨¦ptico. Es un supervendedor de s¨ª mismo, de su imagen y de su cine. Se ha convertido en una personificaci¨®n de EE UU, y no siempre de sus mejores cualidades¡±.

Con eso se refiere a su proverbial taca?er¨ªa: cada a?o exig¨ªa un pavo congelado a Warner para regal¨¢rselo a su madre en el d¨ªa de Acci¨®n de Gracias. Y se lo llevaban en avi¨®n privado. Suele quedarse con un coche de todas sus pel¨ªculas y jam¨¢s ha pagado en un restaurante. Cre¨® su productora, Malpaso, en una gran jugada: controlar¨ªa su carrera, pero el dinero lo pondr¨ªa Warner. Otro de sus claroscuros es la tradici¨®n de que sus novias encarnen a prostitutas en sus pel¨ªculas. Entre ellas, Sondra Locke, con la que estuvo 14 a?os, a la que oblig¨® a abortar en dos ocasiones y destroz¨® su carrera como directora. Antes de morir en 2018, Locke public¨® su autobiograf¨ªa El bueno, el malo y el muy feo. Y es solo un ejemplo de diversos comportamientos machistas. Tras su divorcio en 2013 de Dina Ruiz, se le han conocido varias parejas, aunque no en la actualidad.

Y adem¨¢s est¨¢ la cara pol¨ªtica de Eastwood. La ciudad de Carmel est¨¢ a 500 kil¨®metros al norte de Los ?ngeles y a 190 al sur de San Francisco, donde naci¨® el actor, y de 1986 a 1988 Eastwood fue su alcalde, despu¨¦s de que el Ayuntamiento le obligara a reformar uno de sus restaurantes, parte de sus negocios en la localidad. Durante d¨¦cadas defendi¨® al Partido Republicano, y en la convenci¨®n de ese partido en 2012 el actor le habl¨® a una silla vac¨ªa como si fuera el presidente Obama. Tambi¨¦n apoy¨® a Trump, hasta que en febrero se hart¨® de sus modales: ¡°Deber¨ªa de comportarse de una manera m¨¢s gentil, sin tuitear y descalificar a las personas¡±. Y cambi¨® su apoyo a Bloomberg. Lo que le ha dejado sin candidato a su gusto ni un h¨¦roe a su altura.