Blanca Su¨¢rez: ¡°Me siento m¨¢s segura en una sala de cine que paseando por la calle¡±
La int¨¦rprete, que estrena pel¨ªcula en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, es una de las espa?olas m¨¢s seguidas en redes sociales y afirma que durante el confinamiento le sorprendi¨® la sensaci¨®n de no ser observada por nadie
En las distancias cortas, Blanca Su¨¢rez gana. En las medias ya es distinto. Mientras posa para las fotograf¨ªas, antes de la entrevista, encaramada a unas sandalias que le dejan el pie completamente vertical, con mirada felina y labios muy rojos, se convierte en esa neodiva del cine espa?ol que se dio a conocer hace casi tres lustros, icono de belleza, codiciada por las marcas, carne de photocall. Impacta, impone. Pero llega la charla, se baja a unas sandalias planas, se r¨ªe y todo es distinto.
Su¨¢rez se sienta a distancia, y ya sin mascarilla sonr¨ªe, pide silencio, observa y escucha mientras juguetea con sus anillos y se le escapa, liger¨ªsimamente, alg¨²n deje madrile?o, de chica de barrio. Es su primer acto presencial ¡ªy el de muchos de los que a ¨¦l asisten¡ª tras el confinamiento por el coronavirus. Es raro, s¨ª. Pero m¨¢s raro result¨® estar encerrada y tener compromisos virtuales en plena pandemia, reconoce. A este llega como embajadora de Guerlain, firma de belleza a la que representa hace tres a?os, y una de las diversas marcas a las que ha decidido asociarse. Esa es una de las cr¨ªticas a las que se enfrenta, la de que su imagen y sus redes sociales est¨¦n ligadas a lo comercial. Pero ella defiende que siempre ¡°hay un trasfondo¡± m¨¢s all¨¢ del cartel de ¡°embajadora", como es en este caso. ¡°Me dejo aconsejar por ellos, pido consejos, colaboro e intento ir m¨¢s all¨¢. Es una relaci¨®n de confianza, de t¨² a t¨², a poder ser larga en el tiempo, de hacer peque?as familias. No soy modelo, mi trabajo es otro¡±, asegura.
Su trabajo es el cine, la televisi¨®n. En marzo, los primeros momentos de la crisis del coronavirus la pillaron preparando Jaguar, la nueva serie de Netflix que protagoniza y que podr¨¢ verse (en principio) en 2021, donde interpreta a una superviviente de Mathausen en los a?os sesenta. Vuelve a trabajar para la plataforma tras el adi¨®s de la exitosa Las chicas del cable, la primera serie original de la misma producida en Espa?a y que acab¨® en julio.
Al borde de los 32 a?os no le faltan proyectos, cada a?o es posible verla en una o dos grandes producciones, y ahora estrena en el Festival de San Sebasti¨¢n El verano que vivimos, donde har¨¢n un pase con p¨²blico. Apoya la cultura, cree que hay seguridad en las salas y anima a volver a las mismas. ¡°He ido al cine, al teatro y estupendamente. Me siento m¨¢s insegura paseando por la calle, y no soy hipocondr¨ªaca. Las medidas son impecables, la gente est¨¢ ah¨ª en su sitio, no te puedes quitar la mascarilla, todo est¨¢ quieto y controlado. Voy por la acera y hay gente fumando, con una cerveza, mantener la distancia es dif¨ªcil... Me parece un planazo, mucho m¨¢s controlado que cualquier otro", argumenta.
Con una treintena de t¨ªtulos a sus espaldas, la actriz es afortunada y lo sabe. Pero tambi¨¦n conoce las hieles de no ser escogida para un papel deseado. ¡°No me paso el d¨ªa descartando ofertas. Tambi¨¦n me han dicho ¡®no¡¯, eso es lo normal. El hecho de no hacer cosas es lo normal. Partimos del no", asume. Y sabe lidiar con ello ¡°con el rechazo, que no decepci¨®n". ¡°No es personal, no pasa nada. Aunque lo pases mal al momento, somos lo que somos gracias a lo que hemos vivido¡±, reflexiona.
Su¨¢rez, por suerte, afirma que lo vivido son m¨¢s momentos buenos que malos. Que su profesi¨®n no solo le da un techo, sino tambi¨¦n experiencias y amistades. ¡°Hay gente a la que quiero mucho, a la que llamo y saben mis miserias. No en cada proyecto y no much¨ªsimos, pero hay¡±, confiesa. De hecho, muchas de sus parejas tambi¨¦n han sido actores: Mario Casas, Joel Bosqued o Miguel ?ngel Silvestre, y tambi¨¦n su novio actual, Javier Rey.
El cine es un ecosistema especial. Las relaciones son r¨¢pidas, intensas, la convivencia obligada. Por eso acabar proyectos en los que se pasa tiempo con la misma gente le provocan una inevitable ¡°sensaci¨®n de vac¨ªo, no necesariamente por llevar muchos a?os, sino porque son muy intensos¡±. ¡°Luego se aprende a gestionar, a no vaciarte tanto. Es raro, de repente vuelves a tu casa...". Una casa, en Madrid, en la que se ha encerrado durante la pandemia. Tanto ella como su familia, agradece, est¨¢n bien. ¡°Me encontr¨¦ con mi casa, que fue un mundo. Pens¨¦: ¡®Voy a vivir en mi casa, a desayunar, comer en mi casa, rutina en mi casa¡¯. Me reencontr¨¦ conmigo misma. Desconect¨¦ de todos los inputs que vienen de fuera¡±.
Y confiesa que lo vivi¨® como todos: en ch¨¢ndal, poni¨¦ndose r¨ªmel de vez en cuando para sentirse menos desastrada, y haci¨¦ndolo todo, ¡°cocinar, much¨ªsimo ejercicio, una rutina¡±. Una de las sensaciones m¨¢s curiosas que vivi¨® durante la pandemia fue que ¡°nadie te mira¡±. ¡°Lo raro fue salir y que te miren, porque llevas tres meses sin que nadie te echase cuenta. Me sent¨ªa rara, inc¨®moda. ¡®?Me miran, por qu¨¦?¡¯. Luego empiezas tu vida y vuelves a lo de antes¡±.
Con 4,4 millones de seguidores en Instagram, m¨¢s que toda la ciudad de Madrid, la int¨¦rprete de series como El internado y El barco o de pel¨ªculas como El bar, de ?lex de la Iglesia, o La piel que habito, de Pedro Almod¨®var, no puede negar que sea una persona observada. Lo sabe, pero se mantiene al margen todo lo que puede. ¡°Estoy bastante desconectada...", comenta varias veces en la charla. Por eso no lee lo que se dice de ella, m¨¢s all¨¢ de ¡°lo ves en Instagram o un colega que te manda un mail¡±. ¡°Te crean una vida¡±, reflexiona, ¡°a veces aciertan y otras no, pero ah¨ª est¨¢. Es una informaci¨®n que se lanza y nadie rectifica, y queda. Es muy curioso porque la gente se lo cree todo. ?Todo! Mi familia, mis amigos... y se han dado cuenta de c¨®mo es: ¡®?Si esto es inventar!¡¯. Si eso es sobre m¨ª, imag¨ªnate todo lo que lees de cualquiera".
Algo que tambi¨¦n le ocurre con sus redes sociales, que gestiona ella misma y con las que trata de poner distancia, Las considera positivas, pero a veces con cierta agresividad, ¡°suele haber un poco de odio¡±. Por eso intenta ignorar los comentarios. ¡°Estamos todos muy enganchados, se te va el dedito... hay que ponerle un poco de control¡±, reconoce. Y se marcha, con sus sandalias planas, sin mirar el m¨®vil.
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