Las pol¨¦micas vacaciones de lujo en Italia de la novia de Boris Johnson
Carrie Symonds viaja al lago de Como con su hijo y tres amigas mientras que el primer ministro brit¨¢nico endurece las restricciones sociales y se queja de su sueldo
Reino Unido mira estos d¨ªas con temor a la segunda ola del coronavirus. Al igual que en Espa?a, la situaci¨®n se est¨¢ complicando por d¨ªas, con casos de contagios y de fallecimientos al alzo. Eso ha hecho que Boris Johnson, su primer ministro, se haya decidido a tomar medidas urgentes y advertir a la poblaci¨®n de que la segunda oleada es real. Las reuniones se han limitado a un m¨¢ximo de seis personas y se han endurecido las restricciones sociales, con menos reuniones, horarios de apertura de comercios y hosteler¨ªa m¨¢s estrictos y uso de mascarillas permanente en lugares cerrados, entre otras. A estas alturas, ya no se descarta otro confinamiento total.
En el caos de la mal gestionada pandemia y con la popularidad hundida, Johnson se enfrenta ahora a un peque?o esc¨¢ndalo personal. Su novia, Carrie Symonds, ha sido fotografiada en Italia, de vacaciones. La joven ha sido vista junto al hijo de cinco meses de la pareja, Wilfred, y tres amigas.
Symonds y su pandilla estaban en el ¨¢rea del lago de Como, una de las m¨¢s tur¨ªsticas y lujosas de Italia. La pareja del primer ministro se aloja en un hotel de cinco estrellas, el Grand Hotel Tremezzo, seg¨²n han contado algunos brit¨¢nicos que la han visto por la zona al diario brit¨¢nico The Daily Mail. El lujoso establecimiento es un palacete cl¨¢sico, con columnas de m¨¢rmol, maderas nobles, spa, sauna, pistas de tenis y vistas al lago. Las habitaciones dobles m¨¢s baratas cuestan alrededor de 700 euros la noche, mientras que las m¨¢s caras, las suites de la azotea, rozan los 4.000.
En las im¨¢genes que publica la prensa brit¨¢nica, se ve a Symonds paseando a orillas del lago, vestida de manera informal, con un vestido de cuadros y zapatillas negras de deporte, y con el peque?o Wilfred colgado de una mochila y vestido solo con un pijama rojo. Tambi¨¦n se la ha podido ver con sus tres amigas y el beb¨¦ en una excursi¨®n en barco privado (que cuesta unos 300 euros) en la que fueron a visitar algunas de las joyas arquitect¨®nicas de la zona, como palacetes y villas.
Las tres amigas, seg¨²n han constatado los turistas brit¨¢nicos, han estado varios d¨ªas por la zona, paseando (con Wilfred en la mochila o en el carrito) y comiendo en lujosos restaurantes de la orilla del lago. En la mayor¨ªa de las ocasiones se las ha visto sin mascarilla.
Symonds y Johnson se conocen desde 2012, pero llevan un par de a?os de relaci¨®n. 21 a?os menor que ¨¦l, la joven es una experta en comunicaci¨®n, feminista y ecologista. Sus padres son parte del equipo fundacional del diario The Independent y ella se form¨® en los mejores colegios, para despu¨¦s licenciarse en Teatro e Historia del Arte con honores en la Universidad de Warwick. Dicen tambi¨¦n que ella ha sido quien ha asesorado a su pareja en cuanto a un cambio de imagen, moderniz¨¢ndole y ayud¨¢ndole a perder peso.
El lujoso viaje de la prometida del primer ministro brit¨¢nico ha levantado ampollas entre la poblaci¨®n brit¨¢nica, que se enfrenta al segundo y grave golpe de la pandemia y que para superarla debe someterse a unas estrictas restricciones. Symonds no est¨¢ salt¨¢ndose ninguna ley, pero su ritmo de vida en lo que se ve como indolencia y falta de concienciaci¨®n no ha sentado nada bien entre un pueblo que ha sido pr¨¢cticamente confinado y advertido de estar en un punto de no retorno, con restricciones de al menos seis meses de duraci¨®n y un desplome del 20% del PIB.
Al parecer, Johnson est¨¢ sufriendo por tener que llevar el tim¨®n de un pa¨ªs a la deriva por la covid, y quienes le conocen afirman que su personalidad jovial y socarrona ha desaparecido y que ahora tiene tendencia a pasar ¡°largos per¨ªodos sombr¨ªos¡±. Seg¨²n sus ¨ªntimos, vive con ¡°la miseria grabada en su rostro¡±.
El viaje de Symonds llega precisamente despu¨¦s de que el diario The Times publicara el pasado fin de semana que Boris Johnson est¨¢ preocupado por sus ingresos, menores desde que es primer ministro y ahora m¨¢s cortos por la pandemia. Adem¨¢s de los problemas personales, pol¨ªticos y laborales, se une la cuesti¨®n econ¨®mica, puesto que tiene que hacerse cargo de cuatro de sus seis hijos, universitarios, y ha tenido que pagar un caro divorcio de su exesposa, Marina Wheeler, mientras ahora se enfrenta a un recorte salarial. Al parecer, Symonds y ¨¦l comentan entre sus allegados que no saben si podr¨¢n permitirse pagar una ni?era para cuidar del peque?o Wilfred. Johnson cobra un salario de 165.000 euros anuales.
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