El sufrimiento sin fin de Michael J. Fox
El actor, diagnosticado de parkinson en 1990 y alcoh¨®lico rehabilitado, revela ahora que hace dos a?os sufri¨® un doloroso tumor en la m¨¦dula y un accidente dom¨¦stico que le hicieron caer en la tristeza
Hace ya 30 noviembres que el mundo cambi¨® para Michael J. Fox. A sus 29 a?os, convertido en una estrella gracias al ¨¦xito de Regreso al futuro, que entonces acababa de estrenar su tercera parte, se despert¨® en un hotel de Florida y se not¨® raro. El dedo me?ique de la mano izquierda le temblaba. ?l, que empezaba a verse a s¨ª mismo atrapado en el bucle de ser el eterno joven prodigio anclado para siempre en el papel de Marty McFly, lo achac¨® a una resaca. Beb¨ªa demasiado para intentar soportar lo que consideraba una carga. Pero aquello no par¨®. Cuando poco despu¨¦s Fox acudi¨® al neur¨®logo y le diagnostic¨® p¨¢rkinson, crey¨® que todo era un error.
Sin embargo, Michael J. Fox era un enfermo de p¨¢rkinson de 29 a?os, casado y con un hijo de dos a?os, cuya fama en un papel de adolescente le sobrepasaba y hartaba a la vez y al que los m¨¦dicos le daban 10 a?os, como m¨¢ximo, de carrera. La bebida fue lo siguiente. Para mantener el secreto y a s¨ª mismo, el alcohol fue su salida durante casi dos a?os, hasta que su hastiada esposa, Tracy Pollan, le dio un ultim¨¢tum.
La vida no se lo puso f¨¢cil a la estrella, pero en 1998 se decidi¨® a contar su drama personal, a hacerlo p¨²blico, y desde entonces se ha convertido en un ejemplo a seguir. Sigui¨® junto a Pollan, tuvo tres hijos m¨¢s y, aunque no con el ¨¦xito de anta?o, sigui¨® trabajando en cine y televisi¨®n.
Pero el destino le ten¨ªa reservada otra sorpresa, el que ¨¦l llama ¡°el momento m¨¢s oscuro¡± de su vida. Un episodio que le ocurri¨® hace dos a?os pero que no se ha decidido a contar hasta ahora, y por el que estuvo a punto de perder la esperanza de vivir. Como ¨¦l mismo desvela en su pr¨®ximo libro, del que ha publicado un adelanto en exclusiva con la revista People, en el a?o 2018 le encontraron un tumor en la m¨¦dula espinal. Tra¨ªa aparejada una buena noticia y otras dos malas: no era cancer¨ªgeno, pero crec¨ªa muy r¨¢pido y, sobre todo, causaba un enorme dolor a Fox.
La cirug¨ªa era muy arriesgada. ¡°Si no me operaba, iba directo a una par¨¢lisis¡±, relata hoy el actor, pero explica que el tumor ¡°constre?¨ªa la espina dorsal, as¨ª que ten¨ªan que ser muy cuidadosos quit¨¢ndolo para no causar da?os mayores¡±. Afortunadamente, todo sali¨® bien y al quir¨®fano le sigui¨® una larga recuperaci¨®n de cuatro meses donde tuvo que aprender a volver a andar. Sin embargo, el mismo d¨ªa que iba a rodar para el director Spike Lee, se cay¨® en la cocina de su casa de Nueva York mientras estaba solo ¡ªsu familia estaba de vacaciones, ¨¦l acababa de volver el d¨ªa anterior¡ª con la mala suerte de romperse un brazo.
¡°Definitivamente, fue mi momento m¨¢s oscuro¡±, cuenta en No Time Like Future (No hay otro tiempo mejor que el futuro), el que ya es su cuarto libro de memorias, que saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo 17 de noviembre. ¡°Me romp¨ª. Estaba apoyado en la pared de la cocina, esperando una ambulancia y me sent¨ªa como: ¡®No puedo caer m¨¢s bajo¡¯. Fue el momento en el que me cuestion¨¦ todo. Me dije: ¡®No puedo poner buena cara ante esto. No hay una parte buena, no hay un lado luminoso. Todo es dolor y lamento", rememora. Todo su optimismo, sus buenas intenciones, sus a?os de lucha y superaci¨®n, todo qued¨® atr¨¢s.
¡°El p¨¢rkinson, la espalda, el brazo... S¨¦ que no es tanto comparado con lo que tienen que sufrir muchos otros¡±, rememora, pero por otra parte se planteaba c¨®mo iba a seguir con su discurso positivo, no se ve¨ªa capaz: ¡°?C¨®mo voy a decirle a esa gente: ¡®La cabeza alta. Buscad el lado bueno. Las cosas van a salir bien".
Sin embargo, lo consigui¨®. Super¨® esa etapa turbia, afirma, gracias al apoyo de su familia, pasando largo tiempo en cama y viendo antiguos programas de televisi¨®n de los a?os setenta. Todo ello le hizo cambiar su punto de vista y recuperar un optimismo innato. ¡°No es que antes no fuera sincero, pero ahora mi agradecimiento es mayor, por haber logrado superar los momentos m¨¢s oscuros". Para ¨¦l, ¡°el optimismo est¨¢ anclado en la gratitud, y lo que sigue es la aceptaci¨®n. Aceptar que eso es lo que ha pasado, y aceptarlo como es. No significa que no puedas comandar el cambio, que tengas que aceptarlo como un castigo o una pena, sino ponerlo en su lugar adecuado. Y despu¨¦s ver todo lo que queda por crecer y mejorar en la vida. Y luego uno podr¨¢ moverse¡±.
Cerca ya a los sesenta a?os, Fox vive un momento pl¨¢cido, con trabajos escogidos y rodeado de sus hijos y su esposa Tracy. Sam, aquel beb¨¦ que gateaba entre las latas de cerveza a medias de su padre, es hoy un hombre de 31 a?os al que se unieron las gemelas Aquinnah y Schuyler, que ya han cumplido 25, y la m¨¢s peque?a del clan, Esm¨¦, de 19. ¡°Mi vida es tranquila, paso por un buen momento¡±, confiesa el int¨¦rprete. ¡°La gente no me cree, pero amo la vida. Amo estar con Tracy. Amo no tener que hacer un mont¨®n de cosas inservibles que sol¨ªa hacer, porque no tengo tiempo ni energ¨ªa¡±, confiesa. Incluso ha sabido sacarle provecho a ese momento dif¨ªcil. ¡°Doy gracias de haber pasado esa cruz a los cincuenta y tantos. As¨ª no me perseguir¨¢ cuando tenga setenta u ochenta a?os¡±.
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