Indian Creek, isla, b¨²nker y para¨ªso de inversi¨®n de los m¨¢s ricos del mundo

Solo un peque?o puente comunica Indian Creek con el mundo exterior, el para¨ªso con el resto de los mortales. De hecho, esta peque?a isla de apenas 1,2 kil¨®metros cuadrados ni siquiera est¨¢ unida al centro de la ciudad, sino a la zona de Miami Beach. Eso s¨ª: los barcos de sus mansiones lo tienen f¨¢cil para salir tanto al Atl¨¢ntico como a la bah¨ªa de Vizcaya desde sus atraques, que rodean la isla. Lo que no es tan f¨¢cil es hacerse con uno de ellos. El precio de sus mansiones puede superar f¨¢cilmente los 15 millones de euros, como bien saben dos de sus nuevas e ilustres residentes: Ivanka Trump y Gisele B¨¹ndchen.

Estas semanas se ha sabido que tanto la hija del presidente (a punto de dejar de serlo) Donald Trump como la supermodelo se han hecho con sendos terrenos en esta exclusiva isla, algo que no es sencillo, puesto que la mayor parte de su superficie est¨¢ ocupada por un inmenso campo de golf y solo el per¨ªmetro de la misma est¨¢ dividido en parcelas con mansiones. En el caso de la modelo Gisele B¨¹ndchen y su esposo, la estrella del f¨²tbol americano Tom Brady, se han hecho con un terreno, el n¨²mero 26, que contiene una mansi¨®n que demoler¨¢n para construirse ellos mismos otra casa ecol¨®gica y sostenible, tal y como anunciaban varios medios estadounidenses hace pocos d¨ªas. Por el momento, hacerse con ese pedacito de tierra les ha costado 13,8 millones de euros.

Ivanka Trump y su esposo, el tambi¨¦n asesor gubernamental Jared Kushner, han desembolsado todav¨ªa m¨¢s dinero. Pero en el asunto tambi¨¦n estaba implicado otro rostro muy conocido: Julio Iglesias. El artista tuvo miras hace unos a?os cuando compr¨® no solo la mansi¨®n en la que ha vivido durante muchos a?os (que estuvo a punto de vender en 2008, pero que al final demoli¨® para volver a construirla), sino tambi¨¦n con varias parcelas cercanas. Su intenci¨®n era que sus hijos se construyeran casas en ellas, pero ahora que los de su primer matrimonio con Isabel Preysler son adultos y han hecho su vida, el cantante, de 77 a?os, ha decidido reorganizar su patrimonio de otro modo y vender algunas de ellas. Por la de la hija del presidente se podr¨ªa haber embolsado 25,3 millones de euros, pero no es la ¨²nica parcela que posee el cantante. En el a?o 2012 se compr¨® la mansi¨®n de al lado y, ya en 2017, pidi¨® 150 millones de d¨®lares (m¨¢s de 122 millones de euros) por un lote de cuatro parcelas vac¨ªas contiguas a su propiedad, que juntas daban acceso a casi 250 metros de salida al mar.

El matrimonio Trump-Kushner habr¨ªa pagado esa cantidad por una parcela vac¨ªa de unos 7.200 metros cuadrados, donde no hay ninguna construcci¨®n, en una transacci¨®n que han firmado esta misma semana. En Indian Creek apenas hay 34 casas, todas con vistas y salida al mar, por lo que su poblaci¨®n, seg¨²n el censo del a?o 2010, asciende a 86 residentes. Todos se agrupan alrededor de los l¨ªmites de un campo de golf de 18 hoyos y del exclusivo club del mismo. El lugar, que no cuenta con tiendas, supermercados ni nada m¨¢s que estas exclusivas casas, ha estado incluido entre los m¨¢s caros de EE UU.

Miembros de familias reales de Oriente Medio, entrenadores deportivos, millonarios europeos, grandes empresarios y c¨¦lebres artistas son algunos de los habitantes de este privilegiado b¨²nker. Entre quienes viven en las mansiones de estilo mediterr¨¢neo de la isla est¨¢n las supermodelos Adriana Lima y Elle MacPherson; el ex CEO de la cadena de ropa Sears, Eddie Lampert; o el empresario e inversor Carl Icahn, de 84 a?os, cuya fortuna se estima en m¨¢s de 11.700 millones de euros, uno de los 100 hombres m¨¢s ricos del mundo y gran fil¨¢ntropo. Tambi¨¦n vivi¨® en la isla el exjugador y exentrenador de f¨²tbol americano Don Shula, fallecido en mayo, y, durante un tiempo, la artista Cher, el cantante Ricky Martin y el matrimonio formado por los artistas Beyonc¨¦ y Jay Z, que vendieron su casa por unos nueve millones de d¨®lares a un adinerado holand¨¦s.

La clave para quienes all¨ª viven son la privacidad y sobre todo la seguridad. Los residentes est¨¢n protegidos por un peque?o cuerpo de polic¨ªa interno formado por una docena de agentes de seguridad, que patrullan por sus aguas las 24 horas al d¨ªa y los siete d¨ªas de la semana. De hecho, para poder entrar a la isla por carretera, a trav¨¦s del puente que la une con la calle 91, hay que pasar por una garita de control donde o se es residente o se est¨¢ registrado como invitado, como comprob¨® el medio estadounidense Business Insider durante una visita a la misma. Quien entra tampoco puede realizar fotograf¨ªas ni bajarse del coche. Aunque poco hay que ver, porque las mansiones est¨¢n ocultas por frondosa naturaleza y poderosas verjas. Quien logre acceder a la isla solo podr¨¢ circular por una carretera: la ¨²nica que hay en ella, Indian Creek Island Road. La habr¨¢ recorrido en unos quince minutos. Con eso lo habr¨¢ visto todo, pero en realidad no habr¨¢ visto nada.