Lo que cuesta vivir bajo la leyenda de Camar¨®n
La familia del mito del cante es una pi?a, un clan cerrado que vive y sigue refugiado tras la sombra y la marca de Jos¨¦ Monge
Es una pi?a, un clan cerrado que se protege desde dentro y que, cuando el mito del cante hubiera cumplido 70 a?os, sigue viviendo de manera tradicional en La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz). La familia de Camar¨®n de la Isla sigue capitaneada por su viuda, Dolores Montoya La Chispa, que a¨²n hoy regenta una mercer¨ªa en esta localidad anexa a Gibraltar y mantiene reunidos en torno a ella a sus cuatro hijos: Gema, Roc¨ªo, Luis y Jos¨¦ Monge Montoya.
La casa de las medias, en la calle del Teatro, la mercer¨ªa de la viuda de Camar¨®n, no es solo un punto de encuentro para familia y amigos. Es tambi¨¦n un lugar de peregrinaci¨®n: ¡°Un muchacho australiano vendi¨® su moto y con el dinero se vino a conocer a la familia de Jos¨¦¡±, contaba La Chispa en una entrevista para EL PA?S en 2002. Este aparente alboroto ha formado hist¨®ricamente parte de la rutina habitual de la familia, que apenas s¨ª han intentado perseguir la senda irrepetible marcada por su padre, aunque sus vidas sigan girando ¡ªsiempre azuzadas por la pol¨¦mica¡ª alrededor de la memoria de este genio irrepetible. En el caso de Luis Monge (41 a?os), no al cante, pero s¨ª ha despuntado como guitarrista flamenco. Debut¨® en Algeciras en 2004 con su disco De buena rama. Familia Camar¨®n; y posteriormente ha creado espect¨¢culos como Eterno Camar¨®n, basado en la historia de su padre. La sombra del mito, queda claro en la trayectoria del joven, es alargada.
No es el caso de su hijo menor, conocido art¨ªsticamente como Mancloy ¡ªque significa pr¨ªncipe en cal¨¦¡ª, el hijo rapero de Camar¨®n. Jos¨¦ (29 a?os) apenas tiene recuerdos de su padre ¨Cten¨ªa un a?o cuando se qued¨® hu¨¦rfano¨C, ha roto radicalmente con la tradici¨®n flamenca, pero lleva el rostro de Camar¨®n tatuado en el pecho. Es, sin duda, la figura m¨¢s pol¨¦mica de la familia. De ni?o cantaba, pero asegura su entorno que le pudo la presi¨®n, todos esos ojos mit¨®manos posados en su garganta, y un d¨ªa se call¨®. Ahora rapea letras que dividen a sus vecinos: ¡°Yo soy de La L¨ªnea, soy de La Atunara, paso fardos por la noche y de madrugada¡±, dice el estribillo de su ¨²ltimo videoclip publicado en YouTube el pasado mes de mayo, en el que muchos ven una n¨ªtida apolog¨ªa del narcotr¨¢fico. En sus v¨ªdeos se refuerzan los versos con reflejos de los pulsos entre los narcotraficantes y las fuerzas del orden, incluida una brutal colisi¨®n entre veh¨ªculos de delincuentes contra polic¨ªas.
Las hijas, Gema (39 a?os) y Roc¨ªo (37), se casaron muy j¨®venes, siguiendo la tradici¨®n gitana, y llevan una vida convencional como amas de casa. Aun as¨ª, Jos¨¦ Monge Cruz, Camar¨®n de la Isla, sigue manteniendo a su familia. Camar¨®n es una marca que no ha perdido inter¨¦s y la leyenda no hace sino crecer con los a?os, como predijo en su disco talism¨¢n, La leyenda del tiempo. Todos se refugian bajo el manto de protecci¨®n que genera, emocional y econ¨®micamente, el hecho de ser los herederos de Jos¨¦ Monge Cruz.
De hecho, detr¨¢s del f¨¦rreo control del uso de la imagen, nombre, obra y todo lo relacionado con este artista nacido en San Fernando (C¨¢diz), la familia no oculta un leg¨ªtimo inter¨¦s econ¨®mico. La ¨²ltima pol¨¦mica a este respecto se produjo, precisamente, el d¨ªa en que Jos¨¦ Monge hubiera cumplido 70 a?os ¡ªel pasado 5 de diciembre¡ª. Los herederos decidieron hacer p¨²blico el conflicto que le enfrenta al Ayuntamiento de San Fernando en relaci¨®n al Centro de Interpretaci¨®n Camar¨®n de la Isla, un museo dedicado a proteger el legado del cantaor flamenco cuya construcci¨®n acaba de finalizar, ¡°pero que no cuenta con la autorizaci¨®n de la familia para la utilizaci¨®n de la imagen ni la marca del cantaor, ni con los derechos de propiedad intelectual¡±, aseguran en un comunicado.
Los hechos se remontan a 2014, cuando el Consistorio present¨® un proyecto de construcci¨®n muse¨ªstico dedicado a la memoria del genio, para el que se firm¨® un convenio que, aseguran, recog¨ªa la necesidad del consentimiento de la familia para la cesi¨®n de los derechos de imagen, propiedad intelectual y de la marca Camar¨®n de la Isla, por los que pidieron una compensaci¨®n econ¨®mica. Los herederos denuncian ahora que no se ha respetado este punto y van a formalizar en los pr¨®ximos d¨ªas acciones judiciales de intromisi¨®n ileg¨ªtima en el uso de la marca contra el Ayuntamiento.
En paralelo, La Chispa ha dado instrucciones al despacho que les representa ¡ªel bufete sevillano Carri¨®n Salamanca¡ª para actuar contra todo aquel que est¨¦ haciendo un uso ¡°ilegal¡± ¨Csiempre bajo su criterio¨C de la marca Camar¨®n, ¡°por lo que en breve se emprender¨¢n acciones judiciales contra todo el que fabrique, comercialice o intermedie en la venta de merchandising y art¨ªculos de consumo sin la correspondiente licencia de uso¡±, indican sus abogados que, sin embargo, no han querido responder a EL PA?S a preguntas como a cu¨¢nto asciende el valor de la marca Camar¨®n, cu¨¢nto genera al a?o y c¨®mo se gestionan sus derechos de propiedad intelectual. Parad¨®jicamente, esta absoluta opacidad es interpretada por el despacho como una manipulaci¨®n de la prensa. ¡°Algunos medios est¨¢n tergiversando las cosas, no estamos hablando de la herencia de Camar¨®n, sino de su marca, una cuesti¨®n leg¨ªtima que lleva reclam¨¢ndose desde antes de que se construyera el museo¡±, han asegurado en una brev¨ªsima respuesta a preguntas de este peri¨®dico. A¨²n no se sabe qui¨¦n ganar¨¢ este pleito. Pero s¨ª quien pierde: Camar¨®n y su memoria.
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