Gustavo Dudamel alcanza la madurez lejos de Venezuela y cerca de Spielberg
El m¨²sico, casado con la actriz Mar¨ªa Valverde, cumple 40 a?os pendiente del estreno de ¡®West Side Story¡¯ y centrado en su carrera en Europa
El ni?o prodigio es ya un hombre maduro. Aunque puede resultar extra?o hacerse a la idea cuando lo ves aparecer en escena, con su rizo impenitente, la sonrisa a punto y el aire todav¨ªa impetuoso y juvenil traspasado a orquestas centenarias. Gustavo Dudamel cumple 40 a?os este martes 26 de enero. Hora de hacer balances y proyectar un futuro sin duda tan brillante como su pasado, pero que ser¨¢ bastante distinto.
Para empezar, sin Venezuela como centro de operaciones. Su alejamiento del pa¨ªs donde naci¨® en Barquisimeto en 1981 se produjo en 2017. No por razones art¨ªsticas ¡ªsigue siendo director titular de una Orquesta Sim¨®n Bol¨ªvar fracturada y desperdigada hoy por el exilio¡ª sino pol¨ªticas: el que fuera s¨ªmbolo del r¨¦gimen en ¨¦poca de Hugo Ch¨¢vez se ha convertido en apestado para Nicol¨¢s Maduro.
Mucho mejor lo segundo, de cara a su prestigio internacional. Dudamel marc¨® distancias tras las revueltas de hace cuatro a?os, al escribir una carta abierta que public¨® en EL PA?S y The New York Times. Armando Ca?izales, un joven de 17 a?os, perteneciente al Sistema de Orquestas de Venezuela, fue asesinado de un tiro en la cabeza en mitad de una marcha. Dudamel lo repudi¨® y exigi¨® democracia. Maduro suspendi¨® las giras previstas del Sistema y lo se?al¨® p¨²blicamente como traidor a la causa emponzo?ada de lo bolivariano.
Ah¨ª su vida dio un vuelco. Desde entonces, no ha regresado a su pa¨ªs. Ni siquiera para acudir al entierro de su mentor y maestro: Jos¨¦ Antonio Abreu, fallecido en 2018. Fue el hombre que lo descubri¨®, le form¨® como director y le se?al¨® como su continuador al frente del engranaje educativo, social y art¨ªstico que hab¨ªa montado desde 1975 para salvar a centenares de miles de ni?os y j¨®venes de la pobreza por medio de la m¨²sica. Ni uno ni otro lograron rescatar del hoyo al pa¨ªs. Con Maduro al frente es hoy todo miseria y el Sistema resiste peor que bien con sus mejores talentos fuera de Venezuela. Apenas brillan las migajas del esplendor que la iniciativa vivi¨® en las dos d¨¦cadas anteriores, cuando, por ejemplo, logr¨® en 2008 el premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes.
Entonces, cierta semilla basada en la filosof¨ªa impulsada de forma visionaria por Abreu brot¨® fuera de sus fronteras. Hoy muchos pa¨ªses han adoptado sus m¨¦todos de ense?anza y Dudamel lo ha puesto en pr¨¢ctica en California a trav¨¦s del proyecto Yola, alentada por ¨¦l como director titular de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles.
All¨ª tiene contrato hasta 2026, pero muchos le colocan al tiempo en la ?pera de Par¨ªs a partir de este a?o, en sustituci¨®n de Philippe Jordan. Puede que ah¨ª comience una nueva etapa que lo mantendr¨¢ m¨¢s conectado con Europa y con Espa?a, donde tiene, aparte de nacionalidad, el anclaje de la familia de su esposa, la actriz Mar¨ªa Valverde. Se cas¨® con ella en 2017. Aquel fue un a?o fat¨ªdico para la relaci¨®n con su pa¨ªs, pero feliz en lo personal. Se hab¨ªan conocido en el rodaje de Libertador, el biopic sobre Sim¨®n Bol¨ªvar del que el m¨²sico compuso la banda sonora.
Dentro del cine, Dudamel tiene pendiente este a?o algo m¨¢s excitante: el estreno del nuevo West Side Story dirigido por Steven Spielberg. Se ha encargado de la m¨²sica para esta versi¨®n de cl¨¢sico que compuso uno de sus ¨ªdolos y modelos: Leonard Bernstein. Con ello, el m¨²sico venezolano corona su etapa estadounidense y una carrera que se mantiene al m¨¢ximo nivel.
Su curr¨ªculum y sus marcas hasta el momento han sido portentosas. Desde que algunos maestros como Simon Rattle o Claudio Abbado lo llevaran en volandas, casi como un mes¨ªas, a podios como Lucerna o el de orquestas como la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, su carrera no ha conocido altibajos art¨ªsticos. Ha sido el director m¨¢s joven en hacerse cargo del concierto de A?o Nuevo en Viena, no ha dejado de presentarse en templos oper¨ªsticos como la Scala de Mil¨¢n y Par¨ªs o ahora el Liceu, donde entre marzo y abril dirigir¨¢ Otello, de Verdi. Ser¨¢ la primera vez que veamos a Dudamel en el foso de un teatro de ¨®pera espa?ol al frente de un montaje. Lo ha hecho en diferentes conciertos, tanto en Barcelona como en el Real de Madrid, pero no para representaciones escenificadas.
Por esas fechas recibir¨¢ tambi¨¦n la Medalla de Oro de Bellas Artes que le otorg¨® hace meses el Gobierno junto a 32 personalidades. La madurez del m¨²sico se presenta de sobra ya consagrada. Imposible adivinar los l¨ªmites de quien ya desde muy joven hab¨ªa tocado de sobra el Olimpo.
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