Beto P¨¦rez, el emperador de la Zumba

Al colombiano Beto P¨¦rez le gustan las referencias cinematogr¨¢ficas. El millonario creador del emporio alrededor de Zumba, la rutina de fitness que ha traspasado fronteras, suele equipararse a Forrest Gump, el entra?able personaje interpretado por Tom Hanks que en alg¨²n momento de esa famosa y hom¨®nima pel¨ªcula despierta un culto a su alrededor cuando se lanza a correr sin pausa por las carreteras estadounidenses. ¡°Yo fui como un Forrest Gump; un d¨ªa comenc¨¦ a bailar, y la gente me empez¨® a seguir¡±, sostiene.

La f¨¢bula de c¨®mo naci¨® el programa que mezcla ejercicio y baile, y hoy se practica en m¨¢s de 180 pa¨ªses, tiene mucho de casualidad. Alberto P¨¦rez (Cali, 1970) era un humilde instructor de gimnasio a mediados de los a?os ochenta. ¡°Un d¨ªa, llegu¨¦ para dar una clase y me di cuenta de que hab¨ªa dejado mi m¨²sica habitual de aer¨®bicos en casa. Mir¨¦ en mi bolso, saqu¨¦ algunos casetes de salsa y merengue, los puse en el sistema de sonido y ense?¨¦ la primera clase de Zumba¡±, cuenta el propio Beto en la p¨¢gina oficial de la empresa sobre la semilla de lo que a?os m¨¢s tarde se convirti¨® en la sensaci¨®n mundial del fitness.

As¨ª, al improvisar, descubri¨® la alquimia original de combinar las rutinas de ejercicio con ritmos latinos que van desde reguet¨®n hasta salsa, la religi¨®n musical de su ciudad natal en el oeste de Colombia, apodada la sucursal del cielo a pesar de su entorno de crimen y narcotr¨¢fico. Despu¨¦s del cambio de siglo, y tras haber desarrollado una carrera como core¨®grafo que incluso lo ha llevado a trabajar con Shakira, P¨¦rez vendi¨® todas sus posesiones y se mud¨® a Miami en busca del sue?o americano. ¡°El programa no fue creado para perder peso, sino para pasarlo bien y estar feliz¡±, ha asegurado en varias ocasiones sobre Zumba, que se le ha convertido en una filosof¨ªa de vida. Su infancia no fue f¨¢cil. Hijo de una madre soltera, nunca conoci¨® a su padre y creci¨® en medio de la pobreza. El amor por el baile se le despert¨® a los siete a?os, cuando su mam¨¢ lo llev¨® a ver el musical Brillantina o Grease, con John Travolta ¨Cotra referencia cinematogr¨¢fica¨C. Ella emigr¨® a Estados Unidos cuando ¨¦l ten¨ªa 15 a?os, y no volvi¨® a verla hasta los 25. ¡°En esos diez a?os hice la universidad de la vida¡±, ha dicho. Bail¨® por dinero, gan¨® un concurso de lambada, el entonces popular¨ªsimo ritmo brasile?o, y con ese dinero se compr¨® su primer apartamento. Ya se hab¨ªa mudado a Bogot¨¢, pero la capital colombiana tambi¨¦n se le qued¨® peque?a.

Emigrar le cost¨® al menos cuatro intentos. En Florida aterriz¨® sin hablar ingl¨¦s y ha contado que lleg¨® a dormir en parques, pero desde all¨ª levant¨® ese emporio que ahora convoca a 15 millones de aficionados que practican alguna de sus m¨²ltiples modalidades, algunas de alt¨ªsima intensidad, entre ellos celebridades como Victoria Beckham o Jennifer Lopez. La variada lista de canciones puede incluir a Carlos Vives o Ricky Martin. En sus inicios, la innovadora f¨®rmula atrajo a sus socios Alberto Perlman y Alberto Aghion, y el improbable tr¨ªo de colombo-estadounidenses de mismo nombre fund¨® la empresa en 2001 despu¨¦s de convencer a una cadena de gimnasios de Ohio para invertir con el prop¨®sito de grabar un DVD.

Al comienzo se llamaba Rumba, y cuando debat¨ªan un nuevo nombre se volvi¨® Zumba, con Z, debido a que a P¨¦rez le gustaba El Zorro cuando era chico ¨Cuna tercera referencia audiovisual que suele recordar¨C. El modelo de negocio hace tiempo que no se limita a las clases, e incluye un programa global de instructores titulados. Tambi¨¦n comercializa una marca de ropa y accesorios, videojuegos y eventos en vivo, adem¨¢s de haberse consolidado como una plataforma musical que ha fichado a artistas como Daddy Yankee o Don Omar.

La vida de P¨¦rez incluso fue llevada a la pantalla chica en 2018, con la serie Nadie me quita lo bailao, del colombiano Canal RCN. Antes de la irrupci¨®n de la pandemia del coronavirus, la empresa ten¨ªa un valor de 500 millones de d¨®lares, seg¨²n The New York Times. Ante las medidas de confinamiento se adaptaron a formatos virtuales para disfrutar del auge del fitness y engordar sus fortunas, mientras los practicantes del m¨¦todo Zumba queman hasta 600 calor¨ªas en una sesi¨®n.