Ni zumba ni peleas de almohadas, nada desfoga a mis hijos: ?qu¨¦ m¨¢s puedo hacer?
Una de las mejoras cosas que podemos hacer por el futuro de nuestros peque?os es evitar que se conviertan en personas sedentarias
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El martes 10 de marzo, tras el anuncio del cierre de los colegios en Madrid, mi familia y yo decidimos confinamos en casa, adelant¨¢ndonos a la declaraci¨®n del estado de alarma que llegar¨ªa varios d¨ªas despu¨¦s. Tras una semana de encierro, fui a comprar al Mercadona porque se nos acababan las provisiones de alimentos. Una vez all¨ª, me sorprendi¨® el contraste entre lo que ve¨ªa y lo que hab¨ªa vivido una semana antes. Fue como si en apenas unos d¨ªas hubi¨¦semos pasado de un mundo apocal¨ªptico a lo The Walking Dead, con la gente arrasando supermercados y pele¨¢ndose por un rollo de papel higi¨¦nico antes de que todos nos convirtamos en zombis, a ser personajes de una distop¨ªa. Tanto silencio, tanto orden, tanto respeto a las normas, tanto miembro de empresa de seguridad y tantas mascarillas vi que por un momento pens¨¦ que me hab¨ªa colado en el supermercado de El cuento de la criada. Bendito sea el fruto de tu vientre, me imagin¨¦ dici¨¦ndole a una mujer embarazada a la que vi en el pasillo paralelo al m¨ªo a trav¨¦s de las calvas de los lineales. No lo hice por si no hab¨ªa visto la serie y me tomaba por loco. Vivo en un barrio humilde, pero pens¨¦ que la distop¨ªa total debe experimentarse en un Mercadona de, por ejemplo, el Barrio de Salamanca. All¨ª seguro que van a comprar las Marthas.
Andando por los largos pasillos de Mercadona, por cierto, me di cuenta tambi¨¦n de que ese recorrido arriba y abajo tachando productos de mi lista y empujando un carrito era lo m¨¢s parecido a un ejercicio f¨ªsico que hab¨ªa hecho desde el 10 de marzo si no contamos, por supuesto, los aplausos de cada d¨ªa a las 20:00 horas y la sesi¨®n de discoteca que un vecino convertido en DJ pincha a continuaci¨®n para toda la urbanizaci¨®n. Esto tenemos que cambiarlo, nos dijimos mi pareja y yo tras hacer una hoguera para quemar la ropa con la que hab¨ªa salido a la calle (esto es ficci¨®n, pero s¨¦ que mi pareja no tendr¨ªa reparo en ser as¨ª de dr¨¢stica con las medidas de higiene y seguridad). Desde entonces, cada noche, una vez que conseguimos dormir a nuestros hijos, nos ponemos en YouTube una rutina de ejercicios. Qui¨¦n nos lo iba a decir. Ah¨ª estamos los dos, a las diez de la noche, d¨¢ndolo todo, motivados de la vida, intentando seguir el ritmo de un youtuber de fitness y sinti¨¦ndonos rid¨ªculos por momentos en nuestro sal¨®n. De esta salimos con un f¨ªsico de crossfit.
Ejercicio f¨ªsico necesitan mis hijos. Hemos hecho clases de yoga, zumba y gimnasia para ni?os. Hemos ensayado coreograf¨ªas y bailado salsa cubana. Les preparamos a diario circuitos que recorren toda nuestra casa entre volteretas, combas, equilibrios, pata coja, salto de valla con el arco¨ªris Montessori y tropecientas pruebas m¨¢s que nos est¨¢n secando el cerebro. Jugamos con ellos a saltar en las camas. Hacemos guerras de almohadas. No es suficiente. Mi hija mayor, mientras habla conmigo, da saltos, se sube y baja del sof¨¢ (que no sabemos si superar¨¢ el confinamiento), hace el pino, escala por la encimera de la cocina. No puede parar quieta. Si este encierro dura mucho m¨¢s temo que se convierta en Spiderman.
?Qu¨¦ hacer para que nuestros hijos, sin salir de casa, desfoguen toda la energ¨ªa que llevan dentro y que normalmente gastan en el colegio y en los parques?
¡°Lo que la mayor¨ªa de las personas entienden como ¡°desfogar¡±, ¡°liberar energ¨ªa¡±, etc. tiene una base psico-fisiol¨®gica¡±, explica Carlos Balsalobre, investigador en Ciencias del Deporte en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y, sobre todo y lo que es fundamental para el caso, uno de los nuestros: es padre de dos ni?as de 4 y 2 a?os.
Nuestro organismo, argumenta Balsalobre, tiende a la homeostasis (es decir, al mantenimiento de la estabilidad del medio, a la constancia) de tal manera que cuando cambiamos dr¨¢sticamente de rutina, como nos ha ocurrido con este confinamiento obligado, ¡°nuestro cuerpo nos pide realizar un grado de actividad f¨ªsica que se asemeje a lo que hac¨ªamos antes del par¨®n¡±. Es decir, que si antes del Estado de Alarma, por ejemplo, nuestros hijos gastaban 1.500 kilocalor¨ªas al d¨ªa con sus rutinas diarias y ahora pasan a un estado de vida sedentario, pero mantienen sus h¨¢bitos alimentarios previos al confinamiento, van a necesitar gastar esa cantidad de energ¨ªa con actividades dentro del hogar. ¡°Estudios del gigante de monitorizaci¨®n de actividad f¨ªsica Fitbit han observado que en Espa?a, por nuestras grandes restricciones a la movilidad, la cantidad de actividad f¨ªsica diaria se ha reducido en casi un 40%, lo cual es una aut¨¦ntica barbaridad, sobre todo al haber sido de golpe, as¨ª que es completamente normal que los ni?os se suban por los paredes y, de hecho, es necesario para la salud¡±, afirma tranquilizador.
Es m¨¢s, el experto a?ade otro aspecto positivo. Como ha demostrado la evidencia cient¨ªfica, el ejercicio f¨ªsico tiene efectos positivos en el estado de ¨¢nimo porque aumenta la producci¨®n de diversas hormonas y neurotransmisores como la endorfina, responsables de la sensaci¨®n de bienestar. Por ello, seg¨²n Carlos Balsalobre, en un estado de confinamiento obligado como el que vivimos y en medio de una alerta sanitaria grave, ¡°el ¡°desfogarse¡± podr¨ªa entenderse como una necesidad de alivio psicol¨®gico mediante la actividad f¨ªsica ante una situaci¨®n dif¨ªcil¡±.
Ejercicios para el ¡°desfogue¡±
La hiperactividad de mis hijos es positiva y necesaria. Perfecto. ?Pero qu¨¦ puedo hacer para que ¡°desfoguen¡± m¨¢s y dejen de subirse por las paredes? ?Qu¨¦ hacer cuando el yoga, las coreograf¨ªas de zumba y los circuitos dom¨¦sticos no son suficientes? ?C¨®mo conseguir que mis hijos consuman las 1.500 kcal que gastaban antes en el colegio, en el parque y en los paseos por la calle?
Lo primero y fundamental para Balsalobre es dejar hacer a los ni?os: ¡°?Que hagan lo que ellos quieran! Si quieren saltar en el sof¨¢, perfecto. Si quieren trepar por las estanter¨ªas, estupendo. Siempre, eso s¨ª, que est¨¦n bien supervisados y que sea seguro para su integridad. Dejarles explorar es una de las mejores cosas que podemos hacer. Es m¨¢s, esto es b¨¢sicamente lo que hacen en Educaci¨®n F¨ªsica en estas primeras etapas de escolaridad¡±.
En segundo lugar, el experto recomienda los juegos de pelota de gomaespuma. ¡°Lanzar, tirar, golpear con el pie es l¨²dico y cat¨¢rtico, y con ese tipo de pelotas evitamos el riesgo de que rompan cosas o se hagan da?o¡±, argumenta.
En tercer lugar, cita el recurso de los videojuegos activos. Muchos padres y madres no van a estar muy de acuerdo con este consejo, le digo. ¡°S¨¦ que es un consejo pol¨¦mico, pero unas dosis de pantalla no solo no son perjudiciales, sino que pueden ser muy saludables. De hecho, la OMS ha recomendado los videojuegos activos, como el WiiFit o el Ring Adventure, como una medida para entretener a peque?os y mayores mientras hacen actividad f¨ªsica. Pueden ser de gran ayuda en este periodo de confinamiento¡±, responde.
Luego estar¨ªan los juegos de obst¨¢culos. Un cl¨¢sico ya en nuestro piso. E intuyo que en el de muchos durante estos d¨ªas de encierro. Aqu¨ª es importante la imaginaci¨®n de cada cual para sacar partido a los muebles y juguetes que se tiene en casa para elaborar los circuitos: ¡°Coloca varias sillas en zigzag para que pasen por debajo, cojines para que salten de uno a otro y alg¨²n juguete al final del recorrido como recompensa al completar el circuito. Si hay hermanos, adem¨¢s, unas carreras suelen ser muy divertidas¡±, ejemplifica.
Por ¨²ltimo, lo que Balsalobre define como una ¡°obviedad¡±, aunque quiz¨¢s no lo sea tanto. Hacer ejercicio en familia: padres, madres e hijos juntos. "Una de las mejores cosas que podemos hacer por el futuro de nuestros peque?os es evitar que se conviertan en personas sedentarias. Se sabe que el sedentarismo y las enfermedades derivadas del mismo matan m¨¢s personas al a?o que el tabaquismo, los accidentes de tr¨¢fico o infecciones como el propio coronavirus¡±, recuerda antes de enfatizar que la mejor manera de que los ni?os y ni?as aprendan esos h¨¢bitos es ¡°predicar con el ejemplo¡± y compartir ejercicios en familia, ya que adem¨¢s es algo que a los peque?os les suele encantar. ¡°Pap¨¢ y mam¨¢ se ponen ropa rara, empiezan a pegar saltos o a hacer sentadillas y yo tengo que imitarles. Un poquito de m¨²sica de fondo y diversi¨®n asegurada¡±, concluye.
Voy a bajar a mis hijos del techo para probarlo.
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