La pasarela de Par¨ªs tiene ganas de fiesta
Loewe y Paco Rabanne satisfacen sus deseos de opulencia en una semana de la moda que se obstina en ser optimista
Resulta ir¨®nico que en una semana de la moda enteramente digital como la que termina este mi¨¦rcoles en Par¨ªs, la colecci¨®n m¨¢s potente se haya presentado a trav¨¦s de un formato no ya anal¨®gico, sino ¡ªen opini¨®n de algunos agoreros¡ª vetusto, al borde de la extinci¨®n: un peri¨®dico. Loewe decidi¨® imprimir casi un mill¨®n de ejemplares en formato s¨¢bana e ilustrados con las im¨¢genes de sus prendas para el pr¨®ximo oto?o-invierno. El titular de primera p¨¢gina: ¡°El desfile de Loewe ha sido cancelado¡±. Extra, extra: lo moderno es pasar las p¨¢ginas manch¨¢ndose los dedos (y no haciendo scroll). ¡°Me parece un fant¨¢stico objeto de masas y, esta, una forma de democratizar lo que hacemos. Adem¨¢s, yo soy un poco anticuado: descubr¨ª la moda gracias al suplemento dominical de estilo del diario¡±, explica J. W. Anderson. El director creativo de Loewe ha conseguido que no solo el contenedor, sino tambi¨¦n el contenido, est¨¦ en boca de todos: una colecci¨®n luminosa, ¡°pura colorterapia¡±, donde el estudio de los vol¨²menes y las proporciones da como resultado piezas tan teatrales como estimulantes. ¡°La gente volver¨¢ a querer vestirse y a divertirse con la moda. El mensaje de esta colecci¨®n es solo uno: ¡®Cr¨¦etelo, suceder¨¢¡±, dice.
Anderson dise?a como un acto de fe en un futuro esperanzador. Y no es el ¨²nico. Incluso a trav¨¦s de la pantalla se perciben las ansias de grandeza en un sector, el del lujo, que vio caer sus ingresos el a?o pasado un 23%, seg¨²n datos de la consultor¨ªa Bain&Company. En esta l¨ªnea, y siguiendo la progresi¨®n ascendente de los ¨²ltimos dos a?os, Julien Dossena firm¨® el martes su colecci¨®n m¨¢s ambiciosa para Paco Rabanne sin escatimar en piedras preciosas (falsas). Sentido del humor, cierto aire retro y una desacomplejada combinaci¨®n de tejidos y materiales son los ingredientes de una propuesta que no reprime el deseo de opulencia y que grita ?fiesta!: jers¨¦is de ante con cuellos de encaje, gabardinas plastificadas con mangas de piel y vestidos de malla met¨¢lica pre?ados de falsos zafiros.
Incluso Chanel rompe con la formalidad que la caracteriza. Hasta hace un a?o, la casa no emit¨ªa sus desfiles en directo por internet. El pasado marzo capitul¨®: sus invitados asi¨¢ticos no pod¨ªan viajar debido al coronavirus; y el martes ofrec¨ªa no uno, sino dos contenidos digitales: el desfile y un corto que mostraba a varios de los embajadores de la marca esperando su comienzo. Ente ellos, el cantante coreano G-Drag¨®n, tal vez en un intento por demostrar que el vocabulario est¨¦tico de Chanel est¨¢ actualizado y comprende tambi¨¦n conceptos como el de g¨¦nero fluido. Que corren nuevos tiempos para la maison, lo confirma su ¨²ltima y juvenil colecci¨®n, con jers¨¦is de punto grueso, mucho plum¨ªfero y faldas cortas de pronunciadas aberturas combinadas con ligueros de strass.
Si la industria del lujo no se cree que exista vida m¨¢s all¨¢ del ch¨¢ndal, qui¨¦n lo va a hacer. En Schiaparelli siempre han preferido lo excesivo frente a lo esencial. En su ¨²ltima colecci¨®n de alta costura, Daniel Roseberry, dio con una f¨®rmula que tiene de potente lo que le falta de original, y que volvi¨® a aplicar el lunes mezclando referentes siniestros con el legado surrealista de la marca y la sastrer¨ªa afilada que aprendi¨® a las ¨®rdenes de Thom Browne.
Resulta innegable que la temporada tambi¨¦n tiene su lado oscuro. Se refugian en el negro desde Elie Saab ¡ªel hombre que populariz¨® los tonos empolvados¡ª hasta Giambattista Valli, pasando el Givenchy posindustrial y fetichista de Mathew Williams, adem¨¢s de Dior. Maria Grazia Chiuri, su directora creativa, concibe la colecci¨®n Belleza perturbadora como una reflexi¨®n en torno a la vanidad que pivota sobre dos formas opuestas de entender el armario pospand¨¦mico. Por un lado, Chiuri ejercita su pragmatismo a trav¨¦s de trajes y abrigos militares; y por otro, se inspira en los cuentos de hadas m¨¢s tenebrosos ¡ªLa Bella y la Bestia, Caperucita o La bella durmiente¡ª para construir vestidos que hacen so?ar con bailes de m¨¢scaras. El deseo de evasi¨®n resulta a¨²n m¨¢s obvio en Balmain, que filma su desfile en un aeropuerto y convierte la maleta en el complemento estrella. Sutilezas, las m¨ªnimas. El mensaje y las prendas de Olivier Rousteing cumplen lo que prometen.
Miu Miu imagina un invierno al aire libre con pasamonta?as, gruesos abrigos de piel, y capas y vestidos de lana decorados con incrustaciones. En un seguro punto intermedio Herm¨¨s apuesta por esas prendas que funcionan dentro y fuera de casa como ponchos o vaqueros ¡ªno muy habituales en la casa francesa¡ª, sin descuidar las piezas de piel que son su se?a de identidad y que esta temporada envuelven el cuerpo como una segunda piel. Tambi¨¦n Rushemy Botter y Lisi Herrebrugh, directores creativos de Nina Ricci, consideran que ¡°no tiene sentido¡± centrarse en el vestido de c¨®ctel, y prefieren ¡°bajar a tierra¡± su propuesta para responder a las que, en su opini¨®n, son las principales necesidades del consumidor de moda: ¡°Comodidad, expresi¨®n personal y protecci¨®n¡±. Con esas exigencias en mente ponen el acento en el contraste entre tejidos t¨¦cnicos y siluetas cl¨¢sicas, adem¨¢s de en la versatilidad de los elementos decorativos: los cuellos se convierten en capuchas, las capuchas se desmontan y los abrigos transforman su apariencia seg¨²n la forma en la que se abotonan.
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