Las confesiones m¨¢s duras de las memorias de Sharon Stone
La actriz habla en ¡®The Beauty of Living Twice¡¯ de los abusos de su abuelo, las mentiras de la industria del cine y hasta la intervenci¨®n de un cirujano que decidi¨® aumentarle los pechos sin autorizaci¨®n


The Beauty of Living Twice (La belleza de vivir dos veces) es el t¨ªtulo de las memorias de Sharon Stone que est¨¢n dando grandes titulares centrados en momentos escabrosos de su carrera profesional y muy relacionados con la situaci¨®n a la que se han tenido que enfrentar las mujeres en Hollywood durante muchos a?os: acoso sexual, exigencias sobre su f¨ªsico, discriminaci¨®n salarial... Aunque el nuevo libro de la actriz protagonista de Instinto B¨¢sico a¨²n no ha visto la luz, si lo han hecho adelantos que van descubriendo datos sobre la vida de la famosa int¨¦rprete. Lo curioso es que seg¨²n ha publicado The New York Times, la obra es un relato franco y ba?ado de iron¨ªa y humor, que se centra particularmente en c¨®mo fue su educaci¨®n, su familia y su juventud en la modesta Meadville, Pensilvania, donde se crio.
En una entrevista que realiz¨® en la publicaci¨®n estadounidense el pasado mes de febrero a trav¨¦s de v¨ªdeo, la actriz explic¨® que el objetivo de su libro era narrar ¡°una vida bastante normal¡±. Y Stone a?adi¨®: ¡°No creo que mi vida sea excepcional, excepto que termin¨¦ siendo una estrella de cine. Este libro podr¨ªa haber sido escrito por muchas otras personas que crecieron en un pueblo peque?o¡°. El momento de inflexi¨®n para animarse a mirar hacia s¨ª misma y hacia su vida fue el tiempo que pas¨® hospitalizada en 2001 a causa de un derrame cerebral, cuando pudo ¡°volver a hablar y respirar¡± por s¨ª misma.
Entre esos recuerdos, revela que tanto ella como su hermana Kelly sufrieron abusos por parte de su abuelo. Una confesi¨®n que decidi¨® realizar junto a su hermana y que tambi¨¦n consultaron con su madre, quien al principio no reaccion¨® y despu¨¦s le escribi¨® una carta explic¨¢ndole lo desconcertante que era para ella toda esa informaci¨®n. Stone cuenta sobre este episodio. ¡°Cuando termin¨¦ el libro, se lo le¨ª a mi madre durante tres d¨ªas. Despu¨¦s grab¨¦ una hora y media de su conversaci¨®n, volv¨ª a revisar todo el libro y se lo dediqu¨¦¡±. El libro cuenta que cuando su abuelo muri¨®, cuando ella ten¨ªa 14 a?os, y mientras asist¨ªa a su funeral, pudo por fin respirar tranquila porque tuvo la certeza de que nunca m¨¢s podr¨ªa abusar de ellas.

Stone recuerda tambi¨¦n en estas memorias c¨®mo el director de Instinto b¨¢sico, Paul Verhoeven, la enga?¨® para quitarse las bragas en la m¨ªtica escena del cruce de piernas de la pel¨ªcula, asegur¨¢ndole que no se ver¨ªa nada y que se trataba de una petici¨®n por causas de fotograf¨ªa, para que no provocara raros efectos de luz al grabar. Cuando tras visualizar el film la actriz protest¨®, el director la acus¨® de mentir y la relaci¨®n entre ellos qued¨® da?ada para los restos. Algo que ya hab¨ªa desvelado en anteriores ocasiones. Tambi¨¦n denuncia c¨®mo un productor, al que no nombra, la presion¨® para que tuviera sexo real con un actor para conseguir m¨¢s qu¨ªmica ante las c¨¢maras.
Otro de los episodios que ha saltado a los titulares es que cuando Sharon Stone pas¨® por el quir¨®fano en 2001 para que le extirparan una serie de tumores benignos, al despertarse de la operaci¨®n se encontr¨® con que ten¨ªa los ¡°pechos m¨¢s grandes¡± que antes. No tard¨® mucho en descubrir que no eran imaginaciones suyas, sino que su nuevo aspecto f¨ªsico respond¨ªa a que el cirujano que la hab¨ªa intervenido hab¨ªa tomado la decisi¨®n de ponerle implantes sin consult¨¢rselo previamente. Cuenta la actriz en The Times: ¡°Cuando me quitaron la venda, descubr¨ª que ten¨ªa unos pechos m¨¢s grandes que antes, que seg¨²n el m¨¦dico pegaban m¨¢s con el tama?o de mis caderas. Hab¨ªa cambiado mi cuerpo sin mi conocimiento ni mi consentimiento... Pens¨® que me ver¨ªa mejor con unos pechos m¨¢s grandes y ¡®mejores¡±, concluye.
La actriz afirma que conoce el riesgo que significa que la gente vaya a conocer aspectos muy personales de su vida, pero tambi¨¦n dice que si no es ella quien lo hace, ser¨ªan otros quienes se lo inventaran: ¡°Toda mi vida como adulta he visto a gente que ha inventado mi vida por m¨ª. Aunque he tenido bastantes problemas de est¨®mago mientras esperaba que llegara este libro, no quiero ponerme a la defensiva. Quiero estar abierta y presente porque ese es el prop¨®sito de mi viaje¡±.
Sharon Stone afirma que viajar a algunas facetas oscuras de su vida le ha servido para ver que tampoco son cosas tan dram¨¢ticas. Y todos los que han tenido acceso al libro afirman que la actriz ha encontrado una forma muy ir¨®nica de escribir para afrontar escenas que a otros les hubieran traumatizado. Por ejemplo, relata un grave accidente cuando se cay¨® de un caballo siendo adolescente que le caus¨® un fuerte lesi¨®n en el cuello, o c¨®mo un t¨ªo suyo resbal¨® y termin¨® muriendo congelado.
Como sugiere el t¨ªtulo de su libro, La belleza de vivir dos veces, su experiencia al borde de la muerte ha limado cualquier prejuicio que pudiera tener la actriz. ¡°Tuve toda esa experiencia de luz blanca en la mesa de operaciones¡±, cuenta, ¡°y tienes que hacerte algunas preguntas. Quer¨ªa revisar mi vida y preguntarme, ?por qu¨¦ te esforzaste sin escucharte a ti misma? ?Qu¨¦ parte de tu dispositivo de escucha se fractur¨® o rompi¨® tanto que no vio hacia d¨®nde te dirig¨ªas? El libro son las grandes preguntas. No soy la persona que dice: ¡®Perd¨®n, p¨¢same el sobre, vamos a abrir una esquina¡¯. Soy la persona a la que le gusta hacer estallar el sobre. Hay que pararse ante los escombros y mirar¡±.
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