De Brigitte Bardot a Cristiano Ronaldo: la reinvenci¨®n del Marbella Club
El m¨ªtico epicentro de la ¡®jet set¡¯ recupera los valores de sus fundadores y asienta su negocio gracias a las largas estancias en plena pandemia y a la llegada de renovados famosos
Cuando el pr¨ªncipe Maximilian von Hohenlohe se subi¨® a su Rolls Royce con motor de carb¨®n en direcci¨®n a Marbella jam¨¢s pens¨® que su destino le cambiar¨ªa la vida. Era 1946 e iba a visitar a su primo, Ricardo Soriano, que le habl¨® de las bondades de un rinc¨®n a¨²n desconocido en una Espa?a donde el turismo no exist¨ªa. Hohenlohe se enamor¨® de aquel lugar y al a?o siguiente envi¨® a su hijo, el pr¨ªncipe Alfonso, a buscar casa. Encontr¨® la finca Santa Margarita, antigua granja con pinos e higueras de 18 hect¨¢reas junto al mar donde la familia levant¨® una espl¨¦ndida casa de estilo andaluz. All¨ª invitaron a la flor y nata de la aristocracia europea, a estrellas de Hollywood, a apellidos ilustres que olvidaron la Costa Azul francesa para ir a ese destino ex¨®tico en la ex¨®tica Andaluc¨ªa. As¨ª naci¨®, en 1954, el Marbella Club Hotel, el coraz¨®n de la Marbella de leyenda. La de Brigitte Bardot, Audrey Hepburn, Ava Gardner o Grace Kelly. Un establecimiento que ahora se reinventa y rejuvenece con herederos de las grandes fortunas y variopintos famosos: de Lady Gaga a Cristiano Ronaldo, Lenny Kravitz, Valeria Mazza y Ester Exp¨®sito.
¡°Hay muchos nombres conocidos que siguen con nosotros, pero ahora apenas lo cuentan. Prefieren disfrutar el hotel de manera m¨¢s ¨ªntima, sin tener que estar pendientes de que alguien saque un tel¨¦fono m¨®vil¡±, cuenta Juli¨¢n Cabanillas, director del establecimiento hotelero, ahora en mano de la familia Shamoon, tambi¨¦n propietaria del cercano Puente Romano y de hoteles como Nobu Ibiza y Nobu Marbella, impulsado por Robert de Niro.
En tiempos de incertidumbre para el turismo, el Marbella Club ha adaptado parte de su negocio ¡°a ser un lugar donde vivir¡± gracias a largas estancias influidas por la pandemia. Tambi¨¦n planea abrir restaurantes y actividades que recuperen la esencia del hotel, como el club social de la ciudad. Busca volver a los tiempos cuando ten¨ªan el ¨²nico tel¨¦fono de la zona y quien lo usaba se quedaba por all¨ª a pasar el d¨ªa. Hoy, bajo la sombra de sus enormes ¨¢rboles y el frescor de su vegetaci¨®n, es una c¨¢psula del tiempo que busca atraer a las nuevas generaciones hacia sus 130 alojamientos, de los que 17 son villas de entre dos y seis habitaciones. A su alrededor, sin embargo, el entorno natural ha mutado dr¨¢sticamente a base de hormig¨®n y asfalto bajo un nuevo modelo tur¨ªstico impulsado desde los tiempos de Jes¨²s Gil.
En 1954, el pr¨ªncipe Alfonso arranc¨® el negocio con 18 habitaciones y la ayuda de su primo Rudolf Graf von Sch?nburg, conocido como Conde Rudi y casado con Mar¨ªa Luisa de Prusia. Sus contactos por todo el mundo sirvieron para dar lustre al establecimiento. ¡°Su influencia fue un antes y despu¨¦s para Marbella y la Costa del Sol¡±, cuenta Rafael de la Fuente, que ha dirigido hoteles como Los Monteros o Villamagna. En los a?os cincuenta y sesenta se realizaban hasta tres fiestas semanales. Hab¨ªa disfraces, b¨²squedas del tesoro, m¨²sica en directo y se celebraba la vida. Lujo descalzo para celebridades que no tem¨ªan a los paparazis, se liberaban de ataduras sociales, se alejaban de los focos. Las sencillas instalaciones estaban rodeadas de tierra, la playa era virgen, aquel rinc¨®n era un para¨ªso. ¡°La familia Hohenlohe dio una gran personalidad al Marbella Club, lo convirti¨® en la gran locomotora del turismo de calidad¡±, recuerda el periodista Juan de Dios Mellado, notario de aquellos d¨ªas.
El hotel fue el ombligo de los a?os dorados de Marbella. Gunilla von Bismarck y Luis Ortiz revolucionaron la noche y el todoterreno Jaime de Mora y Arag¨®n, hermano de la reina Fabiola de B¨¦lgica, atrajo a los jeques ¨¢rabes. El rey Fahd de Arabia Saud¨ª pasaba largas temporadas en la zona y el traficante de armas Adnan Khashoggi llegaba en helic¨®ptero con Brooke Shields a su cumplea?os en la reci¨¦n inaugurada discoteca de Olivia Val¨¨re.
Antonio el Bailar¨ªn, Elizabeth Taylor, Julio Iglesias, Kim Novak, Liza Minelli, James Stewart, Sean Connery son nombres ligados al Marbella Club. Hay muchos m¨¢s. Lo reflejan im¨¢genes de aquellos a?os ¨²nicos que ilustran ahora las paredes del nuevo restaurante El Patio, que abrir¨¢ en junio para complementar el m¨ªtico El Grill, el bar Rudy¡¯s de aires andalus¨ªes y el reci¨¦n inaugurado El Olivar. Eso s¨ª, este verano, como el pasado, las fiestas que en 2016 retom¨® Hubertus de Hohenlohe, hijo del pr¨ªncipe Alfonso, no se podr¨¢n celebrar debido las restricciones sanitarias. S¨ª habr¨¢ nuevos centros de belleza, salud y galer¨ªa comercial en las habitaciones primitivas.
Otro argumento intacto del Marbella Club es el clima. Este jueves las previsiones meteorol¨®gicas avisaban de lluvia y nubarrones durante todo el d¨ªa, pero a media tarde el sol picaba, la temperatura superaba los 20 grados, la m¨²sica chill out sonaba en los clubs de playa entre c¨®cteles y encontrar hamaca vac¨ªa junto a la m¨ªtica palapa del Marbella Club no era tarea sencilla. Es la t¨®nica del clima local, que ha facilitado que de enero a abril el hotel haya mejorado incluso sus datos de 2019, su mejor a?o hist¨®rico. El hotel tiene actualmente todas sus villas ocupadas, con precios que alcanzan los 3.000 euros la noche, hasta 5.000 en temporada alta.
El teletrabajo ha dado alas al establecimiento, que ha mejorado su conectividad para que la clientela trabaje mientras disfruta de dos piscinas, seis bares, beach club, 50 hect¨¢reas de jardines, un enorme club infantil, spa, gimnasio, retiros, mindfulness y un sinf¨ªn de servicios. M¨¢s de 300 personas trabajan para que no les falte nada. Ser¨¢n m¨¢s de 400 en verano. Para entonces se esperan de nuevo grandes apellidos, futbolistas, jugadores de la NBA, pol¨ªticos, nobles, grandes fortunas rusas o familias espa?olas que han redescubierto su territorio debido a la pandemia. Buscan lo mismo que enamor¨® a los Hohenlohe y a sus invitados m¨¢s de seis d¨¦cadas despu¨¦s: glamur, lujo y discreci¨®n.
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