El vocalista de los Sex Pistols que dej¨® el punk para cuidar a su esposa con alzh¨¦imer
Johnny Rotten, el l¨ªder del grupo que vet¨® la BBC, es ahora ¡°un cuidador a tiempo completo¡± que da consejos a las familias que deben afrontar esta enfermedad
La combinaci¨®n de tres palabras, banda, punk y rock, suele conectar mentalmente con tipos duros, alternativos, disolutos, excesivos. Johnny Rotten no incumpli¨® las expectativas cuando en la d¨¦cada de los setenta era el l¨ªder de los Sex Pistols, la cara furiosa del punk rock que cantaba a la anarqu¨ªa y destilaba tanta rabia como enfervorecimiento acumulaba entre sus admiradores, que eran fieles y numerosos. Sus letras contra lo establecido provocaron que fueran vetados por la BBC y que dos discogr¨¢ficas les rechazaran, pero el grupo inici¨® un tendencia musical que cambi¨® el rock y el pop. Se separaron en 1978, Rotten form¨® otra banda Public Image Ltd, tuvo m¨¢s ¨¦xitos y 30 a?os despu¨¦s los Sex Pistols fueron incluidos en el Sal¨®n de la Fama del Rock and Roll y reconocidos por el papel que desempe?aron en la m¨²sica. Ahora Rotten, cuyo nombre real es John Lydon es un hombre de 65 a?os que vive en California, lejos del bullicio de su tierra natal, el Reino Unido, donde otros m¨²sicos m¨¢s j¨®venes y menos ocupados claman por las mismas cosas que ¨¦l enton¨® en sus canciones.
La anarqu¨ªa ha quedado lejos para el vocalista de los Sex Pistols y el principal motivo es que ahora est¨¢ entregado a un objetivo que poco tiene que ver con la m¨²sica o con dejar las cosas al azar: cuidar de su esposa, enferma de alzh¨¦imer. Johnny Rotten y Nora Forster, que actualmente tiene 78 a?os, est¨¢n juntos desde hace 45 a?os, algunas rese?as afirman que contrajeron matrimonio en 1979 pero ellos nunca lo han confirmado. Nora necesita ahora orden y calma y el viejo rockero est¨¢ ah¨ª para d¨¢rselo incluso a costa de ¨¦l mismo. Le queda rebeld¨ªa para despotricar sobre el nuevo biopic que Danny Boyle prepara sobre Sex Pistols sin haberle consultado: ¡°Es la mierda m¨¢s irrespetuosa que he tenido que soportar. Lamento que piensen que pueden hacer esto. No suceder¨¢. No sin una gran pelea. Soy Johnny Rotten y cuando te metes conmigo las cosas se ponen muy feas¡±, ha dicho en una reciente entrevista en The Sunday Times. Pero su m¨¢xima concentraci¨®n est¨¢ centrada en Nora, un trabajo a tiempo completo causado por el alzh¨¦imer, enfermedad que define como ¡°un proceso perverso, debilitante y lento pero que estamos pasando juntos¡±.
El consuelo del cantante lo resumen las palabras con las que se ha referido a su esposa en la emotiva entrevista: ¡°Ella no me olvida. Olvida todo lo dem¨¢s menos a m¨ª¡±. Muy realista verbaliza que sabe que la enfermedad es incurable y su esposa no mejorar¨¢ nunca pero explica que ¡°hay que enfrentarse a ello y dejar de lado la autocompasi¨®n. Es algo que puedo decir con orgullo que me inculcaron mis padres desde una edad temprana: ¡®no sientas l¨¢stima por ti mismo, sigue adelante¡±. Y casi lanza un desaf¨ªo a sus seguidores: ¡°?Dios, si sabes que el maldito Johnny Rotten puede hacerlo, maldita sea ?cu¨¢l es tu excusa?¡±.
La pareja vive en Estados Unidos desde los a?os ochenta, una decisi¨®n en la que pes¨® el buen clima de la zona y del que carec¨ªan en Londres. ¡°Los cielos azules me animan¡±, dice el artista en su encuentro con The Sunday Times. Residen desde hace tres d¨¦cadas en una casa de 1910 que en origen perteneci¨® a la actriz Mae West y que a ellos les parece ¡°un castillo encantado¡±. No le falta dinero, tiene otras casas en Malib¨² y en Londres, pero no encuentra ayuda para el problema de su esposa, que es como se refiere siempre a ella haya o no papeles legales de por medio. ¡°Esta enfermedad es una gran inc¨®gnita¡±, explica el exl¨ªder de Sex Pistols. ¡°Nora siempre ha comido sano, debe ser gen¨¦tico pero estoy abierto a cualquier idea¡±. Y el artista pasa a describir la vida de su esposa que es la suya: ¡°Viajar en avi¨®n la asusta y se desorienta en los hoteles. Necesita saber que las cosas son suyas: su silla, su osito de peluche... Nos gusta ver comedias juntos y las noticias. S¨¦ que va a deteriorarse y que esto se convertir¨¢ en algo terrible, pero lo estamos enfrentando con sentido de la dignidad. Ser¨ªa bastante f¨¢cil escapar y decir: ¡®no es mi responsabilidad¡¯, pero soy John y cuando me comprometo es para siempre y lo mantengo. Estoy muy orgulloso de hacer lo mejor que puedo por ella. Llevamos juntos 45 a?os; no vamos a cambiar nada. Somos una pareja, nos amamos, nos adoramos¡±.
Explica que Nora Forster, a quien ¨¦l llama Babbie, se mantiene en buena forma f¨ªsica y que siempre ha sido muy sociable, aventurera y amante de la diversi¨®n. Pero tambi¨¦n es consciente de la parte oscura a la que aboca esta enfermedad y lanza casi un alegato dirigido a otros que pueden encontrarse en la misma situaci¨®n: ¡°Como cuidador a tiempo completo, uno puede volverse bastante suicida. Tendr¨¦ momentos abrumadoramente tristes y al mismo tiempo llenos de rabia. Pero las cosas son lo que son, y tienes que aceptarlo y, lamentablemente, tengo que decir que casi lo disfrutas por la experiencia. Mant¨¦ngase mentalmente intacto y est¨¦ orgulloso de lo que est¨¢ haciendo. La vida debe continuar; debe luchar por la vida hasta el final m¨¢s amargo¡°.
Johnny Rotten sabe de lo que habla. Creci¨® en el norte de Londres en una familia de padres irlandeses y con otros tres hermanos m¨¢s peque?os que ¨¦l. A los siete a?os sufri¨® una meningitis que le hizo pasar un a?o hospitalizado y que provoc¨® que cuando despert¨® del coma ni siquiera reconoc¨ªa a sus padres. Tuvo que volver a aprender a comer, a caminar, a hablar... ¡°Tener p¨¦rdida de memoria es aterrador¡±, dice ahora sobre aquella ¨¦poca. ¡°Te sientes abandonado y nadie te dice nada menos esos extra?os, pap¨¢ y mam¨¢, que sigue apareciendo y no reconoces. Esas habilidades estoy aplic¨¢ndolas ahora con mi querida esposa¡±.
La pareja no ha tenido hijos, pero Nora ten¨ªa una hija, Ariane, de un matrimonio anterior que lleg¨® a formar una banda de punk, The Slits, en la que era cantante. Rotten cree que la enfermedad de Nora empez¨® a dar se?ales precisamente cuando Ariane muri¨® hace 11 a?os, a los 48, a causa de un c¨¢ncer de mama. ¡°Perder a su hija fue un dolor inexplicable. A partir de ah¨ª, fueron surgiendo peque?os problemas que se van acumulando. Sucedi¨® tan gradualmente, tan lentamente, que para cuando se vuelve definitivo es imposible rastrearlo¡±. Johnny Rotten que bram¨® contra la monarqu¨ªa inglesa y que solo hace tres a?os fue expulsado del lugar donde pensaba celebrar su 62? cumplea?os por estar demasiado borracho, es ahora un ciudadano nacionalizado en Estados Unidos que ha aparcado sus vicios: ¡°No puedo ser un borracho, soy un cuidador a tiempo completo¡±. Quien grit¨® al mundo ¡°no hay futuro¡± en el estribillo de la canci¨®n God save the queen, lanza ahora un mensaje de esperanza: ¡°Elimina la autocompasi¨®n y afronta una tragedia obvia con la mente abierta. As¨ª es como han ca¨ªdo las cartas. Esto es lo que es. Este es tu futuro. Pero ese no es el final de tu futuro. Tendr¨¢s una vida despu¨¦s. Solo puedes esperar¡°.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.