¡°Esto ya lo hizo David¡±: lo que la moda espa?ola le debe a David Delf¨ªn
El dise?ador malague?o, fallecido ahora hace cuatro a?os, rompi¨® con prejuicios heredados, anticip¨® tendencias e inspir¨® a una nueva generaci¨®n de creativos
David Delf¨ªn (Ronda,1970-Madrid, 2017) idolatraba a pocos dise?adores de moda, pero admiraba profundamente a Martin Margiela. ¡°Hubo un momento en que me sent¨ªa como se debieron sentir en Margiela en sus inicios¡±, cuenta Macarena Blanch¨®n, quien fuera su directora de comunicaci¨®n durante una d¨¦cada. No se refiere a la similitud de las prendas, sino al entorno; esa comunidad de creativos de distintas disciplinas unidos por la firme creencia de que est¨¢n haciendo algo realmente rompedor. De hecho, lo hicieron. El n¨²cleo duro de Davidelf¨ªn, la marca, lo compon¨ªan los hermanos Gorka, Diego y D¨¦borah Postigo, Bimba Bos¨¦, Blanch¨®n o Sara Cerro, rodeados siempre de amigos, artistas, arquitectos, actores y guionistas que pon¨ªan su talento al servicio, tambi¨¦n por amor al arte, de las ideas rompedoras del dise?ador malague?o.
Rompedoras y visionarias, porque lo que Delf¨ªn hizo en Espa?a en la pasada d¨¦cada se ha visto replicado mucho m¨¢s tarde en las pasarelas internacionales. De hecho, empez¨® su andadura, hace m¨¢s de 20 a?os, reciclando indumentaria militar, algo muy recurrente en la escena actual, y dise?ando su propia tipograf¨ªa para estamparla en camisetas con mensajes de su gran ¨ªdolo, el artista Joseph Beuys. ¡°Recuerdo, cuando ya estaba enfermo, que hizo la colecci¨®n con aquellas bufandas de f¨²tbol. ?l no sab¨ªa si presentar, porque no la hab¨ªa preparado completamente, y sin embargo un par de a?os despu¨¦s las puso de moda Balenciaga¡±, rememora Blanch¨®n. Pepa Bueno, directora ejecutiva de la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a, hace hincapi¨¦ en ese don del dise?ador para anticiparse a los tiempos: ¡°La de veces que he pensado: ¡®esto ya lo hizo David¡¯. Como el tema de la ropa sin g¨¦nero, por ejemplo, que ahora est¨¢ en la palestra. ?l ya lo hac¨ªa, b¨¢sicamente porque era su d¨ªa a d¨ªa, lo que viv¨ªa¡±.
Por eso, quiz¨¢, su c¨ªrculo coincide en que no se lo supo entender en su momento. ¡°Nunca entender¨¦ c¨®mo en este pa¨ªs la prensa se muere por un dise?ador internacional y dejan pasar a un artista tan ¨²nico¡±, cuenta una de sus amigas ¨ªntimas, Melania Pan, exdirectora de Harper¡¯s Bazaar. Macarena Blanch¨®n a?ade: ¡°Era muy dif¨ªcil que las revistas incluyeran sus prendas¡±. De hecho, el reconocimiento medi¨¢tico de David Delf¨ªn fue fruto de la incomprensi¨®n. Tras desfilar en la pasarela Circuit de Barcelona, germen de la vanguardia de la moda durante el cambio de siglo, el malague?o aterriz¨® en Cibeles en 2002 con una colecci¨®n que homenajeaba a Magritte y a Bu?uel. Modelos encapuchadas como en el cuadro Los Amores y sogas al cuello como en Viridiana o Belle du Jour. Pero el p¨²blico quiso ver una referencia a la violencia de g¨¦nero o incluso a la Guerra de Irak. ¡°Recuerdo que hubo gente que se levant¨® y se fue. Y claro, ¨¦l no entend¨ªa nada. Se qued¨® frustrad¨ªsimo¡±, rememora Pepa Bueno. Tras ese desfile, el dise?ador malague?o envi¨® un comunicado de prensa en el que declaraba: ¡°No me arrepiento de la cultura¡±.
La cultura, en sentido amplio, era el alimento de David Delf¨ªn. Como su admirado Beuys, no se ataba a ninguna disciplina. Bailaba, pintaba, actuaba... (trabaj¨®, entre otros, en la direcci¨®n art¨ªstica de V.O., un cortometraje nominado al Goya en 2001, e hizo parte del vestuario de Los amantes pasajeros), pero en la moda encontr¨® su canal para expresar sus referencias y, sobre todo, sus vivencias. Tomando ejemplo de otro de sus grandes ¨ªdolos, Louise Bourgeoise, cre¨ªa en el arte como un modo de exorcizar traumas y demonios. De ah¨ª sus caracter¨ªsticas vendas-accesorio, aquel desfile f¨²nebre, In loving memory que le vali¨® al premio al mejor creador joven de Cibeles en 2003 o la trilog¨ªa Inferno, un viaje en tres colecciones para narrar la p¨¦rdida de la identidad, el luto y el alivio. ¡°El ¨²ltimo regalo que me hizo fue el tatuaje de mi brazo, con su tipograf¨ªa, y una frase de Louise Bourgeois: ¡®He estado en el infierno, he vuelto, y d¨¦jame decirte que fue maravilloso¡±, relata Melania Pan.
El trabajo del dise?ador rompi¨® moldes en la escena nacional. Ense?¨® al pa¨ªs algo que era com¨²n en las grandes capitales del sector: que la moda, m¨¢s que una herramienta para embellecer, es un canal para expresar emociones muy diversas y no siempre positivas. Pero tambi¨¦n rompi¨® prejuicios: su figura aunaba las obsesiones propias del intelectual con el car¨¢cter jovial y divertido del artista pop. Macarena Blanch¨®n recuerda c¨®mo le fascinaba ¡°lo siniestro a la hora de crear¡±, pero que, en la vida diaria ¡°era la persona m¨¢s divertida del mundo, pura gracia andaluza¡±. Rompi¨®, tambi¨¦n, con otro estereotipo: el que sentencia que la moda de vanguardia no tiene un reflejo real en la calle. Mientras la opini¨®n p¨²blica no sab¨ªa muy bien c¨®mo ni d¨®nde encasillarlo, ¨¦l vend¨ªa sus camisetas con las frases de Beuys y sus bolsos deconstruidos. Hubo un tiempo en que, para algunos, llevar algo de David Delf¨ªn era casi un rito de iniciaci¨®n a la modernidad. Tambi¨¦n para una nueva generaci¨®n de dise?adores que crecieron viendo sus desfiles y descubriendo que otra moda era posible. ¡°Lo conoc¨ª porque quise que me hiciera el traje para la boda de mi hermano¡±, recuerda desde Par¨ªs Jaime ?lvarez, creador de Mans Concept, una de las firmas espa?olas con mayor proyecci¨®n internacional. ¡°Para m¨ª fue un mentor. Me aconsej¨® c¨®mo empezar, me ayud¨® con el proyecto de fin de carrera, me dejaba sus talleres¡ David Delf¨ªn fue el gran revolucionario; la mejor mente que ha dado de la moda espa?ola¡±.
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