400 invitados y la plaza de San Marcos como gran escenario: la Alta Moda de Dolce & Gabbana regresa por todo lo alto

Frente a lo ef¨ªmero de los desfiles de moda, las presentaciones Alta Moda de Dolce & Gabbana suelen ser experiencias planteadas para perdurar en la memoria. Y la de este domingo en Venecia posiblemente fuera la m¨¢s espectacular hasta la fecha. No solo por la presencia de Jennifer Lopez vestida de diosa bizantina y Helen Mirren como una reina contempor¨¢nea, o por la imagen de una espectacular Heidi Klum posando junto a la laguna. La escala del evento era monumental. El viernes a medio d¨ªa ya hab¨ªan empezado a construir la pasarela en la plaza de San Marco, frente a la gente que hac¨ªa cola para entrar en la catedral. El s¨¢bado por la noche, en un restaurante tradicional, una familia de turistas italianos comentaba que los obreros todav¨ªa trabajaban en el montaje. Pero la ma?ana siguiente ya estaban ensayando y, al caer la tarde del domingo, los invitados iban llegando en taxis acu¨¢ticos a los muelles frente a la piazzetta a la hora planeada. A medida que los 400 asistentes iban ocupando las sillas y mesas de cafeter¨ªa colocadas frente a la pasarela tapizada en rojo, y con la fachada del palacio Ducal de fondo, 150 actores vestidos de ¨¦poca interpretaban una funci¨®n carnavalesca. Cuando se sent¨® la ¨²ltima de las celebridades, el carnaval se transform¨® en ballet y, en el punto ¨¢lgido, la oscarizada Jennifer Hudson interpret¨® Nessun Dorma ataviada con un imponente vestido dorado mecido por el viento. Despu¨¦s llegaron las modelos, que desembarcaron desde sus propias g¨®ndolas, con un men¨² completo de moda de fantas¨ªa: minivestidos multicolores de malla de cristal de Murano, vaporosas capas de plumas te?idas en los tonos del cielo veneciano, t¨²nicas bordadas con lentejuelas que dibujaban estampas tur¨ªsticas o escuetos modelos con enormes volantes de tafet¨¢n desfilaron sobre una pasarela dividida entre la luz roja del atardecer y un nubarr¨®n que avanzaba desde la catedral.

¡°Es un homenaje a Venecia. La Alta Moda ha renacido despu¨¦s de dos a?os de covid: no es solo ropa; es una forma de vida, un grupo de gente¡±, afirmaba Domenico Dolce en la rueda de prensa la ma?ana del desfile. Un grupo de privilegiados, el sector m¨¢s alto de consumidores de lujo, que aspiran a rejuvenecer. ¡°Presentamos seis nuevas chicas que nunca han desfilado y representan la nueva generaci¨®n de la alta costura¡±, a?adi¨®. Se refer¨ªa a las hijas de Monica Bellucci, Christian Bale, Puff Daddy y Heidi Klum, todos ellos presentes en el desfile.

Alta Moda es la versi¨®n de la alta costura que Dolce y su socio y expareja, Stefano Gabbana, idearon en 2012. Un proyecto que ha tomado Venecia todo este fin de semana y engloba joyer¨ªa para ambos sexos, sastrer¨ªa y, desde esta edici¨®n, tambi¨¦n casa, en colaboraci¨®n con el grupo Luxury Living. Las anteriores ediciones han recorrido los lugares m¨¢s pintorescos de Italia: Portofino, Taormina, Florencia o, en 2013, Venecia por primera vez. Pero en aquella ocasi¨®n solo ocuparon un palazzo. En 2021 estas presentaciones se han convertido en el mayor escaparate de una firma que, desde que cerr¨® su l¨ªnea joven en 2013, ha orientado su estrategia a ubicarse firmemente en el lujo. Dos veces al a?o, Dolce & Gabbana invita a clientes vips, prensa y celebridades internacionales a unas experiencias entre lo cultural y lo transaccional: los clientes tienen la oportunidad de comprar lo que se muestra (lujos¨ªsimas piezas hechas a mano con precios entre las decenas y las centenas de miles de euros) a la vez que se les abren monumentos y se celebran cenas y fiestas. La alta joyer¨ªa femenina fue presentada el s¨¢bado en las magn¨ªficas salas del palacio Ducal, seguido por una cena de gala en el patio. Y el d¨ªa anterior, la colecci¨®n de casa debut¨® en la Scuola Grande della Misericordia. En la planta baja de esta joya de la arquitectura del siglo XIV hab¨ªa una nutrida selecci¨®n de muebles y objetos decorativos cubiertos de estampado animal, un homenaje a la vertiente m¨¢s nocturna y sensual de la firma milanesa. Arriba, en la sala principal, los ventanales llenaban de luz sof¨¢s, comedores y vajillas estampadas con los colores vivos de las carrozas sicilianas. Del techo colgaban gigantescas l¨¢mparas de cristal de Murano, desarrolladas con talleres locales. Gabbana insist¨ªa en esto ¨²ltimo en su encuentro con la prensa: ¡°Lo importante son los artesanos. Solo podemos darles las gracias¡±. Y su compa?ero lo secundaba: ¡°Es como si fu¨¦ramos directores de orquesta de los mejores artesanos del mundo, y est¨¢n en Italia. Nos da igual si algo es trendy o no. Lo que importa es la creatividad y la calidad¡±.

Las jornadas del lujo de Dolce & Gabbana coinciden con un momento clave para Venecia. La ciudad celebra este a?o su 1.600 aniversario tratando de poner coto al turismo masivo, y de atraer un tipo de visitante con un perfil m¨¢s elevado. A su decisi¨®n de no permitir atracar grandes trasatl¨¢nticos en la ciudad se suma la promoci¨®n de eventos como estos, que aportan relumbr¨®n a su ya rica agenda cultural: la Bienal de Arquitectura sigue en curso, y el festival de cine comienza el d¨ªa 1 de septiembre. Para entonces, Alta Moda habr¨¢ presentado sus colecciones masculinas de joyer¨ªa y sastrer¨ªa. El desfile del domingo culmin¨® con un chaparr¨®n, pero hasta eso parec¨ªa parte del espect¨¢culo. Antes hab¨ªa salido el arco¨ªris. Ni la meteorolog¨ªa adversa es suficiente para doblegar la energ¨ªa hedonista y el poder de convocatoria de estos italianos.