Guillermo de Inglaterra cumple 40 a?os como el candidato ideal para seguir la estela de Isabel II
Con la popularidad al alza, el duque de Cambridge intenta definir su papel como segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono bajo el ejemplo de su madre, Diana de Gales, y con el apoyo de la figura m¨¢s brillante de los Windsor: Kate Middleton
Cuando Carlos de Inglaterra cumpli¨® 40 a?os, ya llevaba 30 siendo el pr¨ªncipe de Gales, y unos cuantos m¨¢s como heredero al trono del Reino Unido. Su hijo Guillermo cumple 40 este martes con gran parte de los brit¨¢nicos convencidos de ver en ¨¦l al futuro rey, pero con unos inciertos a?os por delante ¡ªpueden ser muchos¡ª que deber¨¢ rellenar con un papel ¨²til para su propia imagen y la de la Corona. Tras un breve ensayo de popularidad compartida con su hermano Enrique ¡ªGuillermo, Kate, Enrique y Meghan fueron bautizados como los Fab Four, los Cuatro Fabulosos¡ª, la espantada a Estados Unidos de la pareja oblig¨® al duque de Cambridge a reinventar para s¨ª, para su esposa y para sus tres hijos un papel central mucho menos glamuroso y m¨¢s del gusto del p¨²blico medio brit¨¢nico. Guillermo ha tenido la suerte de ser, al contrario de su padre, un hombre m¨¢s de acci¨®n que de reflexi¨®n, y se ha servido de la disciplina diaria para forjar una imagen ¡ªcomo la de su abuela, la reina Isabel II¡ª muy del gusto de los mon¨¢rquicos m¨¢s convencidos.
Sus estallidos temperamentales, que los tiene, como se pudo ver cuando decidi¨® responder ante las c¨¢maras a las acusaciones de racismo vertidas por su hermano y Meghan Markle contra los miembros de la familia real ¡ª¡±No somos racistas ni de lejos¡±, espet¨® a las c¨¢maras con un rostro indignado¡ª han sido notablemente rebajados por la mujer que muchos consideran la verdadera garant¨ªa de un futuro tranquilo para los Windsor: la duquesa de Cambridge. ¡°La verdadera esperanza para la monarqu¨ªa se llama Kate Middleton, que tiene una extraordinaria voluntad y un sentido extremadamente astuto para detectar aquello que le gusta a la opini¨®n p¨²blica, y que sospecho que el pr¨ªncipe Guillermo no posee en el mismo grado¡±, se?alaba a EL PA?S en una conversaci¨®n reciente el historiador y exmagistrado del Tribunal Supremo, Jonathan Sumption.
La pareja ha construido una imagen de estabilidad, y de felicidad en su propia piel y en el papel que les corresponde, que ha cautivado sin excepci¨®n a todos los medios brit¨¢nicos: serios y sensacionalistas. Sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis, consiguieron arrebatar al resto de la familia real gran parte del protagonismo durante las ceremonias del Jubileo de Platino que celebraban los 70 a?os de reinado de Isabel II.
¡°Guillermo podr¨ªa haber seguido un camino parecido al de su hermano Enrique, que ha llegado a admitir que necesit¨® terapia para tratar sus problemas de salud mental¡±, ha escrito el periodista del Evening Standard Robert Jobson, autor de William At 40: The Making of a Modern Monarch (Guillermo a los 40: La Construcci¨®n de un monarca moderno). ¡°Sin embargo, ¨¦l ha logrado desarrollar una personalidad interior de acero, y una mente muy concentrada, con el apoyo de una mujer muy equilibrada, a la que adora, y que decidi¨® seguir su mismo camino. Al contrario que su hermano, no demuestra tanto sus sentimientos. Al contrario. Es un hombre muy celoso de su privacidad, y plenamente consciente de lo que se espera de ¨¦l, y de la importancia del papel que tiene asignado¡±, afirma Jobson.
Aliado de su padre, el pr¨ªncipe Carlos, con quien ha forjado una alianza profesional en defensa de la instituci¨®n que se ha convertido en complicidad paternofilial, no le tembl¨® el pulso a la hora de imponer el ostracismo a su t¨ªo el pr¨ªncipe Andr¨¦s, un activo t¨®xico para la casa de Windsor por sus turbias relaciones con el millonario y ped¨®filo estadounidense, Jeffrey Epstein. Y ha marcado una clara distancia con su hermano Enrique y su esposa Meghan, que comprobaron en carne propia el papel secundario que les correspond¨ªa cuando llegaron a Londres para participar en algunos de los eventos del Jubileo.
Guillermo mantuvo sus responsabilidades laborales p¨²blicas hasta los 35 a?os. Despu¨¦s de haber prestado servicio como piloto de rescate en la Real Fuerza A¨¦rea, sigui¨® pilotando helic¨®pteros-ambulancia en la regi¨®n de East Anglia hasta 2017. Se ha negado a extender en eventos menores su tiempo y presencia en los actos p¨²blicos de la monarqu¨ªa brit¨¢nica ¡ªcortar cintas o descubrir placas¡ª, para concentrarse en cuestiones relevantes y que ¡ªcomo logr¨® su madre, Diana, volcada en la lucha contra el sida o contra las minas antipersonas¡ª capten el aprecio de los ciudadanos. La ayuda a las personas sin hogar, las campa?as para atender y mejorar la salud mental o, como su padre, la lucha contra el cambio clim¨¢tico y las causas medioambientalistas. Sus premios Earthshot, que dotan cada a?o con subvenciones de m¨¢s de 1,2 millones de euros a cinco proyectos de ayuda a la Tierra que abarquen una d¨¦cada, han comenzado a adquirir el mismo prestigio que las becas otorgadas por la fundaci¨®n del pr¨ªncipe de Gales, o la de su difunto abuelo, el duque de Edimburgo.
Guillermo, a los 40, no se ha sumergido en las controversias y desaf¨ªos intelectuales en los que incurri¨® a esa edad su padre. Ha elegido la imagen de un hombre familiar y sencillo. Y los brit¨¢nicos parecen preferir esa simplicidad, la misma que ha cultivado durante siete d¨¦cadas Isabel II. Si ella es la m¨¢s popular de la familia Windsor de modo constante en los sondeos de la empresa YouGov, el segundo, muy por encima del heredero al trono, es Guillermo de Inglaterra. Si muchos ciudadanos han hecho finalmente las paces con el pr¨ªncipe Carlos ha sido por la promesa a la vista que, alcanzados ya los 40, supone su hijo.
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