La guerra no estropea las vacaciones de los superricos rusos: vetados en la Costa Azul, pero bienvenidos en Dub¨¢i y Turqu¨ªa
Los oligarcas de Mosc¨² y San Petersburgo ya no pueden pasearse por la Riviera Francesa o la Costa del Sol con la libertad de antes, pero la invasi¨®n de Ucrania y las sanciones internacionales no van a desbaratar sus planes veraniegos
Las ¨¦lites rusas siempre han sentido debilidad por la Costa Azul. Tras la Revoluci¨®n Rusa, el gran duque Andr¨¦s Vlad¨ªmirovich Romanov, primo del ¨²ltimo zar, convirti¨® Villa Marizzina, un palacio sobre un precipicio en Cap-d¡¯Ail, en un refugio para ¨¦l y su amante, la famosa bailarina Mathilde Kschessinska. El gran duque Dmitri P¨¢vlovich, otro primo de Nicol¨¢s II y uno de los art¨ªfices del asesinato de Rasput¨ªn en 1916, tambi¨¦n eligi¨® la Riviera Francesa para vivir en el exilio su historia de amor con otra celebridad de la ¨¦poca, Coco Chanel. Con la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica los rusos volvieron al litoral mediterr¨¢neo, desembarcando en Cap d¡¯Antibes y Saint-Jean-Cap-Ferrat. Los nuevos ricos de Mosc¨² y San Petersburgo compraron las viejas mansiones, convirtiendo la zona en su patio de juegos de verano.
Pero este a?o los oligarcas tendr¨¢n m¨¢s dif¨ªcil descansar en sus villas y navegar en sus lujosos yates por el Mediterr¨¢neo franc¨¦s. El espacio a¨¦reo europeo est¨¢ t¨¦cnicamente cerrado para ellos, los visados son dif¨ªciles de conseguir y sus tarjetas de cr¨¦dito est¨¢n bloqueadas como consecuencia de la invasi¨®n rusa de Ucrania. El Gobierno galo ha congelado m¨¢s de 500 millones de euros en propiedades, incluidas unas 30 mansiones en la zona de Cap d¡¯Antibes. Desde el Ch?teau de la Cro?, el castillo de casi 8.000 metros cuadrados de Roman Abram¨®vich (antes residencia de los duques de Windsor); hasta Villa Hier, propiedad del petrolero Suleim¨¢n Ker¨ªmov; pasando por Villa Alta?r, hogar del rey de los commodities Andrey Melnichenko; y Villa Nellc?te, la casa belle ¨¦poque del magnate del acero y el hierro Viktor Rashnikov.
La corte de estos magnates sol¨ªa recalar en el hotel du Cap-Eden-Roc. Construido en 1870 por Alexey Plastcheef, un excapit¨¢n de la Guardia Imperial Rusa, es uno de los alojamientos m¨¢s lujosos de Cap d¡¯Antibes y el favorito de ricos y famosos. Este verano, los rusos no est¨¢n, ni se les espera. ¡°En los ¨²ltimos a?os, sol¨ªamos recibir a un 8% de hu¨¦spedes de Rusia. Eso fue hasta 2020. Con la pandemia de la covid, el mercado ruso comenz¨® a desacelerarse¡±, explica Valerie Muller, su directora de comunicaci¨®n. ¡°De hecho, esta temporada no tenemos reservas de Rusia ni de Ucrania, lo cual es comprensible debido a la situaci¨®n. Sin embargo, estos mercados han sido reemplazados por visitantes de otras nacionalidades y todas nuestras habitaciones est¨¢n reservadas para la temporada de verano¡±, a?ade.
Francia no es el ¨²nico terreno vedado para los rusos. La guerra de Vlad¨ªmir Putin hace casi imposible que las ¨¦lites moscovitas y petersburguesas lleguen a sus destinos favoritos en Grecia, Italia, el Caribe o Estados Unidos. Espa?a dejar¨¢ de recibir en esta campa?a tur¨ªstica de verano a m¨¢s de 935.000 viajeros de nacionalidad rusa a causa de las sanciones derivadas de la invasi¨®n ucrania. Seg¨²n las cifras del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) de turismo extranjero recogidas en la encuesta Frontur, esto supondr¨¢ perder m¨¢s de uno de cada 100 turistas y m¨¢s de 83 millones de euros en ingresos.
Entonces, ?d¨®nde van a veranear este a?o los poderosos de Mosc¨² y San Petersburgo? ¡°Efectivamente, casi ninguno de mis amigos o conocidos me ha comentado que vaya a viajar a Italia o Espa?a. Que yo sepa, Dub¨¢i es el nuevo sitio donde van muchos. Tambi¨¦n Turqu¨ªa y Oriente¡±, dice una arist¨®crata rusa que prefiere no dar su nombre. Seg¨²n las cifras de las autoridades emirat¨ªs, la compra de propiedades en Dub¨¢i por parte de rusos ha aumentado un 67% en los primeros tres meses de 2022. Los Emiratos ?rabes Unidos no han impuesto sanciones al Gobierno de Putin ni han condenado el conflicto b¨¦lico. Tambi¨¦n est¨¢n proporcionando visas a los rusos no sancionados, mientras que muchos pa¨ªses occidentales las han restringido.
Seg¨²n la BBC, esto se ha traducido en un aumento en los precios de las propiedades en Dub¨¢i. ¡°Los rusos que est¨¢n viniendo no est¨¢n comprando solo a modo de inversi¨®n, sino tambi¨¦n como un segundo hogar¡±, ha explicado Thiago Caldas, consejero delegado de la inmobiliaria Modern Living, a la cadena p¨²blica brit¨¢nica.
Turqu¨ªa, uno de los pocos pa¨ªses que operan vuelos hacia y desde Rusia desde que Mosc¨² inici¨® la guerra en febrero, es otro de sus destinos vacacionales de esta temporada. Los bancos rusos est¨¢n aislados del sistema financiero global despu¨¦s de que las empresas de pago suspendieran sus operaciones por la campa?a militar de Mosc¨². Sin embargo, las autoridades turcas han explicado que los turistas rusos no tendr¨¢n dificultades para realizar sus pagos en su pa¨ªs este verano.
La venta de viviendas tambi¨¦n se ha disparado en Turqu¨ªa. Aumentaron un 107,5% en mayo con respecto al a?o pasado, una lista de compradores encabezada por los rusos con 1.275 casas, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto de Estad¨ªstica turco. La Asociaci¨®n de Operadores Tur¨ªsticos de Rusia (ATOR) tambi¨¦n acaba de informar de que la demanda de paquetes tur¨ªsticos para vacaciones en Turqu¨ªa es tan alta que supera considerablemente la oferta. Los destinos favoritos son Antalya, una ciudad situada en la costa mediterr¨¢nea del suroeste del pa¨ªs, y las playas del Egeo. Seg¨²n ATOR, todos los vuelos est¨¢n vendidos para los meses de julio y agosto y la capacidad hotelera est¨¢ casi completa. Los funcionarios de Ankara esperan que la cifra de turistas rusos de este a?o iguale o supere a la de 2019: casi cinco millones de visitantes.
Mientras algunos rusos se preocupan por sus vacaciones, otros miran con nerviosismo hacia el frente de batalla. A finales de abril, Mosc¨² ejecut¨® en tiempo r¨¦cord su programa de reclutamiento anual: m¨¢s de 130.000 j¨®venes fueron llamados a sumarse al servicio militar en una semana.
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