Un romance de altos vuelos, complots palaciegos y un vividor con olfato: as¨ª naci¨® el perfume m¨¢s famoso del mundo
La historia del origen de los perfumes de Chanel es un reflejo de un Par¨ªs cosmopolita y turbulento en el que los vestigios de los Romanov conviv¨ªan con la moda, el lujo y unos cuantos fantasmas
No sabemos de qu¨¦ hablaban en la imagen de arriba Gabrielle Chanel y el Gran Duque Dmitri P¨¢vlovich de Rusia, pero puede que estuvieran charlando sobre perfumes. La fotograf¨ªa se tom¨® en 1920, cuando la modista m¨¢s famosa de entreguerras y del siglo XX sol¨ªa frecuentar a este apuesto vivalavirgen, primo carnal del malogrado zar Nicol¨¢s II y, seg¨²n fuentes muy acreditadas, uno de los art¨ªfices del complot que hab¨ªa acabado con la vida de Rasput¨ªn en 1916. Exiliado de su Rusia natal, P¨¢vlovich hab¨ªa recalado en Persia y en Inglaterra para acabar, en la ¨¦poca en que conoci¨® a Chanel, trabajando como comercial de champ¨¢n en Par¨ªs y code¨¢ndose con la alta sociedad francesa, que le consideraba un firme pretendiente al trono ruso en el caso de que los comunistas erraran el tiro.
El caso es que lo de Chanel y P¨¢vlovich no hubiera pasado de un romance de telenovela sin la participaci¨®n necesaria de una tercera persona. Se llamaba Ernest Beaux y era un franc¨¦s nacido en Rusia que, en el Mosc¨² zarista, hab¨ªa obtenido un cierto ¨¦xito como perfumista de la compa?¨ªa Rallet, un gigante cosm¨¦tico ruso de capital y talento galo que gestionaba su hermano mayor. Puede que los franceses estuvieran locos por el perfume, pero la camarilla de los Romanov les llevaba varios litros de ventaja. El fr¨ªo exige perfumes intensos, y Beaux supo calentar el Palacio de Invierno con dos colonias de las que, tristemente, hoy no queda ni rastro.
Chanel N?5 fue tan decisivo para el gusto contempor¨¢neo como 'Las se?oritas de Avi?¨®n'. Tambi¨¦n la constataci¨®n de que los mejores perfumes son para el invierno
La primera, Bouquet de Napol¨¦on, celebraba el centenario de la derrota rusa frente a Bonaparte en la batalla de Borodin¨®. Tal y como observ¨® Fran?oise Sagan d¨¦cadas m¨¢s tardes, los moscovitas pod¨ªan ser muchas cosas, pero nunca rencorosos. La segunda colonia, Bouquet de Catherine, dedicada a Catalina la Grande, sali¨® en los albores de la I Guerra Mundial, cuando Beaux fue movilizado por el ej¨¦rcito franc¨¦s. Tras la guerra, volvi¨® a Francia y se reencontr¨® con P¨¢vlovich, un viejo conocido del Mosc¨² prerrevolucionario. Fue entonces cuando este le present¨® a Chanel, que andaba buscando un perfumista para hacerle la competencia a su rival Paul Poiret.
El resultado de aquel encuentro fue un perfume, Chanel N?5, tan decisivo para el gusto contempor¨¢neo como Las se?oritas de Avi?¨®n. Tambi¨¦n la constataci¨®n de que, contra lo que se suele creer, los mejores perfumes son para el invierno, y no solo para las navidades. Beaux tuvo la visi¨®n que definir¨ªa su obra ¨Cel frescor intenso que solo pueden proporcionar los aldeh¨ªdos sint¨¦ticos empleados a mansalva¨C en un bosque helado cercano al c¨ªrculo polar ¨¢rtico, al final de la guerra.
Aunque ya nunca volvi¨® a Rusia (Rallet hab¨ªa sido nacionalizada), su memoria olfativa se qued¨® en Mosc¨² para siempre. De ello da muestra su Cuir de Russie para Chanel, el mejor perfume invernal de la historia. Pruebe a vaporizarlo sobre una bufanda antes de salir de casa una noche de fr¨ªo, y hu¨¦lalo un par de horas despu¨¦s.?
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