Jane Fonda, reina del aer¨®bic, vuelve a enfundarse en ropa deportiva y se reconcilia con sus 85 a?os: ¡°Me arrepiento de haberme hecho un estiramiento facial¡±

¡°?Sabes qu¨¦? Puedes ser muy viejo a los 60 y puedes ser muy joven a los 85¡å, dijo Jane Fonda, de 84 a?os, en una entrevista en el matinal estadounidense CBS Sunday Morning mientras promocionaba la s¨¦ptima temporada de la exitosa comedia Grace y Frankie, que protagoniza junto a la actriz Lily Tomlin, de 82 a?os. No es nada habitual ver series protagonizadas por actrices de esas edades. Como mucho, aparecen como grandes secundarias: son las abuelas, las vecinas exc¨¦ntricas o m¨ªsticas o los recursos c¨®micos a golpe de mala leche. Como apunt¨® la profesora de la Universidad de Adelaide Mandy Treagus en un art¨ªculo para The Conversation: ¡°Grace y Frankie es una serie para mujeres que no suelen verse representadas en televisi¨®n¡±.

Tan poco habitual es ver a estas mujeres que Grace y Frankie se compara constantemente con el ¨²nico precedente del estilo que existe en televisi¨®n: Las chicas de oro, una serie que termin¨® en 1992 y, cuyas protagonistas, todo sea dicho, no eran tan mayores, simplemente lo parec¨ªan. En su primera temporada, Rose (Betty White) tiene 55 a?os, Dorothy (Bea Arthur) tiene 53, Blanche (Rue McClanahan) tiene tan solo 47 y Sophia interpretaba a una mujer de 79 a?os, aunque la actriz Estelle Getty ten¨ªa un a?o y dos meses menos que Bea Arthur, que interpretaba a su hija. Cuando se anunci¨® el reboot de la exitosa serie Sexo en Nueva York, titulado And Just Like That¡­, muchos apuntaron que sus protagonistas ten¨ªan la misma edad o eran incluso m¨¢s mayores que las chicas doradas (Miranda y Charlotte tienen 54, y Carrie tiene 55), pero, en el a?o 2021, no lo aparentaban.

Jane Fonda tiene 85 a?os, pero no los aparenta. Puede aparentar perfectamente 10 o 20 a?os menos, lo que le permite jugar con cierta ventaja en Hollywood, donde muchas actrices han expresado quejas por la falta de personajes maduros interesantes o por el trato dispar que se da entre hombres y mujeres de la industria. Un estudio de University of Southern California publicado en 2017 reflejaba c¨®mo solo un 8,2% de los personajes recurrentes en las ficciones televisivas estadounidenses m¨¢s seguidas superan los 60 a?os. Como ya advirti¨® en 1979 la escritora y pensadora Susan Sontag, en un art¨ªculo titulado The Double Standard of Aging, ¡°mientras los hombres maduran, las mujeres envejecen¡±.

Es quiz¨¢s por ello que resulta refrescante descubrir a una Jane Fonda arrepentida, no por lo no vivido o lo perdido, como a menudo se atribuye a las personas de cierta edad, sino por lo que lleg¨® a hacer con el bistur¨ª: ¡°Me hice un estiramiento facial y par¨¦ porque no quiero verme distinta. No estoy orgullosa, de hecho, de hab¨¦rmelo hecho¡±, ha confesado ahora en una entrevista con la edici¨®n estadounidense de la revista Vogue al ser interrogada por el papel que la serie Grace y Frankie ha jugado a la hora de mostrar una cara desconocida y distinta de la tercera edad: una cara alegre. ¡°No hay ning¨²n tema que crea que nos hayamos dejado¡±, coment¨® Marta Kauffman, creadora de la serie junto a Howard J. Morris en una entrevista para Deadline, ¡°hemos tratado todo, desde el problema de la sequedad vaginal hasta los vibradores o lo dif¨ªcil que es levantarse del inodoro a cierta edad¡±. Y han tratado todo esto desde el humor y no desde la tragedia.

¡°Quiero que la gente joven deje de tener miedo a envejecer¡±, ha explicado Fonda en Vogue, ¡°lo que importa no es la edad, no es ese n¨²mero cronol¨®gico, lo que importa es tu salud¡±. Con la serie, a la actriz le gustar¨ªa mostrar un mundo de posibilidades: ¡°Ayudar a las personas a darse cuenta de que solo porque tienes cierta edad no significa que tienes que renunciar a la vida, renunciar a divertirte, renunciar a tener novios o novias, a hacer nuevos amigos, o lo que quieras hacer. Todav¨ªa est¨¢ en el ¨¢mbito de las posibilidades de vida para ti¡±.

Por supuesto, para Jane Fonda siempre estar¨¢ presente el ejercicio como forma de cuidado personal, tanto f¨ªsico como mental. La que fuera reina del aer¨®bic en los a?os ochenta no ha dejado de ser la chica de las mallas y los calentadores, tan solo ha renovado un poco su vestuario. Camina mucho y hace deporte, no para quieta, y los beneficios en su cuerpo se notan a simple vista. Muestra de ello es que ha sido escogida como imagen de la marca sueca H&M en su nueva campa?a H&M Move, una nueva l¨ªnea cuya misi¨®n es, precisamente, la de democratizar la ropa deportiva y animar a que todo el mundo se mueva como quiera. Por eso han puesto a Jane Fonda al frente, la mujer que consigui¨® demostrar que cualquiera pod¨ªa ponerse en forma, aunque fuese desde el sal¨®n de su casa, vestidas como les diera la gana y sin tener que soportar escrutinios en torno a sus cuerpos o inc¨®modas miradas: ¡°He pasado gran parte de mi vida haciendo que la gente se mueva y me atrajo naturalmente la misi¨®n de H&M Move de animar a que todo el mundo lo haga. Tambi¨¦n me gust¨® mucho su filosof¨ªa de movewear [ropa para moverse] sobre sportswear [ropa deportiva]. Para m¨ª, no se trata de tipos de deporte o ser el m¨¢s atl¨¦tico, se trata de darle a tu cuerpo el tipo de movimiento que necesita para mantenerse saludable y para que puedas cuidarte¡±, ha declarado en la nota de prensa de la firma sobre su nuevo rol como embajadora.

A Jane Fonda siempre le fue el movimiento, quiz¨¢s por eso ha sido tan dif¨ªcil encasillarla: al tiempo que ganaba su primer (1971) y segundo (1978) Oscar, ya era una incansable activista por los derechos civiles y mostr¨® una profunda oposici¨®n a la guerra de Vietnam que la llev¨® a ser detenida y a estar incluida en la lista de negra de Hollywood. Se puso en pie tras una ruptura de tobillo y abandon¨® el ballet por el fitness y abri¨® su primer gimnasio en Beverly Hills en 1976. Al principio, ella misma daba algunas clases para recaudar fondos para apoyar la energ¨ªa solar y el cuidado del medioambiente. En 1981 sus m¨¦todos eran tan famosos que public¨® un libro sobre fitness, Jane Fonda¡¯s Workout Book, que se mantuvo durante dos a?os en la lista de lo m¨¢s vendido seg¨²n The New York Times. Despu¨¦s llegaron los v¨ªdeos, los calentadores y su rol como gur¨² del aerobic. A d¨ªa de hoy, sigue siendo inclasificable: de ser arrestada cada viernes en Washington por manifestarse contra el cambio clim¨¢tico a protagonizar una serie que rompe tab¨²es. Era cuesti¨®n de tiempo que nos volviese a invitar a sudar. Echamos de menos, eso s¨ª, los m¨ªticos calentadores.