Jorge Javier V¨¢zquez arremete duramente contra Alaska y Mario Vaquerizo, a quienes llama ¡°la gran decepci¨®n¡±
El presentador ha escrito en su columna en la revista ¡®Lecturas¡¯ sobre los dos artistas y su ¡°compadreo¡± con la derecha espa?ola: ¡°No encuentro motivo para entender que Alaska trabaje con uno de los mayores propagadores del odio de este pa¨ªs¡±
Mario Vaquerizo (48 a?os, Madrid) acud¨ªa el pasado viernes 10 de marzo como invitado al programa D¨¦jate querer, un nuevo espacio en la parrilla de Telecinco presentado por la humorista Paz Padilla. All¨ª, el vocalista de las Nancys Rubias hizo una reflexi¨®n sobre la libertad de expresi¨®n en Espa?a: ¡°Durante mucho tiempo, yo o¨ªa que hab¨ªamos pasado por una dictadura en la que no se nos dejaba mostrarnos tal y como ¨¦ramos. En la que hab¨ªa prejuicios. Por llevar el pelo largo te pod¨ªan meter en la c¨¢rcel¡±, dijo Vaquerizo, que al ser interrogado por la presentadora sobre si consideraba que ¡°hab¨ªamos retrocedido¡± como sociedad, revel¨®; ¡°Ah¨ª quer¨ªa llegar. Vengo de una familia que ha vivido la dictadura y yo, ahora, me siento identificado con mis abuelos. No puedes decir lo que piensas. Aparentemente, hab¨ªamos avanzado¡±.
Estos y otros de los comentarios de Mario Vaquerizo en la entrevista ¡ªse defini¨® como ¡°pol¨ªticamente incorrecto¡±, dijo que hab¨ªa ca¨ªdo en m¨¢s de una ocasi¨®n en ¡°la autocensura¡± para ¡°no tener que estar dando explicaciones¡± e incluso encar¨® el tema de su pol¨¦mica participaci¨®n en el anuncio de la Comunidad de Madrid con un ¡°para m¨ª Madrid est¨¢ exenta de cualquier connotaci¨®n pol¨ªtica, quien lo quiera entender que lo entienda¡±¡ª no han sido del agrado del presentador Jorge Javier V¨¢zquez, quien ha arremetido contra Vaquerizo y su esposa, la cantante Alaska (59 a?os, Ciudad de M¨¦xico), en su ¨²ltima columna para la revista Lecturas, titulada Alaska y Mario, la gran decepci¨®n.
El presentador comienza diciendo que este es uno de los art¨ªculos que m¨¢s le ha costado escribir por ¡°lo que han significado en mi vida los protagonistas¡±, pero que sab¨ªa que tarde o temprano tendr¨ªa que escribirlo, as¨ª que ¡°para qu¨¦ dilatarlo m¨¢s¡±. Ya en el segundo p¨¢rrafo, Jorge Javier V¨¢zquez responde al s¨ªmil de Vaquerizo de vivir en algo parecido a una dictadura: ¡°Vaya. ?Crees que no podemos decir lo que pensamos? Entonces parece que escuchas poco a tu mujer compartiendo micr¨®fono con un ser cuya ¨²nica virtud conocida es vomitar falsedades e imputar falsos delitos con la misma facilidad que se dictan los n¨²meros del euromill¨®n¡±, escribe el periodista, refiri¨¦ndose al espacio dedicado a la cr¨®nica rosa que Alaska mantiene en el programa de Federico Jimenez Losantos en esRadio.
Jorge Javier escribe que participar en un programa que poco tiene que ver con los ideales que Mario Vaquerizo y Alaska, en teor¨ªa, apoyan, no ser¨ªa cuestionable ¡°si no fuera porque la discrepancia la ejercita a trav¨¦s del insulto y la humillaci¨®n¡± y mediante el ¡°silencio c¨®mplice¡± de la gente que le rodea. Jorge Javier a?ade que le duele ver a Alaska ¡°metida en ese c¨ªrculo¡±. Un dolor que, seg¨²n describe, linda con el desencanto: ¡°Mario, quiz¨¢s la gente est¨¦ empezando a arrugar el morro ante algunas de tus ¨²ltimas salidas de patas de banco. Porque, quiz¨¢s, esta gente que llevamos jale¨¢ndote incondicionalmente desde hace la tira de a?os, estamos hartos de que compadrees de una manera tan descarada con representantes de un partido que se opone a la consecuci¨®n de derechos y libertades que tengan que ver con las mujeres y el colectivo LGTBI+: aborto, matrimonio, trans¡±.
Seguidamente, el presentador pasa a hablar sobre la incoherencia de la participaci¨®n de Mario Vaquerizo en el anuncio para promocionar la Comunidad de Madrid y sobre el encuentro de este con la presidenta, Isabel D¨ªaz Ayuso, en Fitur: ¡°Me duele en el alma verte comi¨¦ndote a besos con una se?ora que manifest¨® en los micr¨®fonos donde colabora Alaska que era una pesadez que la semana del Orgullo durara todo un mes¡±, escribe el presentador, alegando que gran parte de los fans que tienen Alaska y Mario pertenecen al colectivo LGTBI+. ¡°Una se?ora que hace bromas de dudoso gusto sobre la ley trans, que es lo mismo que decir que se est¨¢ riendo en toda la cara de las coristas que ha llevado Fangoria en sus giras. Una se?ora que califica el aborto de asesinato, una se?ora a la que le gustas porque est¨¢s casado con una mujer, pero que ser¨ªa poco probable que te hubiera contratado para promocionar la comunidad que preside si fueras gay¡±. Jorge Javier escribe tajante: ¡°No se puede estar a todo¡± ni ¡°abrazando a unas personas que desprecian a los que se sienten como yo¡±. Asegura que es precisamente D¨ªaz Ayuso y las personas de su partido (el PP) quienes permiten que Espa?a ¡°est¨¦ a punto de parecerse a una dictadura¡±.
¡°Me he quedado sin argumentos para defenderte, de la misma manera que ya no encuentro motivo al que agarrarme para entender que Alaska trabaje con uno de los mayores propagadores del odio de este pa¨ªs¡±, escribe Jorge Javier. ¡°En estos tiempos, vendernos la idea de que estar en esa trinchera tambi¨¦n es practicar la libertad de pensamiento es un ejercicio de equilibrismo abocado al fracaso. Esta Alaska no tiene nada que ver con la Alaska que yo am¨¦¡±. El presentador reconoce que sabe que el hecho de escribir esta columna provocar¨¢ que ¡°el mayor contaminador ac¨²stico de este pa¨ªs¡± le dedique ¡°una semana fant¨¢stica¡±, pero que el no escribirla le har¨ªa caer en el mismo error que, seg¨²n Mario Vaquerizo, se est¨¢ cayendo ¨²ltimamente: ¡°La autocensura¡±.
Termina diciendo que, por mucho que le guste la etiqueta, Mario Vaquerizo no es ¡°pol¨ªticamente incorrecto¡±: ¡°Nunca lo has sido, pero cada vez que pronunciabas esas palabras tus seguidores nos pon¨ªamos de perfil para no tener que profundizar en el asunto y acabar peleados con tus detractores¡±. Y recuerda que se acercan elecciones: ¡°Pod¨¦is votar a quien os d¨¦ la gana, faltar¨ªa m¨¢s. Pero piensa tambi¨¦n que la libertad est¨¢ muy bien cuando la pueden ejercer todos. Y mucha de esa gente a la que abrazas parece no tener muy claro ese concepto ni hartos de ca?as¡±.
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