Un anillo de la NBA, una subasta y una inmensa fortuna: la guerra de los Bryant contin¨²a cuatro a?os despu¨¦s de la muerte de Kobe
Pamela y Joe Bryant, distanciados de su hijo desde que se cas¨® con Vanessa Bryant, han sacado a la venta por apenas 30.000 d¨®lares el anillo de campe¨®n que el jugador de baloncesto gan¨® y les regal¨® en el a?o 2000. El deportista, fallecido en 2020, ya les impidi¨® vender su ¡®memorabilia¡¯ hace 11 a?os
La temporada de los Lakers en el a?o 2000 fue brillante. Un jovenc¨ªsimo Kobe Bryant, de 21 a?os, se convert¨ªa en incuestionable estrella mientras Shaquille O¡¯Neal anotaba puntos sin parar, logrando que el equipo se alzara como el mejor de la temporada, logrando el famoso anillo de campeones. El pipiolo Bryant le regal¨® la joya, en oro y diamantes, a su orgulloso padre, Joe Bryant, que hab¨ªa sido tambi...
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La temporada de los Lakers en el a?o 2000 fue brillante. Un jovenc¨ªsimo Kobe Bryant, de 21 a?os, se convert¨ªa en incuestionable estrella mientras Shaquille O¡¯Neal anotaba puntos sin parar, logrando que el equipo se alzara como el mejor de la temporada, logrando el famoso anillo de campeones. El pipiolo Bryant le regal¨® la joya, en oro y diamantes, a su orgulloso padre, Joe Bryant, que hab¨ªa sido tambi¨¦n jugador de la NBA pero que nunca lleg¨® a alcanzar los logros de su hijo. Hoy aquella imagen parece casi irreal, borrada por el tiempo y sus vicisitudes. Un cuarto de siglo despu¨¦s, el mundo es otro. Kobe se cas¨®, tuvo cuatro hijas. Los Bryant se distanciaron. Nunca volvieron a ser aquella pi?a. Kobe muri¨® hace cuatro a?os, con solo 41. Y ahora, para sorpresa de muchos, se ha sabido que Joe y Pam, los padres del deportista, venden aquel anillo. Lo han sacado a subasta por apenas 30.000 d¨®lares, aunque con una docena de pujas casi alcanza los 100.000. Lo m¨¢s sorprendente, o grave, o peculiar de la historia, es que ya hab¨ªan intentado lucrarse antes con las pertenencias de Kobe, pero su hijo les fren¨®.
Cuando Kobe Bryant falleci¨® en un accidente de helic¨®ptero en Los ?ngeles ¡ªen el que tambi¨¦n pereci¨® su segunda hija, Gianna, de 13 a?os¡ª dej¨® un legado social, cultural y deportivo, pero tambi¨¦n econ¨®mico. Adem¨¢s de gran deportista fue un intuitivo inversor que logr¨® amasar una fortuna estimada en unos 600 millones de d¨®lares, seg¨²n Forbes. Sin embargo, no parece que sus padres, ni tampoco sus hermanas, hayan visto un solo d¨®lar de todo ello. No pasan necesidades, pero tampoco tienen acceso a los r¨¦ditos del jugador. Quien administra su legado es su viuda, Vanessa, que gestiona todo con miras a sus tres hijas: Natalia, Bianka y Capri. Y, hasta donde se sabe y desde hace a?os, ella no tiene relaci¨®n con los Bryant. Como tampoco la tuvo durante a?os el propio Kobe.
Durante su infancia, el chico vivi¨® a la sombra del padre, un profesional del baloncesto reconvertido en entrenador y frustrado por el escaso recorrido de su carrera (para los a?os setenta y ochenta, cuando jug¨®, era un tipo demasiado alto, grandote, y no encajaba en las posiciones defensivas que entonces le marcaban). Por su trabajo, Joe Bryant vivi¨® con su familia en Italia y Filadelfia (EE UU). Pero en cuanto vieron que el chico ten¨ªa oportunidades reales de seguir la senda paterna e incluso de superarla, se mudaron a Los ?ngeles, donde olieron las posibilidades de una carrera deportiva y tambi¨¦n comercial. Era mediados de los noventa, Kobe era apenas un adolescente y sus padres le guiaban. En una entrevista de 1996 con Jay Leno, con Joe y Pam entre el p¨²blico, el presentador bromeaba con aquel chaval de 17 a?os de 198 cent¨ªmetros vestido de traje y corbata: ¡°Ya no tendr¨¢s que cortar m¨¢s el c¨¦sped¡±. ?l respond¨ªa: ¡°Lo bueno es que ahora les doy una paga a mis padres¡±.
Una broma solo a medias. Durante a?os les pag¨® casas, coches de lujo, gastos y tambi¨¦n caprichos. Bryant siempre fue muy generoso con aquellos a quienes quiso. Cuando poco despu¨¦s conoci¨® a Vanessa Urbieta Cornejo (o Vanessa Laine, puesto que se hab¨ªa cambiado el apellido por el del nuevo marido de su madre despu¨¦s de que su padre huyera a M¨¦xico sin mirar atr¨¢s), llenaba el instituto en el que estudiaba la muchacha de inmensos ramos de flores, y ella acaparaba tanto la atenci¨®n cuando ¨¦l iba a recogerla en sus Mercedes que tuvo que terminar el ¨²ltimo curso en casa. Fue precisamente su romance con Vanessa lo que distanci¨® a Kobe de sus padres. A ellos no les gust¨® su relaci¨®n ni su rapidez: se conocieron grabando un videoclip ¡ªaquella vez en la que Bryant quiso ser rapero¡ª en 1999, cuando ella ten¨ªa 17 a?os y ¨¦l 20, y en el 18? cumplea?os de la joven, en mayo de 2000, anunciaron su compromiso para casarse en abril de 2001. Tampoco les gust¨® a los Bryant que su hijo no escogiera a una chica afroamericana, sino latina. Doce invitados atendieron el enlace. Joe y Pam Bryant no estaban entre ellos.
A partir de ah¨ª llegaron los desencuentros, tambi¨¦n p¨²blicamente. Vanessa Bryant empez¨® a llevar junto a su marido las riendas de su casa, sus finanzas y sus decisiones profesionales y personales. Y los padres del jugador fueron perdiendo poder. En un documental de 2015, el atleta reconoc¨ªa que para ¨¦l result¨® ¡°muy distinto tener a alguien tan cercano, despu¨¦s de estar acostumbrado a una crianza en aislamiento¡±, y que con su esposa hab¨ªa encontrado a alguien compatible, que ve¨ªa el mundo de su misma manera.
Los problemas solo empeoraron. En 2002 Bryant ya era una estrella de tal calibre que su n¨²mero se retir¨® en homenaje. En ese acto estuvieron sus padres, pero sentados en una zona distinta de Vanessa. En 2003, en un importante partido de play-offs, su madre le pidi¨® que dejara una entrada en taquilla a nombre de su padre, cosa que ¨¦l hizo... sin que Joe apareciera. ¡°Sab¨ªa que no vendr¨ªa a verme. Nunca lo hace¡±, declaraba entonces a Los ?ngeles Times, donde lleg¨® a decir que ese distanciamiento era ¡°algo del todo natural¡±: ¡°Estoy seguro de que es duro para cualquier padre cuando sus hijos crecen y caminan solos¡±. Pero por entonces Joe todav¨ªa no hab¨ªa visitado la nueva casa de Kobe, ni hab¨ªa conocido a su primog¨¦nita, Natalia, nacida en enero de ese a?o.
¡°No es sobre baloncesto¡±, reflexionaba entonces el escolta acerca de la relaci¨®n perdida con su padre. ¡±Es sobre tener a alguien con quien ir a un partido. Es sobre tener a alguien con quien salir un rato. Eso es lo que echo de menos¡±. En esa misma charla, el padre aseguraba que cuando su hijo tom¨® la decisi¨®n de estar con Vanessa, su esposa y ¨¦l decidieron ¡°que era el momento de dar un paso atr¨¢s, eso es todo¡±: ¡°Es su vida. No tenemos nada que hacer. Nuestro trabajo est¨¢ hecho¡±. ¡°Cuando pasen 20 a?os, cuando sus propios hijos crezcan, entender¨¢ lo que he hecho¡±, argumentaba. Un par de a?os despu¨¦s, cuando Joe empez¨® a entrenar a Los Angeles Sparks, equipo de baloncesto femenino de la ciudad, se produjo un acercamiento. En 2010 los Lakers de Bryant y Gasol ganaron el campeonato y Joe y Pam volvieron a estar en las gradas (aunque entonces se coment¨® que no era Kobe quien les hab¨ªa invitado, sino un aficionado).
Pero todo se volvi¨® a tocer. El golpe m¨¢s doloroso lleg¨® en 2013. Entonces los padres del jugador sacaron a subasta varios de los objetos personales de su hijo, entre ellos dos uniformes escolares y ese mismo anillo de 2000 que tratan de vender ahora, un cuarto de siglo despu¨¦s. El enfado de Bryant fue tan monumental que incluso mostr¨® su furia en Twitter, ahora X. ¡°Cuando das, das y das, y ellos cogen, cogen y cogen... ?en qu¨¦ punto marcas una l¨ªnea sobre la arena?¡±, escrib¨ªa en la red social, junto a etiquetas donde se le¨ªa ¡°herido m¨¢s all¨¢ de toda medida¡±, ¡°nadie me advirti¨®¡± y ¡°?amor?¡±. Por eso decidi¨® demandar a Goldin, la casa de subastas, pero esta denunci¨® de vuelta, afirmando que Pam era la due?a de aquellos objetos y que ya le hab¨ªan dado por ellos 450.000 d¨®lares para pagar una casa que ella y Joe se iban a comprar en Las Vegas. Finalmente las partes llegaron a un acuerdo y vendieron solo seis objetos para llegar al medio mill¨®n de d¨®lares, algo m¨¢s de lo adelantado por Goldin. Los padres de Kobe lanzaron un comunicado donde afirmaban ¡°lamentar¡± sus acciones: ¡°Pedimos disculpas por cualquier malentendido y entendemos en dolor que podemos haber causado a nuestro hijo. Apreciamos el apoyo financiero que nos ha prestado en estos a?os¡±. Pero el hilo se hab¨ªa roto para siempre.
Joe y Pamela no estuvieron presentes en la retirada de Kobe, en abril de 2016. Para entonces ya llevaban tres a?os sin hablarse. En una entrevista con el medio deportivo ESPN ese a?o, el jugador reconoc¨ªa, dolido, que todo era muy dif¨ªcil con ellos: ¡°Nuestra relaci¨®n es una mierda. Les digo: ¡®Voy a compraros una casa estupenda¡¯. ?Y la respuesta es: ¡®No es suficiente¡¯? ?Y entonces vend¨¦is mis mierdas?¡±. Tambi¨¦n hablaba de sus hermanas, Sharia y Shaya. ¡°Son muy listas, han estudiado. Estoy orgulloso de ellas, han conseguido sus trabajos, sus vidas, han sido capaces de cuidar de ellas mismas. Ahora tienen un sentido m¨¢s propio de s¨ª mismas, de qui¨¦nes son como personas, en vez de estar resentidas porque depend¨ªan de m¨ª¡±, explicaba Bryant, dejando caer, de nuevo, que el dinero hab¨ªa sido un punto de inflexi¨®n en sus relaciones familiares. ¡°Para m¨ª fue duro, pero es algo que hay que hacer, algo con lo que tienes que ser muy fuerte¡±, zanjaba.
Poco antes de su muerte, otros dos sucesos agrandaron la distancia en la familia. En 2018, sus padres no acudir¨ªan tampoco a verle ganar el Oscar al mejor corto de animaci¨®n por Dear Basketball. Con ¨¦l estuvo Vanessa, muy lejos de aquella adolescente a la que llev¨® a Disneylandia en su primera cita, y ya convertida en una de las mujeres m¨¢s poderosas de Los ?ngeles. Y en 2019 los Bryant volvieron a las andadas: Pam sac¨® a subasta ese anillo de campeones del a?o 2000, uno que Kobe encarg¨® entonces para ella. Sali¨® a la venta por 20.000 d¨®lares (su precio, por el oro y las piedras, estar¨ªa entre los 50.000 y los 150.000 d¨®lares) y lo vendi¨® por 206.000.
Ahora la historia vuelve a repetirse. El anillo de Bryant que le regal¨® a su padre ha salido a la venta en Goldin por apenas 33.000 d¨®lares. La p¨¢gina de subastas explica que pesa 60 gramos, est¨¢ hecho en oro de 14 kilates, con 40 diamantes y en la talla de Kobe, con varias palabras grabadas, como Lakers, Bryant y los n¨²meros 8 y 2000. ¡°Obtenido directamente de la familia Bryant, este anillo es ¨²nico en su especie, y podemos confirmar que es el ¨²nico que le dio Kobe a su padre. Viene con un certificado de autenticidad de Pam Bryant¡±, alega la web de la casa de subastas. Se espera que su precio final supere el del vendido en 2019. Lo que se desconocen son los motivos de la venta: ?necesidad de dinero por parte de los Bryant? ?Venganza p¨²blica contra Vanessa? ?Una manera de seguir en la palestra? Por parte de los seguidores del fallecido jugador les han llovido las cr¨ªticas. Algunos incluso animan a Vanessa a participar en la subasta, hacerse con la joya y ponerla a buen recaudo. El 30 de marzo se cierra la puja. Ah¨ª se conocer¨¢ el final de este pen¨²ltimo cap¨ªtulo de la guerra de los Bryant.