Paz Padilla, la c¨®mica que arrasa hablando del duelo: ¡°He intentado hacer humor inteligente, pero no puedo¡±
Su primer libro, sobre la muerte de su marido, fue el fen¨®meno editorial de 2021 y vendi¨® m¨¢s de 350.000 ejemplares. Ahora, la humorista vuelve a las librer¨ªas con un homenaje a su madre, Lola, y a todas las mujeres que ¡°tiran p¡¯alante¡±
Cuando Paz Padilla (C¨¢diz, 54 a?os) perdi¨® a su marido a causa de un tumor cerebral, en julio de 2020, se dijo a s¨ª misma: ¡°Tengo que darle sentido a este dolor. Mi Antonio ha muerto, pero yo sigo viva y tengo que seguir¡±. Nueve meses despu¨¦s, la actriz y c¨®mica public¨® El humor de mi vida (HarperCollins), un libro en el que narraba el trabajo personal de aceptaci¨®n que hizo para acompa?ar a su pareja en sus ¨²ltimos d¨ªas. El relato, emotivo pero con tintes humor¨ªsticos, se convirti¨® en el fen¨®meno editorial de 2021 y vendi¨® m¨¢s de 350.000 ejemplares. Le sigui¨® una adaptaci¨®n teatral que ya han visto m¨¢s de 120.000 espectadores. Ahora, Padilla vuelve a las librer¨ªas con Madre! (HarperCollins), un libro sobre las lecciones de vida que aprendi¨® de su madre, do?a Lola, que falleci¨® pocos meses antes que Antonio Juan Vidal.
¡°Siempre digo que del boquete se sale, pero de una fosa no. Ahora el sentido de mi vida es ser una escalera: compartir con los dem¨¢s todo lo que me ha ayudado a salir del boquete. Todo lo que aprendes hay que ense?arlo. No soy una maestra, pero considero que puedo ayudar a otros¡±, explica. Durante la conversaci¨®n, cita a algunos de los maestros que la han ayudado en su proceso de duelo: el neur¨®logo y psiquiatra Boris Cyrulnik, eminencia de la resiliencia; el psiquiatra y divulgador cient¨ªfico Luis Guti¨¦rrez Rojas, y la neurocient¨ªfica Nazareth Castellanos, que estudia la interacci¨®n del cerebro con el coraz¨®n, el intestino y otros ¨®rganos. ¡°Soy un poco friki. Siempre estoy leyendo y yendo a cursos. Pero es que necesito entender c¨®mo funciona mi cerebro y por qu¨¦ soy feliz pese a todo. Perd¨ª a mi padre, a mi madre y a mi marido, pero nunca he dejado de ser feliz. Nunca¡±, asegura.
Padilla viaja por toda Espa?a dando charlas en las que habla de su historia y lo que ha aprendido en estos a?os. Tambi¨¦n se ha convertido en una sensaci¨®n en las redes sociales: tiene casi 2,5 millones de seguidores en Instagram y 36 millones de me gusta en TikTok. A veces llora, pero nunca deja de re¨ªr. ¡°El humor nos permite quitarnos el caparaz¨®n y hablar de lo que nos da miedo. La muerte no vende en esta sociedad. Escondemos el dolor, la miseria, la tristeza¡ Pero a la muerte hay que tenerla siempre muy cerca. No nos ense?an a soltar y eso es lo primero que tenemos que aprender: a soltar, a sufrir. Eso no lo vende la tele. Por eso, cuando doy conferencias sobre la p¨¦rdida, la gente viene a verme. La gente necesita hablar de esto¡±, se?ala.
Pregunta. Su nuevo libro, Madre!, es un homenaje a su madre, pero tambi¨¦n a todas las mujeres. Lo he entendido como una reivindicaci¨®n feminista. ?Lo escribi¨® con esa intenci¨®n?
Respuesta. S¨ª. Mi madre era mi referente y ella, a su vez, ten¨ªa a su madre como referente. Eran mujeres empoderadas, pero nadie les dec¨ªa que lo eran. Ellas lo sab¨ªan, por supuesto, porque siempre tiraban p¡¯alante con todo como fuera. Mi abuela tuvo que salir adelante en la Guerra Civil y mi madre en la posguerra. El escenario puede cambiar, pero siempre somos actrices principales. Todas las mujeres estamos hechas de la misma carne y nos enfrentamos a las mismas situaciones: nos hacemos cargo de la familia, perdemos a nuestros maridos o ellos nos dejan. Mira mi caso: mi abuela, mi madre y yo, tres generaciones que hemos sacado adelante a la familia. Y nunca nos han dicho que somos grandes mujeres.
P. Hace unos a?os el gerente del club de comedia La Chocita del Loro (la sala m¨¢s emblem¨¢tica de la escena monologuista de Madrid) dijo que el nivel de las mujeres ¡°es m¨¢s bajo para hacer humor¡±. ?Las humoristas est¨¢n infravaloradas?
R. Cuando yo empec¨¦, hace 30 a?os, estaba Lina Morgan y poco m¨¢s. Hab¨ªa actrices c¨®micas, pero humoristas que se subieran a un escenario hab¨ªa muy pocas. ?Por qu¨¦? Porque siempre nos han educado a las mujeres para ser pol¨ªticamente correctas. Y para ser humorista tienes que ser transgresora. La sociedad nos sigue diciendo: ¡°Tienes que ser muy mona¡±. Y cuesta romper con eso. Yo he sido humorista en un mundo de hombres. Y siempre digo que tenemos que agradecer a esas mujeres que se tuvieron que adornar con plumas y lentejuelas y que hac¨ªan de vedetes cuando, en realidad, eran humoristas. Pero s¨ª, en este pa¨ªs el ser c¨®mica ha estado muy mal visto. Un d¨ªa un se?or me dijo: ¡°?Tu madre qu¨¦ opina de que te dediques a esto?¡±. Como si me dedicara a la vida alegre. No s¨¦ si estamos a la altura o no, pero cuantas m¨¢s seamos, mejor. Hay cabida para todas y para todos los tipos de humor. Yo, por ejemplo, he intentado hacer humor inteligente, pero no puedo. Te prometo que lo he intentado (risas).
P. Ahora hay toda una nueva generaci¨®n de mujeres que triunfa haciendo humor inteligente en salas de teatro, podcasts y YouTube.
R. La tristeza y el dolor son universales, pero en lo que respecta al humor cada uno tiene el suyo. Cada uno conecta con su p¨²blico. El m¨ªo es un humor de sal gorda, que llega a la mayor¨ªa. Lo importante es hacer re¨ªr porque la risa te abstrae del dolor y la tristeza, te hace liberar endorfina, la hormona de la felicidad, y eso te ayuda a salir del pozo.
P. En su libro cuenta c¨®mo pas¨® por un doble duelo: la muerte de su madre y poco despu¨¦s la de su marido. ?Qu¨¦ cosas la ayudaron a salir del pozo?
R. Cuando muri¨® mi marido, acababa de pasar lo de mi madre. Ya conoc¨ªa el proceso y sus etapas: la rabia, la negaci¨®n, la excitaci¨®n y la euforia¡ Cuando conoces el desierto que tienes que cruzar, entiendes mejor lo que vas a sentir. Te entiendes y entonces no te castigas, lo vives de manera m¨¢s tranquila y sosegada.
P. El duelo pasa, ?pero la sensaci¨®n de orfandad o viudez queda?
R. Las palabras tienen mucho peso y pueden hundirte. Viuda o hu¨¦rfano son palabras feas. No quiero pensar que soy viuda o hu¨¦rfana porque para m¨ª eso implicar¨ªa que no puedo rehacer mi vida, que no puedo volver a enamorarme o que no puedo volver a sentir. Yo acompa?¨¦ a mi marido en el proceso de vivir y de morir, y lo mismo con mi madre. Siempre los voy a recordar con alegr¨ªa. Como luches por olvidar, est¨¢s condenado. Hay que recordar con amor y agradecimiento.
P. Su primer libro vendi¨® m¨¢s de 350.000 ejemplares. El respaldo del p¨²blico es incuestionable. ?Se ha sentido igual de respaldada por el sector literario?
R. Un d¨ªa una periodista que escribe libros me dijo: ¡°?C¨®mo es que tu libro se vende tanto? ?Hay que ver!¡±. Lo dijo con un desprecio que me doli¨®. No porque me insultara a m¨ª, sino porque insultaba a mis lectores. Le respond¨ª: ¡°?Por qu¨¦ no escribes algo que la gente necesite o quiera leer?¡±. No pretendo ser escritora y no escrib¨ª ese libro para tener un reconocimiento o un premio. Aunque te reconozco algo: cuando los Reyes me invitaron al almuerzo del Premio Cervantes en el Palacio Real, mir¨¦ al cielo y pens¨¦: ¡°Qu¨¦ regalo m¨¢s bonito¡±.
P. En su libro habla de su etapa como presentadora de S¨¢lvame, pero no menciona al programa por su nombre. ?Es una herida abierta?
R. Hay de todo. Aprendizaje, amor, compa?erismo, tristeza, dolor, duelo¡
P. ?Volver¨ªa a presentar un programa como S¨¢lvame?
R. Yo creo que no. Hay sitios en los que ya no quiero estar. No soy reina del conflicto.
P. Pero acaba de volver a las tardes de Telecinco. ?Le ha costado dar ese paso?
R. No, porque vuelvo con la idea de hacer humor. Quiero ofrecer lo mejor de m¨ª. Quiero estar donde haya humor y amor.
P. A su madre le gustaba mucho hablar de sexo. ?C¨®mo es el sexo despu¨¦s de los 50?
R. Pues mira, chungo. Ah¨ª est¨¢ la bajada de estr¨®geno. Preg¨²ntale a cualquier mujer menop¨¢usica. Tenemos que visibilizar a las mujeres de m¨¢s de 50. Existe la arruga, existe la sequedad vaginal, existe la falta de libido¡ En mi libro reivindico eso: a la mujer vieja. Mi madre se qued¨® embarazada de mi hermano peque?o con casi 50 a?os y pas¨® verg¨¹enza. La sociedad le dec¨ªa: ¡°A esa edad no deber¨ªas seguir teniendo deseo o placer¡±. Yo no quiero sentir verg¨¹enza del sexo ni de nada.
P. Una vez su madre le dijo: ¡°T¨² no necesitas un hombre ni pa¡¯correrte¡±. ?Ten¨ªa raz¨®n?
R. Siempre, y se lo digo a mi hija, Anna [Anna Ferrer, una popular influencer]. No necesitamos la validaci¨®n de un hombre ni de nadie.
P. Su hija acaba de independizarse. ?Siente el s¨ªndrome del nido vac¨ªo?
R. No. Yo no he criado un ¨¢guila para que viva en un corral. La he criado para que pueda volar.
P. Antes de morir, su madre le dijo: ¡°No te quea na¡±. ?Qu¨¦ le queda?
R. Me queda seguir soltando. Quiero quedarme solo con la piel. Y hacer un musical sobre Madre! Hay que poner alegr¨ªa a la vida.
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