Boris Cyrulnik: ¡°La adaptaci¨®n no tiene por qu¨¦ ser un signo de salud sino una forma de patolog¨ªa¡±
El neuropsiquiatra franc¨¦s se sorprende por el estallido de otra guerra en Europa y avisa de las amenazas de la inteligencia artificial
El neuropsiquiatra Boris Cyrulnik (Burdeos, Francia) va camino de cumplir 86 a?os con la mirada puesta en los cambios que est¨¢n marcando la ¨¦poca actual. El pensador franc¨¦s, experto psicoanalista y criado durante el nazismo, ha pasado por Valladolid por la celebraci¨®n del II Foro de la Cultura en la ciudad, que ha contado con protagonistas diversos para reflexionar sobre el estado de las sociedades. Cyrulnik atiende a EL PA?S en el teatro Calder¨®n poco despu¨¦s de su ponencia, en la que ha mostrado su sorpresa por vivir una nueva guerra en Europa pese a creer que jam¨¢s se reeditar¨ªa ese horror y ha alertado sobre el odio y los totalitarismos. El intelectual se expresa con calma, tintes de humor y pesimismo respecto a un futuro que considera complicado y con desaf¨ªos inauditos.
Pregunta. ?Considera que las entrevistas sirven para explicar algo tan complejo como la neurociencia, el cerebro o las sociedades?
Respuesta. Los periodistas sois los intermediarios, si solo habl¨¢ramos entre nosotros el mensaje quedar¨ªa en un c¨ªrculo cerrado. Como dicen los italianos, ¡°traducci¨®n es igual a traici¨®n¡±, los periodistas muchas veces mejoran las entrevistas, ellos transforman y mejoran mucho el discurso. Me sent¨ª traicionado cuando en el hurac¨¢n Katrina de Nueva Orleans (ocurrido en Estados Unidos y que caus¨® cientos de muertes en 2005), no se inform¨® de que murieron muchos m¨¢s negros que blancos, porque los negros eran pobres y viv¨ªan mucho m¨¢s cerca del r¨ªo Misisipi, que subi¨® mucho las aguas. No dijeron que los blancos eran m¨¢s ricos y viv¨ªan en lo alto de la ciudad.
P. ?Debemos sentirnos las personas culpables por no entendernos a veces a nosotras mismas? ?Cu¨¢ndo fue la primera vez que no se entendi¨®?
R. Nos comprendemos muy, muy poquito. Muchas decisiones nos sorprenden porque no sabemos por qu¨¦ las hemos tomado. La decisi¨®n m¨¢s neur¨®tica del ser humano es la del oficio, el trabajo, y la del c¨®nyuge. El resto de la vida nos preguntamos por qu¨¦. Hace muchos a?os tuve un paciente, un joven militar al que le hab¨ªan roto la nariz sus compa?eros de clase [gesticula y se la se?ala mientras explica la historia]. Se la arregl¨¦ enseguida y volvi¨® al Ej¨¦rcito, al servicio militar, si no se la hubiese arreglado habr¨ªa ganado un a?o de su vida y medit¨¦ si hab¨ªa hecho bien.
P. Hace dos a?os le estar¨ªa haciendo esta entrevista con mascarilla; hace tres, por tel¨¦fono. Casi ni nos acordamos de la pandemia. ?Tanta es nuestra capacidad de adaptaci¨®n?
R. Nos adaptamos sorprendentemente muy f¨¢cil, la gente mayor se adapta a la muerte inminente. La adaptaci¨®n no tiene por qu¨¦ ser un signo de salud sino una forma de patolog¨ªa. Un preso que est¨¢ en la c¨¢rcel, aislado, da vueltas y vueltas en la celda, habla solo porque oye voces o tiene alucinaciones. En su cabeza oyen voces, se han adaptado al espacio y tienen alucinaciones auditivas porque se sienten menos solos, es la patolog¨ªa lo que les permite adaptarse.
P. ?Hasta qu¨¦ punto pueden las personas huir del dolor?
R. El dolor tiene una parte neurol¨®gica y una encef¨¢lica, esta depende de la relaci¨®n en la que se encuentre. Si estamos en un entorno seguro, el dolor ser¨¢ menos fuerte, pero si es inseguro, se har¨¢ m¨¢s intenso y llegar¨¢ a nuestro cerebro. Cuando la estimulaci¨®n encef¨¢lica es muy fuerte, consigues disminuir la estimulaci¨®n f¨ªsica. Cuando una mujer da a luz, si le pides que ponga de cero a 10 su dolor justo despu¨¦s del parto, dir¨ªa que siete. Si se lo preguntas cuando est¨¢ ya con su familia, rodeada de su entorno, al estar en un entorno de seguridad, responder¨¢ que tres o cuatro. Esa capacidad se puede entrenar. En mi zona hay soldados y se les entrena con el dolor. Se les sobreestimula y todo eso repercute en su dolor f¨ªsico y se les prepara para que sientan menos dolor.
Cuando vi que Putin invad¨ªa Ucrania sent¨ª estupor, cuando veo los cad¨¢veres recuerdo mi ¨¦poca de la guerra
P. ?Conoce algo m¨¢s complejo que el cerebro humano?
R. Otro cerebro [r¨ªe]. M¨¢s complejo que un cerebro son dos cerebros. Es una pregunta muy interesante, un cerebro es uno y necesita otro cerebro para estimularse, si no, no sirve para nada. Las sanguijuelas tienen 20.000 neuronas, que es nada, nosotros tenemos miles y miles de neuronas. Un p¨¢jaro no tiene mucho c¨®rtex, un rat¨®n un poco m¨¢s, en un perro o un gato, hay un l¨®bulo prefrontal, en un mono, un 25% de l¨®bulo prefrontal y en una persona, un 30% m¨¢s la palabra. El 100% ser¨ªan varios cerebros, ah¨ª est¨¢ el poder de la palabra.
P. ?Qu¨¦ siente al ver de nuevo una guerra en Europa?
R. Una gran tristeza. Estaba convencido de que jam¨¢s ocurrir¨ªa. Viv¨ª la II Guerra Mundial y la Guerra de Argelia y pens¨¦ que lo hab¨ªamos comprendido. Los esfuerzos sociales y de comunicaci¨®n no han servido para nada, es una enorme tristeza. Cuando vi que Putin invad¨ªa Ucrania, sent¨ª estupor, cuando veo los cad¨¢veres, recuerdo mi ¨¦poca de la guerra, con fardos de paja en los caminos que me recordaban cuando en Francia intent¨¢bamos cruzar las fronteras. Fue un retorno a la angustia.
P. ?Es hip¨®crita escandalizarse con la guerra de Ucrania y no tanto con las de Yemen o Siria?
R. Tiene raz¨®n, es una pregunta c¨ªnica pero real. Es la empat¨ªa. Si a los cercanos a m¨ª les pasa algo, me conmueve porque me toca. Si nos dicen ahora que durante esta entrevista han muerto 10.000 chinos, no nos provoca nada. No es hipocres¨ªa, sino la regla de la empat¨ªa.
Los j¨®venes nunca se han desarrollado tan bien como ahora en lo intelectual
P. ?C¨®mo les explicar¨ªa a las nuevas generaciones europeas que hace menos de 100 a?os se persegu¨ªa a millones de personas por su religi¨®n o ideolog¨ªa?
R. Es el problema del totalitarismo. Para hacer la guerra hay que decir una sola verdad. Si intentamos entender al adversario, se pierde la guerra. La guerra es un excelente medio para elegir democr¨¢ticamente a un dictador y luego tardamos una o dos generaciones en liberarnos de ellos.
P. ?Entiende a los j¨®venes?
R. ?Me da miedo entenderlos! Hay un fen¨®meno de que los j¨®venes abandonan cada vez m¨¢s. Como hay una mejora t¨¦cnica y social, el trabajo no conlleva la mejora que antes significaba. Para la juventud, el trabajo es la manera de florecer, de que su personalidad se expanda y salga a la luz. Antes, para nosotros, el trabajo era supervivencia y acept¨¢bamos cualquier tipo de trabajo. Hay un abandono social y afectivo, el abandono social llega porque si el trabajo no gusta, lo abandonan, y si lo afectivo no funciona se separa y ya est¨¢.
Actualmente, un joven piensa que tendr¨¢ tres o cuatro tipos de trabajo y tres o cuatro parejas. Los ni?os pueden sentirse bien as¨ª, pero no los padres, que acaban eligiendo a un dictador. Los j¨®venes nunca se han desarrollado tan bien como ahora en lo intelectual, son m¨¢s brillantes en la exploraci¨®n del mundo, de viajar, eso les hace desarrollar mucho mejor su personalidad y que la sociedad sea cada vez m¨¢s fr¨¢gil. Antes se trabajaba lo social mediante el sacrificio, las mujeres se sacrificaban para cuidar del marido y de los hijos, los hombres se sacrificaban para la guerra o el trabajo en las minas durante 15 horas, por ejemplo. Los j¨®venes, al estar mejor preparados, lo rechazan.
P. ?Puede ser frustrante para los j¨®venes haberse preparado duramente, pero que el mercado laboral no los encaje?
R. El trabajo est¨¢ robotizado. Dentro de unos a?os, la inteligencia artificial har¨¢ el trabajo robotizado, estamos viendo que hay j¨®venes con muchos diplomas que vuelven a la agricultura, a ser campesinos porque el trabajo est¨¢ robotizado.
P. ?Puede ser peligrosa la inteligencia artificial y la robotizaci¨®n?
R. Respuesta sencilla: m¨¢s de lo que creemos. Cuando apareci¨® Internet, recuerdo que habl¨¦ con los partidarios, que dec¨ªan que no habr¨ªa efectos secundarios y hoy vemos que hay muchos, para los adultos y sobre todo para los ni?os. En inteligencia artificial se empiezan a ver efectos secundarios como en el plagio, seguramente uno de ellos sea la descalificaci¨®n de los ex¨¢menes. Habr¨¢ que encontrar otro sistema para seleccionar a los j¨®venes. Tambi¨¦n para la escritura de cartas an¨®nimas, las amenazas¡ [r¨ªe].
Dentro de dos meses voy a cumplir 86 [a?os], me quedan muchos todav¨ªa para jubilarme de reflexionar
P. ?La ciencia ficci¨®n de Isaac Asimov se ha superado?
R. Estamos mucho m¨¢s lejos. Somos capaces de mezclar genes humanos y animales, Internet es mucho m¨¢s de lo que pens¨® Asimov, est¨¢ muy sobrepasado.
P. ?Ve factible, con este contexto, que se repitan grandes movilizaciones sociales como las que trajeron cambios en ¨¦pocas pasadas?
R. Los sindicatos tuvieron un papel muy importante en el siglo XIX y XX porque muchos hombres y mujeres habr¨ªan sido sacrificados. Hoy vemos que representan a menos personas y ponen en marcha movimientos sociales. Hay diputados en Francia que ridiculizan la democracia, esta arma fue muy ¨²til en los siglos anteriores, pero no s¨¦ si ahora lo ser¨¢. Los pol¨ªticos toman decisiones sin tener en cuenta estos movimientos.
P. Tiene 85 a?os. ?A qu¨¦ edad se jubila uno de reflexionar?
R. A los 120 a?os, despu¨¦s es m¨¢s complicado. Dentro de dos meses voy a cumplir 86, me quedan muchos todav¨ªa para jubilarme de reflexionar.
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