Maxwell Alexandre: ¡°No soy relevante por ser negro. Es que mi obra es excelente¡±

La primera vez que el artista brasile?o Maxwell Alexandre (R¨ªo de Janeiro, 32 a?os) exhibi¨® su obra fue dentro de una exposici¨®n colectiva, en una galer¨ªa abierta a quien quisiera usarla. No hab¨ªa comisarios ni reglas: solo espacio. Y en espacio pens¨® ¨¦l. ¡°Si juntaba cuatro piezas de papel, me sal¨ªa un m¨®dulo que ocupaba la pared entera del estudio que ten¨ªa entonces en la Rocinha [su favela natal y, con 69.000 habitantes, la mayor del pa¨ªs]. Junt¨¦ cuatro m¨®dulos, o sea, cuatro veces la pared de mi estudio, y me plant¨¦ en la galer¨ªa con una obra de tres metros¡±, rememora hoy el pintor. ¡°Mi ambici¨®n era ocupar el m¨¢ximo tama?o posible [en la la sede flumiense de Fortes d¡¯Aloia & Gabriel]. Lo ¨²nico que ped¨ªan era que llegases a tiempo con tu trabajo ya listo¡±.

Han pasado casi diez a?os. Ha cambiado todo. De reci¨¦n graduado en Dise?o por la Universidad Pontificia de R¨ªo, Alexandre ha pasado a ser la gran revelaci¨®n del arte brasile?o. Ha sido objeto de exposiciones individuales en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Lyon, en el Palais de Tokyo de Par¨ªs, la David Zwirner de Londres y, actualmente, en The Shed, Nueva York. Hay que hacer no poca memoria para dar con un artista de su pa¨ªs con una proyecci¨®n internacional tan mete¨®rica.

Tambi¨¦n es cierto que no ha cambiado nada. Alexandre, hoy todo un toro de hombros cicl¨®peos cubiertos de rastas, sigue dibujando sobre pardo, papel de embalaje, el m¨¢s com¨²n que se puede encontrar en la Rocinha. A¨²n mantiene la actitud retadora de un joven Kanye West y el deseo, tan afrobrasileiro, tan de ahora, de acopiar cuanto espacio tenga por delante porque nadie se lo va a ceder por las buenas. Y a¨²n est¨¢ rodeado de espectaculares obras de tres metros de alto.

Su primera exposici¨®n en Espa?a, Nuevo Poder: Pasabilidad, inaugurada el 2 de febrero en La Casa Encendida (Madrid), sumerge al visitante en su mundo. Convierte dos salas del centro en aut¨¦nticos laberintos, cuyas paredes est¨¢n formadas por enormes dibujos sobre papel pardo, pintados en tonos negros, blancos y marrones y evocadores del estadounidense Kerry James Marshall, de personas negras en actitudes casi in¨¦ditas: ¡°Con gestos de victoria, fiesta, vanidad, riqueza, autoestima¡±, afirma el panfleto de la exposici¨®n, organizada junto con el Instituto Inclusartiz. Es algo que este gigante (con perd¨®n) de la figuraci¨®n negra brasile?a ya explor¨® en anteriores series (sobre todo en Papel ¨¦ Pardo), y que es buena parte de su visi¨®n art¨ªstica.

¡°En portugu¨¦s, pardo es un concepto que se refiere al blanqueamiento de la raza negra, su borrado¡±, articula ¨¦l. ¡°Hay una vinculaci¨®n entre ese pardo y la fragilidad del papel pardo, que suele verse m¨¢s en escuelas, o para hacer bocetos en moda o para empaquetar env¨ªos. No puedes usar ¨®leo en ¨¦l, ni pinturas grasas, ni se puede enmarcar. Se va a perder. Esto¡±, aqu¨ª se?ala a los murales que le rodean, ¡°no va a aguantar diez a?os. Pero nunca tuve intenci¨®n de venderlo. S¨ª quer¨ªa contrastar el tama?o de la obra con la fragilidad del papel, la ambici¨®n de tomar todo el espacio posible de las galer¨ªas, pero desde un material que se transparenta, que se mueve cuando pasas a su lado. Quer¨ªa el metalenguaje de una galer¨ªa dentro de una galer¨ªa. Quer¨ªa manipular el tr¨¢nsito por una exposici¨®n¡±.

De esta obra se ha escrito que representa un mundo ut¨®pico por c¨®mo representa a las personas negras (¡°tanto la moda como el arte contempor¨¢neo son plataformas de dignidad, distinci¨®n social, autoestima, bienes escasos para la gente melanizada¡±, concede ¨¦l). Que subraya la poca presencia de personas de color en museos. Pero hay que tener cuidado de hacer mucho caso, delante del artista al menos, a estas propuestas. ¡°Cada vez que pones un pie fuera, tienes que explicar qu¨¦ significa pardo, lo que en cierta manera ya es una p¨¦rdida. Qu¨¦ significar¨¢ pardo aqu¨ª. As¨ª que universal no es¡±, descarta ¨¦l y casi se dir¨ªa que la impaciencia en su mirada se ha acentuado un poco.

¡°Si miras mi obra m¨¢s all¨¢ de los conceptos de raza y sus tensiones, que son m¨¢s espec¨ªficos de la cultura y pol¨ªtica de un pa¨ªs concreto, ver¨¢s unas cuestiones pl¨¢sticas que, creo, est¨¢n muy bien resueltas¡±, a?ade, ahora ya con inconfundible cabreo rapero, cercano a Jay Z casi m¨¢s que a otros artistas triunfales del R¨ªo actual, como Elian de Almeida o Jaime Lauriano. ¡°Me preocupa el concepto pero m¨¢s la calidad. Y s¨¦ que lo que entrego tiene mucha calidad, la misma que grandes artistas europeos o americanos o de otra gran potencia del mundo del arte. Eso es lo universal que tiene. ?Quieres ver cuadros buenos? Vete a ver una exposici¨®n de Maxwell Alexandre¡±.

Sus palabras responden a una vieja reivindicaci¨®n racial: hay gente a la que los ¨¢rboles le impiden ver el bosque y espectadores blancos a los que una piel negra les impide ver el cuadro. ¡°Ayer fui a la exposici¨®n [en la Tate Britain de Londres] de Lynette Yiadom-Boakye, para m¨ª la mejor pintora de todos los tiempos. Imagina si hubiese o¨ªdo un comentario del tipo: ¡®Lynette es realmente es buena, pero hay otros artistas afrodescendientes maravillosos¡¯. Est¨¢s hablando de la mejor artista que hay, ?entiendes? Debemos tratar de extraer esa pol¨ªtica, esa ideolog¨ªa c¨ªnica, de una exposici¨®n que es pl¨¢sticamente excelente¡±.

¡ª?Como la suya, por ejemplo, seg¨²n tantos cr¨ªticos? ?Siente que cuesti¨®n racial obstaculiza la lectura art¨ªstica de su obra?

¡ªS¨ª. Creo que mi relevancia dentro del circuito del arte, sobre todo en el mundo brasile?o, se ha hecho tan grande en tan poco tiempo que se asocia a un sistema de cuotas: ¡®Vale, tiene ese tama?o porque ahora los negros se llevan¡¯. ?Sabes? Cuando en realidad no existe precedente en el mundo del arte a mi carrera, si la comparas con la de cualquier artista blanco. No se puede tener el tama?o que yo tengo, la relevancia que yo tengo, sin una plasticidad tan fuerte como la que tengo. Es una afirmaci¨®n importante: necesito librarme del estigma de ser negro. La gente no puede ir pensando que mi relevancia y mi tama?o vienen de mi negritud. Es que mi obra es excelente.

Si pudieran hablar, es posible que esto fuera lo que dir¨ªan sus personajes, esos negros idealizados tan bien vestidos, tan victoriosos. Con tanta autoestima. Hasta cabe plantearse si ¨¦l no ser¨¢ uno de ellos (y si ¨¦l es consciente de ello o si el toque meta es accidental). Si esos dibujos son, adem¨¢s del despliegue de un talento descomunal y un manifiesto pol¨ªtico de la negritud brasile?a, tambi¨¦n un bonito desenlace a la historia de un chaval de favela bendecido con talento para la imagen. El que quer¨ªa algo m¨¢s que la vida de la Rocinha y se arm¨® de un l¨¢piz. ¡°Mi madre dec¨ªa que el dibujo era el don que Dios me hab¨ªa dado. As¨ª que, de peque?o, dibujaba¡±, cuenta. ¡°Yo hac¨ªa dibujos de A Turma da M?nica [un c¨®mic infantil brasile?o creado por Mauricio da Sousa y de popularidad equivalente a Mafalda para los hispanoparlantes o los Peanuts en EE UU] y los vend¨ªa en el colegio¡±.

¡ª?De d¨®nde cree que le viene la vocaci¨®n art¨ªstica?

¡ªDel miedo a tener una vida com¨²n. Lo siento desde que tengo un m¨ªnimo sentimiento de consciencia.

¡ª?Y qu¨¦ le llev¨® a la pintura?

¡ªEso tiene que ver m¨¢s con el dinero. La pintura da dinero de cojones.