Raza, migraciones y pandemia: obras grandes para grandes temas
Magal¨ª Arriola, directora del Museo Tamayo de M¨¦xico, es la comisaria de la secci¨®n m¨¢s comprometida de Art Basel Miami Beach, que vuelve a la vida dos a?os despu¨¦s


La secci¨®n comisariada por Magal¨ª Arriola en Art Basel Miami Beach contesta por s¨ª sola a la pregunta de por qu¨¦ es necesario ver y tocar el arte en algo m¨¢s all¨¢ que una pantalla, por muy t¨¢ctil que sea. Compuesta por 16 obras de gran formato seleccionadas entre las galer¨ªas y artistas participantes en la mayor cita del sector en Am¨¦rica, celebrada entre este martes y el pr¨®ximo s¨¢bado, la propuesta de esta mexicana rescata la emoci¨®n del espacio, el montaje o las perspectivas, que parecieron cosa del pasado durante el confinamiento. Fue durante aquellos meses en los que los profesionales guardaron en el altillo la maleta con la que viajaban de feria en feria y se lanzaron a las charlas por Zoom y a los Online Viewing Rooms, esas salas de exposici¨®n virtual que brindaron una experiencia vicaria de la belleza y por un momento se antojaron el futuro de un mundo profil¨¢ctico.

Arriola, directora del Museo Tamayo en M¨¦xico, recuerda que sufri¨® un tanto ¡°con la cosa digital¡±. ¡°Yo me volqu¨¦, como todo el mundo, y en muchos casos fue ¨²til¡±, reconoce, ¡°pero al final se me hizo muy dif¨ªcil, ingrato y ¨¢rido contemplar arte de ese modo. Hay muchas cosas que se escapan. Hay algo t¨¢ctil, de escala y de contacto humano que no conviene perder¡±.
Es la segunda vez que se encarga del programa Meridians. La primera, en diciembre de 2019, su trabajo fue recibido como una interesante contribuci¨®n a una tendencia ya consolidada en las ferias de arte internacionales, que en la ¨²ltima d¨¦cada han introducido en su oferta partes comisariadas, m¨¢s propias de las pr¨¢cticas de un museo. La selecci¨®n de este a?o comprende obras en su mayor parte producidas sobre el fondo dist¨®pico de la pandemia, y son un reflejo de estos dos convulsos a?os. Hay mucha cr¨ªtica social, mucha reflexi¨®n sobre la raza y los mecanismos de dominaci¨®n, y, sorprendentemente, predomina la pintura, como en el resto de las ferias que esta semana animan la Miami Art Week.
Uno asociar¨ªa ¡°gran formato¡± a instalaciones de videoarte (hay una, del japon¨¦s de Keiichi Tanaami, todo un moderno a sus 85 a?os), monumentales esculturas (tres) o performance (que tambi¨¦n hay, a cargo del keniano Brennan Fernandes). El resto evoca a las grandes pinturas de historia del siglo XIX. ¡°Se dio as¨ª¡±, explica Arriola. ¡°No fue buscado. Muchos artistas se volcaron en los formatos ¨ªntimos como el dibujo, pero los que tuvieron oportunidad tambi¨¦n atacaron proyectos ambiciosos de pintura como estos¡±. La comisaria explica que el tama?o import¨® en la decisi¨®n de muchas galer¨ªas de no participar. ¡°Sobre todo, las latinoamericanas; muchas dijeron que no pod¨ªan, que a¨²n era muy pronto. El transporte se volvi¨® car¨ªsimo, incluso desde M¨¦xico. La pandemia forz¨® a concentrarse en lo local, ahora est¨¢ volviendo ya un poco lo de antes¡±.
Las dificultades log¨ªsticas han provocado que la tem¨¢tica de Meridians est¨¦, por eso, muy enfocada en las convulsiones estadounidenses del ¨²ltimo a?o, en la relectura del pasado colonial y en la batalla por la representatividad de las minor¨ªas. A todos esos debates se apuntan las piezas de Conrad Egyir, una monumental reflexi¨®n sobre la memoria y la familia, del brasile?o Maxwell Alexandre, cuyo mural trata la asimilaci¨®n de la experiencia negra en los museos, o de Yinka Shonibare, que recuerda la Gran Migraci¨®n, que llev¨® a la promesa del Norte a seis millones de sure?os pobres entre 1916 y 1970.
?Corren el riesgo esas cr¨ªticas tan acuciantes de quedar desactivadas en un entorno como este, entregado a las modas y las leyes del mercado? ¡°Siempre hay relaciones de poder que tenemos que buscar c¨®mo desarticular¡±, responde Arriola, ¡°as¨ª que creo que el hecho de que esos temas se toquen es en s¨ª misma una buena noticia. Luego ya veremos si es una moda. En el tema del feminismo y de los feminicidios en M¨¦xico, hasta que no se habl¨® de ello abiertamente no se empez¨® a operar un cambio. Hoy se nota un nuevo acercamiento generacional. La gente de veintitantos ya ni se lo plantea. Defienden toda la cuesti¨®n del feminismo contra el patriarcado, pero les viene natural. Yo tengo que seguir peleando con la gente de mi generaci¨®n, sigo en esa luchita todos los d¨ªas. Tambi¨¦n hay que tener cuidado con olvidar otros temas, como la migraci¨®n. Temas que se trataron durante tanto tiempo que ya dejan de estar como figurando, pues aparecen otros asuntos que son igualmente urgentes. Lo que hay que hacer es estar jalando esa hebra todo el tiempo. Y si se vuelven una moda, que al menos sirva para que se conviertan en una hebra permanente¡±.

Arriola pertenece a la brillante escena de artistas (Francis Alys, Yoshua Ok¨®n o Silvia Gruner) galeristas (kurimanzutto) y comisarios que a mediados de los noventa puso a M¨¦xico en el mapa. Antes del Tamayo, trabaj¨® en el Carrillo Gil y en el Jumex, y ha desarrollado proyectos en lugares como San Francisco, Par¨ªs o R¨®terdam. ¡°La internacionalizaci¨®n de la escena a finales de los a?os 90 lo cambi¨® todo. Fue en parte gracias a Zona Maco, que trajo much¨ªsima gente extranjera, y Jumex, que invit¨® a comisarios internacionales, y eso abri¨® mucho la escena local¡±. Al principio, recuerda que cost¨® ¡°nivelar un poco la discusi¨®n¡±. ¡°A mi generaci¨®n, nos toc¨® pelear por un di¨¢logo mucho m¨¢s horizontal. Que cuando se hablara de arte mexicano no se hiciera de este modo exotizante, como quien se voltea a mirar el Sur con prejuicios. Que no hubiera todo el rato que estar traduciendo iconograf¨ªas o simbolismos. Ahora notamos m¨¢s respeto. Ya no necesitamos viajar como artistas o comisarios mexicanos sino que pertenecemos a una comunidad internacional, en pie de igualdad¡±.
A la pregunta de si ese sentido de comunidad se mantiene hoy entre las j¨®venes generaciones, con las que mantiene un estrecho contacto desde el Tamayo (les dedic¨® atenci¨®n en una exposici¨®n, Otrxs Mundxs), Arriola responde que ¡°hubo unos a?os m¨¢s dif¨ªciles en el que se formaron unos clanes y se dio un ambiente un poco peleonero¡±. ¡°Pero yo creo que ahora est¨¢ todo m¨¢s como antes, m¨¢s cohesionado. Hay mucha solidaridad. Y muchas colaboraciones entre lo comercial y lo institucional¡±.
Adem¨¢s de con Art Basel Miami, anda estos d¨ªas concentrada en el montaje y la inauguraci¨®n, el pr¨®ximo 11 de diciembre, de una exposici¨®n que conmemorar¨¢ el 40? aniversario de la apertura del museo que dirige. ¡°Es una muestra grande¡±, dice, ¡°que contiene una reflexi¨®n sobre los a?os iniciales del Tamayo. Va desde 1979, cuando ponen la primera piedra, hasta 1981, cuando abren. Nos ha servido para investigar sobre aquellos tiempos tan interesantes. Desde d¨®nde se origina el proyecto por parte de [el pintor Rufino] Tamayo. En 1986, la instituci¨®n, que fue una iniciativa de este con Televisa y el grupo Alfa, de Monterrey, ya pasa a manos del Gobierno tras un desencuentro entre Tamayo y Azc¨¢rraga [fundador de Televisa]¡±. La muestra, promete, ofrecer¨¢ una mirada al ¡°intr¨ªngulis pol¨ªtico cultural de aquel momento en M¨¦xico, que fue muy interesante¡±.
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