?Por qu¨¦ solo se ha convocado a arquitectos extranjeros para la rehabilitaci¨®n de Azca?
Esta semana se resolver¨¢ el concurso para escoger el estudio de arquitectura que elaborar¨¢ el proyecto de Renazca y los arquitectos espa?oles no ocultan su indignaci¨®n por haber sido excluidos: ¡°Nosotros estamos en las enciclopedias y en los museos¡±
Esta semana se conocer¨¢ el proyecto finalista para la rehabilitaci¨®n del centro financiero de Madrid, Azca. Cinco estudios de arquitectura ¨CDiller Scofidio + Renfro, Heatherwick, MVRDV, OMA y West 8¨C se disputan la rehabilitaci¨®n de uno de los puntos de la ciudad que m¨¢s se ha ido degradando con los a?os.
No es la primera vez que se anuncia una nueva vida para esta City en decadencia, la zona ha sido objeto de varios planes que nunca llegaron a ponerse en pr¨¢ctica. El fara¨®nico Distrito Castellana Norte, que se pone en pie a unas pocas estaciones de metro de distancia, es un potente competidor que, con el debido giro de guion, podr¨ªa convertirse en aliado. Mientras, se han alzado voces cr¨ªticas contra el concurso, tildado de propio de ¡°nuevos ricos¡± y ¡°pasado de moda¡± por recurrir a nombres extranjeros de relumbr¨®n ignorando el joven talento nacional.
Seg¨²n los datos publicados por Renazca, iniciativa privada, fundada por las inmobiliarias Merlin Properties y GMP, a las que a finales del a?o pasado se sumaron Monthisa y Alba Patrimonial, cada d¨ªa pasan por la zona de Azca 120.000 peatones y 37.000 veh¨ªculos. Sus 500.000 metros cuadrados de oficinas est¨¢n repartidos entre 11 edificios que conviven con 1.250 viviendas para 5.000 vecinos y 180 establecimientos comerciales.
La situaci¨®n actual de Azca proviene de un planteamiento desarrollado de forma problem¨¢tica. Sus or¨ªgenes se remontan a 1946, cuando la econom¨ªa empezaba a recuperar el dinamismo perdido tras la Guerra Civil y la dictadura percib¨ªa la necesidad de ofrecer al mundo una imagen m¨¢s moderna y amable que atenuara el aislamiento internacional. Aquel a?o se aprob¨® el Plan General de Ordenaci¨®n de Madrid, conocido como Plan Bidagor por su art¨ªfice, el arquitecto y urbanista Pedro Bidagor Lasarte. Este plan urban¨ªstico preve¨ªa la construcci¨®n de un distrito de negocios en aquel solar de las afueras de la capital, junto a los Nuevos Ministerios de Secundino Zuazo, una obra iniciada durante la Segunda Rep¨²blica.
No fue hasta ocho a?os m¨¢s tarde cuando se convoc¨® un concurso p¨²blico que gan¨® el arquitecto catal¨¢n Antonio Perpi?¨¢, que despu¨¦s realizar¨ªa en Madrid otros proyectos de gran calado, como el barrio de la Estrella o el edificio de Galer¨ªas Preciados (hoy El Corte Ingl¨¦s) de Callao. La idea de Perpi?¨¢ ya part¨ªa de ambiciosos referentes internacionales: aventuraba para Azca un futuro similar al del complejo Rockefeller Center, erigido en Nueva York por el magnate petrolero John D. Rockefeller a finales de los a?os treinta, y que para el mundo se hab¨ªa convertido en un s¨ªmbolo del nuevo orden capitalista. Viviendas, negocios e instalaciones culturales, que nunca se construyeron, formaban parte del dise?o original de Azca.
La aprobaci¨®n definitiva no lleg¨® hasta 1964, en pleno desarrollismo, y en 1968 se iniciaba la construcci¨®n de El Corte Ingl¨¦s y algunos edificios residenciales. Tambi¨¦n entonces se acomet¨ªa el intrincado sistema de t¨²neles y niveles bajo el suelo, pronto convertido en una de las principales se?as de identidad (y fuentes de conflicto) del lugar. A lo largo de las siguientes d¨¦cadas se erigir¨ªan torres tan representativas y de valor t¨¦cnico y est¨¦tico tan desigual como el Windsor (1975, por el estudio Del R¨ªo-Ferrero, Alas y Casariego, y que ser¨ªa destruido en un espectacular incendio en 2005), el Edificio Cadagua (1977, por Jos¨¦ Luis y F¨¦lix ??iguez de Onzo?o, Ricardo Magdalena, Jos¨¦ Luis Arias Gil y Emilio de la Torriente), el edificio BBVA (1981, por Francisco Javier S¨¢enz de O¨ªza), la Torre Europa (1985, por Miguel de Oriol e Ybarra), la Torre Picasso (1988, por Minoru Yamasaki) y la Torre Mahou (1990, por Carlos Alberto Arce, Carlos Malibr¨¢n y Ra¨²l Eduardo Salata).
En ellas fijaron sus sedes importantes empresas de sectores como la banca, la construcci¨®n o la consultor¨ªa, alrededor de las cuales se generaba un cierto microcosmos de actividad econ¨®mica: restaurantes, centros comerciales y otros comercios. Pero Azca se puso en pie con poco apego al plan original, siguiendo un desarrollo gradual y m¨¢s bien desordenado. Poco del esp¨ªritu y el dise?o original del plan de Perpi?¨¢ lleg¨® a aplicarse. En la supermanzana cohabitan los espacios de titularidad p¨²blica y privada, en ocasiones diferenciados visualmente por el dibujo del pavimento.
La poblaci¨®n flotante de trabajadores de las empresas ubicadas en sus torres encuentra pocos alicientes para permanecer all¨ª una vez finalizada su jornada laboral. Las dotaciones culturales que se esperaban jam¨¢s llegaron. A cambio, en los subterr¨¢neos (conocidos como los bajos de Azca), que vivieron hace un par de d¨¦cadas cierto momento dorado como lugar de ocio nocturno, hoy languidecen locales menos glamurosos.
En 2006, el Ayuntamiento de Madrid convoc¨® un concurso para la rehabilitaci¨®n de la zona y, aunque se otorgaron cuatro acc¨¦sits ¨Ca las propuestas de Cristina Parre?o Alonso y Gonzalo Pardo D¨ªaz, Abel Enguita Puebla, Grupo LAR y Luis Alemany Indiarte¨C y los alcaldes Alberto Ruiz-Gallard¨®n y Ana Botella llegaron a anunciar sendos planes formales, finalmente, no se materializaron en actuaciones pr¨¢cticas.
Los socios de Renazca son propietarios de edificios en el ¨¢rea. Raz¨®n para que, seg¨²n Miguel Hern¨¢ndez, director de Estrategia de Distrito Castellana Norte (DCN), esta vez s¨ª vaya a salir adelante el proyecto: ¡°Ahora est¨¢ detr¨¢s el mercado, y eso es factor de ¨¦xito¡±, afirma. ¡°Renazca tiene dos objetivos: uno ofensivo y otro defensivo. El primero es aumentar el valor de los edificios, y el segundo evitar que las empresas que los alquilan se vayan a otros emplazamientos como el Distrito Castellana Norte¡±. Hay que apuntar que empresas como FCC, BBVA, KPMG o Saint Gobain han abandonado el barco en los ¨²ltimos tiempos.
Pero lo cierto es que hay un com¨²n denominador entre ambos proyectos: Merlin Properties, uno de los art¨ªfices de Renazca, posee un 15% del accionariado del Distrito Castellana Norte, y el propio Miguel Hern¨¢ndez es tambi¨¦n director de Estrategia de este ¨²ltimo. Dado que por su situaci¨®n geogr¨¢fica Azca opera como eslab¨®n entre los barrios del centro y el distrito de Chamart¨ªn (donde se ubica DCN), pudiera ser que los beneficios de una iniciativa se extiendan a la otra al registrarse socios comunes. ¡°Esta es la primera vez que Madrid se plantea tener dos distritos de negocios, como ocurre en Londres con la City y Canary Wharf. Pues yo estoy seguro de que en alg¨²n momento habr¨¢ una l¨ªnea de autobuses constantes entre Azca y Castellana Norte, y que todo acabar¨¢ siendo un solo centro de negocios¡±, explica Hern¨¢ndez.
Concurso internacional cerrado
El concurso para elegir al equipo responsable del Azca renacido se ha realizado previa invitaci¨®n cerrada a medio centenar de estudios internacionales. De ellos, 31 decidieron presentar sus propuestas, y esta semana se conocer¨¢ el proyecto ganador. ¡°Es la primera vez que una empresa privada convoca un concurso de arquitectura independiente y profesional, una decisi¨®n en la que yo influ¨ª¡±, asegura Hern¨¢ndez. ¡°Y llegaron a presentarse como 10 premios Pritzker, aunque la mayor¨ªa quedaron fuera de la selecci¨®n. Tener nombres tan importantes nos ha servido para atraer posibles nuevos socios al proyecto¡±.
No se oculta, por tanto, la b¨²squeda de ese efecto im¨¢n que se atribuye a los estudios estrella. La gesti¨®n del concurso se confi¨® a Martha Thorne y Edgar Gonz¨¢lez, respectivamente, decana y profesor de la IE School of Architecture, con la asesor¨ªa de la arquitecta y acad¨¦mica Odile Decq y el periodista Ll¨¤tzer Moix. Thorne es adem¨¢s la directora ejecutiva del citado Premio Pritzker.
Sin embargo, ella quiere dejar clara su posici¨®n sobre este fetichismo de los premios y nombres famosos. ¡°Yo les dije que el Pritzker no son los Juegos Ol¨ªmpicos¡±, dice. ¡°Lo que se ha buscado es ante todo un equipo multidisciplinar que por un lado fuera t¨¦cnicamente capaz de llevar a cabo el proyecto, y por otro unas ideas que se ajustaran a los valores y par¨¢metros reales de Azca. Y que incluyera parte de equipo local, de manera que hubiera un interlocutor r¨¢pidamente disponible y que adem¨¢s conociera muy bien Madrid y Azca¡±.
Las cr¨ªticas a la propuesta de Renazca surgieron pronto. Jos¨¦ Mar¨ªa Torres Nadal, catedr¨¢tico de Arquitectura de la Universidad de Alicante y fundador del estudio Torres Nadal, emit¨ªa a trav¨¦s de su web y redes sociales una carta abierta a Martha Thorne y Edgar Gonz¨¢lez a prop¨®sito del concurso. En ella calificaba el concurso de ¡°vulgar, tan de nuevo rico, tan tecnocr¨¢tico por un lado, y tan previsible y tan poco innovador por otro¡±.
?Un insulto al talento nacional?
Hasta tal punto llega su indignaci¨®n que ha escrito ya al Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de Espa?a solicitando que se anule el concurso. ¡°Me parece un insulto grand¨ªsimo a los arquitectos espa?oles¡±, se reafirma. ¡°Es de un papanatismo de nuevo rico ponerse a buscar fuera lo que existe aqu¨ª. Porque desde los estudios peque?os se han explorado formas de inclusi¨®n y compromiso con los derechos de la ciudadan¨ªa que nos parecen mucho m¨¢s contempor¨¢neos que las arquitecturas de esas otras firmas que solo producen la extravagancia de la forma¡±. Cita como ejemplos de buen hacer nacional los casos de Andr¨¦s Jaque, Izaskun Chinchilla, la paisajista Teresa Gal¨ª-Izard o el estudio Takk. ¡°Esto es lo que necesitamos que se divulgue y expanda¡±, concluye.
De entre estos ejemplos, Andr¨¦s Jaque, arquitecto y comisario espa?ol residente en Nueva York, afirma: ¡°Los arquitectos espa?oles hemos atra¨ªdo la atenci¨®n y el reconocimiento internacional: ya estamos en las enciclopedias y en los museos como motor de las ideas que est¨¢n liderando la evoluci¨®n de la arquitectura. Pero se da la paradoja de que no podemos contribuir al bienestar de nuestras ciudades, porque en Espa?a se ha impuesto un terrible modelo de concursos por fases que solo valora el volumen de presupuesto acumulado en proyectos pasados, y no el talento, para acceder a competir. Esa es una gran losa que lastra la capacidad de innovaci¨®n de uno de los principales sectores econ¨®micos del segundo pa¨ªs en tasa de desempleo en la Uni¨®n Europea¡±.
En general, gran parte de las cr¨ªticas surgidas en el sector profesional se centran en que, por un lado, se haya favorecido a propuestas no locales, y por otro se haya confiado en esa noci¨®n seg¨²n la cual un proyecto urban¨ªstico o arquitect¨®nico de cierta envergadura queda autom¨¢ticamente legitimado si hay detr¨¢s un arquitecto estrella y una vocaci¨®n ic¨®nica. Quiz¨¢ sea tiempo de asumir que, un cuarto de siglo m¨¢s tarde, la panacea del efecto Guggenheim ya est¨¦ amortizada.
En este sentido, se pronuncia Gonzalo Pardo, que con solo 25 a?os fue uno de los seleccionados en el concurso de 2006, y que tambi¨¦n se hab¨ªa presentado al convocado por Renazca sin entrar en el quinteto finalista: ¡°Azca es un caso muy distinto del de Bilbao. Qu¨¦ hace esta gente aqu¨ª, que les da igual Madrid y Azca. Habr¨ªa sido un bonito proyecto para un estudio nacional, que se implicara m¨¢s. Lo que se necesitaba es sangre fresca y energ¨ªa renovada¡±. Por el momento, en Renazca se plantean sus propios objetivos: ¡°Lo que se pretende es trabar Azca dentro de la ciudad, porque actualmente es como una isla¡±, explica Miguel Hern¨¢ndez. ¡°Para ello debe haber, adem¨¢s de trazados y conexiones seguras, una serie de usos y actividades que atraigan el inter¨¦s para que apetezca venir. De eso trata el proyecto: no va solo de hacer espacios y poner arbolitos¡±.
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