Carme Pin¨®s: ¡°La arquitectura tiene una responsabilidad con la sociedad: el destinatario final de un edificio pu?blico es la ciudadani?a¡±
La barcelonesa lleva tres d¨¦cadas haciendo una arquitectura emotiva que es tambi¨¦n un espect¨¢culo. Ahora protagoniza una muestra monogr¨¢fica en Madrid, ¡®Escenarios para la vida¡¯, que repasa 80 proyectos representativos de su trayectoria y puede visitarse hasta el 9 de mayo
Despue?s de ma?s de treinta an?os de ejercicio profesional, Carme Pino?s (Barcelona, 1954) mira hacia el futuro con ganas. ¡°Mi u?ltimo proyecto es siempre el que ma?s me gusta¡±, dice entre risas. Ese optimismo vital se traslada a su arquitectura, sensible y emocionante, capaz de crear Escenarios para la vida, tal como anuncia la exposicio?n monogra?fica que estar¨¢ hasta el 9 de mayo en el Museo ICO de Madrid, primera dedicada a una arquitecta.
Pino?s comenzo? su andadura profesional en 1983 junto a su marido, el tambie?n arquitecto Enric Miralles (1955-2000). En ta?ndem, disen?aron uno de los proyectos ma?s sobrecogedores de la arquitectura espan?ola contempora?nea, el cementerio de Igualada, un poema de muros de gaviones y hormigo?n que envuelve al visitante en el fluir de la vida, silencioso y pausado. La pareja se separo? en 1991. ¡°Fueron an?os duros. En aquella e?poca apenas habi?a parejas de arquitectos trabajando, y mucho menos mujeres solas¡±. Pino?s emprendio? entonces su propio camino. ¡°Aunque todavi?a hoy mucha gente me asocia a Enric. Pero no me gusta quejarme. Es mi historia y me ha hecho lo que soy¡±, reconoce.
La exposicio?n repasa 80 proyectos representativos de sus tres de?cadas de trayectoria, de la ampliacio?n del barcelone?s mercado de La Boqueria a la Torre Cube en Guadalajara (Me?xico), a la que Pino?s tiene un carin?o especial (¡°me convirtio? en una arquitecta crei?ble¡±). Hay tambie?n planos, fotografi?as y maquetas. ¡°Conservo todas las maquetas de mis proyectos¡±, dice con orgullo. ¡°Las he cuidado y amado muchi?simo, y siguen colgadas en las paredes de mi estudio¡±. Ma?s alla? del aspecto emocional, son una parte fundamental de su proceso creativo. ¡°Mis proyectos son siempre muy elementales: busco un esquema que resuelva el programa, la estructura e incluso la idea de materiales. Despue?s lo traduzco en una maqueta conceptual y ahi? esta? todo¡±.
El universo arquitecto?nico de Pino?s es rico y diverso. ¡°No tengo un lenguaje o una geometri?a propios¡±. A veces proyecta formas rotundas y aladas, como la del MPavilion en Melbourne o la Escuela Massana de Arte y Disen?o de Barcelona. Otras opta por la sensualidad sinuosa de la ampliacio?n del Hotel Son Brull en Pollenc?a (Baleares). ¡°Es muy difi?cil encontrar a?ngulos rectos en un paisaje. Yo pregunto al contexto, y obtengo asi? el lenguaje especi?fico de cada proyecto¡±.
Dia?logo con el lugar, pero tambie?n con los clientes. ¡°Los escucho y trato de entender que? quieren¡±, explica Pino?s. ¡°Los arquitectos construimos los suen?os de otro¡±. Adema?s, no hay que olvidar ¡°la responsabilidad que la arquitectura tiene con la sociedad para la que construye: el destinatario final de un edificio pu?blico es la ciudadani?a¡±.
La barcelonesa no pone objeciones a la arquitectura especta?culo. ¡°Una catedral go?tica o una pira?mide ya eran un especta?culo, y se construyeron con clara voluntad de trascendencia. El problema de mucha de la arquitectura especta?culo actual es que esta? vaci?a de contenido y de intencio?n. Estos edificios tienen fecha de caducidad: una vez hayan sorprendido a todo el mundo, se convertira?n en cachivaches inu?tiles¡±, apunta.
En su opinio?n, la pandemia plantea la oportunidad de repensar la arquitectura y las ciudades del futuro. ¡°La sociedad debe cambiar para que cambie la arquitectura¡±, sentencia Pino?s. ¡°Hoy es la pandemia, pero nos acecha algo mucho ma?s grande: el cambio clima?tico. Si no cambiamos la manera de relacionarnos y continuamos con una idea de ciudad cortoplacista, poco podremos hacer los arquitectos¡±.
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