Pr¨®tesis oculares, dentaduras y huesos animales: as¨ª son estas joyas dise?adas para no gustar
La artesana Remedios Vincent, creadora de FEEAS, elabora en su taller madrile?o piezas ¡®siniestras¡¯ hechas con objetos antiguos que encuentra alrededor del mundo con el fin de salirse de los c¨¢nones de belleza
Anillos con pr¨®tesis oculares de vidrio, collares decorados con dentaduras desgastadas, broches con huesos de animales, jeringas quir¨²rgicas adornadas con corazones de acero y piezas religiosas con colgantes de cuchillas de afeitar. Estas son solo algunas de las joyas que la artesana Remedios Vincent vende en FEEAS (Plaza Guardias de Corps 1, Madrid). ¡°Cojo cosas inc¨®modas que nadie quiere o que ya no son ¨²ltiles para convertirlas en algo que defina a la persona que las lleva¡±, explica a ICON Design desde el escritorio de su taller.
Las joyas de FEEAS son hasta cierto punto desagradables a simple vista y su creadora es consciente de ello. Es parte de su objetivo. ¡°No me interesa que las cosas sean bonitas, ni que brillen, ni que queden pulidas. Una pieza hecha con cuchillas o dientes, por ejemplo, no entra en el concepto cl¨¢sico de belleza, pero es especial. De ah¨ª viene el lema del taller, Made to dislike (hecho para disgustar)¡±, reconoce Vincent mientras coge un broche hecho con una moldura de acero dorada y una antigua muela humana. ¡°Yo quiero que en las joyas se note el paso del tiempo. Me hace feliz encontrar cosas que est¨¢n rotas y formar una pieza usable para quien se atreva a pon¨¦rsela, claro¡±, dice la artesana.
Todos los materiales que Vincent utiliza los encuentra en anticuarios, subastas, p¨¢ginas de internet o en mercadillos alrededor del mundo. ¡°Los ojos, por ejemplo, son de vidrio o de resina, algunos de 1800, y otros son pr¨®tesis oculares de personas que perdieron sus ojos despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. Los dem¨¢s son de mu?ecas antiguas o de figuras religiosas. Las dentaduras postizas tambi¨¦n son de esos a?os, de gente que falleci¨®, las dej¨® en el caj¨®n y su familia las vendi¨® a tiendas de antig¨¹edades¡±, relata mientras abre la vitrina y saca un broche plateado en forma de flor con dientes incrustados en cada p¨¦talo.
¡°Son objetos muy especiales: los ojos estaban hechos a la medida de la persona, les colocaban un brillo que les daba apariencia real, las venas las hac¨ªan con fibras de lana... Lo mismo ocurr¨ªa con las dentaduras, son verdaderas piezas de arte¡±, destaca Vincent. ¡°Ahora para fabricarte un ojo te hacen una foto y lo imprimen en 3D, nada es como antes¡±. En FEEAS tambi¨¦n se pueden encontrar accesorios religiosos como rosarios, crucifijos o relicarios; instrumental m¨¦dico antiguo como jeringas, agujas, term¨®metros, lupas y pinzas; o instrumental propio de joyer¨ªa como calibradores de relojes, navajas y desarmadores.
Vincent, originaria de Plasencia y licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, prefiere no mostrar su rostro en las fotos ni decir su edad. La extreme?a ha trabajado como comisaria de arte urbano en el Ayuntamiento de Madrid y como artista y organizadora en instalaciones de arte y luz en diferentes pa¨ªses. Este ¨²ltimo es su actual trabajo por las ma?anas, por las tardes se dedica a FEEAS, el taller que fund¨® hace diez a?os. ¡°Todo empez¨® en esta plaza [la Plaza de los Guardias Corps]. Estaba con mi hermano tomando algo en una terraza y vimos que se alquilaba este sitio. Al principio las piezas solo las hac¨ªa para m¨ª, pero la gente empez¨® a pedirme que las vendiera¡±, recuerda.
La artista reconoce que utiliza piezas que le producen sentimientos desagradables. ¡°As¨ª afronto y canalizo mis propios demonios, ya que los ojos y los dientes me daban miedo de peque?a, incluso ten¨ªa pesadillas con ellos¡±. A pesar de eso, en FEEAS nunca se deja atr¨¢s el humor y el doble sentido: en sus vitrinas hay un antiguo rosario con un interruptor de luz, collares que simulan penes, broches en forma de senos, un colgante de porcelana de brazos de beb¨¦ con una cuchilla entre las mu?ecas o un crucifijo con una peque?a virgen Mar¨ªa en la mano a modo de estatilla de Oscar.
Gran parte de la artesan¨ªa de Vincent est¨¢ inspirada en el trabajo del artista checo Jan ?vankmajer. ¡°No hacemos exactamente lo mismo, pero es inevitable pensar en su obra cuando dise?o una joya. ?l es un dios para m¨ª¡±, comparte.
Pero, ?qui¨¦nes son los clientes de FEEAS?
¡°La gente que m¨¢s me compra es la del barrio, la que me conoce, la que se pasa aqu¨ª tres horas y se toma un t¨¦ conmigo. Tambi¨¦n vendo a trav¨¦s de mi web y he tenido mucha promoci¨®n porque estoy dentro de la plataforma de artistas y dise?adores independientes Not Just a Label (no solo una etiqueta). Por la tienda se pasan hombres j¨®venes de alto poder adquisitivo que le compran alguna joya a sus parejas. Otras veces me encuentro gente que se queda mirando por fuera¡±, explica.
A Vincent tampoco le interesan las piezas de oro, ni que sean especialmente caras. ¡°Yo puedo coger un broche art dec¨® porque me gusta y le pongo una cosa que vale dos c¨¦ntimos. No obstante, s¨ª tengo cosas que valen mucho dinero, como los anillos con ojos que cuestan alrededor de 250 euros. Conseguir todo eso es una gran inversi¨®n de dinero y tiempo, adem¨¢s se trata de piezas exclusivas, nadie va a tener dos iguales¡±.
Lo que la extreme?a busca es que las piezas se usen y no que se queden en una vitrina de exposici¨®n. ¡°Me molesta el mundo de la moda tan superficial, tan de usar y tirar, eso va en contra de mi trabajo¡±, resalta con convicci¨®n, y finaliza: ¡°Ojal¨¢ alguien lleve estas joyas, las desmonte y les de un nuevo uso en el futuro¡±.
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