As¨ª es la tienda madrile?a que reivindic¨® el ¡®art d¨¦co¡¯ en los noventa y amuebl¨® pel¨ªculas de Almod¨®var, Ana Bel¨¦n e incluso Tom Cruise
Tiempos Modernos, encabezada por Carmen Palacios y Bento Figueira, vende, adem¨¢s de muebles del siglo pasado, el trabajo de artesanos contempor¨¢neos como Andr¨¦s Gallardo o Natalia Lumbreras y funciona como galer¨ªa de arte. Estos d¨ªas, participa con tres exposiciones en el Madrid Design Festival
A los anticuarios espa?oles de finales de los ochenta, el siglo XX no les resultaba lo bastante viejo ni interesante como para arrearle una capa de barniz de goma laca y venderlo en sus tiendas. En una ciudad como Madrid, uno pod¨ªa encontrar secreteres Segundo Imperio, morralla victoriana, jarrones chinos, o tal vez alg¨²n reclinatorio isabelino, pero agenciarse mesas art dec¨® o butacas de Gio Ponti era una misi¨®n pr¨¢cticamente imposible. Inaugurada en 1988 a un paso del Palacio Real, Tiempos Modernos (calle de Arrieta, 17) presume de ser la primera tienda de antig¨¹edades que permiti¨® tal cosa. La idea fue de Carmen Palacios, en esa ¨¦poca una enfermera enamorada del elegante dise?o de los a?os veinte y treinta. ¡°El art dec¨® hab¨ªa vuelto a ponerse de moda en la d¨¦cada de los sesenta, pero como en Espa?a casi nadie lo vend¨ªa, me dio un poco de miedo abrir una tienda especializada en ese estilo. Sin embargo, tuvimos ¨¦xito desde el primer momento. Luego empezamos a vender muebles de los cincuenta. En eso tambi¨¦n fuimos pioneros¡±.
Arquitectos, dise?adores ¡°y matrimonios de profesionales liberales¡±, a?ade Palacios, fueron los primeros clientes en cruzar esa puerta entre el centro de Madrid y el Par¨ªs de Jean Perzel o el Helsinki de Alvar Aalto que es Tiempos Modernos. Tambi¨¦n las chicas Almod¨®var, que en esos mismos a?os hab¨ªan empezado a cambiar sus tapetes de ganchillo y vasos de Duralex de ¨¢mbar por dise?os de BD y bandejas de Fornasetti: los muebles de Tiempos Modernos hacen compa?¨ªa a Marisa Paredes en La flor de mi secreto. ¡°Hemos alquilado muebles para muchas pel¨ªculas: C¨®mo ser mujer y no morir en el intento, de Ana Bel¨¦n; Cosas que dej¨¦ en La Habana¡ Tambi¨¦n para aquella locura que rod¨® Tom Cruise en Sevilla. ?C¨®mo se llamaba? [se refiere a la pel¨ªcula Noche y d¨ªa (2010)]¡±.
Hoy, Tiempos Modernos es un equipo de restauradores y expertos en antiguedades encabezado por la propia Palacios y su socio, el portugu¨¦s Bento Figueira. Adem¨¢s de muebles del siglo pasado, la tienda vende el trabajo de artesanos contempor¨¢neos como Andr¨¦s Gallardo o Natalia Lumbreras y funciona como galer¨ªa de arte. Estos d¨ªas, participa con tres exposiciones en el Madrid Design Festival: una con las porcelanas de Fernando Alcalde; otra de l¨¢mparas de LZF; y Elogio al siglo XX, un recorrido por piezas del mobiliario del siglo anterior como la silla Par¨¢bola, dise?ada por el arquitecto Luis M. Feduchi en 1953. Pero lo mejor sigue siendo acercarse a la tienda a echar un vistazo a las novedades art d¨¦co. Para Carmen Palacios, se trata del ¨²ltimo gran estilo del dise?o. ¡°Algo notable del art d¨¦co es que, siendo un estilo muy definido, utilizaba referencias muy variadas: la antigua Grecia, las vanguardias, el arte africano, Oriente¡ Eso es muy dif¨ªcil de conseguir. Luego hab¨ªa un gran inter¨¦s por la calidad y la riqueza de los materiales. Forrar un mueble con galuchat (o piel de tibur¨®n) hoy es casi inimaginable¡±.
La fundadora de Tiempos Modernos recuerda otras crisis econ¨®micas, como la del 93, que ya provocaron que sus clientes tuvieran que pens¨¢rselo muy bien antes de rascarse el bolsillo para llevarse un mueble bar de Jules Leleu a casa. A ese problema se suma ahora la dificultad de encontrar los propios muebles. El cierre de las fronteras y las cancelaciones de ferias de antig¨¹edades en Europa les han obligado a tirar de almac¨¦n para mantener el cat¨¢logo de la tienda, nutrido fundamentalmente de hallazgos procedentes de Francia, B¨¦lgica o Inglaterra, en el caso del art d¨¦co, o Dinamarca, Italia y los pa¨ªses n¨®rdicos, en el del mid-century. En Espa?a, encontrar muebles art d¨¦co tan preciosos como aquella mesa de palosanto y marfil de Ruhlmann de la que a Palacios casi le cost¨® desprenderse es tan excepcional como presenciar una aparici¨®n mariana.
¡°A diferencia de lo que sucede con la arquitectura, el mobiliario art d¨¦co que se hizo en Espa?a no ten¨ªa mucha calidad. La poca gente que pod¨ªa pagarlo sol¨ªa encargarlo fuera. Un ejemplo es el ba?o del palacio de Liria que Rateau dise?¨® para el padre de la duquesa de Alba¡±, explica. El antiguo ba?o de los Alba tambi¨¦n es un buen ejemplo para entender lo acertada que fue la apertura de Tiempos Modernos en 1988. Los m¨¢s de seis millones de euros que consigui¨® en 2013 Christie¡¯s al subastar la ba?era de m¨¢rmol de Carrara, la tumbona de leopardo y otros muebles de esa estancia constatan la buena forma en que se encuentra el art d¨¦co, un estilo casi centenario al que ni la Gran Depresi¨®n ni la Segunda Guerra Mundial arrebataron su brillo. Ser¨¢ que, como dice Carmen Palacios, lo bello y bien hecho combina siempre.
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