Los secretos de Palm Beach, la herm¨¦tica y lujosa isla donde los multimillonarios de Estados Unidos se retiran
El privilegiado rinc¨®n de Florida, en el que ten¨ªa residencia Jeffrey Epstein y al que se ha mudado Donald Trump tras abandonar la Casa Blanca, cuenta con un legado arquitect¨®nico hispano-¨¢rabe dise?ado por el afamado Addison Mizner
Bulevares llenos de palmeras, cactus ex¨®ticos y vegetaci¨®n tropical, amplias carreteras repletas de coches de lujo, tiendas de moda, grandes edificios de pisos color blanco con vistas al Atl¨¢ntico, casas y clubes privados con campos de golf y tenis, comedores al aire libre y piscinas en forma de ri?¨®n. Para cualquier lector esta podr¨ªa ser la imagen gen¨¦rica de una pel¨ªcula de Hollywood, sin embargo, esta opulenta isla llamada Palm Beach es bastante m¨¢s discreta.
Este rinc¨®n al sur de Florida cuenta con una de las mayores rentas per c¨¢pita del pa¨ªs y es uno de los lugares de retiro preferidos de los multimillonarios de Estados Unidos, adem¨¢s de ser uno de los sitios donde hay m¨¢s poblaci¨®n blanca: el 92,5% de sus cerca de 9.000 habitantes, frente a los latinos que representan el 4,6%, los asi¨¢ticos que son el 1,5% y los afroamericanos que suponen el 0,7%, seg¨²n datos de la oficina de censo de EE UU. ¡°Esta isla siempre ha sido para gente multimillonaria que tiene dinero sin fin. La mayor¨ªa de sus habitantes vive de las herencias de sus acaudaladas familias¡±, explica a ICON Design Laurence Leamer, residente de Palm Beach, cronista y escritor especializado en pol¨ªtica y sociedad estadounidense.
Este privilegiado y herm¨¦tico lugar, que queda a una hora en coche del bullicio de Miami, nunca ha sido tur¨ªstico, o no hasta hace poco, ya que Leamer afirma que curiosamente en el ¨²ltimo a?o se ha incrementado el n¨²mero de j¨®venes millonarios que la visitan. La temporada alta de Palm Beach siempre ha sido en ¨¦poca de invierno, celebridades como Yoko Ono, Est¨¦e Lauder o pol¨ªticos como Donald Trump poseen residencias de invierno en este sitio, como Mar-a-Lago, la llamada ¡°Casa Blanca del sur¡± que Trump adquiri¨® en 1985, y que ahora es su residencia permanente.
El complejo privado de Mar-a-Lago, de estilo hispano-¨¢rabe con paredes color salm¨®n, techos de teja y salones decorados con un abigarrado estilo ecl¨¦ctico, fue dise?ado por el arquitecto neoyorquino Marion Sims Wyeth en la d¨¦cada de los setenta para la socialit¨¦ Marjorie Merriweather Post, heredera de la General Foods. Esta residencia fue ideada como un lugar de descanso para los presidentes, por lo que aqu¨ª premia la privacidad y la comodidad. ¡°Donald Trump nunca sale de este lugar ni de su campo de golf, nunca va a cenar a casa de nadie ni visita ning¨²n restaurante, siempre est¨¢ en su palacio¡ es como si dijese ¡®yo soy el rey de Palm Beach¡¯. No sale al exterior y por eso no le afecta que haya habitantes que, como en todo el pa¨ªs, lo odien o lo amen¡±, dice Leamer, tambi¨¦n autor de libro Mar-a-Lago: Inside the Gates of Power at Donald Trump¡¯s Presidential Palace.
¡°Palm Beach es un ¨¢rea absolutamente residencial, exclusiva, y elitista con mansiones que existen desde principios del siglo XX. Este lugar est¨¢ vac¨ªo en verano porque hace mucho calor, adem¨¢s, ah¨ª est¨¢ muy arraigada la cultura del aire acondicionado y de no salir a dar un paseo, por lo que la vida es muy individualista, muy vinculada a crear tu microclima en tu propia vivienda, jard¨ªn y piscina¡±, explica, por su parte, Belinda Tato, arquitecta espa?ola fundadora del estudio Ecosistema Urbano, y ganadora del concurso de remodelaci¨®n de los espacios p¨²blicos de West Palm Beach 2017, la ciudad que se encuentra justo enfrente de la isla y que pertenece al mismo condado.
¡°El espacio urbano en Palm Beach tiene un significado diferente a otros contextos. No es como en muchos lugares de Espa?a, donde el espacio p¨²blico es activo. All¨ª la mayor¨ªa de las veces que se sale es en coche, no hay mucho sitio para caminar porque las aceras est¨¢n reducidas a la m¨ªnima expresi¨®n. Las personas tienen burbujas que los protegen. El coche es la primera burbuja, luego est¨¢n el centro comercial, la mansi¨®n...¡±, dice Tato.
Incluso el concepto de playa es distinto a la idea que se tiene de estos lugares paradisiacos. ¡°En otros sitios del mundo tienes paseos mar¨ªtimos, y la playa est¨¢ vinculada con el espacio p¨²blico, sin embargo, aqu¨ª no es as¨ª. En la calle que va a lo largo de la costa no se puede aparcar en ning¨²n sitio, de ah¨ª que las mansiones tengan pr¨¢cticamente garantizado que nadie se pueda acercar. En Palm Beach se valora mucho la privacidad, las mansiones son como una especie de islas dentro de una isla, cada uno con su historia¡±, describe la arquitecta espa?ola.
Addison Mizner, arquitecto estadounidense que se especializ¨® en el estilo renacimiento mediterr¨¢neo y colonial espa?ol, es uno de los profesionales que m¨¢s mansiones dise?¨® en Palm Beach. ¡°Adem¨¢s se encargaba de idear su interior y el paisajismo. Su arquitectura intentaba emular tiempos pasados, creando una cultura local historicista que todav¨ªa pervive¡±, explica Belinda Tato.
Mizner lleg¨® a Palm Beach en 1918 y empez¨® a trabajar con su colega Paris Singer, habitante de la isla y heredero de las famosas m¨¢quinas de coser Singer. Ambos empezaron a dise?ar el Everglades Club, un lugar que en un principio fue dise?ado como hospital y refugio para los soldados que regresaban de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, pronto se convirti¨® en un exclusivo club social que sigue activo. La herencia arquitect¨®nica de Mizner en el sur de Florida es muy importante: su huella tambi¨¦n se ve en Boca Rat¨®n, una ciudad a unos pocos kil¨®metros de Miami donde vivi¨® y estableci¨® su agencia inmobiliaria, Mizner Development Corporation.
Tambi¨¦n existen algunas referencias en la literatura y el cine que reflejan el acaudalado estilo de vida de sus habitantes. Aerin Lauder, nieta de Est¨¦e Lauder, fundadora de la empresa cosm¨¦tica de lujo que lleva su nombre, public¨® en 2019 el libro Palm Beach, una especie de gu¨ªa tur¨ªstica mezclada con an¨¦cdotas de su infancia en la isla.
¡°Cuando baj¨¢bamos del avi¨®n, mis abuelos eran siempre las primeras personas que ve¨ªamos al llegar a Palm Beach. Mi abuela Este¨¦ con pantalones blancos, top de Pucci y sombrero de paja, y mi abuelo Joseph con una camisa y chaqueta azul. Mi hermana y yo corr¨ªamos inmediatamente a sus brazos. As¨ª empezaban todas nuestras vacaciones all¨ª, nos llevaban a su casa e iban directamente a la cocina donde Este¨¦ nos serv¨ªa a cada uno un vaso de zumo de naranja fresco en su hermosa cristaler¨ªa azul¡±, rese?a Aerin.
En este libro, Aerin muestra im¨¢genes de su extravagantemente acogedora residencia acompa?adas de algunas citas de famosos estilistas y celebridades. ¡°Tenis, nataci¨®n, almuerzo, golf, bebidas, cena. El patio, la pesca, las copas, la cena, etc¨¦tera¡±, as¨ª describe su paso por la isla el fot¨®grafo, modista y dise?ador brit¨¢nico Cecil Beaton. En la mansi¨®n de la heredera del imperio de Est¨¦e Lauder se puede apreciar la decoraci¨®n estilo Palm Beach: muebles de rat¨¢n, vivos estampados, muebles de inspiraci¨®n francesa y espa?ola, paredes en tonos pastel y profusi¨®n de hojas y vegetaci¨®n tropical.
En la pel¨ªcula The Palm Beach Story (1942), dirigida por Preston Sturges, tambi¨¦n se refleja el desmesurado estilo de vida de los habitantes de esta zona. El largometraje retrata el d¨ªa a d¨ªa de una mujer con problemas econ¨®micos que decide abandonar a su esposo y viajar a Palm Beach para casarse con un multimillonario. En el documental Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico, de Netflix, que muestra la investigaci¨®n policial del magnate financiero y colega de Donald Trump implicado en delitos sexuales, tambi¨¦n se pueden ver im¨¢genes de las viviendas y las calles de Palm Beach, ya que Epstein ten¨ªa una residencia a poco m¨¢s de un kil¨®metro de Mar-a-lago.
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