Gonzalo Su¨¢rez: ¡°El arte y la cultura han sobrevivido a guerras y hecatombes. El coronavirus no cambiar¨¢ la sonrisa de la Gioconda¡±
El escritor y cineasta afronta estos tiempos con inquietud y precauci¨®n. Opina que el virus ha puesto de manifiesto una frivolidad que contrasta con el sacrificio y el riesgo asumido por aquellos que salvan vidas. Para los chavales que quieren dedicarse al cine solo tiene un consejo: ¡°Que usen la mascarilla¡±
Coge el tel¨¦fono H¨¦l¨¨ne Girard, aquella chica que Gonzalo Su¨¢rez conoci¨® hace m¨¢s de 60 a?os y con la que se fug¨®. Uno de esos amores envidiables por su longevidad. Casi siete d¨¦cadas y cuatro hijos juntos. ¡°Un momento, voy a buscarle¡±, dice y aunque al otro lado de la l¨ªnea no se puede ver el espacio donde se mueve, se oyen pisadas y el abrir y cerrar de puertas. Sabiendo que el matrimonio se ha ido de vacaciones a Asturias, uno imagina su casa en la pedan¨ªa de Lled¨ªas acogedora pero resistente, c...
Coge el tel¨¦fono H¨¦l¨¨ne Girard, aquella chica que Gonzalo Su¨¢rez conoci¨® hace m¨¢s de 60 a?os y con la que se fug¨®. Uno de esos amores envidiables por su longevidad. Casi siete d¨¦cadas y cuatro hijos juntos. ¡°Un momento, voy a buscarle¡±, dice y aunque al otro lado de la l¨ªnea no se puede ver el espacio donde se mueve, se oyen pisadas y el abrir y cerrar de puertas. Sabiendo que el matrimonio se ha ido de vacaciones a Asturias, uno imagina su casa en la pedan¨ªa de Lled¨ªas acogedora pero resistente, con puertas que llevan a rincones particulares. Es parte del universo que ha fabricado Gonzalo Su¨¢rez. Ovetense de 85 a?os. Escritor, director y periodista deportivo en sus or¨ªgenes. Hasta cuando se le pregunta por el mejor partido de f¨²tbol que ha visto en su vida, sus elecciones son peculiares y su memoria, prodigiosa. ¡°Recuerdo un Atl¨¦tico de Madrid-Valladolid de 1950, con la delantera de seda: Juncosa, Ben Barek, P¨¦rez Pay¨¢, Carlson y Escudero¡±.
Su carrera en la prensa empez¨® cuando ten¨ªa poco m¨¢s de 20 a?os y viv¨ªa en Barcelona con H¨¦l¨¨ne. Fue por casualidad, gracias a una entrevista que le hizo al segundo marido de su madre, Helenio Herrera, aquel mito futbol¨ªstico conocido como El mago. ¡°El f¨²tbol actual me aburre. Se ha amanerado. El mejor jugador ha sido, durante d¨¦cadas, Di St¨¦fano. Ahora, Messi. Pero somos injustos al olvidar a todos aquellos sin los que ni Messi ni en su d¨ªa Di St¨¦fano, hubieran llegado a ser lo que fueron o lo que son. Lo de sentir los colores siempre me ha hecho gracia. Sobre todo ahora que cambian tan f¨¢cilmente el color de las camisetas y de camiseta. Lo del f¨²tbol rom¨¢ntico es una cursiler¨ªa. Me gustan los pases al espacio y la velocidad de pensamiento¡±. Firmaba sus art¨ªculos como Mart¨ªn Girard. M¨¢s un ¨¢lter ego que un seud¨®nimo. Mart¨ªn era un tipo m¨¢s c¨ªnico y atrevido que Gonzalo. Su¨¢rez ya hab¨ªa publicado una novela y Girard era la forma de no involucrarle en g¨¦neros menores. ?No firmar con el propio nombre da mayor libertad? ¡°No cambia nada. Todos saben qui¨¦n eres: el de las pel¨ªculas raras¡±, bromea.
Lo dice porque tiene reputaci¨®n de cineasta dif¨ªcil, de que sus pel¨ªculas son raras. ¡°?Siempre? ?Todas? ?Qui¨¦n lo dice? ?Todos? Esta pregunta requiere un coloquio al borde del mar para dilucidar qui¨¦n opina tal cosa y con qu¨¦ otras pel¨ªculas me compara. ?Y los libros? Olvidas los libros¡¡±, replica. S¨ª, siempre ha sido el de las pel¨ªculas raras, desde las tres primeras: Ditirambo, El extra?o caso del Doctor Fausto y Aoom. Esta ¨²ltima, de 1970, incomprendida durante 50 a?os, tuvo en su estreno un espectador muy particular, el m¨ªtico director Sam Peckinpah. ¡°Fuimos amigos desde que vio Aoom hasta su muerte. Ve¨ªa el fin de un mundo en el fondo de una botella. No era ning¨²n salvaje. Era un hombre que pretend¨ªa vivir en libertad y que cre¨ªa que yo ten¨ªa el secreto para pasar por esta vida sin sentirme sometido. Le echo de menos¡±.
Juntos escribieron la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de una de las novelas de Gonzalo Su¨¢rez. Un guion que siempre parece estar a punto de convertirse en pel¨ªcula, pero que nunca termina de concretarse. Quiz¨¢s porque la historia, un imaginario intento de doble asesinato de Eisenhower y Franco durante la visita a Espa?a del presidente de EE UU, resulta ahora muy lejana. ¡°Si te refieres a mi novela Doble dos, habr¨¢s podido comprobar que sigue teniendo la misma actualidad en sus sucesivas reediciones. El arte y la cultura o, simplemente, las buenas historias, han sobrevivido a pestes, guerras y hecatombes. Y a La Movida. El coronavirus no cambiar¨¢ la sonrisa de la Gioconda¡±.
Cuentan que Ray Bradbury lleg¨® a afirmar de Doble Dos que era el Farenheit 451 de la pol¨ªtica ficci¨®n. Asombra que en cualquier acercamiento a Gonzalo Su¨¢rez asoman sin pedanter¨ªa nombres hist¨®ricos con los que tuvo relaci¨®n: Julio Cort¨¢zar, Luis Bu?uel, Vicente Aleixandre... Habla de ellos con tanta cercan¨ªa que surge la curiosidad de si le asombran los mitos que se han creado tras sus muertes: ¡°Lo que me asombra es que ahora ya no haya espacio hist¨®rico para personajes as¨ª¡±, zanja.
Fue Cort¨¢zar quien dijo de ¨¦l: ¡°Para alguien que aprecie los juegos sigilosos de una inteligencia ir¨®nica, y la marginalidad deliberada all¨ª donde la gran mayor¨ªa trabaja a full time, la obra resbaladiza y casi inasible de Su¨¢rez dibuja en el panorama espa?ol contempor¨¢neo algo an¨¢logo a lo que pudo dibujar en Francia la obra de Boris Vian. Cuando se los espera en una pantalla de cine o en un escenario, desaparecen bruscamente para mostrarse detr¨¢s de las tapas de un libro o de un solo de trompeta¡±.
Y s¨ª, esa es una de las peculiaridades de su obra. Doblemente peculiar en Espa?a, donde nunca se ha llevado bien que alguien haga varias cosas. O se es escritor o director o periodista. Si no, se es el director que escribe o el periodista que hace pel¨ªculas. ?Ha sentido eso en alg¨²n momento? ¡°S¨ª, pero tambi¨¦n es la manera de que no consigan atraparte en criterios reductores. No s¨¦ lo que soy. Lo de artista es una pretensi¨®n. El arte, por llamarlo de alguna manera, se posa donde quiere, cuando quiere y cuando menos lo esperas.¡±
Con 85 a?os sigue mirando hacia delante. No echa de menos el pasado ni gusta de ver sus viejas pel¨ªculas. ¡°Rara vez lo hago. Salvo que en alg¨²n homenaje, por respeto al p¨²blico, me viera obligado a no abandonar la sala para recabar su veredicto. Una pel¨ªcula, en cierta manera, ha detenido una fracci¨®n de tiempo y no soy nost¨¢lgico. Pero me gusta gustar a los que me gustan¡±. Su pel¨ªcula que m¨¢s gust¨® sigue siendo Remando al viento. Su revisi¨®n del mito de Frankenstein con Hugh Grant y Elizabeth Hurley de protagonistas le dio la Concha de Plata al mejor director en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n de 1988 y seis Goyas, incluido el de mejor realizador. ?Es la pel¨ªcula que le ha dado mayores alegr¨ªas? ¡°Rodar y montar siempre me da alegr¨ªa, hasta en los spots publicitarios, como el que realic¨¦ en Mil¨¢n y Parma con Pl¨¢cido Domingo para la pasta Barilla. Si te refieres a mis pel¨ªculas, me quedar¨ªa con las tres primeras y las que me quedan por hacer, como Alas de tiniebla, Palabras en penumbra y La mujer en el mar, dedicada a mi hermano Carlos [tambi¨¦n cineasta y fallecido el a?o pasado]¡±.
De momento son solo proyectos en un mundo que sigue detenido. ¡°Afronto estos tiempos con inquietud y precauci¨®n. Me entristece la estulticia de los que no siguen las normas sin pensar en las consecuencias. La falta de inteligencia y la obtusa frivolidad que el virus ha puesto de manifiesto contrasta con el sacrificio de otros y el riesgo asumido para salvar vidas¡±. ?Ha pensado hacer algo sobre la pandemia? ?Qu¨¦ cree que ser¨ªa m¨¢s adecuado, un libro o una pel¨ªcula? ¡°Higiene, mascarilla, distancia y pensar m¨¢s all¨¢ de nuestras narices. En el cine y la literatura podemos encontrar la evasi¨®n, la reflexi¨®n, la cultura o la advertencia. Pero nunca la soluci¨®n¡±. ?Y qu¨¦ consejo dar¨ªa a los chavales que quieren dedicarse al cine? ¡°Que usen la mascarilla¡±.
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