C¨®mo pueden robar tu cuenta de Instagram y por qu¨¦ es tan dif¨ªcil recuperarla
Los ciberdelincuentes han encontrado un fil¨®n en hacerse con cuentas de Instagram. Dise?adores, fot¨®grafos y peque?os negocios se ven de repente sin su perfil y metidos en un laberinto imposible para recuperarlo
Todo ocurri¨® en una noche. ¡°Me fui a dormir y cuando me levant¨¦ me hab¨ªan hackeado mi cuenta personal de Facebook, que estaba conectada a la de nuestro estudio en Instagram. Y no s¨¦ lo que hicieron con ella, pero debi¨® ser algo ilegal, porque la compa?¨ªa me bloque¨® la cuenta, diciendo que hab¨ªa hecho algo contra las normas¡±. En siete horas de sue?o, el italiano Francesco Mainardi hab¨ªa perdido la cuenta de Mr Lawrence, su estudio de consultor¨ªa de dise?o. Y ya nunca la recuper¨®. ¡°La ¨²nica manera de contactar con Facebook e Instagram en este caso es mediante un formulario. No s¨¦ qu¨¦ hacen con ¨¦l, pero a m¨ª me contestaron al cabo de dos d¨ªas dici¨¦ndome que despu¨¦s de sus comprobaciones confirmaban su decisi¨®n de anularme la cuenta, sin darme ninguna explicaci¨®n ni la posibilidad de demostrar que no hab¨ªa sido yo¡±.
El robo de cuentas de Instagram es frecuente y constante. En diciembre, Verne publicaba un art¨ªculo en el que aseguraba que en las ¨²ltimas semanas hab¨ªan sido secuestradas las de decenas de ilustradores y fot¨®grafos. A algunos les hab¨ªan pedido un rescate, al menos uno hab¨ªa pagado y no se la hab¨ªan devuelto. Hab¨ªan intentado recuperarlas reclamando a Instagram o a su casa madre, Facebook, pero la mayor¨ªa hab¨ªa fracasado.
Pero no hay cifras oficiales sobre cu¨¢ntas son robadas y cu¨¢ntas de ellas son recuperadas. Instagram asegura que no maneja estos datos y por eso no pueden facilitar n¨²meros. Si se les env¨ªan unas preguntas sobre el tema, la respuesta llega en un email que solo se puede utilizar de contexto, sin entrecomillar ni atribuir a un portavoz. Por resumir, en ¨¦l se afirma que invierten significativamente en tecnolog¨ªa y equipos para mejorar la seguridad de la plataforma. Que adem¨¢s de realizar investigaciones internas, auditor¨ªas a terceros e implantar su programa Bug Bounty, que ofrece recompensas a quien encuentre y comunique fallos de seguridad, trabajan con otras empresas de tecnolog¨ªa y con instituciones acad¨¦micas para identificar y responder a las amenazas. Adem¨¢s, dicen, recientemente tomaron una serie de medidas para evitar comportamientos maliciosos que incluyen eliminar cuentas que intentan hacerse pasar por Instagram, devolver el acceso a muchas cuentas a sus leg¨ªtimos propietarios y mejorar sus sistemas para detectar m¨¢s eficazmente este tipo de comportamiento.
Pero eso no le sirvi¨® a Francesco Maniari. ?l es uno de los cientos, quiz¨¢s miles, de peque?os negocios que ten¨ªan una gran dependencia de Instagram como escaparate para posibles clientes y que se ven de repente sin esa fuente de ingresos. Est¨¢ convencido de que si su cuenta hubiera sido de una empresa grande, de las que invierten mucho dinero en publicidad, el trato hubiera sido distinto. ¡°Despu¨¦s de dos a?os ten¨ªa 4.500 seguidores. Era muy importante para nosotros porque ten¨ªamos all¨ª nuestro portafolio. Nuestra web es mucho m¨¢s b¨¢sica, la actividad estaba en Instagram. Ten¨ªamos all¨ª toda la historia del estudio. Era nuestro trabajo. Y una cosa de la que te das cuenta es que todos los contenidos que subes a la p¨¢gina no te pertenecen, son de Instagram. Lo alucinante es que hablas con un bot, el bot te contesta, y ya¡±, lamenta.
Algunas son m¨¢s f¨¢ciles de recuperar que otras
¡°A nosotros nos lo arreglan r¨¢pido porque tenemos una relaci¨®n especial con Facebook¡±, confirma el responsable de redes de una gran empresa con la condici¨®n de que no se mencione su nombre ni el de su empleador. ¡°Estamos en las mejores relaciones con ellos y tenemos l¨ªnea directa. En el momento en el que alguien nos roba una de las cuentas yo les llamo y ellos escriben a Palo Alto. Es tal cual¡±, explica, ¡°puro enchufe. Pero es l¨®gico, no deja de ser una empresa privada que se preocupa por sus fuentes de ingresos y cuida mejor a sus mejores clientes¡±, concluye.
¡°El acto en s¨ª de recuperar la cuenta se puede hacer de dos formas, dependiendo de si se tiene o no campa?a de publicidad en activo. Nosotros tenemos contacto con Instagram, pero cuando son cuentas relevantes, con publicidad o de personajes p¨²blicos, es mucho m¨¢s sencillo. Cuando es un peque?o generador de contenidos, el trabajo es m¨¢s manual¡±, dice Selva Orej¨®n, directora de On Branding, una empresa que se dedica a la protecci¨®n de la identidad digital de personas y empresas en Internet. Ellos se encargan de todo lo que conlleva la ciberinvestigaci¨®n de los ataques que sufren sus clientes. Desde empresas que est¨¢n sufriendo campa?as de desprestigio a personas v¨ªctimas de abusos. Una parte de ese servicio es recuperar cuentas hackeadas. Orej¨®n confirma que esas reclamaciones se tramitan por bots y que muchas nunca pasan por una persona. ¡°Tenemos un caso muy jevi de una persona que ten¨ªa 25.000 euros de inversi¨®n mensual, que es una burrada para una pyme, y no nos abren el chat de business. Lo hemos intentado con el operador asignado y nos cierra el chat. Creo que el problema es que antes de nosotros ha pasado por demasiadas manos, el community manager, el usuario¡ y Facebook no sabe qu¨¦ petici¨®n atender¡±.
Porque, asegura Orej¨®n, las acciones de los usuarios tampoco ayudan. ¡°Un cl¨¢sico es que se hayan abierto otra cuenta a todo correr con el mismo nombre y la misma direcci¨®n de email. Ah¨ª ya se crea una confusi¨®n que lo hace todo mucho m¨¢s dif¨ªcil. Nosotros les decimos que cuando entramos ya no intervengan¡±.
¡°Lo que hay que hacer es reportarlo¡±, recomienda Soledad Alcaide, jefa de redes sociales de EL PA?S. ¡°El robo de cuentas es constante. Los hackers son muy listos. Roban un perfil, se ponen el logotipo de Instagram y te env¨ªan un mensaje que tiene todo el aspecto de ser de la plataforma que lleva un link y una amenaza de cerrarte la cuenta si no reaccionas en 24 horas. Si clicas est¨¢s perdido. Hay mucha gente dedic¨¢ndose a eso, y es l¨®gico que sea complicado dar respuesta a todas las peticiones con rapidez¡±
En eso todo el mundo parece de acuerdo. Gran parte del problema es que Instagram no da abasto para reaccionar a todas las reclamaciones. ¡°Eso es as¨ª¡±, afirma Orej¨®n. ¡°La misma gente que nos ayuda en Silicon Valley nos dice a veces que no pueden seguir ech¨¢ndonos una mano porque est¨¢n saturados. Alguna vez, cuando hemos conseguido hablar por tel¨¦fono con operadores, nos han dicho que est¨¢n al 30% de lo que necesitar¨ªan para el servicio¡±.
?Qu¨¦ beneficio puede obtener un ciberdelincuente de hacerse con la cuenta de una peque?a empresa italiana de dise?o con 4.500 seguidores? ¡°Pueden extorsionarte por dinero. Si no funciona, usar tu cuenta para estafar a otra¡±, dice Orej¨®n. ¡°A Jaime Lorente [el actor de ?lite que ahora interpreta El Cid] le publicaban posts de una venta falsa de unas gafas de sol. No quer¨ªan sus datos, quer¨ªan su cuenta. Las de Blanca Fern¨¢ndez Ochoa y Cayetana Guill¨¦n Cuervo las usaron para hacerse pasar por el soporte de Instagram¡±.
Asegura Orej¨®n que los m¨¦todos tienen diferentes or¨ªgenes geogr¨¢ficos. ¡°Los que se hacen pasar por soporte vienen de Turqu¨ªa. De una zona concreta, adem¨¢s. Los de Costa de Marfil prefieren la sextorsi¨®n. Miran las fotos que has mandado y si encuentran algo comprometido te piden dinero¡±.
Las cuentas se recuperan o no. La presi¨®n de los seguidores puede servir para que te presten atenci¨®n. Empresas como On Branding cobran un m¨ªnimo de 350 euros si consiguen recuperarlas. Pero lo m¨¢s seguro, en eso s¨ª que hay coincidencia, es no perderla. Sea precavido y tenga cuidado ah¨ª fuera.
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