?Vuelve el caballero cl¨¢sico? As¨ª han interpretado los hombres el c¨®digo indumentario de la Gala Met

La invitaci¨®n a la Gala Met de 2022 describ¨ªa el c¨®digo indumentario requerido por parte de los asistentes con dos t¨¦rminos: Gilded glamour (glamour ba?ado en oro) y White tie (pajarita blanca). El primero est¨¢ vinculado al tema de la exposici¨®n que ha inaugurado el Costume Institute del museo neoyorquino, y que hace referencia a la elegancia pomposa que floreci¨® en Manhattan en el ¨²ltimo tercio del siglo XIX, al albur de la riqueza de origen industrial. El segundo es la c¨²spide del indumentaria formal, que en el caso masculino se resume en una prenda: el frac.

La ¨²ltima vez que Anna Wintour, directora de Vogue y presidenta de la gala, lo impuso para la Gala Met fue en 2014, con motivo de otra exposici¨®n dedicada a un icono de la elegancia estadounidense, Charles James. En aquella ocasi¨®n, tal vez por desconocimiento, por inercia o por pereza ¨Cel frac lleva a?os desterrado de las alfombras rojas; de hecho, pas¨® de moda antes de que nacieran las alfombras rojas¨C, muy pocos le hicieron caso. Tal y como coment¨® la propia Wintour al presentador Seth Meyers, el ¨²nico que dio en el clavo hace ocho a?os fue el actor Benedict Cumberbatch, que acudi¨® con un frac completo sin atisbos de iron¨ªa: chaqueta negra con la delantera en pico y cola trasera, camisa blanca, chaleco blanco y, por supuesto, corbata blanca. Un look de elegancia cl¨¢sica casi retro.

Ocho a?os despu¨¦s, tal vez por una mayor observancia del atuendo exigido en la invitaci¨®n o, simplemente, porque series como La edad dorada ¨Cla novedad de HBO que recupera precisamente la ¨¦poca que alude este a?o la gala¨C, Los Bridgerton o el regreso de Downton Abbey ¨Ccuya nueva secuela cinematogr¨¢fica lleg¨® a las pantallas hace escasos d¨ªas,¨C han vuelto a poner de moda la elegancia decimon¨®nica, en la Gala Met del pasado 2 de mayo lo que abundaron fueron, precisamente, los fracs. Y en su versi¨®n m¨¢s ortodoxa. Lo llevaban desde Adrien Brody hasta J Balvin, pasando por Hugh Jackman, Ryan Reynolds o Tom Ford. La mayor¨ªa de ellos lucieron dise?os que actualizan estos c¨®digos centenarios concebidos en inicio, tal y como indica el estudioso alem¨¢n Bernhard Roetzel, para ¡°bailes de la ¨®pera, entregas de los premios Nobel, banquetes y cenas de Estado, bailes de bodas aristocr¨¢ticas¡±.

La Gala Met tiene un poco de todos esos eventos y, adem¨¢s, el chispazo de la moda con may¨²sculas. Llamaba la atenci¨®n el gusto con que los invitados han abrazado uno de los c¨®digos m¨¢s carpetovet¨®nicos de la moda masculina. Tras a?os en que las zapatillas y la fluidez han dominado las alfombras rojas, ?podr¨ªamos estar ante un regreso a la elegancia cl¨¢sica? Leticia Garc¨ªa, jefa de redacci¨®n de moda de S Moda, discrepa. ¡°El Met se diferencia de otras alfombras rojas porque su p¨²blico natural es el propio sector de la moda, y eso permite gestos de audacia o declaraciones de intenciones que tal vez desentonar¨ªan m¨¢s en otras alfombras rojas¡±, afirma. Es decir, que lo que pasa en el Met se queda en el Met. Precisamente por eso es un escenario id¨®neo para reivindicaciones que trasciendan los l¨ªmites del estilo. Y la exposici¨®n de este a?o, tal y como recuerda la periodista, se prestaba especialmente a ello. ¡°En la exposici¨®n est¨¢ documentada la moda de aquella edad de bonanza, pero tambi¨¦n hay referencias al sistema econ¨®mico y pol¨ªtico que permiti¨® que en Estados Unidos surgiera un sistema de clases sin aristocracia, una rareza en el siglo XIX¡±, explica. ¡°Por ejemplo, el papel de las mujeres que, al abolirse la esclavitud y verse liberadas, se convirtieron en modistas de la alta sociedad¡±.

Ese tipo de mensajes pol¨ªticos han estado ausentes de una alfombra roja donde lo que ha primado es el elogio de la artesan¨ªa propio de La edad de la inocencia, con bordados, pedrer¨ªas y detalles metalizados. Ha habido algunas excepciones. Si Sarah Jessica Parker ha rendido homenaje a Elizabeth Kekley, la mujer que naci¨® esclava y acab¨® vistiendo a la primera dama en ¨¦poca de Lincoln, Riz Ahmed ha acudido con prendas profesionales: botas altas, chaqueta de trabajo y pantal¨®n azul. ¡°Un homenaje a los trabajadores migrantes que hicieron posible la Edad de Oro¡±, tal y como recog¨ªa en un tuit la cr¨ªtica de moda Vanessa Friedman.

No obstante, en la moda las reglas est¨¢n para salt¨¢rselas. Aunque en esta ocasi¨®n m¨¢s hombres se han ce?ido al frac indicado en la invitaci¨®n, otros han interpretado estas instrucciones con la fluidez y la ausencia de g¨¦nero que caracteriza cada vez m¨¢s a la moda de esta d¨¦cada. As¨ª lo demuestran los fracs deconstruidos que han lucido invitados como Joe Jonas (de Louis Vuitton) o Travis Barker, de Thom Browne, responsable tambi¨¦n del vestido inspirado en el frac que ha lucido Christine Baranski.

Varios invitados se han acogido al black tie, el esmoquin que se encuentra un pelda?o por debajo en la escala de la indumentaria formal, pero los que han destacado son los que se han adherido al otro t¨¦rmino indicado en el c¨®digo indumentario: ese Gilded glamour que permite que un hombre lleve transparencias, encajes y pedrer¨ªas. Ha sido el caso del espa?ol Manu R¨ªos, que ha acudido con un vertiginoso traje bordado de Moschino, o del actor Jared Leto y el director creativo de Gucci, Alessandro Michele, que han acudido juntos y perfectamente combinados con sendos esm¨®quines bordados en tonos dorados. Al fin y al cabo, desde los c¨®digos de la moda de hoy, ?qui¨¦n dice que el frac sea solo para ellos, y los bordados de pedrer¨ªa solo para ellas?

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