Manu R¨ªos: ¡°Antes de salir de mi pueblo, ya ten¨ªa tres millones de seguidores¡±
Empez¨® cantando en la peluquer¨ªa de su madre en Castilla La-Mancha. Luego, ante millones en redes sociales. Ahora protagoniza ¡®La edad de la ira¡¯. ?Es este manchego de 24 a?os la nueva gran estrella de 2022?
La dimensi¨®n de la trayectoria de Manu R¨ªos (Ciudad Real, 24 a?os) se puede medir en dos cifras: 3.615 y 9,9 millones. La primera son las personas que viven en el pueblo donde creci¨®, Calzada de Calatrava. La segunda es la cantidad de seguidores que tiene en Instagram. Solo ahora, con su participaci¨®n en las series ?lite y, especialmente, La edad de la ira, reci¨¦n estrenada en Atresplayer, su carrera empieza a parecerse a la de una estrella fraguada en nuestro pa¨ªs.
Porque, hasta hace poco, para lo suyo solo hab¨ªa referentes anglosajones: R¨ªos se hizo famoso en YouTube cuando la ¨²nica persona que se hab¨ªa hecho famosa de verdad en YouTube era Justin Bieber. Convirti¨® su sue?o en su profesi¨®n con un papel en Los miserables (2010) cuando hasta hac¨ªa poco nadie hac¨ªa carrera en los musicales porque el ¨²nico que hab¨ªa en la Gran V¨ªa era... Los miserables. Y lleg¨® a su primer mill¨®n de seguidores en Instagram cuando todav¨ªa no se la consideraba una herramienta profesional sino una aplicaci¨®n para retocar fotos y compartirlas.
Este viaje solo podr¨ªa haber ocurrido a lo largo de una d¨¦cada, la de los 2010, durante la cual se democratiz¨® el acceso a la fama. R¨ªos lleva trabajando para conseguirla desde que tiene uso de raz¨®n y ahora, por fin, est¨¢ a punto de convertirse en una estrella. Aunque para 9,9 millones de personas ya lo sea.
La edad de la ira est¨¢ basada en la novela que Nando L¨®pez escribi¨® cuando era profesor de instituto y con la que denunciaba que, a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n del matrimonio igualitario en Espa?a, la situaci¨®n de los adolescentes LGTBI en los centros educativos no hab¨ªa mejorado. R¨ªos interpreta a Marcos, un adolescente que en casa sufre violencia y, fuera de ella, experimenta con su identidad. Pero lo que m¨¢s le perturbaba despu¨¦s de cada jornada de rodaje no era tanto desconectar de Marcos sino hacerlo del propio rodaje. ¡°Llegaba a casa, me met¨ªa en la cama y segu¨ªa escuchando: ¡®Motor. Posici¨®n. Marca. Acci¨®n¡¯. Y me imaginaba que ten¨ªa el equipo a mi alrededor grab¨¢ndome mientras dorm¨ªa¡±.
Que hay gente observ¨¢ndolo no siempre son imaginaciones suyas. Hace poco su familia lo visit¨® en Madrid y su madre le dijo que sent¨ªa que la gente se les quedaba mirando. ¡°Donde se me hace muy raro que me pidan fotos es en mi pueblo. Sobre todo si son mis compa?eros de instituto de toda la vida¡±, confiesa.
R¨ªos naci¨® en un lugar donde todo esto no era un sue?o muy realista. Excepto porque s¨ª lo era, o al menos una versi¨®n parecida: en 1967, 30 a?os antes de que naciera Manu, su paisano Pedro Almod¨®var recorri¨® el camino que separaba Calzada de Madrid (R¨ªos no conoce a Pedro, solo lo vio de lejos en una fiesta). R¨ªos recorrer¨ªa ese camino muchas veces, pero de ida y vuelta, antes de mudarse a la capital hace tres a?os.
¡°Justin Bieber era mi m¨¢ximo referente porque yo vi c¨®mo, siendo un ni?o, empez¨® en YouTube y triunf¨®. Me peinaba como ¨¦l e intentaba hacer el hair flip [aquel caracter¨ªstico golpe de flequillo] como ¨¦l. Obligaba a mis amigos a grabar cortometrajes con mi c¨¢mara, se me ocurr¨ªan conceptos, les dec¨ªa lo que ten¨ªan que hacer y luego me encantaba montar los v¨ªdeos con el Windows Movie Maker¡±. Entre los v¨ªdeos que le grab¨® su padre estaban versiones de Not Steady, de Paloma Mami, Riptide, de Vance Joy o Where Have You Been, de Rihanna, que acumularon millones de reproducciones en YouTube.
R¨ªos iba a la peluquer¨ªa de su madre, Manoli. All¨ª pasaba las tardes entreteniendo a las clientas mientras se les secaba el tinte cantando y bailando temas de ?lex Ubago o David Bisbal. Y all¨ª llam¨® una redactora de Cantando en familia, un programa musical de Canal Castilla-La Mancha, para preguntar si conoc¨ªan de alguien en el pueblo que supiese cantar. ¡°Mi madre respondi¨®: ¡®Pues mira, tengo un hijo que canta, igual os interesa¡¯. As¨ª que fui a Toledo, hice una prueba y me cogieron¡±, explica. Cuando se vio en un escenario con c¨¢maras y p¨²blico cantando Ser¨¢ que no me amas, de Luis Miguel, supo que quer¨ªa hacer eso durante el resto de su vida. Y no le dio verg¨¹enza.
Su primera aparici¨®n ante una audiencia masiva fue en C¨¢ntame como pas¨®, talent show de TVE que en 2010 buscaba el reparto de un musical teatral basado en Cu¨¦ntame. R¨ªos era uno de los tres aspirantes al papel de Carlitos e interpretaba cl¨¢sicos de otros peque?os ruise?ores como Corre corre caballito. ?No le preocupaba a sus padres que acabase como un juguete roto? ¡°Obviamente s¨ª, pero siempre han estado muy pendientes y hemos dicho que no a cosas que eran muy interesantes, pero que llegaron demasiado pronto¡±, indica. Se refiere a un proyecto musical que pretend¨ªa lanzarlo como una estrella del pop adolescente. Al fin y al cabo, mucha gente ya lo apodaba el Justin Bieber espa?ol. Unos productores le llamaron de Los ?ngeles para que viajase hasta all¨ª ¡°a ver si pod¨ªa cuadrar algo, a hacer sesiones, a ver c¨®mo funcionaba dentro del estudio¡±. R¨ªos dice que en Los ?ngeles se encontr¨® a s¨ª mismo, pero no especifica a qu¨¦ se refiere.
¡°Con esa edad no tienes una identidad, hacen contigo un poco lo que les conviene. Prefer¨ª hacer musicales en teatro porque eran trabajo pero tambi¨¦n formaci¨®n. Cuando te preocupas por tu hijo y quieres lo mejor para ¨¦l, te olvidas de lo que te da m¨¢s dinero y pones a tu hijo primero¡±. La familia ten¨ªa que volcarse para que el ni?o cumpliera su sue?o: durante la grabaci¨®n de C¨¢ntame c¨®mo pas¨® los abuelos, los t¨ªos y los primos se turnaban para quedarse con ¨¦l en el hotel cuando los padres ten¨ªan que trabajar.
En C¨¢ntame c¨®mo pas¨® compet¨ªa por el papel de Carlitos contra Gaby del Castillo y Carlos Gonz¨¢lez (Maric¨®n perdido). Aquellos tres ni?os ten¨ªan tres cosas en com¨²n: llevaban el pelo como Justin Bieber (o como Carlitos Alc¨¢ntara, que ven¨ªa a ser lo mismo), ten¨ªan esa energ¨ªa de ni?o prodigio entusiasmado por agradar y no quer¨ªan o no pod¨ªan disimular su pluma. Esto ¨²ltimo era s¨ªntoma de que la cultura de masas comenzaba a abrirse: seg¨²n la televisi¨®n iba dejando de definir la monocultura, no le quedaba m¨¢s remedio que incorporar la diversidad que se estaba colando en YouTube, Twitter o MySpace. ¡°Yo le¨ªa comentarios que me afectaban. Sub¨ªa un v¨ªdeo a YouTube y me comentaban: ¡®Gay¡¯. A Justin Bieber tambi¨¦n le pasaba. Se usaba la palabra gay como insulto. Y yo, al ser un ni?o, no me paraba a pensar que en realidad no es un insulto, pero una vez creces te da igual¡±. Si todo ni?o con pluma suele pasearla con alegr¨ªa hasta que, en torno a los diez a?os, la sociedad le se?ala que est¨¢ mal, R¨ªos creci¨® con desconocidos burl¨¢ndose ante el mundo en su propio perfil de YouTube. ¡°Es que yo no era consciente de lo que era la pluma, solo ahora que me lo dices. Es verdad que, en un pueblo peque?o, si destacas por ser diferente te suelen mirar un poco raro, pero no fue mi caso. Todo el mundo me conoc¨ªa y me quer¨ªa como era¡±.
Con su papel de Gavroche en Los miserables, a los 13 a?os, R¨ªos convirti¨® su sue?o en una profesi¨®n. Tanto, que su padre decidi¨® dejar la suya (electricista) para apoyarle. ¡°Cada d¨ªa ¨ªbamos a Madrid, ensayaba, actuaba y volv¨ªamos a Calzada. Me acostaba a las tres de la ma?ana y a las 7:30 me levantaba para ir al instituto¡±, recuerda. Tras pasar de ser Gavroche a la ficha roja de la nueva formaci¨®n de Parch¨ªs, una maquilladora le ense?¨® a usar una nueva aplicaci¨®n llamada Instagram. La primera foto que subi¨® era de una Coca-Cola y, aunque ha borrado muchas ¡°fotos chorras¡± desde entonces, esa sigue publicada. ¡°Por si me ofrecen un deal¡±, bromea absolutamente en serio.
Ante la pregunta de qu¨¦ se siente al superar el mill¨®n de seguidores en Instagram, algo que logr¨® antes de cumplir la mayor¨ªa de edad, la respuesta es previsible: ¡°Nada¡±. Este tipo de haza?as solo impresionan a la gente que observa desde fuera. ¡°Intento no pensarlo, porque me condicionar¨ªa las fotos que subo. Mis seguidores son personas que apoyaban lo que hago, no son un n¨²mero¡±. Pero si se imagina 9,9 millones de personas juntas mir¨¢ndole, ?siente algo? ¡°No, no, no. Eso no lo puedes pensar. No, no lo hago¡±.
El sue?o de Instagram produce monstruos: aspirantes a famosos, narcisistas y onanistas de la celebridad f¨¢cil. Tambi¨¦n los hay como Manu R¨ªos, estrellas naturales del medio. Hace tres a?os fue proclamado influencer espa?ol m¨¢s seguido del mundo: ten¨ªa 21 a?os y cuatro millones de seguidores (Pelayo D¨ªaz, tal vez el m¨¢s famoso fuera de los confines de la red social, tiene un mill¨®n a fecha de cierre). R¨ªos desfilaba en las pasarelas de Mil¨¢n, Pek¨ªn o Los ?ngeles. Es la ¨¦poca en la que le escribieron de Next Models, una de las agencias de modelos m¨¢s importantes del planeta porque, obviamente, le hab¨ªan visto en Instagram.
A veces duda de lo que hace y, sobre todo, de lo que deja de hacer. ¡°Reflexiono mucho cada decisi¨®n. Cuando me mud¨¦ a Madrid le daba muchas vueltas a todo y me a veces me costaba dormir¡±. No fue f¨¢cil llevar media vida trabajando y darse cuenta de que su fama online le abrir¨ªa muchas puertas, pero tambi¨¦n crear¨ªa un prejuicio contra ¨¦l. ¡°Me preocupaba ver c¨®mo se empezaba a usar el t¨¦rmino influencer como algo despectivo. En realidad, todo el mundo influye. Si eres un m¨²sico o un actor, est¨¢s influyendo¡±. Pero no todos los m¨²sicos y actores cobran por sus publicaciones en colaboraci¨®n con firmas. ¡°Forma parte de mi trabajo, y de mi creatividad. Hay influencers que solo hacen eso, y les va genial, pero en mi caso es solo una parte de mi carrera¡±.
Que 9,9 millones de personas lo hayan conocido a trav¨¦s de su Instagram es circunstancial. ¡°Es que yo, antes de mudarme a Madrid, ten¨ªa tres millones de seguidores en Instagram, y todo lo hab¨ªa conseguido desde mi pueblo¡±, zanja. Hoy, el protagonista de uno de los dramas televisivos m¨¢s importantes de la temporada, La edad de la ira, es adem¨¢s un virtuoso de las redes sociales: postea im¨¢genes donde aparece alternativamente, o incluso al mismo tiempo, sexy, cercano, glamuroso o simp¨¢tico. Donde pasea pasea sus viajes, sus proyectos profesionales, sus salidas nocturnas, sus colaboraciones con marcas, su f¨ªsico y y su particular idea del estilo (a medio camino entre el streetwear, el vecino de al lado y un modelo profesional, aunque ahora asiste a los desfiles como invitado).
Ahora, Manu quiere transformar su fama digital en fama tangible. Cuando fich¨® por ?lite el a?o pasado ten¨ªa 5,7 millones de seguidores en Instagram, cero pel¨ªculas y una serie en su curr¨ªculum (apareci¨® en seis cap¨ªtulos de El chiringuito de Pepe a los 16 a?os). Pero Netflix y Carlos Montero, creador de ?lite, apostaron por ¨¦l por el mismo motivo que Howard Hawks le dio el papel de Slim a Lauren Bacall en Tener y no tener: porque no exist¨ªa otra cara como esa. ¡°Necesit¨¢bamos a alguien que encarnara la tentaci¨®n¡±, explica Carlos Montero.
El actor se siente cada vez m¨¢s orgulloso de su labor como int¨¦rprete. Y la tem¨¢tica de La edad de la ira lo convertir¨¢ en un referente, rol que ¨¦l todav¨ªa no sabe si le convence aunque acepta que, como personaje p¨²blico, est¨¢ en posici¨®n de enviar mensajes que considera importantes. ¡°Quiero estar en el lado justo de la sociedad¡±, afirma. En la l¨ªnea de joyas que ha desarrollado con TwoJeys ¨Cfirma fundada, a la saz¨®n, por dos influencers: Biel Juste y Joan Margarit¨C, todas las piezas son unisex y se suman a la moda de los collares de perlas para hombres. ¡°No hay que dejar de hacer algo solo porque no es lo socialmente normal para tu g¨¦nero¡±.
Manu R¨ªos da la impresi¨®n de no haber abandonado del todo la edad de la inocencia. ¡°Lo ¨²nico que le dir¨ªa al Manu de hace una d¨¦cada es: ¡®Disfruta del proceso, no le des importancia a tonter¨ªas, evita... es que me sale la palabra en ingl¨¦s... overthinking [pensar demasiado, t¨¦rmino para el que efectivamente no hay traducci¨®n directa al espa?ol]. Porque de tanto pensar las cosas no disfrutas del momento, no est¨¢s presente en ¨¦l. Y oye, igual no est¨¢s haciendo muchas pelis ni conciertos muy grandes, pero est¨¢s en camino de hacer cosas grandes para ti¡±.
- Realizaci¨®n: Nono V¨¢zquez. producci¨®n Adriana Su¨¢rez. Asistente de fotograf¨ªa: Felipe Hern¨¢ndez. Asistente de realizaci¨®n: Irene Monje. Maquillaje y peluquer¨ªa: Fer Mart¨ªnez.
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