El cantante era el ¡°traidor¡±: 30 a?os de ¡®Fear of the Dark¡¯, el disco que casi acaba con Iron Maiden
El ¨¢lbum con el que el vocalista Bruce Dickinson se despidi¨® de la banda (para volver en 1999) cumple tres d¨¦cadas. Recordado principalmente por la canci¨®n que le dio t¨ªtulo, simboliza la etapa de mayor tensi¨®n entre los ¡®heavies¡¯ brit¨¢nicos
Pintaban bastos para Iron Maiden a principios de los noventa. La banda emblema del heavy metal brit¨¢nico ven¨ªa de atravesar una d¨¦cada memorable, con un pu?ado de discos que adquirieron estatus de cl¨¢sico nada m¨¢s editarse y el ruido de millones de seguidores enfervorecidos sobreponi¨¦ndose al notable silencio medi¨¢tico y publicitario, cuando no a la censura, sobre todo por parte de quienes los ve¨ªan como unos peligrosos satanistas. El g¨¦nero, sin embargo, estaba perdiendo tir¨®n comercial frente al avance de los sonidos alternativos dentro del rock, en concreto el grunge, en total dominio de la escena tras la publicaci¨®n de Nevermind, de Nirvana, en septiembre de 1991.
El conjunto fundado por el bajista Steve Harris en 1975 buscaba enmendar el primer traspi¨¦ significativo de su carrera, el disco No prayer for the dying (1990), que no convenci¨® ni a cr¨ªtica ni a seguidores, y para ello ten¨ªa que resolver lo que parec¨ªa la cuadratura del c¨ªrculo: adaptarse a los tiempos manteni¨¦ndose fieles a sus principios. No era la primera vez que Iron Maiden pasaba por ese brete, puesto que Harris ya se hab¨ªa mantenido firme y desafiado en sus inicios a los compatriotas que le aconsejaban subir a la ola del punk a finales de los setenta, a rebufo del ¨¦xito de Sex Pistols y The Clash. Pero, en esta ocasi¨®n, las voces que lo acusaban de ser demasiado ¡°conservador¡± en lo musical ven¨ªan de casa. Las diferencias con el cantante Bruce Dickinson, carism¨¢tico frontman de la banda desde The Number of the Beast (1982), se hac¨ªan cada vez m¨¢s patentes en entrevistas y en resultados art¨ªsticos.
Dickinson, el verso suelto
En 1990, el propio Dickinson ya se hab¨ªa apartado brevemente de la banda para lanzar un disco en solitario, Tattooed Millionaire, con un sonido alejado del terreno de Iron Maiden, al tiempo que proclamaba p¨²blicamente su admiraci¨®n por los ¨²ltimos trabajos de artistas como Alice in Chains o Sting, representaciones de un esp¨ªritu ¡°real¡± y ¡°sincero¡± al que dec¨ªa querer orientarse.
Pivotando sobre esa diferencia de opiniones creativa, el 12 de mayo de 1992, Iron Maiden public¨® Fear of the Dark, su noveno ¨¢lbum de estudio, que cumple 30 a?os. El disco present¨® varios cambios importantes en la alineaci¨®n. El primero que saltaba a la vista era que su portada, por primera vez, no corr¨ªa a cargo de Derek Riggs, el ilustrador que cre¨® la c¨¦lebre mascota del grupo, Eddie. En su lugar, la banda opt¨® por un dibujo de Melvin Grant (quien, desde entonces, volver¨ªa a colaborar a menudo) que transformaba al personaje caracter¨ªstico de Iron Maiden en una especie de criatura vamp¨ªrica, agazapada en la rama de un ¨¢rbol con la luna llena de fondo, en un intento por ¡°actualizar a Eddie a los noventa¡å, seg¨²n confes¨® el m¨¢nager Rod Smallwood al bi¨®grafo Mick Wall en el libro Iron Maiden: Run to the Hills (1998).
Otro cambio importante tuvo lugar en el seno de la formaci¨®n: el guitarrista Adrian Smith, presente desde el segundo disco, dej¨® la banda y fue sustituido por Janick Gers, m¨²sico amigo de Dickinson que hab¨ªa tocado en su disco en solitario. Reequilibrando poderes, Steve Harris (bajista y fundador) asumi¨® el rol de productor, como continuar¨ªa haciendo desde entonces.
El disco fue un ¨¦xito de ventas, que logr¨® el n¨²mero 1 en el Reino Unido por tercera vez para Iron Maiden (ya lo hab¨ªan hecho con The Number of the Beast y, en 1988, con Seventh son of a seventh son), aunque la cr¨ªtica se mostr¨® algo menos entusiasta, consider¨¢ndolo una leve pero insuficiente mejora. ¡°A pesar de su ic¨®nico tema principal y de un pu?ado de momentos inspirados, Fear of the Dark es uno de los discos m¨¢s flojos en la incre¨ªble primera etapa de Iron Maiden¡±, opina, consultado por ICON, el periodista musical Joe Daly, colaborador de revistas especializadas como Metal Hammer o Classic Rock. ¡°Hay que felicitarles por estar abiertos a cambiar con los tiempos, pero hicieron los cambios equivocados. Parecieron querer saltar de sus t¨ªpicos temas de batallas y fantas¨ªa a letras con discurso social, como la antib¨¦lica Afraid to shoot strangers [inspirada en la reci¨¦n acaecida Guerra del Golfo] y los comentarios sobre la epidemia del sida [Fear is the key] o el hooliganismo en el f¨²tbol [Weekend warriors]¡±.
¡°En los anteriores ¨¢lbumes sol¨ªamos esconder ideas mediante conceptos aleg¨®ricos, el uso de mitolog¨ªa o leyendas, como forma de enmascarar nuestros verdaderos sentimientos personales. Esta vez, los hemos mostrado y hemos dado a nuestra m¨²sica una nueva dimensi¨®n¡±, declar¨® orgulloso Steve Harris a la revista francesa Hard Force Magazine. Dickinson no lo ve¨ªa as¨ª. Pese a sus importantes contribuciones autorales a Fear of the Dark (temas como Wasting love o Be quick or be dead, ambos firmados con su colega Gers, no hubieran desentonado en Tattooed Millionaire), precisamente acus¨® a Harris de utilizar la imaginer¨ªa fant¨¢stica para reprimir sus emociones. En una antol¨®gica entrevista al medio brit¨¢nico de rock Kerrang!, el cantante cargaba contra el estilo sutil de las composiciones de Harris: ¡°Al principio, toda esa cosa aleg¨®rica era muy intrigante, pero ?por qu¨¦ no dice lo que quiere decir? Si de m¨ª hubiera dependido, Maiden siempre hubiera expresado muchos m¨¢s sentimientos y opiniones¡±. La entrevista ser¨ªa una de las ¨²ltimas que Dickinson dar¨ªa como vocalista de la banda en aquella etapa, a la que puso punto final en agosto de 1993.
¡°Que le jodan, ?busquemos otro cantante!¡±
Aquella entrevista en Kerrang! no destac¨® solamente por las declaraciones de Dickinson. El reportaje, realizado cuando el cantante ya hab¨ªa anunciado p¨²blicamente que se ir¨ªa de Iron Maiden al finalizar la gira en la que estaban inmersos, fue el que mejor logr¨® reflejar en su ¨¦poca el mal ambiente y las tensiones entre los miembros del grupo. Tanto Harris como el bater¨ªa, Nicko McBrain, acusaban al vocalista de falta de compromiso por actuar a un nivel flojo en los conciertos que ten¨ªan a¨²n contratados y hac¨ªan ver su indignaci¨®n porque Dickinson ya hubiera difundido que se marchaba, algo que transformaba las presentaciones de Fear of the Dark en una gira de despedida.
Parte de la prensa, incluso, apunt¨® a que se trataba de un movimiento calculado para animar la decepcionante venta de entradas. Pero quien tir¨® los dardos m¨¢s fuerte fue, sin duda, McBrain. ¡°Que le jodan, ?busquemos otro cantante! Mi padre, que en paz descanse, me dijo un d¨ªa que si alguien se cagaba en el nombre de McBrain, ser¨ªa su primera y ¨²ltima vez¡±, declar¨®, frase que llev¨® al periodista Jason Arnopp a cuestionarle si acaso Dickinson se estaba ¡°cagando en Iron Maiden¡±. ¡°?l ha dejado la puta banda, si eso no es cagarse en ti, ?entonces qu¨¦ cojones es?¡±, replic¨®.
El frontman trat¨® de evitar la pol¨¦mica asegurando que, a fin de obtener esas declaraciones, el periodista de Kerrang! hab¨ªa emborrachado a McBrain, que en otro punto de la entrevista aventur¨® que Dickinson hab¨ªa estado de visita en Los ?ngeles y unos ¡°putos pajilleros¡± aduladores le hab¨ªan convencido de ¡°dejar a esos carcas [Iron Maiden]¡±. ¡°Periodistas¡ ?todo el mundo sabe c¨®mo son! Siempre est¨¢n acechando a la banda para encontrar cualquier conflicto entre nosotros. Tristemente para ellos, nuestra relaci¨®n siempre ha sido muy buena¡±, dijo Dickinson meses despu¨¦s a Hard Rock Magazine, para a?os m¨¢s tarde cambiar de opini¨®n y confesar al bi¨®grafo Mick Wall el ¡°mal rollo¡± existente entonces en el escenario.
La doble gira mundial que sigui¨® al lanzamiento de Fear of the Dark transcurri¨® sin muchos m¨¢s sobresaltos, a excepci¨®n de la prohibici¨®n de su concierto en Chile (despu¨¦s de que la Iglesia presionase al Gobierno aludiendo a las referencias sat¨¢nicas de sus letras) y de que, seg¨²n cont¨® Harris tambi¨¦n a Kerrang!, un fan espa?ol se ofreciera para ¡°asesinar¡± al ¡°traidor Bruce¡± a su paso por la pen¨ªnsula. Entre 1992 y 1993, la banda ofreci¨® 112 conciertos en todo el mundo.
Esclavos del escenario
El ritmo de conciertos del grupo era, de hecho, otro motivo de fricci¨®n. Iron Maiden alcanz¨® su r¨¦cord, en este sentido, en la gira del disco Powerslave (1984), que entre el 9 de agosto de 1984 y el 5 de julio de 1985 cont¨® con 187 fechas: una media cercana a cuatro conciertos a la semana durante pr¨¢cticamente un a?o por Europa, Am¨¦rica, Jap¨®n y Australia. ¡°Algunas noches de la ¨²ltima etapa llegu¨¦ a pensar: ?por qu¨¦ esto es tan parecido a un trabajo esclavo?¡±, declar¨® Dickinson. ¡°Lo que necesitaban era un par¨®n de dos a?os para descansar y recargar las pilas¡±, opina el periodista y cr¨ªtico Joe Daly. M¨¢s all¨¢ de los intentos por reinventar el grupo y sus frustraciones con los resultados, que el cantante expres¨® tambi¨¦n a cuenta de Fear of the Dark, Daly cree que ¡°cambiar la f¨®rmula¡± era algo innecesario: ¡°Los Iron Maiden de los ochenta tuvieron un recorrido como el de ninguna otra banda en la historia del rock o el metal, con un n¨²mero incomparable de ¨¢lbumes cl¨¢sicos en solo ocho a?os. Se establecieron como la banda de metal dominante en su ¨¦poca, manteni¨¦ndose fieles a su ¨¦tica y sonido incluso cuando las tendencias cambiaron¡±.
Ni Iron Maiden ni Bruce Dickinson tuvieron demasiada fortuna en sus caminos por separado. Aunque Dickinson se junt¨® con otro ex-Maiden, Adrian Smith, ni siquiera eso logr¨® atraer gran inter¨¦s general hacia su proyecto en solitario. La banda brit¨¢nica, por su parte, fich¨® al cantante Blaze Bailey, que cant¨® en dos de sus discos m¨¢s impopulares y de menor ¨¦xito comercial (aunque con algunos defensores entre sus fans), y acab¨® despidi¨¦ndolo despu¨¦s de tener que cancelar conciertos a causa de sus problemas de voz, derivados de verse obligado a cantar fuera de su registro natural y no tener tiempo para recuperarse.
Entre el ¨¦xtasis de los seguidores, las partes enfrentadas hicieron muy oportunamente las paces en 1999 y, de paso, incorporaron de vuelta a Smith, manteniendo a su sustituto Janick Gers y conformando con Dave Murray la formaci¨®n de tres guitarras que ha caracterizado desde entonces al sonido de Iron Maiden, que inaugur¨® una nueva ¨¦poca con el aplaudido Brave New World (2001). A diferencia de en Fear of the Dark, donde no compart¨ªan ning¨²n cr¨¦dito, 4 de las 10 composiciones de ese disco fueron colaboraciones entre Dickinson y Harris. ¡°Resurgieron como una de las voces m¨¢s vitales del metal, lo que no es poca cosa si se tiene en cuenta la cantidad de bandas y subg¨¦neros que han aparecido en los ¨²ltimos 20 a?os¡±, cree Joe Daly. ¡°El hecho de que Maiden siga publicando ¨¢lbumes como The Book Of Souls [2015] y Senjutsu [2021] demuestra que son uno de los grupos m¨¢s importantes no solo del heavy, sino de la m¨²sica moderna¡±.
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