M¨¢s de 40 a?os de carrera y arrasando: c¨®mo Iron Maiden consigue vender m¨¢s que los ¨ªdolos juveniles

El primer fin de semana de septiembre iba a marcar un hito por la coincidencia de los nuevos lanzamientos de Drake y Kanye West, algo as¨ª como una actualizaci¨®n de la confrontaci¨®n Blur-Oasis llevada al nuevo pop. Pero lo que pocos ten¨ªan en cuenta era que el podio de las listas se lo iba a disputar Iron Maiden con su decimos¨¦ptimo ¨¢lbum. Senjutsu (El arte de la guerra, en japon¨¦s) se alz¨® con el n¨²mero uno en ventas en Espa?a, Alemania, Austria, B¨¦lgica, Croacia, Finlandia, Hungr¨ªa, Italia, Portugal, Suecia y Suiza, por encima de los dos divos y de artistas de moda como Olivia Rodrigo o Billie Eilish. En Inglaterra se qued¨® en el segundo lugar, y en EE UU, en el tercero, la posici¨®n m¨¢s alta que el grupo ha obtenido en ese pa¨ªs en toda su carrera.

Sus trabajos inmediatamente anteriores tambi¨¦n fueron fen¨®menos de ventas globales: The Book Of Souls (2015) lleg¨® al n¨²mero uno en 24 pa¨ªses, mientras que The Final Frontier (2010) lo obtuvo en 19, entre los que se cuentan Argentina, Brasil, M¨¦xico y Colombia (donde Senjutsu a¨²n no ha salido a la venta). Pero lo verdaderamente novedoso es la acogida que est¨¢ teniendo por parte de la cr¨ªtica especializada, incluidas publicaciones tradicionalmente poco entusiastas con el heavy metal. En el agregador Metacritic, que recoge las puntuaciones de la cr¨ªtica anglosajona, tiene un 86 sobre 100, cinco estrellas sobre cinco en The Guardian, cuatro en NME y Rolling Stone, y un 7.4 sobre 10 en la web Pitchfork. En Espa?a, esta misma semana Rockdelux publicaba una cr¨ªtica elogiosa del disco, algo ins¨®lito, pues casi nunca hab¨ªan escrito sobre la banda brit¨¢nica.

Iron Maiden, formados en Londres en la Navidad de 1975, vivieron aparentemente su ¨¦poca de mayor gloria en la primera mitad de los a?os ochenta, cuando se convirtieron en el grupo m¨¢s popular del heavy metal, estilo que en aquellos a?os tom¨® por asalto el mundo entero. A d¨ªa de hoy, se puede decir que solo The Beatles, Rolling Stones y Queen los superan en cifras de ventas dentro del rock brit¨¢nico. Pero esta longevidad y, sobre todo, esta resurrecci¨®n no se las esperaba nadie. En los albores del siglo XXI, cuando se comenzaba a hablar por primera o segunda vez ¨Cluego llegar¨ªan muchas m¨¢s¨C de que el rock hab¨ªa muerto, Iron Maiden parec¨ªa un grupo completamente acabado, que solo podr¨ªa ya aspirar a vivir de la nostalgia de lo conseguido en los ochenta. ¡°Estaban en decadencia total. Hab¨ªa venido a verlos p¨²blico de toda Galicia, Le¨®n y Asturias, pero el sonido era mal¨ªsimo y ellos estaban en lo m¨¢s bajo que hab¨ªa visto nunca¡±, recuerda Henrique Garc¨ªa Rodr¨ªguez, soci¨®logo y seguidor del grupo, que acudi¨® a su concierto en el campo de f¨²tbol de Os Remedios, en Orense, en mayo de 1998.

En aquella gira, los Maiden tocaron tambi¨¦n en la plaza de Toros de Laguna de Duero (Valladolid), los vel¨®dromos de Valencia y San Sebasti¨¢n, el Palacio de los Deportes de Madrid y el Pabell¨®n Vall d¡¯ Hebr¨®n en Barcelona. Todos ellos eran recintos de aforo medio que contrastan con los actuales. Su ¨²ltimo concierto por aqu¨ª fue en el madrile?o estadio Wanda Metropolitano, en 2018, y la pr¨®xima visita, prevista para el 29 de julio de 2022, ser¨¢ en el Estadio Ol¨ªmpico de Barcelona. Seg¨²n Joe P¨¦rez-Orive, jefe de marketing en Espa?a de la megapromotora Live Nation, apenas (siendo generosos) hay 20 artistas en el mundo que puedan llenar un recinto con ese aforo actualmente. ?Cu¨¢l es, entonces, el secreto para que Iron Maiden se encuentre, a d¨ªa de hoy, a un nivel tan alto?

¡°Han jugado conservador y lo han hecho muy bien¡±, afirma Tito Lesende, periodista musical que fue muy fan de la banda en su adolescencia, de los que esperaban el reparto en la tienda de discos para llevarse el primer ejemplar de cada nuevo ¨¢lbum. ¡°Han sabido administrar su patrimonio. Les ha bastado ofrecer discos con una calidad m¨¢s que aceptable, dosificar sus entregas y hacerse fuertes en las giras, donde explotan su propia leyenda. Los a?os han ido pasando y han aguantado con dignidad, desde el Londres punk y suburbial hasta ver sus camisetas a la venta en las tiendas de Inditex. La iconograf¨ªa de Iron Maiden es cultura pop desde hace muchos a?os ya. Incluso cuando la banda descansa, su imagen est¨¢ en todas partes¡±, resalta el periodista.

Su discurso es avalado por un r¨¢pido recuento de celebridades que han sido vistas en alg¨²n momento portando prendas con su logo: Madonna, Maradona, Lady Gaga, Rihanna, Taylor Swift, Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Justin Bieber, Drew Barrymore, Charlize Theron, Lindsay Lohan, Paris Hilton, Selena Gomez, David Beckham, Cameron Diaz, Michael Fassbender, Paul Gascoigne, Pilar Rubio¡­

Lesende recientemente escribi¨® sobre la banda en su libro Los 100 mejores discos de rock en directo a colaci¨®n de Live After Death (1985). ¡°Creo que ese ¨¢lbum recopila todo aquello por lo que Iron Maiden ser¨¢n recordados. Todo lo importante est¨¢ ah¨ª, y lo que ha venido despu¨¦s es una extensi¨®n protocolaria de aquello, una versi¨®n m¨¢s aburrida de la misma f¨®rmula¡±, sostiene ¨¦l. Otro seguidor de pro, el ilustrador Juanjo S¨¢ez (cuya pasi¨®n por los Maiden se refleja en su colecci¨®n Hit emocional y en su serie de animaci¨®n Heavies tendres), se atreve a decir que ¡°son, junto a Sonic Youth, el grupo con m¨¢s etapas remarcables a lo largo de su propia discograf¨ªa¡±.

S¨¢ez ha seguido toda la carrera de los brit¨¢nicos, aunque tambi¨¦n ya lejos de su fervor adolescente. ¡°Los dos ¨²ltimos no me han llegado mucho, pero entiendo por qu¨¦ gustan. Han creado un mundo que conecta con cada generaci¨®n de j¨®venes, como la saga Harry Potter o El se?or de los anillos. Tocan temas universales como la libertad, la rebeli¨®n, la lucha por la identidad, y lo hacen sin miedo a resultar ingenuos o na¨ªf, y adem¨¢s hay que sumar el factor nostalgia para todos los que tenemos casi 50 o 50 y pocos. Es un producto infalible¡±, argumenta el artista.

¡°El rock es un g¨¦nero cl¨¢sico y muchos de sus referentes se han proyectado en el tiempo como parques tem¨¢ticos de s¨ª mismos¡°, a?ade Lesende. ¡°Eso son The Rolling Stones, AC/DC o Iron Maiden desde finales de los ochenta, cuando los espect¨¢culos de rock comenzaron a convertirse en experiencias sociales. En contraste con los otros grupos que he mencionado, Iron Maiden ha centrado su gancho gr¨¢fico en una creaci¨®n de fantas¨ªa, el monstruo Eddie [la mascota con aspecto de zombi que protagoniza todas sus portadas y les acompa?a en el escenario]. Esto les ha permitido desarrollar una serie de posibilidades conceptuales que han impulsado su atractivo y sus capacidades de marketing: Eddie puede viajar al espacio, a Egipto, al futuro, al mundo de los muertos o, como ahora, a Jap¨®n. En este sentido, cada uno de sus lanzamientos tiene car¨¢cter propio y se convierte en una especie de coleccionable. Son un grupo de rock, sin duda, pero tambi¨¦n un producto comercial como Star Wars, Cirque du Soleil o Harry Potter¡±.

Dentro de la narrativa rockera se ha estandarizado el clich¨¦ promocional de afirmar que determinados grupos (esto vale tanto para los heavies como para Extremoduro, Marea, Camela o El Barrio) han conseguido mantener un gran impacto popular sin el apoyo de los grandes medios y operando siempre ajenos a las tendencias de moda. En el caso de Iron Maiden, esa es una verdad a medias. ¡°El algoritmo de Spotify me vende su nuevo disco cada d¨ªa. Tambi¨¦n a otros colegas, alguno de los cuales nunca hab¨ªa pinchado sus canciones. Los medios heavies se vuelcan con ellos porque son ap¨®stoles en activo y la presencia de Iron Maiden y el monstruo Eddie est¨¢ latente todo el tiempo; solo hace falta un est¨ªmulo comercial para que ese volc¨¢n se encienda¡±, asegura Lesende.

¡°Tienen un buen logo, un buen nombre y unas buenas campa?as de marketing al margen de lo establecido¡±, expone Juanjo S¨¢ez. ¡°Siguen pareciendo aut¨¦nticos y underground sin serlo, y eso lo logran no saliendo en televisi¨®n. Pero tambi¨¦n funcionan como una empresa, todo est¨¢ muy calculado y, por ejemplo, y al contrario que Metallica, no est¨¢n en contra de la pirater¨ªa porque saben que dependen de los chavales que no tienen dinero para comprar sus discos, pero ellos los necesitan para renovar su p¨²blico y llenar estadios enormes en pa¨ªses donde el poder adquisitivo es menor. Son gente inteligente, han creado su propia forma de hacer negocio con la m¨²sica y han compuesto grandes canciones¡±.

Hay otros aspectos que atestiguan la buena visi¨®n empresarial de la banda brit¨¢nica. Ya en 1984 ofrecieron una gira hist¨®rica al otro lado del tel¨®n de acero, en los pa¨ªses de la ¨®rbita sovi¨¦tica antes de la ca¨ªda de la URSS, que les ha asegurado una fidelidad casi religiosa entre el p¨²blico del este de Europa. Latinoam¨¦rica o India han sido otros territorios clave para ellos a lo largo de los ¨²ltimos a?os. ¡°Tener una visi¨®n global es clave para un artista. Encontrar tus mercados y concentrar el esfuerzo en ellos es determinante en tu cuenta de resultados y el engagement con los fans¡±, apunta Joe P¨¦rez-Orive. ¡°Pero me atrever¨ªa a decir que uno de los ¨¦xitos de Iron Maiden y su relevancia a lo largo de los a?os vienen marcados por su bajista y principal compositor, Steve Harris¡±, a?ade. ¡°Es un tipo perseverante e inteligente, se inspir¨® en la carrera de los Beatles y ha utilizado siempre tres elementos que sustentan el ¨¦xito global del grupo: en primer lugar, una imagen potente y transgresora. Despu¨¦s, unas canciones grandiosas con apetito de himno continuo, con letras sobre no rendirse al enemigo y ayudar al d¨¦bil, que inspiran y levantan el ¨¢nimo apoyadas por guitarras que cabalgan y solos megamel¨®dicos. Y, por ¨²ltimo, un directo trabajado y atronador. M¨¢s que adaptarse al entorno, el entorno se ha adaptado a Iron Maiden¡±, concluye.

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