¡°Uno tiene que irse¡±: c¨®mo Chris Pratt se convirti¨® en el menos querido de todos los ¡®chris¡¯ de Hollywood

Sus pel¨ªculas han recaudado m¨¢s de 10.000 millones de d¨®lares (9.640 millones de euros), es uno de los diez actores m¨¢s taquilleros de la historia, en estos momentos tiene en cartel dos sagas exitosas (Thor: Love and Thunder y Jurassic World: Dominion) y acaba de estrenar en Amazon Prime La lista final, que ha producido y por la que ha cobrado un mill¨®n y medio de d¨®lares por cada uno de sus ocho cap¨ªtulos. Su tercera hija ha nacido hace apenas un mes y su matrimonio con Katherine Schwarzenegger parece un para¨ªso sin fisuras. Sin embargo, a juzgar por sus ¨²ltimas declaraciones a Men¡¯s Health, Chris Pratt (Virginia, 43 a?os) no parece un hombre plenamente feliz. ?La raz¨®n? Siente que el p¨²blico no lo quiere, o m¨¢s bien que se ha convertido en una de las dianas favoritas de esa ci¨¦naga de hiel que son las redes sociales. ¡°?Por qu¨¦ vienen a por m¨ª?¡±, se pregunta.

Para entender su lamento hay que remontarse a octubre de 2020, cuando la documentalista Amy Berg lanz¨® una encuesta que presum¨ªa inocente. Acompa?ando a cuatro fotos de los cuatro chrises m¨¢s famosos del momento ¡ªEvans, Pratt, Pine y Hemsworth, todos ellos atractivos hombres blancos protagonistas de una o m¨¢s franquicias de superh¨¦roes¡ª escrib¨ªa la frase: ¡°Uno tiene que irse¡±.

Sus seguidores y los que pasaban por all¨ª hicieron el resto. El tuit de Berg no tard¨® en adquirir tintes pol¨ªticos cuando los muros se dividieron entre los que consideraron a Pratt ¡°el peor Chris de Hollywood¡± debido a sus puntos de vista pol¨ªticos presuntamente conservadores y los que se sintieron impelidos a rescatarlo de las fauces de la progres¨ªa. La agresividad del enfrentamiento creci¨® tan exponencialmente que Berg pidi¨® que parasen, asegurando que su tuit se hab¨ªa convertido en ¡°un festival de mierda lleno de odio en ambos lados¡±.

Era una broma inocua, pero evidenciaba un sustrato. Hab¨ªa algo en aquel tipo exitoso, con buena planta y aspecto afable que no acababa de calar en los espectadores. ?l parece tener claras las ra¨ªces de ese odio y en su ¨²ltima y extensa entrevista a Men¡¯s Health lo achaca a su af¨¢n por mostrar su agradecimiento a Dios en cada una de sus apariciones p¨²blicas. ¡°No sab¨ªa que me iba a convertir en la cara de la religi¨®n cuando en realidad no soy una persona religiosa. Creo que hay una distinci¨®n entre ser religioso, en adherirse a las costumbres creadas por el hombre, a menudo apropi¨¢ndose del temor reservado a quien creo que es un Dios muy real, y utilizarlo para controlar a la gente, para quitarle dinero, para abusar de los ni?os, para robar tierras, para justificar el odio. Sea lo que sea¡±, ha declarado.

El entrevistador Mickey Rapkin, sin embargo, desliza su propia teor¨ªa sobre la animadversi¨®n que despierta el actor: ¡°Pratt ha sido posiblemente v¨ªctima de su propio ¨¦xito, tanto en la pantalla como en el gimnasio¡±, medita. Tal vez haciendo la media de ambas especulaciones se encuentre la ra¨ªz del problema. Pero lo cierto es que si la ¨¦pica del viaje del h¨¦roe se valora en funci¨®n de los obst¨¢culos a los que se enfrenta en su camino, el de Pratt s¨®lo ha sido desafiado por los palos que ¨¦l mismo ha ensartado en sus ruedas. Hasta su llegada a Hollywood, un G¨®lgota para la mayor¨ªa de las estrellas, se desarroll¨® con una curiosa sencillez.

A los 19 a?os, mientras trabajaba de camarero en un Bubba Gump de Haw¨¢i, la franquicia de restaurantes especializados en gambas basada en Forrest Gump, vio en una de las mesas a Rae Dawn Chong, actriz de El color p¨²rpura y de Commando, uno de esos cl¨¢sicos ochenteros de videoclub de Arnold Schwarzenegger que Pratt hab¨ªa visto ¡°m¨¢s de 4.000 veces¡±. Se mostr¨® tan entusiasmado que Chong le pregunt¨® si tambi¨¦n era actor. Pratt respondi¨® que jam¨¢s hab¨ªa actuado m¨¢s all¨¢ de alguna funci¨®n escolar, y la actriz, que en ese momento estaba inmersa en la preproducci¨®n de su primer cortometraje, le ofreci¨® un papel. Ella fue la primera en detectar en ¨¦l esa cualidad inaprensible que emanan las estrellas.

Era una pel¨ªcula espantosa, pero Pratt la vio como una oportunidad para conseguir un agente y un representante. A partir de ah¨ª, las cosas simplemente fluyeron. Se especializ¨® en personajes simp¨¢ticos y bonachones. Despu¨¦s de algunos papeles secundarios en series para adolescentes como Everwood y The OC, lleg¨® su gran papel, el Andy Dwyer de Parks and Recreations. Estaba previsto que apareciese ¨²nicamente en media docena de cap¨ªtulos, pero a los productores les gust¨® tanto que se qued¨® hasta el final de la serie.

El papel que le encumbr¨® tambi¨¦n contribuy¨® a encasillarle. Su aspecto y su aire inocent¨®n le alejaba de los papeles por los que suspiraba: tras ser rechazado por su sobrepeso en Avatar y Star Trek, empez¨® a preocuparse por su f¨ªsico y a buscar proyectos alejados de la comedia. Compagin¨® la serie de NBC con papeles en pel¨ªculas prestigiosas como La noche m¨¢s oscura, Moneyball y Her. Cuando se present¨® al casting de Guardianes de la galaxia, encandil¨® a la directora de casting, Sarah Finn, pero el director James Gunn era reticente.

¡°?El gordito de Parks and Recrecations? No¡±. Tard¨® 20 segundos en cambiar de opini¨®n. ¡°Es como Gary Cooper, es como John Wayne¡±, declar¨® despu¨¦s. ¡°Tiene todas las cosas cl¨¢sicas de las estrellas de cine y la capacidad de hacer re¨ªr¡±. Esa capacidad para aunar acci¨®n y humor le hizo acceder tambi¨¦n a otro papel codiciado: se convirti¨® en el protagonista de la nueva saga jur¨¢sica. Su renovado e imponente f¨ªsico (adelgaz¨® 36 kilos en seis meses) le hab¨ªa convertido en el h¨¦roe de moda. Se hab¨ªan acabado las cervezas y las comidas pantagru¨¦licas. El gordito simp¨¢tico era ahora la primera opci¨®n para interpretar los papeles a los que jam¨¢s hab¨ªa podido aspirar.

En 2009 se cas¨® con la actriz Anna Faris, protagonista de Scary Movie, Una conejita en el campus y la serie Mom, y se convirtieron en una de las parejas favoritas de las redes sociales. Hollywood necesita a los Bennifer y Brangelina para alimentar su glamur, pero tambi¨¦n parejas reales, y Chris y Anna convert¨ªan en aspiracional lo cotidiano. Parec¨ªan encantadores, divertidos y accesibles.

Y el p¨²blico se enamor¨® tan fieramente de su uni¨®n que el fin de su matrimonio con Faris en 2017 supuso la primera grieta en la imagen p¨²blica de aquel tipo corriente devenido en megaestrella de acci¨®n. Varios medios especularon que se debi¨® a una infidelidad de Pratt y a su incapacidad de lidiar con su nuevo f¨ªsico y nueva fama. Su posterior matrimonio con Katherine Schwarzenegger, hija de Arnold Schwarzenegger y Maria Shriver, tampoco fue bien recibido.

Dio igual que Faris tambi¨¦n rehiciera su vida y aprovechase cualquier momento para mostrar su cari?o a su exmarido en las redes sociales: ¡°Mi dulce Chris, mi ex, se comprometi¨® con Katherine hoy, y estoy muy feliz por ellos. Sab¨ªa que iba a pasar, y los quiero a los dos. Estoy muy feliz de que se hayan encontrado¡±, escribi¨® tras el anuncio del compromiso de Pratt. Nada atemper¨® a sus haters, especialmente cuando el actor subi¨® un mensaje aparentemente inocuo para celebrar su amor por su nueva esposa.

En ¨¦l se congratulaba de la manera en la que ella le miraba y le agradec¨ªa haberle dado ¡°una hija maravillosa y sana¡±. Un mensaje aparentemente emotivo, sencillo y tierno, pero en el que algunos vieron un menosprecio a Jack, el hijo que hab¨ªa tenido con Faris, un beb¨¦ prematuro que tras sufrir una hemorragia cerebral hab¨ªa nacido con da?os permanentes en su visi¨®n y sus m¨²sculos. ¡°Tienes un hijo con tu exmujer, Anna Faris, que desgraciadamente sufre desde muy peque?o problemas de salud y no se te ocurre otra cosa que subir un post con tu nueva mujer y recalcar que te ha dado una hija s¨²per sana¡±, critic¨® la tuitera Mary Wachi en un mensaje retuiteado casi 1800 veces.

Pratt tambi¨¦n ha hablado de este error en Men¡¯s Health. ¡°Es jodido. Mi hijo va a leerlo alg¨²n d¨ªa. Tiene nueve a?os. Y est¨¢ grabado en piedra digital. Me molest¨® mucho. Me hizo llorar¡±. Su matrimonio con Katherine Schwarzenegger aument¨® la percepci¨®n sobre el conservadurismo de Pratt en un momento en el que el pa¨ªs estaba muy polarizado pol¨ªticamente: su suegro Arnold Schwarzenegger, adem¨¢s de leyenda del cine de acci¨®n, hab¨ªa sido gobernador de California por el Partido Republicano. No ayud¨® que Pratt fuese el ¨²nico de los protagonistas del universo cinematogr¨¢fico de Marvel que no se sumase a la recaudaci¨®n de fondos de los dem¨®cratas en apoyo a su candidato, Joe Biden, y tampoco que se ausentase de una reuni¨®n del reparto de Parks and Recreation en apoyo del Partido Dem¨®crata de Wisconsin.

Estos desplantes propiciaron que se diese por sentado que apoyaba a Trump e incluso se le tachase de supremacista. Adem¨¢s, en una entrevista con Men¡¯s Journal, estuvo algo torpe al afirmar que en Hollywood hab¨ªa pocas historias sobre hombres blancos. ¡°No veo historias personales con las que me identifique, porque no son mis historias. Creo que hay espacio para que cuente las m¨ªas, y probablemente hay una audiencia que tendr¨ªa hambre de ellas. La voz del estadounidense medio de clase trabajadora no est¨¢ bien representada en Hollywood¡±.

Los tropiezos de Pratt

En cada pol¨¦mica se intensificaba la sensaci¨®n de que Pratt era un patoso, pero ya no aquel patoso simp¨¢tico que luc¨ªa en pantalla. En 2019 se enzarz¨® en un intercambio de golpes dial¨¦cticos con el actor Eliott Page en Twitter. El protagonista de The umbrella academy acus¨® a Pratt de pertenecer a una iglesia que es ¡°infamemente anti LGTBIQ¡±, la Zoe Chuch, que comparte v¨ªnculos con la controvertida Hillsong, una megaiglesia evang¨¦lica a la que tambi¨¦n est¨¢n vinculadas estrellas como Justin Bieber y Kendall Jenner. ¡°Nada podr¨ªa estar m¨¢s lejos de la verdad. Voy a una iglesia que abre sus puertas a absolutamente todo el mundo¡±, se defendi¨® el actor. Pero lo cierto es que el pastor de Zoe Church produjo en 2017 The Heart of Man, una pel¨ªcula en la que la homosexualidad se muestra como algo contra lo que hay que luchar, como la adicci¨®n al porno o la infidelidad. Tres a?os despu¨¦s de la pol¨¦mica, Pratt sigue tratando de disculparse por ella.

Hasta algo tan a priori inofensivo como la dieta provoca que Pratt se meta en jardines. Un post sobre una barbacoa de cordero desat¨® una pol¨¦mica cuando en realidad pretend¨ªa ser un alegato en favor de su peque?a ganader¨ªa presuntamente cruelty free. Pero se volvi¨® en su contra, al comparar matar a un cordero lechal con desenchufar una televisi¨®n.

Los tropiezos de Pratt y los afilados cuchillos de las redes sociales forman una combinaci¨®n letal. Quedan lejos los tiempos en los que BuzzFeed le describ¨ªa como ¡°el golden retriever humano que siempre so?aste¡±. El enigma sobre c¨®mo algunos perciben tan negativamente a una estrella que parece esforzarse tanto por gustar llev¨® a la periodista de Vulture Joan Summers a realizar una exhaustiva ¡ªe ir¨®nica¡ª investigaci¨®n sobre ¨¦l. ¡°Chris Pratt es un hombre que representa todo y nada en absoluto, dependiendo de qui¨¦n lo est¨¦ mirando. Su pol¨ªtica de lienzo en blanco lo convierte en el punto focal perfecto para las proyecciones colectivas de todos. A su vez, esa vaguedad protege sus intereses en Hollywood, eliminando el riesgo de alienar a los posibles espectadores y fans¡±, escribi¨®. ¡°Personalmente, eso me parece mucho m¨¢s aterrador¡±.

Lo cierto es que la animadversi¨®n que Pratt despierta no ha tocado fondo. El mismo d¨ªa que se publicaba el lamento del actor, Twitter volv¨ªa a la carga. En un mensaje que se volvi¨® velozmente viral, un camarero se burlaba de la desvinculaci¨®n del actor del cristianismo y afirmaba haberse sentido discriminado por ¨¦l. ¡°Se?or, le he visto rezar p¨²blicamente en un restaurante por una libra de carne de bisonte y no me dio ni una mierda de propina comparado con lo que hab¨ªa dado antes a los camareros heterosexuales¡±. Parece que el p¨²blico sigue ¨¢vido de verlo en la pantalla. Desafortunadamente para ¨¦l, tambi¨¦n de verlo en hilos de Twitter.

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