El resurgir de la librer¨ªa m¨¢s antigua de Madrid: el falso mito que da por muertas a las peque?as tiendas de libros
Fundado en 1946, P¨¦rgamo es el negocio de libros m¨¢s antiguo de Madrid. A finales de 2021 estuvo a punto de cerrar y convertirse en una pizzer¨ªa. Volvi¨® en septiembre con un nuevo equipo y una apariencia renovada. Es un ejemplo del renacer de estos comercios
Resulta que detr¨¢s de la m¨¢scara digital de las redes sociales se esconden m¨¢s lectores de lo que pens¨¢bamos. Uno de ellos es Pablo Cerezo. Desde septiembre trabaja de librero en P¨¦rgamo. Cuando en 1946 abri¨® esta peque?a librer¨ªa ubicada en el n¨²mero 24 de la calle general Or¨¢a, en pleno barrio de Salamanca, sus padres todav¨ªa no hab¨ªan nacido. Es la m¨¢s antigua de Madrid. Lo sigue siendo gracias a la intervenci¨®n milagrosa de un abogado gallego-mejicano ¡ªcuya identidad no ha sido revelada¡ª que a finales de 2021 alquil¨® el local para evitar que se terminara convirtiendo en una pizzer¨ªa. Tambi...
Resulta que detr¨¢s de la m¨¢scara digital de las redes sociales se esconden m¨¢s lectores de lo que pens¨¢bamos. Uno de ellos es Pablo Cerezo. Desde septiembre trabaja de librero en P¨¦rgamo. Cuando en 1946 abri¨® esta peque?a librer¨ªa ubicada en el n¨²mero 24 de la calle general Or¨¢a, en pleno barrio de Salamanca, sus padres todav¨ªa no hab¨ªan nacido. Es la m¨¢s antigua de Madrid. Lo sigue siendo gracias a la intervenci¨®n milagrosa de un abogado gallego-mejicano ¡ªcuya identidad no ha sido revelada¡ª que a finales de 2021 alquil¨® el local para evitar que se terminara convirtiendo en una pizzer¨ªa. Tambi¨¦n por la incorporaci¨®n del escritor y columnista de EL PA?S Jorge F. Hern¨¢ndez (Ciudad de M¨¦xico, 1962). En agosto de 2021 perdi¨® su puesto como agregado cultural de M¨¦xico en Espa?a. Por eso, cuando el empresario an¨®nimo le llam¨® para ofrecerle el puesto de librero en P¨¦rgamo, no se lo pens¨® dos veces: ¡°Fue como un cuento de hadas. Debo confesar que cuando dijo que era medio mejicano siempre entra la duda: no vaya a ser el Chapo Guzm¨¢n¡±, bromea Hern¨¢ndez.
La librer¨ªa conserva los muebles originales. Hern¨¢ndez, que narra su nueva aventura como si contara la historia de alg¨²n personaje de sus novelas, la describe como ¡°un bosque de madera de cerezo¡±. Todav¨ªa hay huecos por rellenar en las estanter¨ªas porque antes de marcharse las anteriores due?as liquidaron todas las existencias. Tienen alrededor de 4.000 t¨ªtulos, pero esperan llegar a los 8.000. Entran muchos clientes. Charlan y se dejan aconsejar por los libreros. Algunos son del barrio y llevan viniendo toda la vida. ¡°Ha habido, en general, una especie de gratitud porque P¨¦rgamo siga abierto. No queremos dejar de ser la m¨¢s antigua, y para eso hay que mantenerla viva. Est¨¢n ayudando los escritores, los editores y, sobre todo, los lectores. Se ha hecho mucho ruido. Predominan los que ven¨ªan de j¨®venes y ahora ya son mayores, la gente que se hizo lectora aqu¨ª¡±, comenta Hern¨¢ndez.
Compite en veteran¨ªa con Felipa, que se remonta a 1920, pero traslad¨® su local original. Tambi¨¦n con La Casa del Libro, que naci¨® como Espasa-Calpe en 1923, siendo un modelo de librer¨ªa bien distinto del que es ahora. P¨¦rgamo la fund¨® Ra¨²l Serrano, un represaliado del franquismo que fund¨® la Juventud Comunista de Arag¨®n. Cuenta Hern¨¢ndez que durante a?os la librer¨ªa guardaba en la trastienda (que hoy est¨¢ abierta al p¨²blico) todos los libros que estaban prohibidos por el r¨¦gimen. ¡°Muchos del Fondo de Cultura Econ¨®mica de M¨¦xico, como El Capital, de Marx. Eran libros que se vend¨ªan envueltos en papel de estraza. Al due?o de esta librer¨ªa lo multaron por haber exhibido en el escaparate el Diccionario filos¨®fico de Voltaire¡±.
Heredaron el negocio sus dos hijas, Lourdes (80 a?os) y Ana Serrano (72). Cuando ya no pudieron retrasar ni un minuto m¨¢s el momento de la jubilaci¨®n, anunciaron el cierre de la librer¨ªa y pusieron el local en alquiler. Entonces apareci¨® el empresario quijotesco, que seg¨²n cuentan los libreros, ven¨ªa a P¨¦rgamo desde que era peque?o y se negaba a verlo desaparecer. Aceptaron su oferta y acogieron a Hern¨¢ndez como aprendiz. ¡°Me corrigieron hasta la caligraf¨ªa¡±, asegura el escritor. De hecho, todo su negocio lo llevaban a mano. Funcionaba, dice Hern¨¢ndez, como una botica del siglo XIX. ¡°Ese modelo se instal¨® en el mundo: t¨² llegabas a un mostrador y entregabas tu receta. El librero buscaba tus libros y te los entregaba. El concepto de librer¨ªa como supermercado es una cosa muy gringa de mediados de siglo¡±, comenta.
Han subido las dos grandes mesas de madera de casta?o sobre unos ruedines con el fin de poder desplazarlas y tener hueco para organizar eventos, como una charla en homenaje a los 100 a?os de la muerte de Proust que organizaron el pasado noviembre. ¡°Al moverlas caben 20 sillas, que ya es un aforo digno¡±, dice Hern¨¢ndez. En los ¨²ltimos a?os, muchas librer¨ªas han iniciado la transici¨®n hacia una nueva vida como espacio cultural. Adem¨¢s, las medidas de restricci¨®n impuestas durante la pandemia obligaron a los libreros a buscar nuevas estrategias para llegar al p¨²blico. Muchas se embarcaron en un proceso de digitalizaci¨®n que les permiti¨® empezar a comunicarse con los lectores a trav¨¦s de directos en los que emit¨ªan charlas o presentaciones.
Pablo Bonet, secretario del gremio de librer¨ªas, asegura que el sector vive un gran momento e insiste en desterrar el mito de que estos comercios est¨¢n siempre en riesgo de desaparici¨®n. ¡°Desde 2018 se abren m¨¢s librer¨ªas de las que se cierran, por ello queremos disipar esa fama que tenemos de estar permanentemente en crisis¡±, asegura. Durante el confinamiento de 2020, la poblaci¨®n espa?ola vivi¨® un reencuentro con los libros, y ese h¨¢bito lector se prolong¨® a lo largo de 2021, seg¨²n se desprende del ¨²ltimo Bar¨®metro de h¨¢bitos de lectura y compra de libros, que ha presentado el Ministerio de Cultura.
La ley que fija un precio ¨²nico para todos los libros es una de las razones por las que las librer¨ªas sobreviven en Espa?a mejor que otros peque?os comercios. La normativa impide que las grandes multinacionales dominen el mercado con precios inalcanzables para las librer¨ªas tradicionales. Sin embargo, Bonet denuncia que en los ¨²ltimos tiempos empresas como Amazon est¨¢n infringiendo esta norma sin ning¨²n tipo de consecuencia. ¡±Tenemos varias denuncias contra esa empresa que hemos tramitado a trav¨¦s de la Comunidad de Madrid, pero todav¨ªa no las han admitido. Muchos creemos que ya es hora de entablar una demanda colectiva contra Amazon entre varias asociaciones de libreros europeos¡±.
Literatura en todos sus g¨¦neros
En P¨¦rgamo han hecho una selecci¨®n muy cuidada de libros. Apuesta por los cl¨¢sicos y apoya a editoriales peque?as e independientes como Minerva, que acaba de publicar Relaci¨®n del primer viaje alrededor del mundo (1519-1522), de Antonio Pigafetta, uno de los acompa?antes de Magallanes en su viaje alrededor del mundo. ¡°Lo que hemos logrado es vender lo que queremos vender, porque hay cosas que no queremos vender. Mindfulness, autoayuda...este no es el lugar para eso. Es un lugar para la literatura en todos sus g¨¦neros. Aqu¨ª vienen muchos lectores a los que les decimos: no tiene mucho sentido que compres El monje que vendi¨® su Ferrari. Si quieres mejor lee La invenci¨®n de Morel o Moby Dick¡±, comenta Hern¨¢ndez.
Irene Recavarren, que ya ten¨ªa experiencia como editora y como gestora de bibliotecas privadas, ha sido la ¨²ltima en incorporarse al equipo. Pablo Cerezo entr¨® desde el principio tras conocer a Hern¨¢ndez en una conferencia sobre literatura latinoamericana que el autor de La emperatriz de Lavapi¨¦s imparti¨® en la Universidad Complutense. Est¨¢ cumpliendo el sue?o secreto de trabajar como librero que todo buen lector ha tenido alguna vez. Describe su rutina ¡°como una constante ma?ana de Reyes en la que no da tiempo de abrir todos los regalos¡±.
Hern¨¢ndez ha frecuentado librer¨ªas durante toda su vida. En una de sus columnas de EL PA?S relata la vez que se encontr¨® a Cort¨¢zar en Coyoac¨¢n (M¨¦xico) y le pidi¨® que le esperara en lo que iba a buscar el volumen de Rayuela que ten¨ªa en su casa. Cuando regres¨®, despu¨¦s de haber recorrido varios kil¨®metros a toda prisa y haber subido las escaleras de su casa gritando que Julio Cort¨¢zar le esperaba ¡°para hablar de literatura¡±, solo encontr¨® la carcajada de un par de amigos y el abrazo consolador del librero que le dijo: ¡°?De veras cre¨ªas que Julio Cort¨¢zar te esperar¨ªa una hora con diez minutos?¡±. Hoy, que ¨¦l es el librero, tiene claro que en el momento que dejemos de leer ¡°nos va a llevar la chingada¡±.