Cuando un detalle navide?o puede provocar una guerra: los regalos m¨¢s desafortunados de la historia
Hay quien tiene poca imaginaci¨®n a la hora de comprar algo a un ser querido y hay quien tiene demasiada. La siguiente selecci¨®n prueba que lo segundo no siempre es una virtud
Pensar regalos para los seres queridos en las Navidades puede ser un foco de ansiedad: las dudas sobre c¨®mo encajar¨¢ la otra persona el detalle o qu¨¦ pensar¨¢ de nosotros siempre forman parte de las deliberaciones a la hora de elegir. Queda la opci¨®n de ir a lo pr¨¢ctico y regalar aquello que sabemos que ser¨¢ ¨²til para cualquiera, como unos calcetines o un pijama, aun con miedo a resultar los m¨¢s sosos del mundo. Un libro de autoayuda o una taza con la inscripci¨®n Mejor Padre del Mundo tambi¨¦n son opciones que, seg¨²n el contexto, pueden hacer su funci¨®n cuando lo que se busca es solo cubrir el expediente. De hecho, a veces es mejor ser poco imaginativo con los regalos que pasarse de ocurrente regalando a un familiar, una amistad o una pareja algo gigantesco que no tenga d¨®nde meter o le cree quebraderos de cabeza y estr¨¦s; como el que probablemente sintiese Kim Kardashian cuando cada dos d¨ªas se despertaba descubriendo que su antigua pareja Kanye West le hab¨ªa hecho titular de 10 restaurantes de Burger King o encargado un holograma de su padre muerto.
La Navidad es tiempo de paz. Uno de los acontecimientos m¨¢s recordados y celebrados en la historia contempor¨¢nea fue la famosa tregua a lo largo del Frente Occidental que los distintos bandos se dieron a finales de 1914 en la I Guerra Mundial. Aquello, seg¨²n cr¨®nicas de la ¨¦poca, dej¨® im¨¢genes tan sorprendentes como las de soldados alemanes y brit¨¢nicos cantando villancicos juntos, brindando o jugando partidos de f¨²tbol. Los regalos, sin embargo, tienen un potencial problem¨¢tico desde el momento en el que existe una presi¨®n social, unas expectativas muy f¨¢ciles de frustrar y un campo amplio de significado, porque, impl¨ªcita o expl¨ªcitamente, tambi¨¦n van con mensaje. Sobre todo si son para un enemigo ¨ªntimo. En la siguiente selecci¨®n hay un poco de todo eso, desde elecciones extraordinariamente desafortunadas hasta detalles con tanta mala baba como tino.
El regalo viene con pulla
En las Navidades de 2011, Kate Middleton, actual princesa de Gales, decidi¨® tomarle el pelo a su cu?ado Harry, entonces soltero, de la manera en que solo una cu?ada puede hacerlo: entreg¨¢ndole un kit bautizado ¡°Haz crecer a tu propia novia¡±, con una figura femenina rosa de goma en su interior, hinchable con el agua. No hay constancia de cu¨¢l fue la reacci¨®n concreta de la reina Isabel II, de quien se asume que estaba presente en la entrega dado el protocolo que la monarqu¨ªa brit¨¢nica sigue tambi¨¦n para los regalos navide?os, que siempre se entregan un d¨ªa antes de lo normal, en Nochebuena, y normalmente son humor¨ªsticos y baratos. Harry, a?os despu¨¦s, empez¨® a salir con Meghan Markle y se acab¨® la broma: junto a ella renunci¨® a su papel en la Familia Real y, en una entrevista con Oprah Winfrey, expuso algunas de las verg¨¹enzas racistas de la instituci¨®n.
La Casa Real espa?ola hace registro de los regalos que recibe solo desde 2015, aunque, puestos a buscar ejemplos aut¨®ctonos extra?os, al parecer, en 1970 el magnate del petr¨®leo Lloyd Powers regal¨® a Juan Carlos I una imagen de su hijo, el actual monarca Felipe VI, enmarcada en los colmillos de un hipop¨®tamo que el rey em¨¦rito hab¨ªa matado en Angola. Hasta ahora, el portarretrato no se ha visto de fondo en ning¨²n discurso de Navidad.
Todo lo quieres para Navidad soy yo
Es bastante corriente hacer entrega de un obsequio al Papa cuando se tiene un encuentro con ¨¦l. Tambi¨¦n es normal que estos tengan que ver con la cultura propia, a fin de compartirla con el Pont¨ªfice. Por ejemplo, la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz le hizo entrega de un libro de Rosal¨ªa de Castro, gran exponente de las letras gallegas, mientras que Evo Morales sorprendi¨® algo m¨¢s regalando a Francisco un crucifijo con forma de hoz y martillo, apelando a la uni¨®n entre jesuitas y marxistas en Latinoam¨¦rica. El presidente estadounidense Lyndon B. Johnson fue algo m¨¢s all¨¢ en la b¨²squeda de un detalle con significado personal y, directamente, en las Navidades de 1967, regal¨® al Papa Pablo VI un busto de su propia cabeza (la de Johnson). Uno de esos ejemplos de desequilibrios que a veces se dan en estos intercambios: el regalo del Papa para el mandatario fue una pintura al ¨®leo del siglo XV.
Se desconoce en qu¨¦ lugar del Vaticano fue depositado el busto de Lyndon B. Johnson, aunque, seg¨²n un jefe de protocolo del Departamento de Estado, el presidente encarg¨® una remesa de 200. Varios fueron entregados a l¨ªderes asi¨¢ticos, mientras que los restantes a¨²n pueden ser comprados a un precio de 150 d¨®lares en la p¨¢gina de la Fundaci¨®n Lyndon B. Johnson, para quien quiera adivinar a sentir lo que experiment¨® el Papa mientras lo sosten¨ªa.
El mu?eco de la violencia vicaria
El director Alfred Hitchcock somet¨ªa a las actrices de sus pel¨ªculas, a maltrato y tortura psicol¨®gica con el supuesto objetivo de preparar sus papeles. Entre quienes se pronunciaron, parece que quien se llev¨® la peor parte fue Tippi Hedren, protagonista de Los p¨¢jaros (1963), que en sus memorias asegur¨® haber sido acosada sexualmente por el cineasta, adem¨¢s de herida durante el rodaje de algunas secuencias de la famosa pel¨ªcula de terror por el uso de p¨¢jaros reales, del que no estaba avisada. Una crueldad que extendi¨® a la familia de la actriz: a su hija, la tambi¨¦n int¨¦rprete Melanie Griffith, cuando solo ten¨ªa seis a?os, le regal¨® una figurita de Hedren muerta, en un sarc¨®fago en miniatura. Cuando estall¨® el movimiento Me Too, la estrella del cine cl¨¢sico volvi¨® a hablar de su experiencia con Hitchcock: ¡°No hay nada de nuevo en esto. Es muy desconcertante tener constantemente a hombres que creen que pueden hacer lo que quieran a las mujeres¡±.
Es por tu bien
Los regalos del exl¨ªder de Podemos Pablo Iglesias durante su etapa en pol¨ªtica siempre dieron mucho que hablar, desde los DVD de Juego de tronos al rey Felipe VI hasta el libro de baloncesto que, durante las negociaciones para formar gobierno en 2016, le entreg¨® a Pedro S¨¢nchez con la dedicatoria: ¡°Es bueno empezar por lo que nos une¡±. De esos presentes con mensaje, Iglesias tambi¨¦n recibir¨ªa otro por parte del presentador Pablo Motos, durante una visita al programa El hormiguero.
En el marco de las cr¨ªticas al machismo de Motos despu¨¦s de que atacase en Antena 3 una campa?a del Ministerio de Igualdad en la que se dio por aludido, Iglesias revel¨® recientemente que el humorista valenciano le hizo entrega de un sistema de cuerdas TRX. ¡°Hay que ir muy de sobrado para regalarle a un l¨ªder pol¨ªtico una m¨¢quina de ejercicios para que reduzca su chepa¡±, declar¨® en un art¨ªculo donde describ¨ªa a Motos como ¡°un s¨ªmbolo y una referencia para los hombres que se ven o se sienten peque?os¡±. No obstante, en la misma pieza admiti¨® usar con frecuencia el regalo y lo reconoci¨® como muy ¨²til y favorable.
El m¨¢s buscado en La Tienda del Esp¨ªa
Semanas antes del final de la II Guerra Mundial, en lo que sin duda deb¨ªa interpretarse como un gesto de buena voluntad en el inicio de una nueva y mejorada relaci¨®n entre aliados, la Organizaci¨®n de Pioneros Vlad¨ªmir Lenin (es decir, las juventudes sovi¨¦ticas) regal¨® al estadounidense W. Averell Harriman, embajador en Mosc¨², una placa de madera con un grabado del s¨ªmbolo del ¨¢guila calva, Ave Nacional del pa¨ªs norteamericano. Una muy positiva se?al de reconocimiento diplom¨¢tico, si no hubiese sido por el dispositivo de transmisi¨®n escondido en su interior para que la Uni¨®n Sovi¨¦tica estuviese al tanto de todas las conversaciones de los cinco embajadores que ocuparon el cargo hasta su descubrimiento, en 1951. Bautizado como The Thing, no dejaba de ser un buen regalo, porque, todo sea dicho, el aparato era de gran valor: se trataba de una sofisticad¨ªsima invenci¨®n del importante y famoso Leon Theremin, creador adem¨¢s del instrumento musical que lleva su apellido.
?A qui¨¦n llamas cobarde?
No hay registros hist¨®ricos que indiquen que no se trate de una licencia literaria, art¨ªstica y, sobre todo, sat¨ªrica, pero el poema flamenco de 1346 Voeux du heron (en espa?ol, Los votos de la garza), de autor desconocido, atribu¨ªa el origen de la guerra de los 100 A?os a una machada entre el consejero Roberto III de Artois y el rey Eduardo III de Inglaterra. El primero, al que Francia hab¨ªa confiscado sus bienes despu¨¦s de intentar falsificar el testamento de su padre para heredar el condado de Artois, trat¨® de instigar la guerra mediante una provocaci¨®n al monarca ingl¨¦s, al que durante un banquete obsequi¨® con una garza, ¡°el p¨¢jaro m¨¢s cobarde¡±, seg¨²n el poema. Y funcion¨®. Aunque diversos historiadores han dado por hecho que el relato es ficticio, autores como el experto en la guerra de los 100 A?os Donald J. Kagay lo han considerado un buen reflejo de la relaci¨®n entre los dos hombres.
Regalo de griegos
Los regalos a otra persona que realmente son para uno mismo: todo un cl¨¢sico. Desde ese libro que hac¨ªa tanto que quer¨ªamos leer hasta ese concierto para el que no ten¨ªamos acompa?ante, la temporada de regalos es campo abonado para hacernos obsequios indirectos. Se trata de una tradici¨®n que viene de lejos y que el poeta Homero ya reflej¨® en La Odisea, donde apareci¨® por primera vez el regalo interesado m¨¢s famoso de la historia, el Caballo de Troya. Los eventos, cuya veracidad ha sido ampliamente discutida a lo largo de los siglos, son de sobra conocidos: los griegos hicieron entrega de un gigantesco caballo de madera a los troyanos, que lo entendieron como un reconocimiento y un signo de su victoria. Sin embargo, al introducirlo en la ciudad, del caballo sali¨® un grupo de soldados que, por fin, tom¨® Troya. En algunos pa¨ªses, la expresi¨®n ¡°regalo de griegos¡± se utiliza para denominar aquellos presentes con una motivaci¨®n oculta.
Ese vestido te sienta de muerte
La mitolog¨ªa griega, en general, est¨¢ llena de ¡°regalos de griegos¡±. Ya el propio Zeus decidi¨® que un buen regalo de boda para la cu?ada de su enemigo Prometeo, Pandora, era una caja con todos los males del mundo en su interior. De bodas iba tambi¨¦n la cosa cuando la bruja Medea, iracunda despu¨¦s de que Jas¨®n le abandonase para irse con Cre¨²sa, hija de Creonte, se adelant¨® a la uni¨®n entre su exmarido y la amante envi¨¢ndole a ella un vestido envenenado, que caus¨® autom¨¢ticamente su muerte cuando se lo puso. Esta idea tambi¨¦n aparece en el mito de H¨¦rcules, que muri¨® despu¨¦s de ponerse la camisa de Neso, un regalo de su tercera esposa que llevaba, sin que ella lo supiera, la sangre del centauro Neso e hizo que el h¨¦roe ardiera despu¨¦s de pon¨¦rsela. Un sencillo recordatorio de que, cuando a uno le regalan una prenda que no termina de gustarle o no es de su talla, hay que poner buena cara y tener en cuenta que podr¨ªa ser peor.
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