Arrebato: por qu¨¦ la pel¨ªcula maldita de la Transici¨®n ha conquistado a los veintea?eros
La vanguardista obra maestra que Iv¨¢n Zulueta rod¨® en 1979 por fin est¨¢ disponible en plataformas. La sorpresa es que los j¨®venes ya la hab¨ªan hecho suya
Manuel Luque (25 a?os) vio Arrebato (1979) de fiesta. Segu¨ªan vigentes las restricciones impuestas por la pandemia, y solo se pod¨ªa quedar en las casas. Cuando casi todo el mundo se hab¨ªa marchado, un amigo le insisti¨® para verla antes de que terminara la noche. ¡°Estaba muy cansado y me dorm¨ª a los diez minutos¡±. Lo poco que vio bast¨® para que al d¨ªa siguiente, venciendo la resaca, se levantar¨¢ con ganas de terminarla. ¡°La encontr¨¦ en una p¨¢gina web pirata, porque entonces no estaba en ninguna plataforma. Me impresion¨® tanto que acto seguido se la quise poner a mi pareja para ver si exp...
Manuel Luque (25 a?os) vio Arrebato (1979) de fiesta. Segu¨ªan vigentes las restricciones impuestas por la pandemia, y solo se pod¨ªa quedar en las casas. Cuando casi todo el mundo se hab¨ªa marchado, un amigo le insisti¨® para verla antes de que terminara la noche. ¡°Estaba muy cansado y me dorm¨ª a los diez minutos¡±. Lo poco que vio bast¨® para que al d¨ªa siguiente, venciendo la resaca, se levantar¨¢ con ganas de terminarla. ¡°La encontr¨¦ en una p¨¢gina web pirata, porque entonces no estaba en ninguna plataforma. Me impresion¨® tanto que acto seguido se la quise poner a mi pareja para ver si experimentaba el mismo shock que yo hab¨ªa sufrido. La emoci¨®n que sent¨ª en el cl¨ªmax fue tal que me pas¨¦ los siguientes d¨ªas viendo algunas escenas repetidas una y otra vez¡±.
Arrebato est¨¢ de moda, o quiz¨¢ siempre lo ha estado. La obra maestra de Iv¨¢n Zulueta (San Sebasti¨¢n, 1943-2009) no para de rejuvenecer. De fracaso comercial pas¨® a pel¨ªcula rara, despu¨¦s a obra de culto y hasta hoy, que est¨¢ considerada un cl¨¢sico del cine espa?ol capaz de entusiasmar a una nov¨ªsima generaci¨®n de cin¨¦filos. Filmin incorpor¨® a su cat¨¢logo una versi¨®n de la pel¨ªcula en 4K el pasado 1 de enero, justo un a?o despu¨¦s de que lo hiciera FlixOl¨¦. El Artium Museoa, centro dedicado al arte vasco en Vitoria, inaugur¨® en diciembre de 2022 una exposici¨®n dedicada a Zulueta. Adem¨¢s, el cantante Jota, de Los Planetas, present¨® el pasado viernes Plena Pausa, un proyecto en el que musicaliza una selecci¨®n de piezas f¨ªlmicas del material in¨¦dito del director vasco, que adquiri¨® la Filmoteca Espa?ola en 2021. El exdirector, Josetxo Cerd¨¢n, describi¨® esta compra como ¡°un verdadero acontecimiento para la instituci¨®n¡±.
¡°Verla en una sala de cine me confirm¨® que iba a recordar esta pel¨ªcula para siempre¡±. Dos semanas despu¨¦s, Manuel Luque tuvo la oportunidad de asistir a una proyecci¨®n de Arrebato en los cines Dor¨¦, la sala de exhibici¨®n de la Filmoteca. Recuerda que el cine estaba lleno de gente joven, y que hubo que pelear por conseguir una entrada.
Todo lo contrario sucedi¨® cuando Arrebato se estren¨® en Madrid, en junio de 1979. Se proyect¨® en los ya desaparecidos Cines Azul y apenas dur¨® trece d¨ªas en cartelera. Fue un fracaso comercial, pero obtuvo buenas cr¨ªticas. ?ngel Fern¨¢ndez-Santos escribi¨® en EL PA?S: ¡°Arrebato es un instante oscuro del pesimismo. Es cine intrincado, insondable en alg¨²n punto de su torcido y tumultuoso recorrido. Y es, sobre todo, cine en carne viva, turbador, doloroso y elevado¡±.
Diez a?os antes de Arrebato, Zulueta hab¨ªa rodado Un dos, tres, al escondite ingl¨¦s (1969), con su antiguo profesor, amigo y productor del filme, Jos¨¦ Luis Borau. No la pudo firmar porque no ten¨ªa el t¨ªtulo de realizador de la Escuela de Cinematograf¨ªa ni el carn¨¦ del sindicato. En esta obra materializa el impacto que le produjo su viaje a Nueva York, en el que visit¨® la Factory y conoci¨® a Andy Warhol, lo que lo convirti¨® en uno de los precursores del pop art y el glam en Espa?a.
En la d¨¦cada que separa sus dos largometrajes se alej¨® de la industria y se dedic¨® a rodar cortos y mediometrajes con una c¨¢mara de Super 8. Algunos los conserv¨® su familia y otros se perdieron en una redada policial en el cine California, creyendo que se trataba de un mitin clandestino. ¡°Hicieron registros en mi casa y como no sab¨ªan qu¨¦ llevarse arramplaron con una colecci¨®n de Playboy y el resto de las cintas¡ All¨ª desapareci¨® mucho trabajo¡±, cont¨® en una entrevista.
Fue en esta ¨¦poca cuando se enganch¨® a la hero¨ªna. Era una droga com¨²n en aquella ¨¦poca, pero Zulueta se encarg¨® de aclarar que entr¨® de manera consciente y voluntaria en ese mundo: ¡°Yo a la hero¨ªna llegu¨¦ muy tarde. De alguna manera, lo program¨¦. Todo el mundo est¨¢ aterrado con que un chaval de 15 a?os se desv¨ªe hacia las drogas y le pase algo. Evidentemente, nadie quiere eso, pero para un adulto las drogas son una elecci¨®n personal¡±.
Nunca lleg¨® a abandonar el consumo de opi¨¢ceos. A mediados de los a?os ochenta, tras Arrebato, Zulueta ya era una leyenda viva. Se le ofrec¨ªan los productores y ten¨ªa buenos amigos dispuestos a trabajar con ¨¦l. Pero nunca volvi¨® a rodar un largometraje. Entr¨® en colapso absoluto y pas¨® el resto de sus d¨ªas recluido en la casa de su madre, como si el terror¨ªfico fotograma rojo de la pel¨ªcula le hubiera vampirizado de verdad. ¡°En Arrebato estaba clar¨ªsimo que yo no iba a poder hacer otra pel¨ªcula porque algunos est¨¢bamos descubriendo el cuelgue, el terrible cuelgue, la adicci¨®n¡±, explic¨® en una entrevista.
Su oscura historia fue determinante para que se colocara sobre Arrebato la etiqueta de ¡°pel¨ªcula m¨¢s maldita del cine espa?ol¡±. Pero lo cierto es que a esta obra nunca le han faltado fieles e ilustres defensores. Pedro Almod¨®var, que tuvo una peque?a participaci¨®n en la pel¨ªcula, asegur¨® que Zulueta ¡°nunca film¨® una imagen banal¡±. Jaime Ch¨¢varri, director de El desencanto (1976), se preguntaba qu¨¦ se puede rodar despu¨¦s de haber dirigido una obra como Arrebato.
En una entrevista para ICON, Eusebio Poncela, que en Arrebato da vida al director de pel¨ªculas de serie B Jos¨¦ Sirgado, narraba una an¨¦cdota que ilustra perfectamente el entusiasmo que la pel¨ªcula suscita en el p¨²blico joven. ¡°Estaba harto del confinamiento y, a escondidas, como vivo al lado de la monta?a, me fui. Me puse las zapatillas equivocadas y, al ir de roca a roca, me escurr¨ª y me pegu¨¦ un hosti¨®n tan grande que me romp¨ª tres costillas. Llegaron los de la ambulancia con la camilla, estaba a 1.500 metros de altura. Y ?sabes qu¨¦ me pregunt¨® el de la camilla mientras me llevaba malherido al hospital? Que si le pod¨ªa explicar el final de Arrebato, que no lo hab¨ªa entendido. ?Te lo puedes creer? Ten¨ªa 22 a?os el pavo, pod¨ªa ser mi nieto¡±.
Aar¨®n Rodr¨ªguez Serrano (40 a?os), doctor en Comunicaci¨®n Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, comparte a trav¨¦s de correo electr¨®nico su experiencia trabajando la pel¨ªcula con sus estudiantes. ¡°Muchas veces tenemos que escuchar que nuestros alumnos est¨¢n menos sensibilizados hacia el cine, o que tienen menos cultura audiovisual. Sin embargo, trabajas Arrebato con ellos, lees las cosas que escriben al respecto y te quedas de piedra: saben leer la pel¨ªcula mucho mejor que nosotros¡±.
Rodr¨ªguez Serrano tambi¨¦n sufri¨® el hechizo de Arrebato en su etapa de estudiante, y recuerda con nitidez la fecha en la que la vio por primera vez. ¡°Fue el 8 de octubre de 2002, en los Cines Verdi de Madrid. Lo recuerdo con precisi¨®n porque era mi cumplea?os¡±. Se estaba planteando cambiar de carrera y meterse en Comunicaci¨®n Audiovisual. ¡°Fui con mucha curiosidad porque una profesora nos hab¨ªa hablado de ella casi como de una leyenda¡±. Sali¨® de la sala completamente impresionado, con la sensaci¨®n de que aquella pel¨ªcula ven¨ªa de otro mundo. ¡°Sin duda, tuvo mucho que ver con que pocos meses despu¨¦s decidiera mudarme de aulas y especializarme en cine¡±.
Arrebato tiene muchos elementos que la vinculan con su momento: el ambiente y los personajes de la Movida Madrile?a o la adicci¨®n a la hero¨ªna que atrap¨® al propio director. Sin embargo, para Rodr¨ªguez Serrano la realidad es que la pel¨ªcula ¡°se enfrenta a pecho descubierto con problemas que son tremendamente urgentes a nivel universal y contempor¨¢neo¡±. En su opini¨®n, la pel¨ªcula reflexiona, entre otras cosas, sobre c¨®mo gestionar las im¨¢genes, saber qu¨¦ buscamos en ellas, si nos comen, nos construyen o nos destruyen. ¡°Cualquier estudiante sabe que su vivencia est¨¢ mediada por im¨¢genes, que hay cosas que nunca podr¨¢ compartir en redes porque no hay fotograf¨ªa o story que lo refleje¡±.
En un entrevista en Sur Expr¨¦s en 1987, Iv¨¢n Zulueta reflexionaba sobre la fascinaci¨®n que su pel¨ªcula produc¨ªa en los j¨®venes amantes del cine. ¡°Igual es porque siempre he trabajado de una forma muy l¨²dica, jugando con las cosas, probando con las instrucciones de la c¨¢mara, usando lo que ten¨ªa a mi alrededor. Yo tengo una especie de fe en el cine como forma de plasmar todo lo que vas absorbiendo¡±.
Diego Quintero (26 a?os) descubri¨® la pel¨ªcula en su primer a?o de universidad. Un amigo suyo hab¨ªa publicado una escena en redes sociales. ¡°Era la secuencia en la que Poncela se habla a s¨ª mismo a trav¨¦s de la pantalla, me dej¨® catat¨®nico¡±. Cuatro a?os despu¨¦s se mud¨® con ese amigo a un ¡°piso vac¨ªo y gigantesco¡±. Compraron un proyector y decidieron de forma un¨¢nime que la primera pel¨ªcula que iban a ver era Arrebato. ¡°No ten¨ªamos nada, as¨ª que enganchamos un palo de escoba y la cortina blanca de la ducha a modo de pantalla, y apa?amos un cineforum casero. As¨ª entiendo Arrebato, como el buque insignia de un apartamento de cin¨¦filos incipientes¡±.
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