El tesoro oculto de Iv¨¢n Zulueta, el gran maldito del cine espa?ol
La Filmoteca Espa?ola proyecta parte de sus trabajos in¨¦ditos en Super 8, en los que se atisba la cara m¨¢s luminosa del director de ¡®Arrebato¡¯ antes de que se enganchara a la hero¨ªna
Son cerca de 40 cajas. Dentro de ellas, carteles, ¨¢lbumes de cromos, dibujos, polaroids, correspondencia con amigos y mentores como Will More (el protagonista de Arrebato), Terenci Moix, Carmen Rigalt o Jos¨¦ Luis Borau, que le suspendi¨® en la Escuela de Cine y al d¨ªa siguiente lo contrat¨® en su productora (¡±Nunca conoc¨ª a nadie con tama?o talento visual¡±, contaba el mismo Borau). Son los restos del naufragio de Iv¨¢n Zulueta (San Sebasti¨¢n, 1943-2009), el director de culto del cine espa?ol. Estaban en manos de su hermano mayor, Jaime, hasta que la Filmoteca Espa?ola adquiri¨® el legado por 60.000 euros. En ¨¦l, tambi¨¦n se guardan sus pel¨ªculas en Super 8 y 16 mil¨ªmetros, un tesoro singular porque Zulueta, fan¨¢tico de los cortos en Super 8 y autor de algunos trabajos televisivos, solo rod¨® dos largometrajes: Un, dos, tres¡ al escondite ingl¨¦s (1969) ¡ªque no pudo firmar con su nombre dado que el Sindicato del Espect¨¢culo exig¨ªa el carn¨¦ oficial, y ¨¦l no lo pose¨ªa tras haber suspendido en la escuela de cine¡ª y Arrebato (1979), el filme que le convirti¨® en una estrella y a la vez en el gran maldito. Como dec¨ªa Borau: ¡°En Arrebato se dej¨® mucho de s¨ª mismo¡±.
De esas pel¨ªculas, que la Filmoteca Espa?ola est¨¢ catalogando y digitalizando, el pr¨®ximo s¨¢bado podr¨¢ verse una primera sesi¨®n, que conmemora adem¨¢s el D¨ªa Internacional de las Pel¨ªculas Caseras (Home Movie Day). Apenas supera los 52 minutos y los t¨ªtulos de los cortos son los que aparec¨ªan en las cajas, explica Josetxo Cerd¨¢n, director de la Filmoteca, que presentar¨¢ la proyecci¨®n junto a Virginia L¨®pez Montenegro (amiga ¨ªntima de Zulueta) y Miguel Fern¨¢ndez Labayen, que han ayudado en el viaje de este archivo. ¡°Es el Zulueta m¨¢s luminoso, muy viajero, el de los setenta, antes de caer en su adicci¨®n y su oscuridad¡±, define Cerd¨¢n, que aclara que en otras cajas puede que haya tanto filmes del realizador donostiarra como pel¨ªculas compradas por la familia para su proyecci¨®n. ¡°Puede que incluso est¨¦n las grabaciones del padre de Iv¨¢n¡±.
En esta sesi¨®n hay momentos brillantes: al final de Feria navide?a y regalos, con un mercadillo rodado en Nueva York y la entrega de los presentes a su padre y hermanos en la casa familiar al final de la donostiarra playa de la Concha, Zulueta grab¨® algunas im¨¢genes m¨¢s atmosf¨¦ricas, pruebas para experimentos posteriores. Tambi¨¦n se ve un fenomenal plano-contraplano, probablemente montado en la misma c¨¢mara, con dos amigos maquill¨¢ndose, y un regalo casi m¨¢gico: Will More material para Arrebato, un ensayo con el protagonista de Arrebato. ¡°Tenemos m¨¢s pruebas antes de ese rodaje, como con Cecilia Roth, de mayor duraci¨®n, e incluso material personal relacionado con Arrebato¡±, asegura Cerd¨¢n.
Otra curiosidad de la proyecci¨®n en la Filmoteca: una muestra de activismo LGTBI de Zulueta bajo el t¨ªtulo Manif Gay: la grabaci¨®n de una manifestaci¨®n en el lateral del madrile?o parque del Retiro a favor de los derechos civiles homosexuales. Una toma en la que la c¨¢mara atraviesa a contramarcha la reivindicaci¨®n acaba en un primer plano de un exultante y seductor Eusebio Poncela, otro de los protagonistas de Arrebato. ¡°Creo que al final obtendremos una visi¨®n m¨¢s poli¨¦drica de Iv¨¢n¡±, cuenta Cerd¨¢n.
Zulueta era mucho m¨¢s que cine. Como contaba el recientemente fallecido Antonio Gasset, otro de los grandes amigos del director, ¡°Iv¨¢n disfrutaba much¨ªsimo de la pintura, puede que de ese arte nazca su aut¨¦ntica pulsi¨®n¡±. En el documental Iv¨¢n Z (2004) Andr¨¦s Duque logr¨® entrar en la mansi¨®n familiar en San Sebasti¨¢n y retratar, con el mismo Zulueta como cicerone, sus pasiones: por ejemplo, su hobby infantil, crear carteles de pel¨ªculas que no hab¨ªa visto. ¡°De todo eso hay en las cajas¡±, incide el director de la Filmoteca.
?Qu¨¦ hacer despu¨¦s de ¡®Arrebato¡¯?
?Qu¨¦ falta por descubrir fundamental para completar el retrato de Zulueta? ¡°Por ejemplo, no estar¨¢n las pel¨ªculas que se llev¨® la polic¨ªa tras una proyecci¨®n en un colegio mayor¡±, apunta Jaime Ch¨¢varri, que junto a Gasset, Manolo Marinero o Zulueta, entre otros, conformaron un grupo de amigos apasionados por el cine underground y la diversi¨®n. ¡°Ojal¨¢ aparezca La fortuna de los Irureta, de la que yo vi unos ocho o nueve minutos, y en la que entrevist¨® a la gran burgues¨ªa de San Sebasti¨¢n. La film¨® antes de Arrebato¡±. Los Zulueta fueron una de las familias m¨¢s pr¨®speras de la Espa?a del siglo XIX gracias a sus plantaciones en Cuba. De aquel esplendor qued¨® la m¨ªtica mansi¨®n en la que se enclaustr¨® durante d¨¦cadas Zulueta junto a su madre, como retrat¨® Iv¨¢n Z. En ese documental de 2004, Iv¨¢n confesaba cosas como que se hab¨ªa quedado ¡°dentro de El ¨¢ngel exterminador¡± o ¡°nadie quiere crecer¡±.
Duque, por tel¨¦fono, recuerda ahora: ¡°Es dif¨ªcil saber qu¨¦ material ha sobrevivido a las muertes de su hermano peque?o [Borja] y de su madre¡±. Cuando Duque film¨® a Zulueta, este llevaba a?os sin grabar nada. ¡°Por ejemplo [y se ve en pantalla], nunca hab¨ªa cogido una c¨¢mara de v¨ªdeo. Cuando la tom¨®, sinti¨® el veneno instant¨¢neo. Como un ni?o con un juguete que le enloquece¡±. ?Y lo echaba de menos? ¡°S¨ª, pero le faltaba voluntad, y segu¨ªa sumergido en las drogas¡±. El mismo Zulueta recordaba en una entrevista antes de morir: ¡°Me met¨ªa caballo durante el rodaje de Arrebato para obtener el tono y aguantar la filmaci¨®n, y a la vez sab¨ªa que nunca iba a tener otra posibilidad igual¡±. Duque apunta: ¡°?l era plenamente consciente de que hizo en aquel filme algo importante, y que su legado no iba a crecer m¨¢s, porque adem¨¢s iba a la contra del cine de autor imperante¡±.
Ch¨¢varri tiene su propia respuesta: ¡°Es que, despu¨¦s de Arrebato, ?qu¨¦ puedes hacer?¡±. Una obra maestra fuera del tiempo y del lugar, una reflexi¨®n brutal sobre el vampirismo personal y audiovisual. ¡°Coincido con Borau sobre su talento. Iv¨¢n, en unos a?os, los sesenta, en los que se era rojo o no se era nada, viv¨ªa solo para lo visual. Conoc¨ªa a todos los fot¨®grafos, a todos los ilustradores, viaj¨® a Nueva York a buscar The Factory de Andy Warhol cuando aqu¨ª ni intu¨ªamos aquel mundo. Era como si habitara otro sitio, no en aquella Espa?a. Pose¨ªa una cultura instintiva del audiovisual impresionante. A mi generaci¨®n esa idea de una cultura fuera del canon, de algo vivo al margen, nos influy¨® mucho¡±.
Arrebato arrastra todav¨ªa hoy pasiones por todo el mundo. Esta misma semana se est¨¢ proyectando en Los ?ngeles en una copia en 35 mil¨ªmetros, y en otros cines de EE UU se ha estrenado este mes con una restauraci¨®n digitalizada en 4K. La familia de Ch¨¢varri prest¨® una finca para su rodaje ¡ªen la primera imagen del filme, Will More rueda en Super 8 y es el trasunto de Jaime Ch¨¢varri¡ª, y el cineasta cuenta entre risas: ¡°Fue para cuatro d¨ªas a la finca La Mata y se qued¨® cuatro semanas¡±. M¨¢s serio, reflexiona. ¡°Yo le conoc¨ª en uno de mis guateques en 1964. Ten¨ªa un encanto b¨¢rbaro, y aun con su enganche, en sus inicios, antes de que la hero¨ªna le sentara definitivamente mal, manten¨ªa una seducci¨®n impresionante. Arrebato es tan ins¨®lita, que no he conocido a ning¨²n alumno actual de cine que no le guste. Iv¨¢n ha encontrado su resonancia¡±.
Babelia
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