El problema con el bisexual guarro, la etiqueta que ha saltado de las redes sociales al mundo
El nuevo estigma hacia los bisexuales ha salido de las redes sociales. Un personaje imaginario que enga?a a los gais con una posible relaci¨®n rom¨¢ntica, cuando en realidad solo piensa en casarse con su novia de toda la vida

Martin Urrutia, vizca¨ªno, 18 a?os. Es el concursante m¨¢s joven de la actual edici¨®n de Operaci¨®n Triunfo. Al principio del programa, se defini¨® como alguien ¡°cari?oso, gracioso y muy emp¨¢tico¡±. Lo que entonces ignoraba, porque todav¨ªa no se lo hab¨ªan dicho, es que tambi¨¦n es un ¡°bisexual guarro¡±.
El meme empez¨® en X. Aunque es posible que la ocurrencia ya existiera, no se populariz¨® hasta esta duod¨¦cima edici¨®n de OT. La cantante Suu, con voluntad de identificar a los miembros LGBT+ entre los concursantes, pregunt¨® en uno de los primeros programas qui¨¦n se consideraba ¡°del colectivo¡±. Urrutia, sin especificar una orientaci¨®n concreta, levant¨® la mano. Fueron cuatro segundos de televisi¨®n, suficientes para que algunos fans desarrollaran toda la narrativa del bisexual guarro: un joven cauc¨¢sico, de aire bohemio, hipersexual, con un bigote de estilo moderno y pendientes de aro. Una figura, tan atractiva como poco de fiar, que empieza llamando la atenci¨®n de otros hombres hasta que, de manera inexorable, se decanta por la c¨®moda heterosexualidad, culminando en un beso con cualquier mujer.
Ampliar las etiquetas que se utilizan para definir la sexualidad ajena es una tarea siempre complicada. Por eso, una vez se logra, conviene no dejar pasar la oportunidad de sacarle rendimiento. ¡°Bisexual guarro volvi¨® a hacer de las suyas¡±, informa un usuario en X, el antiguo Twitter, al hilo de un v¨ªdeo en el que Urrutia aparece bailando con un compa?ero. ¡°Un bisexual guarro juega con el coraz¨®n de un twink [homosexual delgado, con poco o ning¨²n vello facial] sensible¡±, comenta otro en referencia a un momento en el que el cantante toca la mano de un concursante. Otros aportan una perspectiva m¨¢s anal¨ªtica: ¡°Pocas cosas peores que un bisexual guarro que usa su hetero passing para ligarse a maricones traumatizados por la masculinidad¡±.
?Qu¨¦ significa exactamente esta etiqueta? Paula Alcaide, psic¨®loga especializada en terapia afirmativa para lesbianas y bisexuales, responde de manera contundente: ¡°Es bifobia. Se est¨¢ perpetuando un estereotipo acerca de los hombres bisexuales¡±. ?Cu¨¢l? ¡°Por un lado, la creencia de que los bisexuales no existen, o no son verdaderamente bisexuales. El sistema de opresi¨®n monosexista dice que solo se puede ser heterosexual (la norma) u homosexual (la contranorma), mientras que el bisexual es percibido como un gay armarizado¡±. Es decir, gente que se siente atra¨ªda por personas del mismo g¨¦nero, pero se niega a reconocerlo. ¡°Por otro lado, en contradicci¨®n con lo anterior, persiste el prejuicio de que, finalmente, las personas bisexuales optar¨¢n por relaciones heterosexuales, y, por lo tanto, terminar¨¢n rompi¨¦ndole el coraz¨®n al hombre gay¡±.
Un estereotipo que, expresado en el lenguaje de nuestro tiempo, se sintetiza perfectamente en este post: ¡°Otro d¨ªa m¨¢s que un bisexual guarro os va a trick into thinking que tendr¨ªa algo rom¨¢ntico p¨²blicamente con alguien diferente a una mid cis 15yo looking white woman¡±. En otras palabras, el bisexual guarro es aquel que ilusiona a los hombres gais con una posible relaci¨®n rom¨¢ntica, cuando en realidad solo piensa en casarse con su prima en la iglesia del pueblo y formar una familia, incluso dos, si es posible. Lo m¨¢s ¡°triste¡± de esto, concluye Alcaide, ¡°es que este mejunje de estereotipos, prejuicios y sus consecuentes discriminaciones provenga tanto de fuera como de dentro del colectivo LGTB+¡±.
Otra realidad que ilumina este caso, es c¨®mo la discriminaci¨®n puede convivir perfectamente con el deseo. Cada comentario que advierte contra ¡°las oscuras intenciones¡± del bisexual guarro se contrapone con otro que expresa atracci¨®n hacia estas personas. Etiquetas como bisexual guarro, twink o daddy reflejan una dualidad: por un lado, indican atracci¨®n hacia quienes encarnan ciertos estereotipos o caracter¨ªsticas, como la libertad sexual atribuida al ¡°bisexual guarro¡±. Y al mismo tiempo, se emplean de manera peyorativa, perpetuando prejuicios sobre su promiscuidad, fiabilidad o apariencia f¨ªsica.
La etiqueta que le han asignado en las redes sociales a Urrutia refleja un problema mayor en la percepci¨®n social de la bisexualidad. En su ensayo Las intermitencias del deseo. Sobre la verdad, la bisexualidad y el deseo (Melusina, 2019), el cr¨ªtico Michael Amherst analiza c¨®mo el binarismo sexual tiende a clasificar la sexualidad humana en dos categor¨ªas mutuamente excluyentes y r¨ªgidas: heterosexualidad y homosexualidad. Esta visi¨®n binaria ignora o invalida la existencia de la bisexualidad como una orientaci¨®n sexual leg¨ªtima y aut¨®noma, y niega la fluidez y el espectro completo de su experiencia sexual.

Pone el ejemplo del saltador ol¨ªmpico brit¨¢nico Tom Daley, que en 2013 subi¨® un v¨ªdeo a YouTube en el que anunciaba que manten¨ªa una relaci¨®n con un hombre. Adem¨¢s, aseguraba que todav¨ªa le atra¨ªan tanto los hombres como las mujeres. Sin embargo, Pink News, la publicaci¨®n LGTB+ m¨¢s importante de Inglaterra, titul¨®: Tom Daley sale del armario. Es gay. Dos semanas despu¨¦s, acudi¨® a Celebrity Juice, un programa de la televisi¨®n brit¨¢nica. Nada m¨¢s empezar, el presentador le pregunt¨® a bocajarro: ¡°?Ahora eres gay? ?Eres homosexual?¡±. A lo que Daley, despu¨¦s de una risa inc¨®moda, respondi¨® que s¨ª. Poco despu¨¦s, los peri¨®dicos de tirada nacional publicaron que el atleta ¡°ya¡± hab¨ªa confesado que en realidad era gay. Al cabo de un a?o y medio, volvi¨® a declarar en una entrevista concedida a The Guardian que le atra¨ªan las personas de ambos sexos. El titular fue: Siempre he sabido que me atra¨ªan los chicos.
¡°La mancha de homosexualidad¡± a menudo implica que un solo encuentro con una persona del mismo sexo pueda esgrimirse contra un hombre como prueba de que ¡°en realidad¡± es gay. Amherst reconoce una etapa en su vida donde intent¨® hacer su sexualidad menos visible o discreta, no solo por razones comunes, sino tambi¨¦n como un medio para proteger su deseo heterosexual. ¡°Mientras se niegue la bisexualidad, mientras se suponga que un hombre al que atrae otro hombre solo puede ser gay, a algunos de nosotros no nos quedar¨¢ m¨¢s remedio que reprimir se?ales o demostraciones expresas de nuestra sexualidad, no por una homofobia interiorizada, sino porque hacer lo contrario socavar¨ªa nuestra heterosexualidad a ojos de todo el mundo. No parece deseable, pero se trata de una respuesta negociada frente a la presi¨®n¡±.
Amherst argumenta que la simplificaci¨®n binaria de la sexualidad tambi¨¦n puede distorsionar nuestra comprensi¨®n de la complejidad y diversidad en las experiencias sexuales de figuras hist¨®ricas. Cita a escritores como Thomas Mann, Carson McMullers, Virginia Woolf y Christopher Marlowe, quienes a menudo son etiquetados exclusivamente como homosexuales, pasando por alto otras facetas de su identidad sexual. El novelista Garth Greenwell identifica este fen¨®meno como un conflicto entre activismo y arte: ¡°Estar desgarrado entre la eficacia pol¨ªtica y la necesidad de afirmar a estos artistas cuya atracci¨®n por el mismo sexo ha sido tan vehementemente negada, de modo que atraviese el ruido de esa negaci¨®n, pero a expensas de los matices¡±. Estos matices incluyen hechos como que Thomas Mann tuvo seis hijos con Katia Pringsheim, o que Carson McMullers, quien fue descrita en Gay Lives por Robert Aldrich como ¡°lesbiana en temperamento y deseos¡±, se cas¨® dos veces con el mismo hombre y mantuvo relaciones con otros.
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Este enfoque en la complejidad de la sexualidad y c¨®mo se refleja en la vida de figuras p¨²blicas tambi¨¦n se ve en la reciente pel¨ªcula Maestro, de Bradley Cooper, un biopic dedicado al compositor norteamericano Leonard Bernstein. La pel¨ªcula relata las complicaciones sentimentales de este genio bisexual, que nada m¨¢s empezar la pel¨ªcula abandona a su amante masculino para casarse con Felicia Montealegre. Inicialmente, ella acept¨® las preferencias sexuales de su marido, aunque rechazando la idea de su bisexualidad: ¡°Eres homosexual y puede que nunca cambies, no admites la posibilidad de una doble vida, pero si tu tranquilidad, tu salud, todo tu sistema nervioso dependen de un determinado patr¨®n sexual. ?Qu¨¦ puedes hacer?¡±, le escribi¨® en una carta.
M¨¢s de un mes despu¨¦s de que Martin Urrutia fuera etiquetado como bisexual guarro, el concursante ha sorprendido al p¨²blico haciendo lo inesperado: protagonizar la gran historia de amor de esta edici¨®n con otro concursante, un chico, llamado Juanjo. En Operaci¨®n Triunfo, cada edici¨®n selecciona una canci¨®n espec¨ªfica para ser interpretada por una pareja de concursantes que demuestra una qu¨ªmica especial o entre quienes se rumorea un romance. Ejemplos pasados incluyen a Chenoa y David Bisbal con Escondidos en la primera edici¨®n, y a Alfred y Amaia con City of Stars en 2017. Este a?o, Juanjo y Mart¨ªn interpretaron God Only Knows, continuando esta tradici¨®n. Tras la actuaci¨®n, el compa?ero de Urrutia lo describi¨® con tres palabras: ¡°Bigote, bohemio y relax¡±.
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