¡°Hollywood me abandon¨®, pero me dej¨® libre para otras cosas¡±: c¨®mo Hugh Grant convirti¨® un rechazo en una oportunidad
Hollywood le cerr¨® la puerta a hacer de gal¨¢n rom¨¢ntico, pero ¨¦l supo aprovechar la oportunidad para entregarse a papeles que han recordado al mundo que es un gran actor. Lo har¨¢ de nuevo en ¡®Unfrosted¡¯, el debut como director de Jerry Seinfeld
Hay que reconocer que tiene un m¨¦rito excepcional que en el curr¨ªculum de un actor convivan uno de los cl¨¢sicos navide?os m¨¢s reconocibles y una de las fotos policiales m¨¢s ic¨®nicas, lograda adem¨¢s por ¡°comportamiento lascivo¡±. Tal vez el secreto de Hugh Grant (Londres, 63 a?os) sea ser ¨¦l mismo, o al menos simularlo, un tipo algo gru?¨®n, que siempre parece ligeramente inc¨®modo y de eterno aspecto juvenil.
Tampoco le habr¨¢ restado puntos un pelazo que a veces ha generado m¨¢s admiraci¨®n que sus interpretaciones y que ha suscitado tutoriales para replicarlo. Cuando ves a Grant sabes exactamente cu¨¢l va a ser su papel, aunque a medida que ha madurado sus papeles se han vuelto m¨¢s oscuros. Enemigo ac¨¦rrimo de los tabloides, con los que mantiene un litigio encarnizado tras descubrir que su tel¨¦fono hab¨ªa sido pinchado, vio su cara en todas las portadas tras ser sorprendido con una prostituta en 1995 cuando le faltaban cinco minutos para ser una estrella global. Pero algo que podr¨ªa haber acabado con cualquier carrera apenas da?¨® la suya, gracias a sus toneladas de encanto y a un control de da?os posterior magistral.
Aunque siempre ha reconocido detestar la actuaci¨®n, tras sobrepasar los sesenta no ha bajado el ritmo. Ultimamente lo hemos visto en The Regime junto a Kate Winslet, con quien ya coincidi¨® en Sentido y sensibilidad, y est¨¢ a punto de estrenar Unfrosted, debut como director del c¨®mico Jerry Seinfeld que cuenta la historia de como los cereales Frosties revolucionaron el desayuno estadounidense y en la que Grant interpreta a Thurl Ravenscroft, el actor que interpretaba a Tony el Tigre.
La querencia de Grant por personajes propios del cine infantil, de ?Piratas! a Dragones y mazmorras: Honor entre ladrones o Wonka ¨Csu divertid¨ªsima interpretaci¨®n de un Oompa Loompa fue uno de los reclamos de la secuela de Charlie y la f¨¢brica de chocolate¨C, tal vez tenga que ver con su paternidad tard¨ªa. Tuvo su primer hijo pasados los cincuenta y poco antes de cumplir los sesenta dio la bienvenida al quinto. Ha declarado con sorna: ¡°?ltimamente tengo un hijo cada jueves¡±. Tras una vida de solter¨ªa y romances medi¨¢ticos, en 2018 se cas¨® con la productora sueca Anna Eberstein en una ceremonia ¨ªntima de la que no trascendieron im¨¢genes.
Grant acepta que la paternidad lo ha cambiado: ¡°Es completamente desgarrador tratar de ser un padre joven en el cuerpo de un anciano y he descubierto que, si tienes 60 a?os y hay cinco ni?os peque?os, en la casa tampoco puedes tener resaca. Pero vale la pena¡±, confes¨® a Los Angeles Times. Y tambi¨¦n reconoce que ese cambio ha sido para mejor: ¡°La gente me dice: ¡®Has mejorado como actor en los ¨²ltimos diez a?os¡¯. A veces pienso que puede ser por los ni?os¡±.
A pesar de representar la esencia de lo brit¨¢nico, es uno de los pocos actores del Imperio a los que jam¨¢s se le ha planteado seriamente ser James Bond. ¡°Que la gente realmente crea que puedo dar miedo con un arma en la mano es un poco rid¨ªculo¡±, declar¨® a Esquire (un prejuicio curioso ya que estuvo a punto de ser un militar profesional).
A pesar de lo bien que encaja en papeles con aire aristocr¨¢tico, su infancia no fue acomodada. Creci¨® en los suburbios del oeste de Londres en una familia que describe como de ¡°caballeros empobrecidos¡±. Su padre perteneci¨® a los Seaforth Highlanders, un regimiento al que la familia aport¨® varones durante generaciones, pero acab¨® vendiendo alfombras. Aunque la tradici¨®n le llevaba a la vida militar, se decant¨® por la literatura y se licenci¨® en Oxford. Ten¨ªa inter¨¦s por la filosof¨ªa hasta que se cruz¨® en su camino el teatro y empez¨® a interpretar peque?os papeles en producciones teatrales locales hasta que lleg¨® su primera pel¨ªcula, Privileged (1982), en la que interpretaba al fiestero de un grupo de estudiantes, algo muy similar a lo que hac¨ªa en ese momento.
A partir de ah¨ª llegaron pel¨ªculas televisivas intrascendentes, obras de teatro en plateas vac¨ªas y un fallido programa televisivo en el que, adem¨¢s de actuar, escrib¨ªa los guiones. Mientras trataba de sacar adelante el show recibi¨® un mensaje: ¡°James Ivory quiere verte¡±. Su primera opci¨®n fue rechazarlo, tal como revel¨® en el podcast WTF de Marc Maroon: ¡°No estoy interesado en actuar. Tengo mi propio programa¡±, le dijo. Hasta que su hermano, en cuyo piso se hab¨ªa refugiado para no pagar alquiler, le record¨® que necesitaba el dinero.
Su papel de amante de James Wilby en Maurice, la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de la novela de EM Forster, les llev¨® a ambos a ganar Copa Volpi en el Festival de Venecia. Parec¨ªa que estaba a punto de convertirse en la nueva sensaci¨®n brit¨¢nica, pero s¨®lo llegaron pel¨ªculas de dudos¨ªsima calidad como Tren nocturno a Venecia (con un 2,3 de puntuaci¨®n en la IMDB, y todos los que la han visto saben que es excesiva), guiones en los que los nombres de los realizadores no estaban a la altura de los resultados como Lunas de hiel de Roman Polanski o la disparatada La guarida del gusano blanco de Ken Russell y lo que ¨¦l llama europuddings, coproducciones europeas en la que cada miembro del equipo hablaba un idioma, pero se rodaban en ingl¨¦s para intentar aspirar al mercado estadounidense.
Una de ellas fue Remando al viento, la visi¨®n de Gonzalo Su¨¢rez de la amistad entre Lord Byron a quien interpretaba Grant y Mary Shelley. ¡°Si alguien te dice que vayas a Espa?a, te pagan cientos de miles de d¨®lares y hay muchas chicas bonitas, incluso aunque sepas que la pel¨ªcula no va a ser muy buena, es muy dif¨ªcil decir que no¡±, confes¨® ante Maroon. La pel¨ªcula de Su¨¢rez gan¨® la Concha de Plata en el Festival de San Sebasti¨¢n, aunque ¨¦l no recuerda esa visita a la ciudad, tal como cont¨® cuando volvi¨® al certamen para promocionar Florence Foster Jenkins: ¡°Deb¨ªa de estar muy borracho porque no recuerdo nada. Creo que Gonzalo Su¨¢rez gan¨® una Concha, pero no recuerdo de qu¨¦ color¡±.
Si no destaca en su filmograf¨ªa, si en su biograf¨ªa, porque durante el rodaje se enamor¨® de su coprotagonista, la tambi¨¦n brit¨¢nica Elizabeth Hurley. Su historia de amor llen¨® portadas y se convirtieron en la pareja favorita de Inglaterra, aunque sus carreras no estaban a la altura de la expectaci¨®n que generaban. Algo que iba a remediar un guion tan bueno que crey¨® que se trataba de una equivocaci¨®n. Cuando ley¨® Cuatro bodas y un funeral (1994) llam¨® a su agente para preguntarle si era un error, porque hasta entonces s¨®lo le hab¨ªan ofrecido pel¨ªculas espantosas y porque unos meses antes le hab¨ªan enviado por error el guion de Jerry Maguire, que acabar¨ªa interpretando Tom Cruise.
Cuatro bodas y un funeral, la pel¨ªcula que le defini¨® como gal¨¢n rom¨¢ntico torpe, de adorable tartamudeo y pelo indomable, le hizo ganar el Globo de Oro y el BAFTA al mejor actor, a pesar de que en un inicio nadie lo quer¨ªa. ¡°El guionista Richard Curtis me odi¨® nada m¨¢s verme y no quer¨ªa que hiciera la pel¨ªcula, tampoco el productor¡±, se lament¨®. Hoy resulta imposible imaginar a otro actor en ese papel.
Hollywood puso la vista en ¨¦l y le ofreci¨® una cantidad de dinero mareante por su trabajo en Nueve meses (1995), al lado de Julianne Moore. Y entonces lleg¨® la noche que le lanz¨® definitivamente al estrellato.
El 27 de junio de 1995, alrededor de la una y media de la madrugada y apenas unos d¨ªas antes del estreno que iba a suponer su gran debut en Hollywood, Grant se pase¨® en un BMW alquilado por Sunset Boulevard y, como si se tratase de la audici¨®n para un remake de Pretty Woman, negoci¨® una felaci¨®n con Divine Brown, una prostituta de 23 a?os. Como por los escasos 65 d¨®lares que afirmaba llevar encima el servicio no inclu¨ªa hotel, se quedaron en el coche. El acto fue interrumpido por la brigada antivicio de Los ?ngeles y al d¨ªa siguiente la foto de la ficha policial de ambos abri¨® los informativos.
Muchos dieron por finiquitada su carrera, pero Hollywood fue piadoso. Su redenci¨®n fue magistral. Al d¨ªa siguiente public¨® un comunicado que dec¨ªa: ¡°Anoche hice algo completamente demencial, hice da?o a algunas personas y he avergonzado a la gente con la que trabajo. Lamento ambas cosas mucho m¨¢s de lo que puedo expresar¡±. Y en lugar de ocultarse acudi¨® al Tonight Show de Jay Leno y estuvo tan encantador como en cualquiera de sus pel¨ªculas. ¡°Hice algo abominable y ella (Elizabeth Hurley) ha estado incre¨ªble. En contra de lo que leo en los peri¨®dicos, ella me ha apoyado mucho y vamos a intentar solucionar esta situaci¨®n¡±, reconoci¨®.
Y lo intentaron. A pesar de que todo el mundo daba por muerta la relaci¨®n estuvieron juntos cinco a?os m¨¢s y siguen siendo tan buenos amigos que ¨¦l es el padrino de su primer hijo. La carrera de Grant no se da?¨®, la de Hurley, que nunca hab¨ªa sido tan famosa, se potenci¨® y Divine Brown todav¨ªa agradece al actor haber podido mandar a sus hijas a la universidad con el dinero que se embols¨® gracias a las entrevistas.
Hace unos a?os, Grant confes¨® lo que no hab¨ªa podido decir en plena promoci¨®n de Nueve meses, que lo que aquella noche lo hab¨ªa llevado a conducir por Sunset Boulevard hab¨ªa sido su descontento con la pel¨ªcula. ¡°Tuve un mal presentimiento al respecto. Fui a ver una proyecci¨®n. Todo el reparto estaba brillante, pero mi actuaci¨®n era tan atroz que no ten¨ªa un buen estado de ¨¢nimo¡±, reconoci¨®. El p¨²blico no pens¨® lo mismo. En contra de lo que pod¨ªa esperarse, fue un ¨¦xito de taquilla. Y si alguien ten¨ªa la m¨¢s m¨ªnima animadversi¨®n hacia ¨¦l se desvaneci¨® tras verle formar pareja con Julia Roberts en Notting Hill (1999).
Su desmesurada popularidad, adem¨¢s de convertir al barrio londinense en el favorito de los turistas, dio el pistoletazo de salida a una d¨¦cada en la que Grant se consolid¨® como gal¨¢n de comedia rom¨¢ntica definitiva, un g¨¦nero que detesta y que le apart¨® de otros papeles prometedores. Por trabajar con Sandra Bullock en la hoy olvidada Amor con preaviso renunci¨® a formar parte de la saga Harry Potter. Richard Curtis, que pas¨® de detestarlo a considerarlo su alter ego, le regal¨® uno de sus mejores papeles en Love Actually, su debut como director.
Comenz¨® la primera d¨¦cada del siglo XXI con un gran ¨¦xito, El diario de Bridget Jones (2000), en la que interpretaba al c¨ªnico Daniel Cleaver, el papel con el que afirma sentirse m¨¢s identificado, y la termin¨® con un fracaso: ?Qu¨¦ fue de los Morgan? (2009), al lado de Sarah Jessica Parker. Ese t¨ªtulo condicion¨® su carrera.
¡°Hollywood me abandon¨®¡±, reconoci¨® a Los Angeles Times. ¡°En ese momento no era yo quien renunciaba a Hollywood. Lo quisiera o no despu¨¦s de eso, los d¨ªas de ser un protagonista muy bien pagado desaparecieron de la noche a la ma?ana. Fue un poco embarazoso, pero me dej¨® libre para otras cosas.¡±
Supo diversificarse en proyectos tan extra?os como El atlas de las nubes de las hermanas Wachowski o la magistral Paddington 2, se integr¨® en la pandilla de Guy Ritchie y acab¨® abrazando la televisi¨®n, un medio que afirma haber ignorado ¡°por esnob¡±. The undoing, la serie de HBO que rod¨® al lado de su amiga Nicole Kidman le proporcion¨® una nominaci¨®n al Emmy, pero fue Un esc¨¢ndalo muy ingl¨¦s la que record¨® al mundo el excelente actor que es.
Parece disfrutar genuinamente de su adi¨®s a los papeles de gal¨¢n rom¨¢ntico ¡°Me hice demasiado viejo, gordo y feo para hacer comedias rom¨¢nticas, as¨ª que pude ponerme con cosas m¨¢s interesantes¡±. No tiene previsto jubilarse. Aunque rechaz¨® la tercera parte de Bridget Jones por no encontrar satisfactorio su guion, parece casi confirmada su aparici¨®n en la pr¨®xima pel¨ªcula de la saga, aunque tiene claro que s¨®lo lo har¨¢ si el proyecto merece la pena. ¡±No creo que debas hacer nada s¨®lo por el dinero¡±, ha confesado. ¡°Una de las pocas cosas que he aprendido en la vida es que si lo haces, al final todo se vuelve en tu contra.¡±
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